JUSTIFICATIVA Y OBJETIVOS: El dolor durante la punción raquidiana es un señal de alarma, indicando que la punta de la aguja tocó en una estructura nerviosa. Por este motivo, si el paciente acusa dolor durante la punción, es obligatoria la interrupción de la técnica. La solución anestésica no deberá ser inyectada para evitar una posible lesión de la raíz nerviosa o de la médula espinal. Se debe retroceder la aguja y alterar su dirección antes de nuevo avance. El relato de dolor es totalmente imposible si el paciente está adormecido bajo influencia de la anestesia general y, por este motivo, es recomendable que bloqueos sean realizados con el paciente consciente. El dolor solamente es referido cuando la punta de la aguja o la punta del catéter se desvían del plano medio sagital para alcanzar el compartimiento peridural antero-lateral, pudiendo, de esta forma tocar las radículas nerviosas situadas próximas a los forames intervertebrales. Excluyéndose los estudios sobre la inervación de la piel, del tejido celular subcutáneo y del ligamento interespinoso, el objetivo de este trabajo es el de rever la inervación de algunas estructuras del canal vertebral: del ligamento amarillo, del ligamento longitudinal posterior, de la dura-máter y del disco intervertebral. CONTENIDO: Estudios sobre la inervación del canal vertebral serán presentados en esta revisión de la literatura, con la intención de querer entender la razón del origen del dolor durante la punción del canal raquidiano. CONCLUSIONES: El ligamento amarillo es desprovisto de inervación, explicando la ausencia de dolor durante su punción. Otros dolores, durante la punción, pueden ser atribuidos al nervio de Luschka que inerva el ligamento longitudinal posterior y la porción ventral de la dura-máter.
