RESUMEN:
Este artículo analiza el papel de la educación superior, en particular en lo que se refiere a sus nuevos lineamientos de extensión, para construir una sociedad más solidaria y menos competitiva. En primer lugar, basado en la metodología de reconstrucción de procesos sociales, a partir de un análisis bibliográfico y la proposición de tipos ideales, muestra los orígenes y la influencia contemporánea del modelo “University Mode 2”, propuesto por el sociólogo Michael Gibbons, destacando su adhesión a una antropología individual y una apreciación de la meritocracia. Luego, el artículo presenta una crítica a este paradigma, al mismo tiempo que rescata una antropología solidaria, con el objetivo de pensar un proyecto de educación superior capaz de reducir los efectos perversos de una sociedad competitiva. En este sentido, a partir del método inductivo, se propone una reflexión sobre las formas de acceder a la educación superior y el papel y potencial de las actividades de extensión, especialmente a partir de la Resolución n. 7, de 2018, que dispuso que deben constituir por lo menos el 10% de la carga curricular total de los cursos de pregrado. El artículo concluye que es posible releer la tesis del historiador Burton J. Bledstein, para pensar la educación superior como uno de los principales mecanismos de transformación de la sociedad, no en el sentido de formar una “cultura del mérito”, como se diagnostica en el siglo XX, pero en la perspectiva de una valorización de la “cultura de la solidaridad”.
Palabras clave:
educación superior; extensión; solidaridad; meritocracia