Resumen
El artículo analiza las racionalidades relacionadas con la implantación de uno de los principales dispositivos de seguridad en funcionamiento en las periferias de Fortaleza, las Células de Protección de la Comunidad (CPC), con base en el discurso de jóvenes negros y las interfaces de la psicología con el tema de las relaciones raciales en una perspectiva de desnaturalización del prejuicio y la discriminación. Se trata de una investigación cualitativa, desde la perspectiva de la investigación-intervención, posibilitada por entrevistas semiestructuradas y un grupo de discusión con jóvenes de la región donde se instaló la primera CPC. Teóricamente, se establecen diálogos de la psicología con los estudios foucaultianos acerca de dispositivos de seguridad, las reflexiones de Mbembe sobre la necropolítica y las discusiones sobre el tema racial en Brasil. Los participantes señalan que la CPC promovió el agravamiento del racismo institucional, exponiendo a los jóvenes negros a situaciones de criminalización y violación de derechos. Estos jóvenes perciben la CPC como un emblema de la desinversión del Estado en políticas sociales y el resurgimiento de un estado de seguridad, lo que resulta en la precariedad y el encierro de vidas racializadas en cárceles o en las márgenes urbanas. Se señala que la articulación del dispositivo de seguridad con el dispositivo racial es sostenida por una racionalidad necrobiopolítica que produce márgenes en las periferias como zonas de muerte y espacios heterotópicos, que refuerzan la estigmatización de los jóvenes negros como enemigos ficticios. Se concluye que la investigación en psicología puede ser un poderoso dispositivo para problematizar las relaciones raciales, confrontar el racismo y construir una psicología antirracista, capaz de mejorar los diálogos y composiciones conjuntas con segmentos históricamente silenciados y subordinados.
Palabras clave:
Seguridad; Juventud; Racismo; Investigación-Intervención