La prevención ha sido una cuestión crucial para los programas de control del SIDA. Los enormes progresos del conocimiento y de la técnica en este campo no llegaron a alterar sustantivamente los determinantes fundamentales de la infección y el proceso de enfermedad de significativos contingentes poblacionales. Este ensayo pretende sistematizar las lecciones que aprendimos del campo de la prevención en estas dos décadas de epidemia, tomando como base, especialmente, la experiencia brasileña. Se juzga que fueron básicamente cuatro las grandes lecciones aprendidas: a) el terrorismo no funciona; b) el riesgo es un concepto útil, pero limitado; c) la prevención no se enseña (sino que se aprende); d) no somos sin un Otro, somos inmediatamente intersubjetividades. Las implicaciones de estas lecciones para nuestras estrategias de prevención son, en síntesis: a) que debemos pensarlas menos en términos de "grupos poblacionales" y mucho más en lo que podemos llamar de "contextos de intersubjetividad"; lo que significa, delimitar espacios de interacción (sociales, culturales etc.) generadores de vulnerabilidad y, de forma articulada, los contextos intersubjetivos favorables a la construcción de las respuestas para una reducción de esas vulnerabilidades; b) la efectiva substitución de la actitud modeladora por una actitud emancipadora en nuestras prácticas educativas; c) no centrar las políticas, programas y acciones en los grupos de riesgo o en los comportamientos de riesgo, y sí hacerlo en las relaciones socialmente establecidas entre los diversos sujetos sociales y sus interdependientes y cambiantes identidades.
Síndrome de inmunodeficiencia adquirida; educación en salud