Cartagena de Indias, puerto en el Caribe colombiano, convivió durante su historia con la desventaja de no poder ofrecer condiciones de salubridad a sus habitantes y visitantes. La falta de un acueducto y de un sistema de alcantarillado fueron obstáculos para el progreso de la ciudad. Estos problemas provocaron, casi por cuarenta años (1890-1930), un sinnúmero de discursos de medicalización formulados por científicos, técnicos y políticos. El aporte de Cartagena a la solución del problema de la higiene de las ciudades consistió en aprovechar el saber del ingeniero. La construcción del equipamiento urbano, a comienzos del siglo XX, requirió la presencia de un conocimiento más técnico que planteara una solución integral para el problema del agua, garantizando abastecimiento suficiente y eficiente evacuación. Así, en el último cambio de siglo, el médico deja de ser la única autoridad en los asuntos de regulación de la vida urbana. Las obras que demandan al ingeniero y lo involucran en la salubridad pública producen una distinción entre "higiene" y "ciencia sanitaria".
agua; alcantarilla; ciudad; higiene; medicina; ciencia sanitaria; ingeniería