Acessibilidade / Reportar erro

De terciarios a cuaternarios: medios que consumen cuerpos/cuerpos que consumen medios1 1 Este texto fue presentado en noviembre de 2023 en el VIII COMCULT “Gestos, Escritas, Ecrãs”, FAPCOM, VIII Congresso Internacional de Comunicação e Cultura. São Paulo. Brasil.

De terciários a quaternários: meios que consomem corpos/ corpos que consomem meios

From tertiary to quaternary: means that consume bodies/bodies that consume means

Resumen

Basado en la clasificación que Harry Pross desarrolló en 1972 a nivel de medios primarios, secundarios y terciarios y de cómo estos afectan, influyen y han influido en nuestras vidas, el presente trabajo tratará de ahondar en cómo en un mundo próximo a una cuaternariedad de medios, mediaciones y dispositivos, se transforman nuestros cuerpos. Transformaciones que ya no, necesariamente, son sólo físicas, sino que también psicológicas y emocionales, logrando hiperactivar nuevas formas de vincularse con las tecnologías y de cómo éstas se relacionan con los cuerpos. Vale decir, los cuerpos consumen imágenes a través de la producción mediática y, a su vez y como características propias del in-mediato mundo cuaternario, estas imágenes comienzan a consumir cuerpos. Cuerpos que se van desmembrando por la presencia excesiva de imágenes, dejando de lado su vital corporalidad y entrando de lleno a su representación, transparencia y desaparición desde la difuminación icónica. Lo que, junto a Baitello Junior (2014)BAITELLO JUNIOR, Norval. A era da iconofagia. Reflexões sobre imagen, comunicacão, mídia e cultura. São Paulo: PAULUS, 2014., podemos interpretar como la radicalidad de una nulodimensional era de la iconofagia: las imágenes se comen a los cuerpos.

Palabras clave
cuerpos; medios de comunicación; red mediática

Resumo

Baseado na classificação que Harry Pross desenvolveu em 1972 a nível de meios primários, secundários e terciários e de como estes afetam, influenciam e influenciaram nossas vidas, o presente trabalho tratará de aprofundar em como num mundo próximo a uma quaternária de meios, mediações e dispositivos, transformam-se nossos corpos. Transformações que já não são, necessariamente, apenas físicas, mas também psicológicas e emocionais, conseguindo hiperativar novas formas de vincular-se com as tecnologias e de como estas se relacionam com os corpos. Ou seja, os corpos consomem imagens através da produção mediática e, por sua vez e como características próprias do mundo quaternário, estas imagens começam a consumir corpos. Corpos que se vão desmembrando pela presença excessiva de imagens, deixando de lado sua vital corporalidade e entrando de pleno em sua representação, transparência e desaparecimento desde a obscuridade icônica. O que, juntamente com Baitello Junior (2014)BAITELLO JUNIOR, Norval. A era da iconofagia. Reflexões sobre imagen, comunicacão, mídia e cultura. São Paulo: PAULUS, 2014. podemos interpretar como a radicalidade de uma nulodimensional era da iconofagia: as imagens comem os corpos.

Palavras-chave
corpos; mídia; rede de mídia

Abstract

Based on Harry Pross’ 1972 classification of primary, secondary, and tertiary media and how these affect, influence, and have influenced our lives, the present work will try to understand how our bodies are transformed in a world close to a quaternary of means, mediations and devices. These Transformations are no longer necessarily only physical, but also psychological and emotional, hyperactivating new ways of linking with technologies and how they relate to bodies. That is, bodies consume images through media production and, in turn and as characteristics of the mediate quaternary world, these images begin to consume bodies. Bodies that are dismembered by the excessive presence of images, leaving aside their vital corporality and entering fully into their representation, transparency and disappearance since the iconic blur, which, along with Baitello Junior (2014)BAITELLO JUNIOR, Norval. A era da iconofagia. Reflexões sobre imagen, comunicacão, mídia e cultura. São Paulo: PAULUS, 2014., we can interpret as the radicality of a nildimensional era of iconophagy: images eat bodies.

