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Origen social, competencias lingüísticas y patrones de publicación científica en Argentina, Brasil y Chile1 1 Los autores expresan su agradecimiento al Programa Neies Mercosur (spu-Capes), Proyecto n. 3/2015, por el apoyo financiero para la realización de la investigación en la que se basa este artículo.

Origem social, competências linguísticas e padrões de publicação científica na Argentina, Brasil e Chile

Resumen

En este artículo se analizan las condiciones de adquisición de competencia lingüística en lengua inglesa y el uso de idiomas extranjeros en las publicaciones de investigadores de Argentina, Brasil y Chile. El análisis se basa en los resultados de una encuesta cross-national realizada a muestras de investigadores integrados al núcleo central del sistema científico de cada país. En relación con el foco principal del artículo, se abordan las modalidades de adquisición de la competencia lingüística y su relación con factores sociodemográficos, como el origen social, y con la trayectoria formativa. Por otra parte, se analiza la relación entre las competencias lingüísticas y la publicación científica, y se explora el lugar de las disciplinas en el uso de idiomas extranjeros. Los resultados ponen en evidencia que existe una asociación entre el origen social, la trayectoria formativa, las modalidades de adquisición de competencias en inglés y el nivel de dichas competencias. Sin embargo, e independientemente de su dominio de la lengua, la mayoría de los investigadores de los tres países publica en inglés y, en todo caso, su nivel de competencia tiene incidencia en las estrategias de escritura (autónomas, colaborativas o por traducción profesional). En términos comparativos, los científicos brasileños son los que más publican en inglés, aunque en el caso chileno la menor proporción de publicaciones en esta lengua podría deberse al mayor peso que tienen en su muestra los investigadores de ciencias sociales y humanas, toda vez que, en estas disciplinas, al menos en América Latina, el inglés no ha adquirido un estatus de lingua franca equivalente al de las ciencias naturales.

Palabras clave:
Competencias lingüísticas; Publicación científica; Origen social; Argentina; Brasil; Chile.

Resumo

Este artigo analisa as condições de aquisição de competência linguística em língua inglesa e o uso de idiomas estrangeiros nas publicações de pesquisadores da Argentina, Brasil e Chile. A análise se baseia nos resultados de um questionário cross-national respondido por uma amostra do conjunto de pesquisadores integrados ao núcleo central do sistema científico de cada país. O foco principal do artigo são as modalidades de aquisição da competência linguística e sua relação com características sociodemográficas, como a origem social, e com a trajetória de formação. Além disso, o artigo analisa a relação entre as competências linguísticas e a publicação científica, e explora a variação disciplinar no uso de idiomas estrangeiros. Os resultados mostram que existe uma associação entre origem social, trajetória de formação, modalidades de aquisição da competência em inglês e o nível dessas competências. No entanto, independentemente do domínio da língua, a maioria dos pesquisadores dos três países publica em inglês, e, em todos os casos, seu nível de competência tem impacto sobre suas estratégias de escrita (autônomas, colaborativas ou via tradução profissional). Em termos comparativos, os pesquisadores brasileiros são os que mais publicam em inglês, embora, no caso chileno, a menor proporção de publicações nessa língua possa se dever ao maior peso dos pesquisadores em ciências sociais e humanas na amostra, uma vez que, nessas disciplinas, pelo menos na América Latina, o inglês não adquiriu o mesmo status de língua franca que nas ciências naturais.

Palavras-chave:
Competências linguísticas; Publicação científica; Origem Social; Argentina; Brasil; Chile.

Abstract

This article analyzes the conditions of acquisition of linguistic competence in the English language and the use of foreign languages in the publications of researchers from Argentina, Brazil and Chile. The analysis is based on the results of a cross-national survey carried out on samples of the researchers most integrated into the central nucleus of the scientific system of each country. In relation to the main focus of the article, the modalities of acquisition of linguistic competence and its relationship with sociodemographic factors, such as social origin, and with the educational trajectory are addressed. On the other hand, the association between linguistic competence and scientific publication, and the place of scientific disciplines in the use of foreign languages are analyzed. The results show that there is a connection between social origin, educational trajectory, ways of acquiring English skills and the level of these skills. However, and regardless of their linguistic proficiency, the majority of researchers in the three countries publish in English and, in any case, their level of competence has an impact on writing strategies (whether autonomous, collaborative or mediated by professional translation). In comparative terms, Brazilian scientists publish the most in English, although in the Chilean case the lower proportion of publications in this language could be due to the greater weight of social and human scientists in the sample, since, in these disciplines, at least in Latin America, English has not acquired a lingua franca status equivalent to that of the natural sciences.

Keywords:
Linguistic skills; Scientific publication; Social origin; Argentina; Brazil; Chile.

Introducción

Este artículo se propone comparar sistemáticamente las respuestas brindadas por un conjunto de investigadores vinculados a instituciones científicas y universitarias de Argentina, Brasil y Chile a un cuestionario centrado en sus características sociodemográficas y su trayectoria académica, las condiciones de adquisición de competencia en lengua inglesa y el uso de idiomas extranjeros en sus publicaciones (Encuestas Ecapin, 2018)2 2 Los autores expresan su agradecimiento al Programa Neies Mercosur (spu-Capes), Proyecto n. 3/2015, por el apoyo financiero para la realización de la investigación en la que se basa este artículo. .

Para hacer posible esta comparación, se decidió trabajar con poblaciones “emparejadas” conformadas por los componentes más integrados al núcleo central del sistema científico (cyt) de cada país. Sin embargo, dado que cada uno de ellos tiene un sistema de cyt diferente, no fue posible lograr una equivalencia perfecta. Así, en el caso argentino se tomó como población el total de los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). En Brasil se consideró a los investigadores vinculados a la planta de los programas de doctorado de nivel 7 (máxima calificación de la Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior - Capes)3 3 Se siguió este criterio dado que en Brasil la regla general es que los investigadores de tiempo completo estén vinculados a un programa de postgrado universitario. . Y, en el caso chileno, a aquellos que desarrollaron proyectos financiados por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) - los más competitivos del sistema científico nacional - en el período de 2000 a 2014.

El relevamiento de datos se hizo por correo electrónico mediante cuestionarios autoadministrados. En Argentina y en Brasil fueron invitados a participar todos los integrantes del universo, mientras que en Chile se adoptó un procedimiento de muestreo probabilístico sistemático. Empero, teniendo en cuenta las bajas tasas de respuesta -previsibles en este tipo de relevamientos - el resultado final en los tres países fue el de muestras voluntarias o autoseleccionadas.

