Resumen
Según Buffon, la diferencia entre las capacidades cognitivas del hombre y las de los demás animales no podía ser explicada por causas naturales. La constatación de esas diferencias obligaba a aceptar que el Creador había dotado al hombre de un alma inmaterial que no tenía parangón en los animales. Aquí se pretende mostrar que esa claudicación del naturalismo buffoniano no responde a un presupuesto teológico, sino a la imposibilidad de compatibilizar esa supuesta heterogeneidad existente entre las facultades cognitivas animales y humanas con la explicación materialista del origen de las especies que Buffon fue delineando a lo largo de sus escritos. Si se piensa al hombre como algo excepcional, su origen también tendrá que ser entendido como algo milagroso.
Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon (1707-1788); animalidad; Dios; humanidad; materialismo