Este estudio buscó conocer la percepción que las personas tienen de un conductor agresivo y las causas atribuidas a su conducta. Participaron 389 estudiantes universitarios, en su mayoría mujeres (53.8%). Ésos leyeron escenarios de agresión en el tránsito, indicando su opinión con respecto al conductor agresor (civilidad y rusticidad) y sus motivaciones (interna y externa) para accionar con agresividad. Posteriormente, contestaron al Cuestionario de Agresión de Buss-Perry y a preguntas demográficas. Los resultados indicaron que el conductor agresor fue percibido como una persona de más rusticidad, que delicadeza y civilidad; sin embargo, en la percepción de los participantes, el comportamiento de éste fue considerado conforme con el tipo de motivación. Los respondientes con mayor puntaje en agresión verbal y agresión física tuvieron la tendencia a minimizar la connotación negativa de la acción del conductor agresor. Finalmente, su conducta fue juzgada como más internamente determinada cuando se trataba de un varón y joven. Éstos resultados son consistentes con la literatura.
tránsito; agresión; motivación