En relación con el cuestionario, su estructura está compuesta por varios bloques comunes a los tres países. Se indagó acerca de las características sociodemográficas y formativas básicas, los antecedentes académicos y la inserción institucional actual, y las condiciones ligadas al uso de idiomas extranjeros y a la adquisición de competencia en inglés. Los cuestionarios fueron en general equivalentes, aunque en cada país fue necesario realizar adaptaciones para dar cuenta de especificidades locales, lo que derivó en algunas diferencias que terminaron incidiendo en las posibilidades de comparación.

Las preguntas que se abordan en este artículo pueden enmarcarse en los análisis de lo que Beigel (2014)Beigel, Fernanda. (2014), “Introduction: Current tensions and trends in the World Scientific System”. Current Sociology, 62 (5): 617-625. define como Sistema Académico Mundial, que se caracteriza, entre otras cosas, por la prevalencia de un esquema de publicaciones de corriente principal (mainstream) compuesto por revistas líderes indexadas en bases de datos internacionales (Beigel, 2017Beigel, Fernanda. (2017), “Científicos periféricos, entre Ariel y Calibán. Saberes institucionales y circuitos de consagración en Argentina: Las publicaciones de los investigadores del Conicet”. Dados: Revista de Ciências Sociais 60 (3): 825-865.), con un claro sesgo a favor de artículos en inglés (Ortiz, 2009Ortiz, Renato. (2009), La supremacía del inglés en las ciencias sociales. Buenos Aires, Siglo Veintiuno.) producidos principalmente por académicos del Norte, en especial en el caso de las ciencias sociales (Mosbah-Natanson y Gringas, 2014Mosbah-Natanson, Sébastien & Gingras, Yves. (2014), “The globalization of social sciences? Evidence from a quantitative analysis of 30 years of production, collaboration and citations in the social sciences (1980-2009)”. Current Sociology 62 (5): 626-646.)

En este contexto adquieren particular relevancia las cuestiones referidas a la circulación internacional del conocimiento, que depende de la comunicación mediada por interacciones cara a cara y, lo que es más importante, por textos. La desigual distribución de la competencia lingüística necesaria para participar en estos intercambios es, por tanto, uno de los retos a los que se enfrentan los investigadores. Para aquellos que se comunican en una lengua distinta a las dominantes en su campo, como es el caso de muchos investigadores de países menos desarrollados, la adquisición de competencias lingüísticas puede resultar especialmente difícil y, tal como señala Danell (2013)Danell, Rickard. (2013), “Geographical diversity and changing communication regimes. A study of publication activity and international citation patterns”. In: Danell, Rickard et al. (orgs.). Social science in context: Historical, sociological, and global perspectives. Lund, Nordic Academic Press., opera como una barrera para publicar en las revistas mainstream del Sistema Académico Mundial. Por otra parte, en sentido amplio la cuestión de la lengua dominante en la ciencia no puede disociarse de lo que Phillipson (1992Phillipson, Robert. (1992), Linguistic imperialism. Oxford, Oxford University Press; 2013Phillipson, Robert. (2013), “Linguistic imperialism”. In: Chapelle, Carol A. (org.). The Encyclopedia of Applied Linguistics. Chichester, Wiley.) demonima “imperialismo lingüístico”, que también opera en la cultura, la educación, la economía y los medios de comunicación, entre otras esferas, y que se caracteriza por ser estructual, ideológico y hegemónico.

Para participar en los debates centrales de sus disciplinas4 4 Cabe señalar, no obstante, que la participación en los debates internacionales de la disciplina a través de la publicación en revistas internacionales del circuito maisntream, al menos en el caso de los científicos de contextos periféricos, no va necesariamente de la mano de un mayor impacto o relevancia científica en la comunidad científica local, como ha mostrado Hanafi (2011) para el caso de la ciencia en los países arábes. , los investigadores que trabajan en lenguas menos preeminentes deben dominar la lengua dominante - que incluso en las ciencias sociales para muchos expertos ya es el inglés (Danell, 2013Danell, Rickard. (2013), “Geographical diversity and changing communication regimes. A study of publication activity and international citation patterns”. In: Danell, Rickard et al. (orgs.). Social science in context: Historical, sociological, and global perspectives. Lund, Nordic Academic Press.; Heilbron, 2014Heilbron, Johan. (2014), “The social sciences as an emerging global field”. Current Sociology, 62 (5): 685-703.; Mosbah-Natanson y Gringas, 2014Mosbah-Natanson, Sébastien & Gingras, Yves. (2014), “The globalization of social sciences? Evidence from a quantitative analysis of 30 years of production, collaboration and citations in the social sciences (1980-2009)”. Current Sociology 62 (5): 626-646.) -, recurrir al trabajo de traductores o confiar a colegas extranjeros la redacción de los trabajos que quieren circular en audiencias fuera de sus comunidades nacionales o lingüísticas. Todas estas estrategias requieren recursos que no están igualmente disponibles para todos: dinero, tiempo, contactos y conocimientos.

Por más evidente que parezca esta cuestión, la literatura académica sobre la circulación internacional del conocimiento ignora con demasiada frecuencia cómo las asimetrías en el dominio de una lengua extranjera interfieren con la posibilidad de presentar un artículo en un congreso, un manuscrito a una revista o un libro a una editorial internacional. Este artículo pretende contribuir a llenar este vacío, examinando los usos de lenguas extranjeras en las publicaciones de investigadores de Argentina, Brasil y Chile, que trabajan en diferentes disciplinas, relacionando dichos usos con sus perfiles sociales y, en particular, con las condiciones para la adquisición de la competencia lingüística.

El artículo se organiza en tres secciones. En la primera se examinan las modalidades de adquisición de competencia lingüística. En la segunda se analiza la relación entre dichas competencias y la producción científica. Finalmente, en la tercera sección se indaga sobre cómo juegan las diferencias disciplinares en el uso de idiomas en los tres países.

Trayectorias sociales y escolares y dominio de la lengua extranjera

Las respuestas al cuestionario utilizado en la investigación permitieron analizar con detalle las modalidades de adquisición y desarrollo de competencias en inglés, ya sea de manera temprana o más tardía en el curso de vida, ya sea por motivos familiares o profesionales y, finalmente, si en el marco procesos vinculados a exigencias de la familia, al curriculum escolar o a requisitos de la profesión.