Keywords
bodies; media; media network

Los conquistadores de mundos imaginarios, los soñadores de la urbanidad electrónica se quedan en casa. Los impulsores de la red publicitan esta comodidad. Pero también se quedan en casa la inestabilidad, el desasosiego, el aburrimiento y la necesidad de consuelo

(Pross, 1999PROSS, Harry; ROMANO, Vicente. Atrapados en la red mediática. Orientación en la diversidad. Guipúzcoa: HIRU, 1999., p. 98-99).

Cuerpos en mutación

Basado en la tradicional clasificación que Harry Pross desarrolló en 1972 a nivel de medios primarios, secundarios y terciarios y de cómo estos afectan, influyen y han influido en nuestras vidas, el presente trabajo trata de ahondar en cómo en un mundo próximo a una cuaternariedad de medios (Fabler, 1997), mediaciones y dispositivos, se pueden transformar nuestros cuerpos.

Transformaciones que ya no, necesariamente, son sólo físicas, sino que también psicológicas y emocionales, logrando hiperactivar nuevas formas de vincularse con las tecnologías y de cómo éstas se relacionan con los cuerpos. Cuerpos en tránsito, cuerpos en mutación hacia un devenir tecnológico y tecnologizado. Vale decir, vivimos en una era donde los cuerpos consumen imágenes a través de la producción mediática y, a su vez y como características propias del in-mediato mundo cuaternario, estas imágenes comienzan a consumir cuerpos.

Cuerpos que se van desmembrando por la presencia excesiva de imágenes, dejando de lado su vital corporalidad y entrando de lleno a su representación, transparencia y desaparición desde la difuminación icónica. Lo que, gracias a Norval Baitello Junior (2014), podemos interpretar como la radicalidad de una nulodimensional era de la iconofagia: las imágenes llegan al extremo de comerse a los cuerpos.

El icono transgrede sus propios límites — creados casi siempre por el hombre — y de tanto ser consumida pasa, por saturación, a ser consumidora: cuerpos que se han alimentado de imágenes — imágenes que se alimentan del exceso y desdoblamiento de imágenes que irradian los cuerpos, quitándole sentido y, por tanto, volumen corpóreo. Hombre incorpóreo, con mayor velocidad, pero con grandes pérdidas del sentido de identidad porque — como diría Mc Luhan y Powers (2015)MCLUHAN, Marshall; POWERS, Bruce R. La aldea global. Transformaciones en la vida y los medios de comunicación mundiales en el siglo XXI. Barcelona: Gedisa, 2015. en La Aldea Global — las percepciones electrónicas no están vinculadas a lugares específicos y menos particulares.

Primer síntoma de un cuarto paso en la trilogía ascendente que propuso Pross y que registra el momento de desdoblamiento corporal a la que nos hemos sometido producto de la multimediación, sus devoraciones, autodevoraciones y dispositivos tecnológicos que nos permiten replicarnos en avatares y mundos virtuales como el metaverso.

En un libro publicado recientemente, llamado Puras mentiras purascomunicaciones en crisis (2023) recuperamos, desde una serie de plataforma de streaming, un ejemplo que puede venir bien para lo que se está tratando de esbozar:

En la distópica serie británica Years and Years (2019) se hace una alusión específica a este tipo de situaciones. Entre 2019 y 2034, en menos de medio siglo, la hija de la familia protagonista de la zaga, sólo quiere desaparecer para transformarse “en digital” y, en el fondo, trans-humanizarse, perder su cuerpo para dejarse eternamente on-line. Bethany Bisme-Lyons, luego de varios intentos logra obtener una especie de beneficio del estricto gobierno de su país y termina virtualizando su ser, su estar en el mundo, logrando captar cuestiones que la gente de a pie (de esa “desarrollada” época) no sabe hacer y que la hacen formar parte de un grupo selecto para el control, seguimiento y vigilancia de las ciudadanías

(Browne, 2023, p. 38).

