Este artículo desarrolla la idea de que la experiencia del Bello incluye necesariamente la dimensión del dolor, a partir de las obras de Freud y Nietzsche. En el primer autor, investigamos el dolor de la anticipación del luto frente a la transitoriedad de la belleza, la importancia del concepto de la sublimación y el análisis de la experiencia perturbadora de Freud frente a la estatua de Moisés, de Miguel Ángel. En el segundo autor, presentamos las ideas principales del libro El Nacimiento de la Tragedia para demostrar cómo el arte tiene el poder de transformar el vacío en vitalidad, pues el sublime desplaza la náusea y el horror de la existencia en representaciones con las cuales es posible vivir. Por lo tanto, es defendido que el trágico supone una estética próxima del feo y del disonante, haciendo del bello una experiencia que incluye las dimensiones del dolor y del horror.
dolor; bello; sublime; Nietzsche; Freud