Resumen:
En este artículo, exploramos el hecho de que, más allá de los efectos evidentes como la clasificación de los sistemas educativos y la construcción de países modelo, las narrativas construidas por el PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos) también apoyan indirectamente el surgimiento de tendencias educativas como el movimiento de educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), que ha ocupado un espacio importante en la agenda educativa brasileña y ya forma parte de las políticas gubernamentales. Partiendo del marco teórico de la sociología de la educación, analizamos cómo los argumentos construidos en torno a la educación STEM, no por casualidad, son muy cercanos a las perspectivas de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico): la solución a los retos de la economía a través de la educación, arrojando la cuenta de los éxitos (y fracasos) económicos a la escuela y al profesor. Establecemos un análisis crítico de la forma en que la educación STEM se ha presentado como una solución universal, respaldada por ser una tendencia importada especialmente de los Estados Unidos, y dada como norma en Brasil. Observamos que el movimiento STEM es un producto de las prácticas globalizadoras, un subproducto de las políticas de rendimiento y competitividad que la OCDE determina en los sistemas educativos de todo el mundo.
Palabras clave:
Educación STEM; Evaluación internacional; Currículo; Políticas educacionales