Luego del ejemplo, la hipótesis de este trabajo, por tanto, busca, desde dos frentes, pesquisar la propuesta de Pross, su premonitorio trabajo publicado en español junto a Vicente Romano, y hacerlo dialogar con los tensos y extremos de una esfera imaginaria propia de la red de redes que nos supera y nos instala en una sociedad de la información — que podríamos llamar mediosfera a partir de lo estudiado por Malena Segura Contrera (2012)SEGURA CONTRERA, Malena. Mediosfera. Medios, imaginario y desencantamiento del mundo. Sevilla: Arcibel, 2012.. Sociedad que ya no es de ciudadanos que disponen de datos y conocimientos para actuar de manera inteligente con su entorno, en su esfera, con el mundo que les rodea. De lo contrario, a esta revolución de la electrificación, la mediosfera como sociedad informatizada y empoderada bajo la dimensión del algoritmo, controla a sus ciudadanos electrónicamente bajo la túnica del mercado y la capitalización del mundo. Como sentenció Vicente Romano al escribir sobre la obra de Pross: En la sociedad informatizada de la actualidad, el poder se reduce a ver sin ser visto y a oír sin ser oído. “La retificación electrónica de la sociedad, con formas de comunicación heterodeterminadas y los llamados medios interactivos, multiplica, individualiza y descentraliza el ojo del Gran Hermano…” (Romano, 1999, p. 29).

Atrapados en la red mediática

Releyendo el ya clásico libro publicado en el País Vasco (Guipúzcoa) en 1999 y traducido desde el alemán por Vicente Romano y firmado también por este último, Harry Pross se adelanta a muchos de los pensadores e intelectuales contemporáneos dando certeras orientaciones para proyectar y orientarse en la diversidad, bajo una lógica nueva de vida que la dupla Romano-Pross llamó en español “atrapados en la red mediática”.

Atrapados en la red mediática, orientación en la diversidad (1999) es, por tanto, el nombre de este volumen que basado en la obra original llamada Der Mensch im Mediennetz-Orientierung in der Vielfalt, publicada por Pross en 1996 y, en su versión española, actualizada, prologada y anotada por Vicente Romano a fines del siglo pasado, se exhibe una muy fundamentada crítica a los mecanismos coercitivos y alienantes de nuestras sociedades. Engranajes que, en esa época, transitaban de una centuria a otra y donde aún lo digital no se instalaba rotundamente como ecosistema central de las mediaciones y las transacciones de información.

Momento en el cual, los medios aún se mantenían en un orden, como lo adelantamos, terciario ya clásico y donde la irrupción de la red de redes todavía no alcanzaba espacios de metaverso o suplantación de realidades a través de aparatajes neo-tecnológicos como, por ejemplo, el ChatGPT. Esos medios de la tradición podríamos — si se permite — clasificarlos y limitarlos en prensa, radio, televisión y una primitiva internet.

Aquellos tiempos donde la radio — como era su rutina — únicamente se escuchaba. No era — como hoy — una plataforma interactiva que podía representar la realidad no sólo a través de audios, sino que también de imágenes. Hace cien años, nuestros abuelos no nos hubiesen creído si les hubiéramos dicho: la final del partido del campeonato de fútbol la vi en la radio. No sólo la escuché, sino que también la vi. Por ejemplo y en este mismo nivel, uno de los puntos de la crítica lo ubican, Pross y Romano, en la entrega de material escrito por parte de los periodistas cuya gran prioridad es vender la noticia, vender el periódico, tildando a estos medios como el mayor factor económico mercantil del siglo XX. Tiempos de predominancia del papel, más que de lo digital.

Desde una mirada bastamente humanista, Pross y Romano se detienen y develan las estrategias de la red mediática muy bien exprimida por quienes se enriquecen con ella y se aprovechan de sectores que son manipulados y vilipendiados por esta misma red, y por quienes la hacen suya a la sazón de normativas de dominio y domesticación. Por tanto, la demanda de estos autores es entregar y proponer herramientas para la orientación de aquellos desvalidos, marginados tecnológicos, que no conocen las reglas de la red mediática y no tienen los pertrechos y suministros para enfrentarla y resistirla.

