El presente artículo analiza las polaridades que dificultan el diálogo entre los psicólogos y el estudio de la Psicología y argumenta que las tensiones derivadas están más asociadas a las acciones utilizadas para tratar con el problema que a las cuestiones teóricas propiamente. Esas tensiones proceden de relaciones complejas que no pueden ser reducidas a los respectivos polos y que deben ser examinadas en diferentes niveles de análisis. El argumento es ilustrado con relación al individual y al colectivo en el contexto de la Psicología organizacional. Se concluye que el encaminamiento de los dilemas y de las tensiones en el campo con repercusiones importantes en la formación y en la práctica profesional requiere superación de nuestros aprisionamientos teórico-metodológicos, convivencia con la pluralidad teórico-metodológica e integración crítica y constructiva de las muchas perspectivas que elucidan la naturaleza y la manifestación de un fenómeno.
Formación del psicologo; Currículo; Psicología social; Epistemología