Tal como han demostrado otros estudios (Tsiplakides, 2018Tsiplakides, Iakovos. (2018), “Shadow education and social class inequalities in secondary education in Greece: the case of teaching English as a foreign language”. International Journal of Sociology of Education, 7 (1): 71-93.; Butler y Le, 2018Butler, Yuko Goto & Le, Vi-Nhuan. (2018), “A longitudinal investigation of parental social-economic status (ses) and young students’ learning of English as a foreign language”. System 73: 4-15, abril.; Sayer, 2018Sayer, Peter. (2018), “Does English really open doors? Social class and English teaching in public primary schools in Mexico”. System, 73: 58-70.; Shin y So, 2018Shin, Hye Won & So, Youngsoon. (2018), “The moderating role of socioeconomic status on motivation of adolescents’ foreign language learning strategy use”. System, 73: 71-79.; Smala et al., 2013Smala, Simone et al. (2013), “Languages, cultural capital and school choice: distinction and second-language immersion programmes”. British Journal of Sociology of Education, 34 (3): 373-391.; Kaplan y Piovani, 2018Kaplan, Carina & Piovani, Juan Ignacio. (2018), “Capitales y trayectorias socioeducativas”. In: Piovani, Juan Ignacio & Salvia, Agustín (orgs.). La Argentina en el siglo xxi. Cómo somos, vivimos y convivimos en una sociedad desigual. Buenos Aires, Siglo Veintiuno.), las respuestas obtenidas prueban hasta qué punto la competencia en lenguas extranjeras depende de los recursos familiares y escolares puestos a disposición de los estudiantes. Más precisamente, queda en evidencia que preguntar sobre el dominio y la adquisición de competencia en una lengua extranjera implica preguntar también sobre la posición social de los investigadores, es decir, sobre los recursos de aprendizaje a los que pudieron acceder, e incluso sobre el tipo de escolaridad y las modalidades de circulación internacional que estaban disponibles para ellos cuando eran niños y jóvenes en función de su posición social.

En este sentido, la variación en la autopercepción del nivel de dominio del idioma inglés de los investigadores entrevistados, en su conjunto, sigue la variación en el capital escolar de su hogar de origen, medido por el nivel educativo formal de sus padres y madres. Como se observa en la Tabla 1, los investigadores de familias cuyos padres tienen un capital escolar bajo informan un menor dominio del inglés. Las diferencias entre grupos, aunque acotadas, son consistentes. Esta asociación entre manejo del inglés y capital escolar familiar es más fuerte para la competencia oral, pero también se registra en comprensión de textos y la escritura.

Tabla 1
Promedios de competencias en inglés (escala 1-3) según capital escolar de los padres

Por otra parte, de acuerdo con las respuestas de los investigadores el aprendizaje de la lengua extranjera se dio principalmente durante los períodos de formación, especialmente en la infancia y la adolescencia, o en la etapa de estudios de posgrado (ver Tabla 2). Entre los investigadores de Argentina y Chile, una mayor proporción indica que el aprendizaje de lenguas extranjeras ocurrió en la niñez y la adolescencia, mientras que para los investigadores de Brasil el período más frecuentemente citado es el de estudios de posgrado. Una pequeña proporción de investigadores chilenos (5%) declara haber adquirido dominio del idioma inglés en el marco del ejercicio profesional, pero esta alternativa de respuesta no fue incluida en los cuestionarios de Brasil y Argentina.

Tabla 2
Período de adquisición de conocimientos de inglés según país (%)
Tabla 3
Motivos para estudiar inglés, según país (%)

Este resultado ayuda a explicar por qué, entre los motivos enumerados para el aprendizaje de lenguas extranjeras, se citan con mayor frecuencia los requisitos escolares y de los procesos formativos, seguidos por los de la vida profesional y, más concretamente, los de la publicación en el extranjero (ver Tabla 3). Solo los investigadores de Brasil señalan “vivir en el exterior” entre las razones para estudiar inglés. En términos comparativos, se observa que en el caso argentino el interés personal y las exigencias familiares pesan más que en Brasil y Chile, mientras que los requerimientos curriculares de la escuela primaria y secundaria cuentan más en Chile y Argentina que en Brasil. En este último país se destaca la exigencia de aprendizaje de inglés durante los estudios de posgrado, como ya se ha señalado, y la necesidad de publicar en inglés (en mayor proporción que en Argentina y Chile).

El recurso a institutos de lenguas especializados parece ser la estrategia más recurrente para el aprendizaje del idioma inglés, especialmente entre los investigadores brasileños y argentinos. Al mismo tiempo, la inmersión lingüística en un país extranjero es una experiencia compartida por una buena parte de los investigadores de los tres países. Sin embargo, se destacan algunas diferencias. En Brasil y Chile, el aprendizaje en el seno familiar se menciona más que en Argentina, mientras que la educación primaria y secundaria bilingüe es más frecuente entre los investigadores argentinos y, aún más, entre los chilenos5 5 Esto es consistente con la alta proporción de científicos chilenos que provienen de escuelas privadas de élite. . Finalmente, se observa que las clases particulares, muy frecuentes en Brasil, donde florece todo un sector de prestación de servicios de esta naturaleza en torno a las universidades, no se mencionan en los otros dos países, al menos para los investigadores de las generaciones incluidas en este estudio.

Tabla 4
Modos de adquisición del inglés, según país (%)

Gráfico 1
Índice de competencia en lengua inglesa, según país (%)

Independientemente del ámbito o la estrategia a través de la cual se ha adquirido el dominio del inglés, existe una variación en la percepción de los investigadores sobre su nivel de competencia. Los investigadores de Brasil señalan una mayor competencia en todos los dominios (leer, escuchar, hablar, escribir), seguidos por los investigadores de Argentina y, en tercer lugar, los de Chile. Esto también se confirma con un índice agregado de 4 niveles de competencia (bajo / medio-bajo / medio-alto / alto) que hemos construido considerando conjuntamente los cuatro dominios relevados. Si bien la mayoría de los científicos presenta niveles altos (65,9%) o medio-altos (26,7%) de competencia en lengua inglesa, y las muestras de los tres países siguen patrones muy similares, se registran algunas diferencias significativas que se observan en el Gráfico 1

Tal como se señaló más arriba, los científicos brasileños son los que declaran, en mayor proporción, niveles de competencia altos (79,6%), seguidos por los argentinos (63,3%) y los chilenos (56%). Y también entre los brasileños es menor el porcentaje de los que apenas alcanzaron competencias medio-bajas (4,3%, frente a 6,4% entre los argentinos y 12,6% entre los chilenos). Esto contrasta con el índice de proficiencia en inglés (English Proficiency Index) de la población general de cada país, medido por Education First6 6 https://www.ef.com/wwen/epi/. . En 2019, Argentina ocupó el puesto 27 a nivel mundial con una puntuación de 58,38 (nivel de competencia alto); Chile quedó en el puesto 42, con 52,89 puntos (nivel moderado) y Brasil en el puesto 59, con 50,10 puntos (nivel bajo).

Competencias lingüísticas y publicación científica

Más allá de los niveles de competencia en inglés, y de los modos de adquisición del conocimiento de este idioma, resulta importante considerar su relación con la producción y la publicación científica.

