La editorial científica es una práctica socialmente valorada que modula las trayectorias académicas. Las revistas científicas operan entre dos campos sociales distintos, lo editorial y lo científico, teniendo como eje las relaciones objetivas e intersubjetivas del campo científico. Este artículo analiza el papel de los editores de Ciencias Sociales en el campo de la Salud Colectiva y sus concepciones sobre el proceso de evaluación de artículos científicos, su visión y relación con otros agentes del proceso editorial y su rol en la conformación de un habitus científico. Se realizó un análisis temático con 13 entrevistas semiestructuradas aplicadas a editores en jefe y editores asociados del área Ciencias Sociales de destacadas revistas de la Salud Colectiva. Los editores son agentes que operan con las contradicciones y presiones que resultan del productivismo en una relativa autonomía de la práctica editorial. De manera gradual, forman un habitus editorial, marcado por la práctica empírica, la formación autodidacta y la dedicación voluntaria. Llegan a entablar un diálogo entre los autores y la comunidad de pares competidores en el campo. Delimitan objetos y temas de interés en el campo a partir de la legitimidad basada en la acción “desinteresada” que demanda el campo científico. Además, imponen barreras a los artículos considerados como de baja calidad, debido especialmente a lagunas teórico-metodológicas y la falta de originalidad. Sin embargo, su labor didáctica de proponer un manejo considerado adecuado de las teorías y metodologías de las Ciencias Sociales se restringe al rechazo de los textos, lo que muestra la importancia de una mayor articulación entre editores, foros de editores, programas de posgrado y otros agentes formadores de investigadores del campo.
Palabras-clave:
Salud Colectiva; Dominios Científicos; Ciencias Sociales