EDITORIAL
Especialmente dedicado a los lectores de la buena ciencia
Emiko Yoshikawa Egry
Profesora Titular del Departamento de Enfermería en Salud Colectiva de la Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo. Ex-Miembro del Comité de Asesoramiento de Enfermería del CNPq (dic. 2006 a nov. 2009). Editora Científica de la Revista da Escola de Enfermagem da USP. São Paulo, SP, Brasil. emiyegry@usp.br
Devolver a la sociedad las inversiones efectuadas para costear la universidad pública es deber de todos, principalmente de aquellos vinculados, sea como docentes, sea como alumnos y también (¿y por que no?) los trabajadores técnico- administrativos.
La sociedad es retribuida de diversas maneras: puede ser a través de formación de profesionales, cualificación de los ya formados, producción de servicios en la forma de extensión y producción de conocimientos, esta última con gran valor social en nuestro medio.
La Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo tiene la preocupación de entregar sus productos a la sociedad, productos estos que deben ser adecuados, compatibles y de calidad incuestionable. Por eso, docentes, alumnos (de pregrado y postgrado) y trabajadores técnico-administrativos son incansables para que resulte de sus trabajos algo que sea importante para la Enfermería y para la salud.
Nuestro modo específico de producir (proceso de trabajo) es lo suficientemente peculiar para dejar marcas en los productos. Así, llevar a cabo una tarea de investigación, por ejemplo, demanda del grupo de investigación no solo dedicación al objeto de estudio, pero también perfeccionamiento de la relaciones interpersonales, en un proceso sabidamente jerarquizado en términos de nivel de conocimiento, pero totalmente horizontal en términos de participación y dedicación.
Investigar y enseñar a investigar son procesos distintos, pero que deben ser perfeccionados en conjunto, so pena de excluir el joven investigador de la comprensión de la totalidad del proceso de investigación. Análogamente a los procesos de trabajo para producción de bienes y servicios, el sujeto alienado del proceso de investigar (aquel que no comprende la concatenación entre Finalidad, Medios e Instrumentos y Objeto de los procesos de trabajo y ni tampoco se divisa como parte imprescindible para alcanzar el producto) se vuelve un sujeto sin libertad, libertad de crear, de expresar y de intentar nuevos rumbos y caminos. Se parece al cuidar en enfermería: si el proceso de cuidar no contenga significados importantes para el cuidador y aquel bajo sus cuidados, poco se puede decir de los resultados, a pesar de haber dejado el paciente protegido de las infecciones hospitalarias y otros riesgos, alimentado, medicado y confortable, como habemos hecho desde los primordios de la profesión, con más o menos sofisticación, a depender de época y local.
Enseñar a investigar, por lo tanto, es interactuar con investigadores, sea de su grupo o de otros grupos y, así, la tarea de enseñar acaba siendo de aprender a investigar, ya que todos nosotros aprendemos con las experiencias ajenas, además de nuestras propias.
Recientemente estuvimos en el King's College de Londres, donde realizamos un seminario denso de discusión de resultados de nuestra investigación con investigadores que nos hacen reflexionar profundamente sobre los hallazgos: la Profa. Dra. Sarah Cowley (nuestra asesora en una de las investigaciones) y la Profa. Dra. Gillian Aston. Aprendemos a aprehender nuevas categorías empíricas y comparar nuestros datos con la realidad tan distinta de la política y práctica en salud y enfermería de Reino Unido.
Cuando enseñamos a investigar, aprendemos también los códigos, o lo que Kuhn llamaría de paradigmas de la ciencia, en nuestro caso de la ciencia de la Enfermería. Los cientistas más jóvenes a veces son tentados a crear nuevos paradigmas, sin conocer los existentes. Es un camino peligroso, se arriesga a reinventar la rueda...
La buena ciencia, entonces, es orquestada en su propia gestación de crear nuevos conocimientos: no puede ser meramente resultados candidatos a dogmas de una dada área. La buena ciencia de la Enfermería es aquella producida en el rigor ético (que muy poco tiene a ver con términos de consentimiento) y estético, en el rigor intelectual de la proficua reflexión cumulativa (que a veces demora, ni todos somos Einstein), en la humildad de someter la discusión de los resultados a los pares y en la riqueza de ideas y caminos para la superación.
Desde hace décadas, los investigadores de la Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo vienen dedicándose a la producción de la buena ciencia de la Enfermería. No por vanidad, pero porque es preciso (necesario) retribuir a la sociedad que nos sustenta.
Este número especial de la Revista da Escola de Enfermagem da Universidade de São Paulo es producto generado por los muchos grupos de investigación que vienen dedicándose a la investigación y a la formación de investigadores científicos. Se cuidó para que los grupos pudieran expresar sus trabajos más significativos e inéditos, los más interesantes de los muchos en marcha, además de mostrar la naturaleza cumulativa del conocimiento generado. Fueron invitados para inscribirse los grupos de investigación de los departamentos, en los siguientes sub-temas: Proceso salud-enfermedad de la mujer; Enseñanza y educación; Metodologías de evaluación; Instrumentos e indicadores de evaluación en salud; Tecnologías asistenciales e implicaciones éticas, ambientales y sociales y Bases teóricas de la investigación.
Los grupos se inscribieron y fueron sometidos a los revisores ad-hoc y los considerados maduros para demostrar parte de la producción significativa de los grupos de investigación se encuentran en este número especial.
Encerrando las actividades del año de 2009, invito a todos los lectores para apreciar este número especial, dedicado a los investigadores y a aquellos que producen la buena ciencia de Enfermería en Brasil.
Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
07 Abr 2010 -
Fecha del número
Dic 2009
