Resumen
Para servirse de la fuerza laboral esclavizada, considerando lo que entonces se entendía como justo y correcto, los amos de los esclavos tenían que seguir una serie de prescripciones. Entre las que figuran de forma recurrente como tareas esenciales e irrefutables, se pueden destacar tres: vestir a los esclavos adecuadamente, castigarlos con justicia y alimentar a sus cuerpos. En este artículo, por lo tanto, tomando el último de estos aspectos, la alimentación, serán presentados los argumentos que apoyaron la obligación moral y legal de proporcionar, adecuadamente, comida en suficiente cantidad y calidad para el esclavo. A partir de las impresiones registradas por sacerdotes, administradores, moralistas y viajeros que se pasaron por o se asentaron en Brasil (principalmente durante el siglo XVIII), el propósito de este breve estudio es, en lugar de presentar los ingredientes que conformaron la ración de los cautivos, discutir las justificaciones que apoyaron la asertiva de que alimentar el cuerpo del esclavo era un deber inexcusable del amo.
Palabras clave:
Esclavitud; Brasil colonial; Comida; Moral; Economía