En primer lugar, se destaca que el 98,2% de los brasileños, 94,2% de los argentinos y 90,4% de los chilenos publicó al menos una vez en inglés. Como era de esperar, el hecho de publicar en este idioma guarda cierta relación con los niveles de competencia lingüística. En este sentido, se registra que, entre los argentinos con conocimientos básicos o nulos de inglés, solo un 42,9% ha publicado en ese idioma, mientras que entre quienes tienen competencia alta esta cifra asciende al 96,4%. En el caso de los brasileños, estos porcentajes varían, para ambos extremos de la escala de competencia, entre 80% y 99,6% y, para los chilenos, entre el 60% y el 96.6%. Entre quienes tienen escasa competencia lingüística, destaca el contraste entre el bajo porcentaje de científicos argentinos y el relativamente alto porcentaje de brasileños con publicaciones en inglés.

Por otra parte, la relación entre el capital escolar del hogar de origen y la propensión a publicar en inglés no tiene la misma intensidad ni sigue el mismo patrón en las tres submuestras. En la muestra argentina las diferencias entre grupos sociales no son significativas. En cambio, en los casos de Chile y Brasil, tal como se observa en la Tabla 5, el porcentaje de quienes han publicado en inglés aumenta entre aquellos que provienen de hogares con capital escolar alto o muy alto.

Tabla 5
Publicaciones en inglés según capital escolar del hogar de origen, por país

Ahora bien, independientemente del hecho de haber publicado en inglés, resulta relevante analizar el peso relativo que las publicaciones en dicho idioma tienen dentro de la producción científica total de cada investigador. Considerando las muestras de Argentina y Brasil, en un 68,7% de los casos las publicaciones en inglés representan más del 75% del total; en un 7,5% representan entre 50 y 75%; en un 4,3% entre un 25 y un 50%; en un 6,6% entre 10 y 25% y en un 9,8% menos de 10%. Las diferencias entre argentinos y brasileños - para quienes se encuentra disponible la información en la base de datos - no son notorias, si bien la proporción de publicaciones en inglés es levemente mayor entre los brasileños: 69,3% de ellos cuenta con más de 75% de sus publicaciones en este idioma, frente al 68,6% de los argentinos, y solo 8% tiene menos de un 10% de sus publicaciones en inglés, frente a un 10,3% de los argentinos.

También es relevante analizar las estrategias de escritura en inglés. Entre quienes han publicado en este idioma en calidad de autor único (74% de los argentinos y 80,7% de los brasileños), lo más habitual es redactar en ese idioma por cuenta propia o redactar individualmente y luego hacer revisar el texto por un hablante nativo o alguien idóneo. En el caso argentino, la redacción individual en inglés alcanza al 22,7% de la muestra, mientras que el 32,6% declara escribir individualmente y luego hace revisar el texto por un hablante nativo, un profesional idóneo o un colega con mayor dominio del idioma. En el caso brasileño, los que redactan individualmente - sin revisión posterior - son el 37,2%, y los que hacen revisar el texto son el 30,9%. La estrategia de escribir en la lengua nativa y enviar a traducción, aun siendo minoritaria, es mucho más frecuente entre los investigadores brasileños: 6,2% frente a 3,4% entre los argentinos.

Como era de esperar, el nivel de competencia en lengua inglesa incide notablemente en las estrategias de escritura. Entre quienes tienen competencia básica no se registran casos de escritura directa en inglés, a la vez que un 22,6% escribe en su lengua nativa y envía el texto a traducción. En cambio, entre quienes tienen competencia avanzada, se registra menos de un 1% de investigadores que escribe en su lengua nativa y envía a traducir, y un 33% que escribe directamente en inglés sin revisión posterior.

Otra estrategia muy frecuente para la publicación en inglés es la coautoría. En el caso argentino solo el 3,2% de los científicos relevados no ha publicado en inglés como coautor, mientras que en el caso brasileño esta cifra asciende al 4,7%. Las estrategias de redacción en coautoría siguen patrones similares a las de las autorías individuales. En el caso brasileño se puede agregar un dato interesante, que se refiere al porcentaje de publicaciones en inglés realizadas en colaboración con colegas angloparlantes nativos. Se registra un 1,8% de investigadores que han publicado todos sus artículos en inglés con estos colegas y, en contraste, un 26,6% que nunca publicó con hablantes nativos. Por otra parte, un 56,4% declara que hasta el 50% de sus artículos en inglés son fruto de la colaboración con angloparlantes, y un 12,7% que dice tener más de la mitad - pero no todas - sus publicaciones en inglés con este tipo de colaboradores.

Disciplinas científicas y uso de idiomas

Ya sea que se las considere como “estructuras culturales” (Geertz, 1994Geertz, Clifford. (1994), Conocimiento local. Ensayos sobre la interpretación de las culturas. Barcelona, Paidós., p. 24) o bien “institucionales” (Heilbron y Bokobza, 2015Heilbron, Johan & Bokobza, Anaïs. (2015), “Transgresser les frontières en sciences humaines et sociales en France”. Arss, 215: 108-121., p. 8), las disciplinas tienen una existencia social, más que estrictamente epistemológica, de lo cual se sigue una tendencia a atraer a determinados tipos de agentes y a condicionar sus prácticas (Bourdieu, 2001Bourdieu, Pierre. (2001), Science de la science et réflexivité. París, Seuil.).

Desde el punto de vista de las disciplinas, el uso de lenguas es un dato clave por cuanto está indicando la extensión de la comunidad o campo científico al cual pertenece el investigador. En especial, el dominio del inglés en tanto lingua franca se torna crucial al expresar el grado de inserción en el sistema mainstream a la vez que la misma existencia de éste. Es así que todas las investigaciones conocidas nos muestran que cualquier físico/a que se respete, por ejemplo, está obligado a jugar en el tablero mundial de su disciplina, mientras que muchos de los científicos sociales pueden liberarse de ese tipo de exigencia. Tal como concluye Gantman (2012)Gantman, Ernesto. (2012), “Economic, linguistic, and political factors in the scientific productivity of countries.” Scientometrics, 93 (3), 967-985. en su trabajo sobre la influencia de factores económicos, lingüísticos y políticos en la productivad científica en diferentes países y disciplinas, la cuestión idiomática es significativa en las ciencias sociales, así como en medicina y ciencias agrarias, pero no lo es en las ciencias exactas, en las que el inglés funciona como lingua franca.

En lo que sigue nos dedicaremos a mostrar qué dicen los datos recabados acerca de las diferencias disciplinares en el uso de idiomas en Argentina, Brasil y Chile. La clasificación de los investigadores en grandes áreas disciplinares plantea algunas dificultades, ya que éstas fueron definidas diversamente en los tres países. Es que, a los efectos de la recolección de datos, se consideró adecuado adoptar la clasificación vigente en el ámbito institucional con el que los investigadores se encontraban más familiarizados. La Tabla 6 muestra la composición de las muestras por grandes áreas, dando cuenta además de que los investigadores que han publicado en inglés predominan ampliamente en la mayoría de las áreas - alcanzando al 100% en muchas de ellas - mientras que los porcentajes son algo más bajos en las ciencias sociales y humanidades en los tres países.

