Soberanía biotecnológica no es un mero concepto nacionalista, pero una necesidad para Colombia y América Latina

Resumen:

Durante la pandemia, los países latinoamericanos vieron colapsar sus sistemas de salud. Esto se debió a la alta demanda de atención para las personas contagiadas con SARS-CoV-2 y a la atención de pacientes con otros tipos de enfermedades. El aumento significativo de la demanda de los servicios de salud llevó a la rápida disminución de los suministros médicos y de laboratorio. La pandemia de la COVID-19 intensificó la crisis sanitaria en los países en desarrollo, principalmente por una política sistemática e insuficiente de apropiación del conocimiento científico. Si el actual gobierno colombiano formulara una Ley de Soberanía Biotecnológica o de Bioseguridad por la cual se garantizaría la autonomía científica, esto conduciría a una autonomía de Colombia en Ciencia, Tecnología e Innovación. El Gobierno de Colombia también debería centrarse en fomentar y desarrollar la producción de productos químicos farmacéuticos mediante el abastecimiento de ingredientes químicos activos de otros países. Esta estrategia favorece la reducción de costos de producción y del precio final de los medicamentos, además de generar empleos de alto nivel y riqueza para el país. De esta manera, no habría escasez de medicamentos esenciales, ni alzas excesivas de precios en la intermediación comercial. Pero, la realidad es que hay una débil soberanía biotecnológica en Colombia. En este texto se propone un modelo de ecosistema basado en Ciencia y Tecnología para que Latinoamérica logre la soberanía biotecnológica mediante el financiamiento estatal a la investigación en universidades, con la participación de entidades privadas y Ministerios de Ciencia, Educación, Comercio y Salud. La autonomía científica se basa en procesos de innovación que implican el fortalecimiento de la autonomía biotecnológica.

Palabras-clave:
Economía Farmacéutica; Tecnología Biomédica; Medicamentos Esenciales; Medicina Social