Resumen
Este artículo consiste en una serie de lineamientos dirigidos a repensar nuestro lugar de habla en tanto críticos literarios en función de establecer un diálogo atractivo y efectivo con la cotidianeidad. Se parte de una idea de crítica literaria “situada” pensada más que como una disciplina, como una práctica que permite activar sensibilidades sobre lo establecido, por lo que crea otras formas de imaginarlo. La hipótesis principal afirma que los estudiosos de la literatura deben pensarse a partir de cuatro identidades: la de escritores, la de archivistas, la de etnógrafos y la de difusores. A partir de ahí, se analizan las producciones de Josefina Ludmer, Regina Dalcastagnè, Sylvia Molloy y Víctor Vich prestando atención a sus operaciones alrededor del canon hegemónico y sus metodologías específicas de trabajo.
Palabras-clave:
Crítica literaria; lugar de habla; literatura contemporánea