Junto a lo expresado anteriormente, podemos observar la premonición que, casi a modo de sospecha, logran registrar en este importante volumen. Vicente Romano en el prólogo del libro, alude al carácter de permanente estado de felicidad que prometen estos multimedios:

Así entre otras cosas, gracias al desarrollo de los ordenadores, los niños podrán asistir en un futuro inmediato a la enseñanza virtual, en un aula virtual. Los padres alimentarán a la familia con el teletrabajo en la habitación contigua. Los directores de empresa discutirán y negociarán por videoconferencia, medio por el que también impartirán sus clases los profesores universitarios

Desde 1999, año en que se publica dicho texto, ya oteamos en el horizonte este potencial salto de lo terciario a lo cuaternario, siendo éste — talvez — el acto cúlmine donde la imagen, a través de la pantalla, pasa efímeramente a ser más real que virtual, encuadrando y enfocando nuestros cuerpos y haciéndolos dependientes de una conexión online o de un terciario aparato que nos tecnologiza y nos permite estar presentes en ausencia desde el otro lado de la computadora, la tablet o el teléfono móvil.

Esta última referencia, escrita por Romano entre Sevilla y Estepona en 1999 como parte del prólogo de la versión española del libro del cual estamos hablando, termina, en esa misma página, aduciendo que pareciera “que este mundo de ciencia-ficción no está muy lejano” (Romano, 1999, p. 8). Punto que escrito a fines del siglo pasado sonaba a ciencia-ficción y que ahora — ya avanzado casi un cuarto del siglo XXI y pandemia mediante — es parte de nuestra realidad, no de nuestra ficción científica. He ahí el valor premonitorio de la discusión escritural desarrollada por Pross y Romano hace más de 20 años.

En dicho contexto, uno de los temas que complica a estos autores es la paranoica dependencia a la velocidad. La velocidad es sinónimo de éxito y bienestar. La lentitud es sinónimo de fracaso y dejación. Lo que, inspirado en Paul Virilio, Germán Llorca (2010)LLORCA, Germán. Dictaduras de velocidad. Política, guerra y propaganda en la obra de Paul Virilio. Madrid: Biblioteca Nueva, 2010. se atreve a llamar dictaduras de la velocidad. El fenómeno se plantea con mucha claridad al acarrear el cuerpo humano a un estado de permanente crisis: amenazado. “La revolución de las velocidades habría propiciado la contaminación dromosférica del entorno, es decir, habría contaminado todo el espacio-tiempo de ‘simultaneidad’” (Llorca, 2010LLORCA, Germán. Dictaduras de velocidad. Política, guerra y propaganda en la obra de Paul Virilio. Madrid: Biblioteca Nueva, 2010., p. 167), desvirtuando las relaciones del hombre con su entorno y cuya cúspide sería en el siglo XXI con la consolidación de internet y la virtualización de la vida. Porque — como lo sostiene Mc Luhan — el ser humano no está preparado para vivir a la velocidad de la luz.

En su momento, ironizamos con esta cuestión al hablar de una suerte de zoomización de nuestras vidas, sentados y sedados, una vez más, frente a la pantalla, detalla el ya clásico texto de Norval Baitello Junior cuando nos habla de O pensamento sentado. Sobre glúteos, cadeiras e imagens (2012).

Sin perder de vista a Harry Pross y su mirada adelantada de los tiempos actuales, con Virilio (1998, p. 120)VIRILIO, Paul. Estética de la desaparición. Barcelona: Anagrama, 1998. podríamos decir, al respecto, que “el desarrollo de altas velocidades técnicas dará por resultado la desaparición de la conciencia en cuanto percepción directa de los fenómenos que nos informan sobre nuestra propia existencia”. Por ello, en atrapados en la red mediática se alude, en dimensión de apología, a la lentitud como punto en contra del principio contemporáneo de la aceleración, tornándose en un aplazamiento, en un freno de velocidad cercano al reposo, el descanso y el ocio, cuestionando este ya irreversible desplazamiento de la realidad al campo de lo virtual.