Tabla 6
Composición de las muestras por grandes áreas disciplinares y por país (%)

Para obtener una aproximación sintética a la estructura por grandes áreas de las muestras nacionales, con fines comparativos intentamos en la Tabla 7 homogeneizar las categorías en base a la clasificación argentina. Es claro que hay en este procedimiento alguna dosis de arbitrariedad, ya que en principio la inclusión de un investigador en una u otra gran área y en una disciplina en particular es el resultado de una elección individual de cada encuestado entre un conjunto de alternativas provisto en el formulario de encuesta7 7 Elección que puede variar a lo largo de la carrera de un investigador, y que puede obedecer a razones estratégicas por parte de éste. . Además, en Argentina, el área “Desarrollo

Tecnológico” puede incluir investigadores prácticamente casi de cualquier disciplina (siendo que hay casos en que ésta es la única información de la que se dispone)8 8 “Desarrollo Tecnológico” es una gran área creada recientemente en el Conicet respondiendo a una voluntad gubernamental de incrementar la investigación tecnológica. Anteriormente las cuatro grandes áreas existentes fueron un modo de gestión política de los recursos tendiente a lograr un desarrollo “equilibrado”, entendiendo por esto uno en el cual a cada gran área le correspondiera gruesamente una cuarta parte de los recursos (por ejemplo, de las becas y de las plazas para investigadores de la cic). En un relevamiento realizado el 11-nov-2019 de los 270 investigadores de la cic incluidos en esa categoría, encontramos un amplio predominio de disciplinas tales como Biotecnología, Ingeniería Química, Medicina, Ingeniería Forestal, etc. y no más de cinco pertenecientes a las ciencias sociales. .

Tabla 7
Composición de las muestras por país según Grandes Áreas Conicet (%)

En cambio, en la tabla 7 somos nosotros quienes decidimos la inclusión de los investigadores brasileños y chilenos en una gran área, siendo que la inclusión en la misma de una disciplina o subdisciplina en particular no responde a factores fácilmente objetivables9 9 ¿Quién desarrolla una vacuna, debería incluirse en Ciencias Médicas, en Ciencias Exactas y Naturales o en Ingenierías? Disciplinas como “Ecología” o “Genética” a veces se ubican en “Exactas y Naturales”, otras en “Biología y Salud” o en “Ingenierías y C. Agrarias” etc. . El resultado muestra un menor peso de la investigación médica en la muestra chilena, a la vez que una mayor importancia de las ciencias sociales y humanas.

Pero no tiene demasiado sentido examinar la importancia del inglés al nivel de las cinco grandes áreas, dado que las mismas están de hecho agrupando disciplinas disímiles a ese respecto. Precisar este tipo de relaciones demanda ir a un análisis más desagregado, cuanto menos al nivel de las disciplinas individuales, por lo cual excluimos la posibilidad de considerar a las grandes áreas como variable independiente. Por lo demás, el objeto de la clasificación de los investigadores en disciplinas no puede consistir en determinar inexistentes categorías “puras”, ni mucho menos “reales”, sino que se trata apenas de identificar grupos de investigadores que, presumiblemente, tenderán a presentar semejanzas con relación a sus prácticas de producción y publicación científicas10 10 En rigor, para una definición de los habitus implicados habría que pensar en un grado de desagregación mayor que el de las disciplinas (en subdisciplinas y aún en niveles menores) que derivara en algún grado de homogeneidad Así, por ejemplo, Bourdieu no se refería a los biólogos “en general”, sino a los biólogos moleculares, o al caso de los phage workers (quienes estudian los bacteriófagos) como “ejemplo de grupo dotado de una cultura distintiva y de una estructura normativa que han jugado el rol de factores de integración” (2001, p. 135). .

Para algunas de las disciplinas relevadas en la muestra el n resulta ser insuficiente; por ello, se consideró adecuado fijar un umbral de 32 (el 1% del total de las tres muestras) para incluir una disciplina en la lista de la Tabla 8. Claramente, las modalidades que aparecen en la tabla no son ni exhaustivas (puesto que se han eliminado las disciplinas con bajas frecuencias), ni tampoco mutuamente excluyentes en sentido estricto (en la medida en que en base a la conformación de los datos disponibles se conservan varias categorías agrupadas, como ‘ciencias sociales’, que están incluyendo individuos de las disciplinas individuales que aparecen por sí mismas en otro lugar de la lista). Pero esto no es un problema cuando lo que interesa es determinar la medida en que diferentes disciplinas o grupos de disciplinas se comportan de manera análoga en distintos países.

En la tabla 8 las disciplinas se han ordenado de acuerdo al porcentaje de investigadores que han declarado contar con una proporción de publicaciones en inglés mayor al 75%, un indicador que es mucho más adecuado para estimar la importancia de este idioma que el simple hecho de haber publicado en inglés al menos en una ocasión. En efecto, los porcentajes muy elevados para ciertas disciplinas muestran que, para estos investigadores, la comunidad científica de referencia es primordialmente angloparlante, por lo cual la publicación en inglés deviene en una condición indispensable para pertenecer el campo. En cambio, en la parte inferior de la tabla, los porcentajes vecinos al 0% para muchas de las ciencias sociales y humanas indican una situación por completo diferente, en la cual el inglés se encuentra muy lejos de jugar el papel principal.

Por otra parte, la primera columna de la tabla indica el porcentaje de investigadores en cada disciplina que se autoevaluaron como poseyendo un nivel de expresión escrita “avanzado”. Este no parece ser el factor crítico en cuanto a la posibilidad de publicar en inglés. Ciertamente, el porcentaje con competencia elevada tiende a disminuir al descender en la lista, pero la correlación dista de ser perfecta. Como se ha visto en la sección anterior, hay varios modos de resolver la cuestión de la escritura en inglés, los que se ven favorecidos cuando predomina la modalidad de publicaciones con múltiples autores, característica de las ciencias exactas, naturales y médicas que ocupan el alto de la tabla.

Tabla 8
Competencia en escritura y publicación en inglés, por disciplinas (%)

En cuanto a la publicación en terceras lenguas - más allá de la nacional y de la inglesa -, lamentablemente la encuesta chilena no provee la información necesaria, por lo cual el análisis comparativo debe limitarse a Argentina y Brasil.

Tabla 9
Investigadores que publicaron en terceras lenguas según publicación en inglés (%)

La Tabla 9 permite ver, en primer lugar, cómo la tercera lengua de publicación más importante es, como era esperable, el portugués para los argentinos y el español para los brasileros. Les siguen el francés y, finalmente, el alemán.

