INTRODUCCIÓN:
El triatlón Ironman es una prueba de larga duración en la que se observan comúnmente alteraciones hidroelectrolíticas. La deshidratación e hiponatremia son prevalentes y el diagnóstico diferencial entre éstas debe llevar en cuenta la variación de peso corporal del atleta. Sin embargo, se debe considerar también que las variaciones son una sumatoria de fuentes hídricas y no hídricas siendo necesario aplicar un factor de corrección para evaluación del real estado hídrico del atleta. Objetivo: Evaluar el estado hídrico del atleta con base en las variaciones de peso corporal sin y con aplicación de factor de corrección.
MÉTODO:
Veintiséis atletas fueron pesados en tres momentos distintos (dos días antes de la prueba, inmediatamente antes y después de la realización de la misma). El estado hídrico fue clasificado con base en el cálculo de la variación porcentual de peso corporal aislado y con aplicación del factor de corrección de 1 kg proporcional al atleta de 70 kg. Además, fueron registradas las principales señales clínicas y síntomas referidos.
RESULTADOS:
En las 48 horas que antecedieron a la largada hubo un aumento medio de peso de 1,2 kg. Después de la prueba, veintitrés (88,4%) atletas fueron clasificados como deshidratados inicialmente, aunque después de la aplicación del factor de corrección a la variación de peso, ese número cayó para 12 (46,1%). Y de los clasificados como deshidratación severa hubo reducción de 7 (26,2%) para ningún atleta. Diez atletas (3,8%) presentaron señales y síntomas de deshidratación.
CONCLUSIÓN:
La clasificación del estado de hidratación con base en las pérdidas hídricas durante la prueba fue significativamente modificada por la aplicación del factor de corrección, siendo su uso justificado por las evidencias de que el aumento de peso en las 48 horas antes de la prueba está posiblemente relacionado a la acumulación muscular de glicógeno y agua (fuentes no hídricas intravasculares).
deshidratación; composición corporal; atletas