Primarios, secundarios, terciarios

Internet no sólo asfixia con excesos de velocidad, sino que también nos ha llevado a una incontinencia verbal globalizada, perdiendo el valor al silencio, al respeto al otro y al saber escuchar. En esta red, no se sabe que hablando menos se consigue más. Por ejemplo,

A inicios de este año se contaban más de dos millones de pod-casts con 40 millones de episodios producidos, más de 3.000 eventos de charlas TED, decenas de miles de reels en Instagram, 7.000 millones de audios diarios en WhatsApp en incontables videos de autoficción, o llámela X, donde cada uno cuenta su verdad

(Vázquez, 2023VÁZQUEZ, Karelia. Instrucciones para aprender a callarse. En: Revista El País Semanal. Madrid: Diario El País, 9 mayo 2023. Disponible en: <https://elpais.com/eps/2023-05-09/instrucciones-para-aprender-a-callarse.html> Acceso en: 20 mar. 2024.
https://elpais.com/eps/2023-05-09/instru...
, p. 14).

Siendo, curiosamente, el principal tema de conversación hablar sobre uno mismo, contar mi historia: “Aprender a estar callado, aguantando con dignidad la presión de contar cosas es el oro del siglo XXI, el nuevo Google, la criptomoneda que no se esfuma”, concluye Karelia Vázquez, autora de la investigación periodística Instrucciones para aprender a callarse (Vázquez, 2023VÁZQUEZ, Karelia. Instrucciones para aprender a callarse. En: Revista El País Semanal. Madrid: Diario El País, 9 mayo 2023. Disponible en: <https://elpais.com/eps/2023-05-09/instrucciones-para-aprender-a-callarse.html> Acceso en: 20 mar. 2024.
https://elpais.com/eps/2023-05-09/instru...
, p. 15).

En esta inflexión crítica es donde nos interesa recuperar lo que mencionábamos al principio del presente texto. El ojo fino de Pross alumbró las lecturas sobre el acontecer en una precisa clasificación de medios. Como sabemos, los medios primarios o medios propios son los que no requieren de ningún otro recurso aparte de los estimulados por los mismos cuerpos. Tal como lo confirma, la convocatoria al último Congreso del CISC2 2 Mayor información en: https://www.comcult.cisc.org.br/. , “el encuentro cara a cara, la presencia del cuerpo…”, es sincrónica. Gestos, posturas, miradas, sonidos articulados y no articulados, olores, tactilidad, etc. Los vínculos culturales desarrollados por la presencia de cuerpos. El cuerpo como creador de ambientes comunicativos, sin artefactos de por medio. Los medios secundarios o a través de máquinas son los que recurren a funciones extracorpóreas para emitir mensajes y requieren, en un primer nivel, de las tecnologías por parte del productor del mensaje y no, necesariamente, del destinatario. Un cuerpo, dice Baitello Junior (2012)BAITELLO JUNIOR, Norval. O pensamento sentado. Sobre glúteos, cadeiras e imagens. São Leopoldo: Editora Unisinos, 2012., imprime sus señales en un soporte que es recibido por otro cuerpo. Por ejemplo, y como se menciona nuevamente en uno de los grupos de trabajo del Congreso mencionado anteriormente, un libro, la función de la lectura con su tipo de impreso de y para mediación. También puede ser un diario o una revista.

Los medios terciarios son lo que requieren siempre una mediación a través de aparatos tecnologizados: uno transmite y el otro recibe las señales. Siempre por parte del emisor y el receptor. La televisión o la radio, en su sentido tradicional, por ejemplo. En este estado es donde el ser humano es capturado por la red mediática. Por la misma red mediática que analiza Pross a finales del siglo XX y que hoy observamos en su máxima expresión y con una capacidad de encandilamiento que satura, nos sobrepasa, nos sobredimensiona y hace de la presencialidad y la lentitud una vieja presea del pasado.

El cambio tecnológico ha erosionado tanto a nuestros cuerpos y a nuestras sociedades que, frente al incremento imperante de acopiar y difundir datos a través de medios electrónicos, “cabe preguntarse si dentro de 20 años quedará algo de intimidad que proteger” (Pross y Romano, 1999PROSS, Harry; ROMANO, Vicente. Atrapados en la red mediática. Orientación en la diversidad. Guipúzcoa: HIRU, 1999., p. 30). Este párrafo último, escrito hace más de 20 años por nuestros autores, permite ahora preguntarnos realmente dónde está esa intimidad. ¿La tenemos? Por lo visto, actualmente, la potencial amenaza a la intimidad ya no viene, precisamente, de los medios de comunicación sino del computador, de las pantallas encendidas.

