RESUMEN
Introducción:
Pruebas físicas seguras y fiables son importantes para el rastreo del riesgo de caídas en los ancianos; sin embargo, no existen estudios que evaluaron la seguridad y la fiabilidad de la prueba Timed Up and Go (TUG) en ancianos hospitalizados.
Objetivos:
Evaluar la seguridad y fiabilidad del TUG en ancianos hospitalizados.
Métodos:
Se trata de un estudio transversal en el que se recogieron tres mediciones del TUG para cada anciano y se considera el mejor rendimiento en segundos (s). Otras variables recogidas fueron la función cognitiva (MMSE), el índice de comorbilidad de Charlson, perfil de ingreso hospitalario (clínico o quirúrgico), antecedentes de caídas en el último año y el IMC. Para evaluar la fiabilidad relativa se utilizó el coeficiente de correlación intraclase (CCI) y para la fiabilidad absoluta, el análisis de Bland-Altman.
Resultados:
Se incluyeron 68 ancianos con una edad media de 70,4 ± 7,7 años, índice de Charlson 5,4 ± 2,0 y prevalencia del perfil clínico (64,7%). Ninguna de las 204 pruebas fue interrumpida por los criterios establecidos. Hubo una reducción gradual entre la primera y tercera medición (1a = 11,6 ± 6,54, 2a = 10,7 ± 6,22 y 3a = 10,3 ± 5,54, p = 0,001) y CCI alto (1a y 2a: CCI = 0,98; 1a y 3a: CCI = 0,98; 2a y 3a: CCI = 0,98; p = 0,001), y la más alta correlación con el mejor rendimiento se asoció con la tercera medición (ICC = 0,99; p = 0,001). Se identificó que el sesgo más pequeño (0,29 s) y límites de concordancia (-1,1 a 1,68 s) también se produjo entre la tercera medición y el mejor rendimiento. La medición del error del método para la evaluación de la variabilidad fue de 0,5 s y el cambio clínicamente significativo fue 3,4 s.
Conclusión:
El TUG fue un instrumento seguro y reproducible para medir el rendimiento físico en ancianos hospitalizados.
Descriptores:
anciano; reproducibilidad de resultados; medidas de seguridad; hospitales.