Generalmente los porcentajes de terceras lenguas son mayores entre quienes no han publicado en inglés, denotando así una posible forma alternativa de internacionalización (aunque marginal: son apenas 11 - un 2% - los brasileros que no publicaron en inglés). Es notable cómo los porcentajes son muchos mayores para los brasileros que para los argentinos (con excepción del alemán, de mínima importancia).

De este modo, la Tabla 10 permite ver en cuáles disciplinas cobra mayor importancia la publicación en terceras lenguas. El papel del alemán es marginal, alcanzando guarismos significativos para los filósofos (33%) y, en mucho menor medida, para los literatos (11%) y sociólogos (9%). La publicación en francés es casi inexistente en las ciencias duras, alcanzando alguna relevancia en las sociales y humanas. En cuanto al español y el portugués, es notable cómo los brasileros, en todas las disciplinas, exhiben porcentajes mayores de publicación que los argentinos11 11 Hemos mantenido separadas “Antropología” y “Antropología Social y Cultural”. La primera denominación incluye en Argentina a los antropólogos biológicos (aunque no sólo a éstos), mientras que, en Brasil, a falta de una opción separada, concentra también a los antropólogos sociales. De modo que 58% de antropólogos brasileros que ha publicado en español debe compararse con el 44% de argentinos “sociales” que han escrito en portugués. .

Finalmente, la tabla 11 permite comparar a los investigadores de Argentina y Brasil. Es interesante observar las diferencias. Por ejemplo, cómo en algunos casos de disciplinas duras los porcentajes de importancia de las publicaciones en inglés son menores en Brasil que en Argentina. Si bien no es clara la razón de estas diferencias, podría ser un efecto de la mayor edad de los brasileños (que tendrían más publicaciones en una época en la que pesaba menos el inglés), o tal vez ello sea el resultado del mayor peso de una agenda nacional propia.

Tabla 10
Investigadores que publicaron en otros idiomas, según disciplina (%)
Tabla 11
Investigadores con un porcentaje superior al 75% de sus publicaciones en inglés, según disciplina y país (%)

Discusión y conclusiones

Una de las principales cuestiones abordadas en este artículo remite a la relación entre el nivel socioecómico y la adquisición de competencias en lenguas extranjeras. En línea con los hallazgos de estudios previos que han abordado dicha relación para la población total de los países objeto de indagación, como por ejemplo Kaplan y Piovani (2018)Kaplan, Carina & Piovani, Juan Ignacio. (2018), “Capitales y trayectorias socioeducativas”. In: Piovani, Juan Ignacio & Salvia, Agustín (orgs.). La Argentina en el siglo xxi. Cómo somos, vivimos y convivimos en una sociedad desigual. Buenos Aires, Siglo Veintiuno. para el caso argentino y Borges y Garcia Filice (2016)Borges, Rovênia Amorim & Garcia-Filice, Renísia Cristina. (2016), “A língua inglesa no Programa Ciência sem Fronteiras: paradoxos na política de internacionalização”. Interfaces Brasil/Canadá. 16 (1) : 72-101. para el brasileño, se constató la asociación entre el origen social de los científicos y la adquisición de lenguas extranjeras, en el sentido de que quienes provienen de hogares con capitales escolares más altos presentan mayores competencias en inglés, así como una tendencia a adquirirlas más tempranamente en el marco de la educación formal y/o en el seno familiar. Además, ellos también han realizado sus doctorados en universidades de Estados Unidos en una proporción mayor que sus colegas de orígenes sociales más bajos. Y éste es un aspecto relevante no solo por su importancia para el perfeccionamiento de las competencias lingüísticas, sino por la mayor propensión que tienen los científicos formados en países anglófonos a publicar en inglés y en el circuito maistream, tal como han señalado Gantman (2011)Gantman, Ernesto. (2011), “La productividad científica argentina en ciencias sociales: economía, psicología, sociología y ciencia política en el Conicet (2004-2008)”. Revista Española de Documentación Científica, 34 (3): 408-425. y Calvo et al. (2019), y por las posibilidades de desarrollar vínculos académicos con colegas angloparlantes, siendo que la publicación en coautoria con dichos colegas, como se ha puesto en evidencia en este artículo, es una de las estrategias que facilitan la publicación internacional en inglés. Al respecto, Gingras y Mosbah-Natanson (2010)Gingras, Yves & Mosbah-Natanson, Sébastien. (2010), “Where are social sciences produced?”. In: World social science report. Knowledge divides. Paris, Unesco. señalan que los investigadores de ciencias sociales de regiones periféricas como Africa, Asia y América Latina logran insertarse en el circuito científico internacional fortaleciendo su colaboración con colegas de otras regiones, especialmente de América del Norte y Europa. Estos autores indican que, hacia 2005, más del 30% de los artículos publicados por cientistas sociales latinoamericanos en el circuito mainstream era fruto de colaboraciones internacionales, y que el 67,5% de tales colaboraciones involucraba a colegas de Estados Unidos y Canadá.

En cuanto a los patrones de publicación científica se observa que, independientemente del nivel de competencia, la amplia mayoría de los investigadores de la muestra ha publicado en inglés. En el caso argentino no se observa relación clara entre el origen social y el hecho de haber publicado al menos una vez en inglés, mientras que, entre los investigadores brasileños y chilenos, la proporción de los que han publicado al menos una vez en inglés es algo mayor entre quienes provienen de hogares con capital escolar más alto.

Por otra parte, el nivel de competencia en inglés se encuentra asociado a modos diferentes de resolver la escritura en dicha lengua: quienes tienen más proficiencia publican en mayor medida textos escritos de manera autónoma, sin enviar a traducción e incluso con menor necesidad de buscar la revisión de un angloparlante nativo o de un colega con mayor conocimiento del idioma. Ahora bien, cuando se considera al subgrupo más internacionalizado, definido como aquél que ha publicado al menos el 75% de su producción total en inglés, la relación entre grado de competencia lingüística y publicación es este idioma se desvanece. Pero varían las estrategias de escritura, siendo obviamente más autónomas las de quienes tienen mayor proficiencia.