Medios cuaternarios

He aquí donde abrimos las puertas de nuestra propuesta, de nuestra lectura de hoy. Con el objeto de colaborar con el trabajo de Pross y según nos cuenta la red de redes, en 1997, también el alemán Manfred Fabler contribuyó con una nueva categoría. Se refirió a la digitalización de los medios. Lo que se ha llamado medios cuaternarios (medios digitales) (Domínguez Goya, 2012DOMÍNGUEZ GOYA, Emelia. Medios de comunicación masiva. Estado de México: Red Tercer Milenio, 2012.), en el marco de la clasificación de Harry Pross y con el fin de adaptar — desde lo premonitorio de la obra de este autor — los tres primeros estadios a las vanguardias comunicacionales que han irrumpido — casi inesperadamente y con mucha incertidumbre — durante este siglo. En esta categoría, la interacción es permanente y esquizofrénica, sin detención y frenética. La comunicación puede ser sincrónica o asincrónica. La tecnología es el bien que le predomina y se requiere de ambos o de todos los lados de la operación comunicativa, logrando, incluso, difuminarse entre unos y otros, en el tiempo y en el espacio, perdiendo el sentido lineal entre autor-lector, entre productor-consumidor, entre emisor-receptor.

En consecuencia, la capitalización de lo tecnológico hizo entrar en el trance que lleva de lo terciario a lo cuaternario y nos sorprende con la ruptura de las dimensiones tiempo y espacio, con el posible diálogo no presencial y con formas de comunicarnos donde el cuerpo no, necesariamente, debe estar en una primera línea. Según Pross, hasta la categoría de los medios terciarios, siempre estaba presente el cuerpo. Ahora, en esta esfera más que nulodimensional, el cuerpo — en un primer giro — es devorado por las imágenes que la misma humanidad y su terceridad construyó y — en un segundo giro — hacia un desdoblamiento de virtualidad viral que lo multiplica y lleva a que los cuerpos ya no sean los mismos, pasando por una transformación en el ejercicio de las relaciones interpersonales y grupales que se han digitalizado producto de la electrificación, la industrialización y el neoliberalismo. ¿Se relacionan efectivamente los cuerpos cuando son procesados a través de la Inteligencia Artificial? ¿Cómo funciona el cuerpo en línea con el algoritmo?

Lo que sucede es que los cuerpos no están formateados para que sus mentes deambulen por la fluidez de los multiversos iluminados de las esferas digitales, reducidos a un sin número de bancos de datos, a una datosfera que llega — como un descentralizado Gran Hermano 2.0 — a construir más castillos en el aire a cambio de “viviendas y centros de trabajo tridimensionales…” (Pross, 1999PROSS, Harry; ROMANO, Vicente. Atrapados en la red mediática. Orientación en la diversidad. Guipúzcoa: HIRU, 1999., p. 329), logrando un modelo de explotación casi incorpórea extendido de la economía tradicional (Gran Hermano normal) a un capitalismo intensivo e hipertecnologizado (Gran Hermano 2.0).

Por eso, para Valentina Bulo (2018)BULO, Valentina. Políticas del comer. In: BULO, Valentina. y ORTIZ DE ZÁRATE, Amalia. (org.). El cuerpo y sus variaciones. Santiago de Chile: Editorial USACh, 2018. el comer y el consumir van de la mano y la elección de una y la otra pasa más por una cuestión política deglutoria que culinaria. Y dice:

[…] comer es consumo, la consumación básica de nuestros cuerpos. En un sentido económico, entonces, el hambre es la necesidad que se satisface en el comer, y será lo que gatilla su economía a través de la carencia, sea el hambre que sea, hambre inyectada por los medios de comunicación o producto de un desplazamiento de carencias afectivas, sociales u otras, hambre de no haber comido…

(Bulo, 2018BULO, Valentina. Políticas del comer. In: BULO, Valentina. y ORTIZ DE ZÁRATE, Amalia. (org.). El cuerpo y sus variaciones. Santiago de Chile: Editorial USACh, 2018., p. 412).

