Este artículo analiza las implicaciones de la inserción precoz de niños y niñas en el mundo del trabajo a la luz de las proposiciones de Vigotski. Utilizamos reflexiones de investigaciones producidas a lo largo de diez años de experiencia en esta área. Vigotski entiende el desarrollo como un proceso dialéctico, que involucra un período de crisis y de estabilidad, a partir de las actividades de niños y niñas en el entorno social. Las investigaciones han demostrado que la inserción temprana al trabajo comienza alrededor de los 7 años, a través de una red de relaciones sociales que la nutre. Además, apuntan la existencia de riesgos para la salud y consecuencias para la educación. El período de crisis de los siete años, cuyas experiencias adquieren significado para niños, coincide con el fin de la niñez en los sectores pobres de la sociedad brasileña. Estos aspectos hacen con que reproduzcan el imaginario de la naturalización del trabajo. Una niñez desarrollada en medio a condiciones concretas, marcada por la búsqueda del sustento y por la naturalización del trabajo precoz, quita a los niños y niñas el tiempo para jugar y dificulta su escolaridad; eso caracteriza la conciencia de ellos y sus relaciones con el entorno social, y también se les adultiza e independiza.
Trabajo infantil; desarrollo; Vigotski