Los científicos brasileños resultan ser, en promedio, los que más publican en inglés. Y esto a pesar de componer la muestra más envejecida, una cuestión relevante si se asume que tanto la difusión de la enseñanza del inglés como el peso de este idioma en el sistema científico han ido aumentando a lo largo del tiempo12 12 A propósito de las características de la muestra, en este punto también cabe recordar que en el caso brasileño se tomó como referencia a la planta de docentes-investigadores de los programas de doctorado con la máxima calificación de Capes. Dado que esta institución le confiere un peso muy importante a la internacionalización, y que entre los indicadores se encuentra la publicación en revistas extranjeras, se sigue que, por definición, los docentes-investigadores de los programas mejor evaluados son también, en general, los que más publican en lenguas extranjeras. . A diferencia de sus colegas de Argentina y Chile, que declaran mayoritariamente haber desarrollado competencias lingüísticas durante la infancia y la adolescencia, una alta proporción de los científicos brasileños las ha adquirido durante los estudios de posgrado. Esto sugiere que, al menos en este país, la competencia idiomática de los investigadores está estrechamente ligada a la profesión académica. Y esto, por su parte, podría ser indicativo de que la utilización del inglés en las prácticas de escritura y publicación científicas no depende tanto de la adquisición temprana de competencias lingüísticas, por fuera de la profesión científica o universitaria, sino del grado de profesionalización y de internacionalización de los sistemas científicos. Esto explicaría, por ejemplo, la alta proporción de científicos brasileños que, aun con escaso o nulo conocimiento de inglés han publicado en este idioma (80%), frente al 60% de los chilenos (60%) y, especialmente, el 42,9% de los argentinos en equivalente situación desde el punto de vista de sus conocimientos de lengua inglesa. Para el caso de los científicos de habla castellana, en la literatura se reconocen también otros factores explicativos de los perfiles de publicación. Gantman y Fernández Rodríguez (2016)Gantman, Ernesto & Fernández Rodríguez, Carlos J. (2016), “Literature segmentation in management and organization studies: The case of Spanish-speaking countries (200010)”. Research Evaluation, 25 (4), 461-471., por ejemplo, muestran que la participación en el segmento de publicaciones internacionales en inglés, en oposición al segmento de publicaciones locales/regionales en el propio idioma de los investigadores, pareciera estar fuertemente influenciada por el tipo de institución de educación superior a la que se encuentran afiliados. En algún sentido, esto podría considerarse convergente con los hallazgos de este articulo, en la medida en que aquellas instituciones cuyos investigadores publican más preponderantemente en el circuito internacional sean, a la vez, instituciones más profesionalizadas e internacionalizadas.

Los científicos chilenos, por su parte, son los que en total menos publican en inglés, lo que pareciera contradecir una serie de cuestiones clave: a) la mayor proporción de investigadores chilenos con doctorados en países angloparlantes (siendo que éstos, como ya se ha señalado, tienden a publicar más en inglés); b) las políticas científicas y universitarias que, en este país, promueven las publicaciones mainstream a través de premios monetarios. Pero hay que tener en cuenta que la muestra chilena es la que tiene mayor peso de las ciencias sociales y humanas - más de 30% del total -, y que estas disciplinas son, a su vez, las que presentan proporciones menores de publicación en inglés en todos los países. Además, aunque los científicos chilenos - como ya se señaló - son los que en mayor proporción se doctoran en países anglófonos, en el caso de las ciencias sociales y humanas se destacan, en primer lugar - y por bastante diferencia -, los doctorados españoles. Por lo tanto, la menor proporción de investigadores con publicaciones en inglés en la muestra chilena podría explicarse por su propia composición, dada la asociación observada entre las disciplinas científicas y la propensión a publicar en inglés.

En efecto, los investigadores de las disciplinas sociales y humanísticas publican menos en esta lengua en los tres países, especialmente en Argentina. Esto está en línea con la idea de un sistema en cierto sentido menos internacionalizado - con mayor proporción de investigadores nacidos en el país y que cursaron sus doctorados localmente - y con patrones de producción relativamente más heterodoxos en comparación con los modelos estándar que promueven las revistas de corriente principal (Calvo et al., 2019; Piovani, 2019Piovani, Juan Ignacio. (2019), “Styles of academic production in the Argentine social sciences: heterogeneity and heterodoxy”. Serendipities. Journal for the Sociology and the History of the Social Sciences, 4 (1-2): 27-48.). Esta menor propensión de los investigadores argentinos de ciencias sociales y humanas a publicar en inglés, en comparación de sus colegas chilenos y brasileños (véase Fiorin, 2007Fiorin, José Luiz. (2007), “Internacionalização da produção científica: a publicação de trabalhos de Ciências Humanas e Sociais em periódicos internacionais”. Revista Brasileira de Pós-Graduação, 4 (8): 263-281; Finardi y França, 2016Finardi, Kyria Rebeca & França, Claudio. (2016), “O inglês na internacionalização da produção científica brasileira: evidências da subárea de Linguagem e Linguística”. Intersecções, 9 (2): 234-250.; Madeira y Marenco, 2016Madeira, Rafael Machado & Marenco, André. (2016), “Os desafios da internacionalização: mapeando dinâmicas e rotas da circulação internacional”. Revista Brasileira de Ciência Política, 19: 47-74., entre otros, para el caso de las publicaciones internacionales de investigadores brasileños de ciencia sociales y humanas), ya había sido señalada por Gibert Galassi (2013)Gibert Galassi, Jorge. (2013), Autonomía y dependencia en las ciencias sociales latinoamericanas: un estudio de bibliometría, epistemología y política. Buenos Aires, Clacso., y puede ratificarse recurriendo a datos secundarios como los que produce Scimago acerca de las publicaciones en revistas mainstream.

En las ciencias sociales y humanas también se observa el peso, aunque menor en comparación con el inglés, de las publicaciones en otras lenguas. Esto es consistente con los hallazgos de Baranger y Niño (en prensa)Baranger, Denis & Niño, Fernanda. (e/p), “El espacio de las disciplinas sociales en el Conicet”. In: Piovani, Juan Ignacio et al. (orgs.). Las ciencias sociales en la Argentina contemporánea. Santa Fé, Ediciones unl - Clacso. para el conjunto de investigadores de estas disciplinas que están afiliados al Conicet de Argentina, especialmente en lo que concierne a aquello que denominan “modelo universalista” de publicación, y ratifica la relevancia de la tradición alemana en filosofía y el peso de la tradición francesa en sociología, psicología y otras ciencias sociales.

La mayor importancia del castellano y el portugués - entre las terceras lenguas - en las publicaciones de brasileños y argentinos, respectivamente, facilitada muy probablemente por la cercanía geográfica y los vínculos históricos, que también involucran a los sistemas universitarios y científicos, y por las similitudes en ambos idiomas, podría aportar sustento empírico a la idea de circuitos regionales emergentes, alternativos al mainstream, al que se han referido autores como Beigel (2014)Beigel, Fernanda. (2014), “Introduction: Current tensions and trends in the World Scientific System”. Current Sociology, 62 (5): 617-625., Collyer (2018)Collyer, Fran. (2018), “Global patterns in the publishing of academic knowledge: Global North, global South”. Current Sociology, 66 (1): 56-73., Heilbron (2014)Heilbron, Johan. (2014), “The social sciences as an emerging global field”. Current Sociology, 62 (5): 685-703., Piovani (2019)Piovani, Juan Ignacio. (2019), “Styles of academic production in the Argentine social sciences: heterogeneity and heterodoxy”. Serendipities. Journal for the Sociology and the History of the Social Sciences, 4 (1-2): 27-48. y Vessuri, Guédon y Cetto (2014)Vessuri, Hebe et al. (2014), “Excellence or quality? Impact of the current competition regime on science and scientific publishing in Latin America and its implications for development”. Current Sociology, 62 (5): 647-665., entre otros.

