Introducción:
La actividad física puede ser un aliado para minimizar la aparición de lipodistrofia y sus efectos nocivos.
Objetivo:
Analizar la relación entre el nivel de actividad física (NAF) y el síndrome de lipodistrofia con la composición corporal y la calidad de vida (CV) de las personas con VIH/Sida.
Métodos:
Se incluyó 120 pacientes com VIH/SIDA (38,55 ± 11,47 años). Ellos fueron evaluados en relación al índice de masa corporal, la composición corporal, metabolismo basal, el índice cintura-cadera, CV, presencia, tipo y ubicación de lipodistrofia, fuerza de prensión manual y NAF.
Resultados:
Se encontró que el 70% eran sedentarios; además, la masa magra fue 9,5% mayor en los pacientes activos, así como la fuerza muscular de prensión manual derecha (11%) y prensión manual izquierda (12%) y la tasa metabólica basal (6,9%). En cuanto a la asociación de la calidad de vida y NAF, se observó correlación débil solamente con la preocupación con la confidencialidad (r = 0,2160; p = 0,0210), así como los pacientes activos han demostrado mejores resultados que los sedentarios (p < 0,05). De los pacientes con lipodistrofia, 66% eran sedentarios, el tipo predominante fue lipodistrofia mixta (46%) y las regiones más afectadas fueron la cara y el abdomen. Es de destacar que en pacientes sin síndrome, la tasa metabólica basal fue mayor (p = 0,0175) y el tiempo de infección (p=0,0020) y TARV (p = 0,0002) fueron inferiores.
Conclusión:
Se concluye que, de acuerdo con la metodología adoptada, el sedentarismo es predominante, el NAF presentó una asociación positiva sólo con la preocupación por la confidencialidad y los pacientes sedentarios tenían dos dominios por debajo de la puntuación de 50 (preocupación financiera y confidencialidad), con respecto a un dominio de los pacientes activos. La lipodistrofia estuvo presente en 37% de la muestra, siendo el tipo más presente la lipodistrofia mixta y los sitios de mayor incidencia la cara y el abdomen. Para este grupo la NAF no se ha presentado positiva para la composición corporal y la presencia de lipodistrofia no influyó en la calidad de vida.
lipodistrofia; actividad motora; VIH, síndrome de inmunodeficiencia adquirida