Una vivienda adecuada debe poseer un espacio protegido de las intemperies y presentar condiciones favorables de salubridad, privacidad y seguridad. Este artículo aborda la privacidad interna de las viviendas y su capacidad de abrigar familias de composiciones variadas con criterios mínimos de confort. Una parte de las acciones gubernamentales direccionadas a la población de bajos ingresos debe involucrar, además de la construcción de casas, la recalificación de los inmuebles y la prestación de asistencia técnica. El presente artículo tiene el propósito de proponer un criterio para evaluar la privacidad interna de las viviendas por medio de un indicador de necesidades de ampliaciones, estimado a partir de un número necesario de piezas de apoyo, dormitorios y baños, en base a la edad, sexo y status conyugal de los habitantes. Asimismo, los criterios propuestos califican el indicador en siete niveles de necesidad, que varían entre la ampliación de solamente una pieza, a un nivel más bajo, hasta la necesidad de construcción de baño y por lo menos más cuatro aposentos, a su nivel más avanzado. Se entiende que el indicador propuesto puede ser útil en la concepción de políticas públicas destinadas a reformar y ampliar las residencias. Los resultados indican que el 46% de las viviendas brasileñas en 2008 demandaban reformas o ampliaciones, pero la calificación de dicha demanda indica que las políticas públicas destinadas a las reformas podrían abordar, por ejemplo, niveles más avanzados de inadecuación que totalizarían, aproximadamente, un 16% de las viviendas en Brasil. La mayor proporción de viviendas adecuadas se verifica en la Región Sur (67%) y la peor en la Región Norte, donde sólo un 37% de ellas son apropiadas.
Demografía aplicada; Vivienda; Déficit habitacional; Hacinamiento; Cohabitación