Finalmente, en lo que concierne a las disciplinas científicas y su relación con la publicación en inglés, los porcentajes muy bajos - e incluso nulos - de investigadores de algunas ciencias sociales y humanas que publican predominantemente en esta lengua, sugieren que ella aun está lejos de jugar el papel principal que evidentemente cumple, como lingua franca, en las ciencias naturales y biomédicas, incluso en América Latina. Se hace hincapié en el alcance regional de esta afirmación porque, como señalan Gingras y Mosbah-Natanson (2010)Gingras, Yves & Mosbah-Natanson, Sébastien. (2010), “Where are social sciences produced?”. In: World social science report. Knowledge divides. Paris, Unesco., y según la base de datos que se utilice, ya hacia principios del siglo xxi entre el 85% y el 95% de las publicaciones de ciencias sociales en el circuito mainstream estaban escritas en inglés. No obstante, la menor participación relativa de las publicaciones en inglés en el total de la producción de cientistas sociales latinoamericanos no implica necesariamente la carencia de internacionalización. Por el contrario, y como se acaba de señalar, el peso de otros idiomas en algunas disciplinas específicas, y especialmente del portugués entre los argentinos y el español entre los brasileños, convalida lo señalado por Baranger y Niño (en prensa)Baranger, Denis & Niño, Fernanda. (e/p), “El espacio de las disciplinas sociales en el Conicet”. In: Piovani, Juan Ignacio et al. (orgs.). Las ciencias sociales en la Argentina contemporánea. Santa Fé, Ediciones unl - Clacso. acerca del modelo unversalista de publicación, así como la importancia del circuito iberoamericano para la internacionalización de científicos de América Latina (Baranger y Beigel, 2021Baranger, Denis & Beigel, Fernanda. (2021), “La publication en Ibéro-Amérique en tant que mode d’internationalisation des chercheurs en sciences humaines et sociales du Conicet (Argentine)”. Revue d’Anthropologie des Connaissances [En ligne], 15 (3).).

Al mismo tiempo, los datos presentados en este artículo pueden interpretarse en alguna medida como sostén de la hipótesis de Bourdieu (2001)Bourdieu, Pierre. (2001), Science de la science et réflexivité. París, Seuil., según la cual las diferencias en la posición social y trayectoria de los agentes permiten explicar su atracción por determinadas disciplinas. Empero, sería ncesario llevar adelante un análisis mucho más fino, para mostrar cómo este factor incide en las diferencias de competencias y de prácticas de publicación entre los agentes.

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    Se siguió este criterio dado que en Brasil la regla general es que los investigadores de tiempo completo estén vinculados a un programa de postgrado universitario.
  • 4
    Cabe señalar, no obstante, que la participación en los debates internacionales de la disciplina a través de la publicación en revistas internacionales del circuito maisntream, al menos en el caso de los científicos de contextos periféricos, no va necesariamente de la mano de un mayor impacto o relevancia científica en la comunidad científica local, como ha mostrado Hanafi (2011)Hanafi, Sari. (2011), “University systems in the Arab East: Publish globally and perish locally vs publish locally and perish globally”. Current Sociology, 59 (3), 291-309. para el caso de la ciencia en los países arábes.
  • 5
    Esto es consistente con la alta proporción de científicos chilenos que provienen de escuelas privadas de élite.
  • 6
  • 7
    Elección que puede variar a lo largo de la carrera de un investigador, y que puede obedecer a razones estratégicas por parte de éste.
  • 8
    “Desarrollo Tecnológico” es una gran área creada recientemente en el Conicet respondiendo a una voluntad gubernamental de incrementar la investigación tecnológica. Anteriormente las cuatro grandes áreas existentes fueron un modo de gestión política de los recursos tendiente a lograr un desarrollo “equilibrado”, entendiendo por esto uno en el cual a cada gran área le correspondiera gruesamente una cuarta parte de los recursos (por ejemplo, de las becas y de las plazas para investigadores de la cic). En un relevamiento realizado el 11-nov-2019 de los 270 investigadores de la cic incluidos en esa categoría, encontramos un amplio predominio de disciplinas tales como Biotecnología, Ingeniería Química, Medicina, Ingeniería Forestal, etc. y no más de cinco pertenecientes a las ciencias sociales.
  • 9
    ¿Quién desarrolla una vacuna, debería incluirse en Ciencias Médicas, en Ciencias Exactas y Naturales o en Ingenierías? Disciplinas como “Ecología” o “Genética” a veces se ubican en “Exactas y Naturales”, otras en “Biología y Salud” o en “Ingenierías y C. Agrarias” etc.
  • 10
    En rigor, para una definición de los habitus implicados habría que pensar en un grado de desagregación mayor que el de las disciplinas (en subdisciplinas y aún en niveles menores) que derivara en algún grado de homogeneidad Así, por ejemplo, Bourdieu no se refería a los biólogos “en general”, sino a los biólogos moleculares, o al caso de los phage workers (quienes estudian los bacteriófagos) como “ejemplo de grupo dotado de una cultura distintiva y de una estructura normativa que han jugado el rol de factores de integración” (2001, p. 135).
  • 11
    Hemos mantenido separadas “Antropología” y “Antropología Social y Cultural”. La primera denominación incluye en Argentina a los antropólogos biológicos (aunque no sólo a éstos), mientras que, en Brasil, a falta de una opción separada, concentra también a los antropólogos sociales. De modo que 58% de antropólogos brasileros que ha publicado en español debe compararse con el 44% de argentinos “sociales” que han escrito en portugués.
  • 12
    A propósito de las características de la muestra, en este punto también cabe recordar que en el caso brasileño se tomó como referencia a la planta de docentes-investigadores de los programas de doctorado con la máxima calificación de Capes. Dado que esta institución le confiere un peso muy importante a la internacionalización, y que entre los indicadores se encuentra la publicación en revistas extranjeras, se sigue que, por definición, los docentes-investigadores de los programas mejor evaluados son también, en general, los que más publican en lenguas extranjeras.

Referencias Bibliográficas

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    27 Ene 2023
  • Fecha del número
    2022

Histórico

  • Recibido
    14 Dic 2021
  • Acepto
    12 Jul 2022
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