La hambruna de la red nos está llevando a un tipo diferente de relaciones, de formas de ser y de lo que entendemos por humanidad. No somos los mismos y las preguntas son: ¿para dónde vamos? ¿cómo y cuánto han mutado nuestros cuerpos y cuanto más estamos — ahora — atrapados en esa red mediática que nos vislumbraron lúcidamente, a fines del siglo pasado, Harry Pross y Vicente Romano?

Tal vez, si volvemos al libro, podremos seguir encontrando orientaciones para sobrevivir en esta atrapante y atractiva diversidad simulada que ofrece la red mediática. Con todo lo anterior y para su definitiva conmemoración, terminamos citando este libro central y clave para entender el “sabroso” mundo en el que vivimos: “el ‘mundo feliz’ de la red mediática seguirá cercenando el derecho humano a que lo dejen a uno en paz, a desconectarse de la red y a relacionarse con otros seres humanos en vez de máquinas” (Romano, 1999, p. 32).

  • 1
    Este texto fue presentado en noviembre de 2023 en el VIII COMCULT “Gestos, Escritas, Ecrãs”, FAPCOM, VIII Congresso Internacional de Comunicação e Cultura. São Paulo. Brasil.
  • 2
    Mayor información en: https://www.comcult.cisc.org.br/.

Referencias

  • BAITELLO JUNIOR, Norval. O pensamento sentado Sobre glúteos, cadeiras e imagens. São Leopoldo: Editora Unisinos, 2012.
  • BAITELLO JUNIOR, Norval. A era da iconofagia Reflexões sobre imagen, comunicacão, mídia e cultura. São Paulo: PAULUS, 2014.
  • BULO, Valentina. Políticas del comer. In: BULO, Valentina. y ORTIZ DE ZÁRATE, Amalia. (org.). El cuerpo y sus variaciones Santiago de Chile: Editorial USACh, 2018.
  • DOMÍNGUEZ GOYA, Emelia. Medios de comunicación masiva Estado de México: Red Tercer Milenio, 2012.
  • LLORCA, Germán. Dictaduras de velocidad Política, guerra y propaganda en la obra de Paul Virilio. Madrid: Biblioteca Nueva, 2010.
  • MCLUHAN, Marshall; POWERS, Bruce R. La aldea global Transformaciones en la vida y los medios de comunicación mundiales en el siglo XXI. Barcelona: Gedisa, 2015.
  • PROSS, Harry; ROMANO, Vicente. Atrapados en la red mediática Orientación en la diversidad. Guipúzcoa: HIRU, 1999.
  • SEGURA CONTRERA, Malena. Mediosfera Medios, imaginario y desencantamiento del mundo Sevilla: Arcibel, 2012.
  • VÁZQUEZ, Karelia. Instrucciones para aprender a callarse. En: Revista El País Semanal Madrid: Diario El País, 9 mayo 2023. Disponible en: <https://elpais.com/eps/2023-05-09/instrucciones-para-aprender-a-callarse.html> Acceso en: 20 mar. 2024.
    » https://elpais.com/eps/2023-05-09/instrucciones-para-aprender-a-callarse.html
  • VIRILIO, Paul. Estética de la desaparición Barcelona: Anagrama, 1998.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    16 Set 2024
  • Fecha del número
    2024

Histórico

  • Recibido
    20 Mar 2024
  • Acepto
    06 Mayo 2024
Programa de Pós-Graduação em Comunicação e Semiótica da Pontifícia Universidade Católica de São Paulo (PUC-SP) Rua Ministro Godoi, 969, 4º andar, sala 4A8, 05015-000 São Paulo/SP Brasil, Tel.: (55 11) 3670 8146 - São Paulo - SP - Brazil
E-mail: galaxiapucsp@gmail.com