RESUMEN
La política de salud indígena en Brasil está compuesta por un ecosistema de organizaciones diversas, que van desde organismos gubernamentales hasta asociaciones indígenas, indigenistas y religiosas. Las diversidades regionales y étnicas, sumadas a las diferencias en la naturaleza de las alianzas, plantean desafíos a la garantía de los derechos de los pueblos indígenas. El presente trabajo parte de una perspectiva multicéntrica de la acción pública para entender cómo esta red de actores articuló respuestas a los efectos de la pandemia de COVID-19 y del gobierno conservador de Jair Bolsonaro en las tierras indígenas (TI). Presentamos dos estudios de caso basados en las experiencias de agentes y organizaciones centrados en la salud indígena en los municipios de São Paulo (SP) y São Gabriel da Cachoeira (AM). Los resultados indican que las redes creadas entre agentes solidarios con las agendas indígenas fueron el factor central para enfrentar las crisis y funcionan como una “red de protección” de los derechos de las poblaciones indígenas en contextos de regresión democrática. Se evidenciaron la importancia y los desafíos de mantener un diálogo intercultural con las comunidades indígenas y el compromiso ético y político de las organizaciones aliadas para que el modelo sea efectivo.
Palabras Clave:
sociedad civil; Estado; participación; salud indígena; COVID-19