Open-access Impacto diferencial de la COVID-19 sobre la pobreza e ingresos de inmigrantes y nativos: el caso de Chile

Differential impact of COVID-19 on poverty and income of immigrants and natives: the case of Chile

Resumen

Se analiza la evolución de las condiciones socioeconómicas del conjunto de la población inmigrante y de tres colectivos con mayor representación -venezolanos, peruanos y haitianos- en comparación con la población chilena, en cuanto a ingresos económicos y situación de pobreza entre los años 2015 y 2022 a fin de observar el impacto de la pandemia COVID-19 en cada grupo. Para ello, se realizó un análisis estadístico descriptivo e inferencial utilizando los microdatos de la encuesta CASEN de los años 2015, 2017, 2020 y 2022. Los principales resultados muestran que la población chilena y migrante fueron afectadas socioeconómicamente en forma desigual por la pandemia, y que, en el caso de venezolanos, haitianos y peruanos, ya habían sufrido una disminución de sus condiciones socioeconómicas previas a la pandemia, pero la situación empeoró con la llegada de esta y la implementación de medidas gubernamentales para combatir su expansión.

Palabras clave: migración internacional; desigualdades socioeconómicas; COVID-19; Chile

Abstract

The impact of the COVID-19 pandemic on the socioeconomic conditions of the immigrant population, and of the three more important groups -Venezuelans, Peruvians and Haitians-, is analyzed and compared with the Chilean population. For this purpose, a descriptive statistical analysis and an inference analysis are carried out using microdata on income and poverty from the 2015, 2017, 2020 and 2022 CASEN survey. The main results show that the Chilean and migrant population were unequally affected, from a socioeconomic point of view, by the pandemic. More specifically, Venezuelans, Haitians and Peruvians had already experienced a decline in their socioeconomic conditions before the pandemic, but the situation worsened due to COVID-19 and the political measures implemented by the Chilean government to hinder their contagion.

Keywords: international migration; socioeconomic inequalities; COVID-19; Chile

Introducción

Los inmigrantes internacionales en Chile se duplicaron entre los años 2017 y 2022, llegando a representar un 8,09% de la población total (INE - SNM, 2023). Esta migración reciente ha sido, en su mayoría, de población venezolana y haitiana, quienes han migrado por las crisis sociales, económicas y políticas de sus países, produciéndose un cambio en cuanto a los colectivos con mayor representación en el país. Así, la población venezolana es ahora la más numerosa, seguida por la peruana, colombiana y haitiana (Mallimaci et al., 2021; INE-SNM, 2023)).

Considerando que, en sí, la migración es un factor de vulnerabilidad, las condiciones bajo las cuales se ha producido la migración de haitianos y venezolanos, así como el perfil socioeconómico de estos, los ha vuelto más vulnerables que otros colectivos de inmigrantes (Bravo, 2021; Orrego, 2022). A estos factores de vulnerabilidad se añaden la condición de llegada reciente al país de estos colectivos y, en algunos casos, su ingreso al país por pasos no habilitados. Esto último, aumentó a partir de las medidas para controlar la inmigración irregular puestas en funcionamiento el año 2018 por el gobierno de Chile (Thayer, 2021), entre las que se encuentra la implementación de la Visa de Responsabilidad Democrática para venezolanos (Stefoni et al., 2023) y la visa consular de turismo para haitianos (Orrego, 2022).

En este escenario migratorio, el 18 octubre del 2019 se inició en Santiago de Chile el denominado estallido social, que se propagó rápidamente a todo el país a través de protestas y manifestaciones. Aún no acababa por completo el estallido social ni era posible dimensionar los efectos de esta crisis de carácter social, económico y político (Avendaño, 2019), cuando en marzo del 2020 la OMS declara la pandemia por SARS-CoV-2 y, además, se confirma el primer caso de COVID-19 en Chile, lo que llevó al gobierno de Chile, así como a todos los países del mundo, a tomar medidas acordes a la emergencia sanitaria que se estaba viviendo. En este contexto, los grupos sociales que ya se encontraban previamente en desventaja fueron los más afectados por la pandemia, exacerbándose las inequidades sociales preexistentes (Gil et al., 2021; Herrera, 2021). En consecuencia, aumentó la vulnerabilidad social de algunos grupos de población, particularmente de los inmigrantes extranjeros (Cabieses et al., 2021).

Para la población migrante internacional, el aumento de los riesgos y de las inequidades durante el periodo de pandemia se produjo como consecuencia de las diversas medidas decretada por el gobierno para intentar frenar la expansión de la enfermedad.

Entre las medidas sanitarias tomadas, se cerraron las fronteras exteriores, se cancelaron los vuelos internacionales y los sistemas de control sanitario detuvieron los desplazamientos formales de la población. En contraposición a esta medida, aumentó la migración clandestina en el norte de Chile, principalmente de venezolanos, a través de pasos fronterizos no habilitados (Liberona et al., 2022). Por tanto, aunque este fenómeno toma fuerza a partir del 2018, se agudizó en los años 2020 y 2021 debido a las restricciones impuestas por la pandemia (Bravo, 2021; Prado et al., 2022).

Por otra parte, el cierre del comercio, de establecimientos educacionales y de oficinas gubernamentales, así como las cuarentenas dinámicas en todo el país ocasionaron pérdida de empleos y de ingresos para toda la población, siendo los sectores de la industria, comercio, hoteles, restaurantes, empleo doméstico y trabajadores informales los más afectados. Sectores donde, habitualmente, se encuentra sobrerrepresentada la población migrante (Jara-Labarthé, Cisneros, 2021).

Se suma a lo ya mencionado, que los migrantes en situación irregular o que habían llegado recientemente al país no tuvieron acceso a los programas de ayuda gubernamental destinados a mitigar la pérdida de ingresos de las familias durante la pandemia, lo que también contribuyó a aumentar las inequidades sociales ya descritas (Gil et al., 2021). Por lo tanto, si bien la pandemia y las medidas adoptadas para combatirla afectaron a los migrantes internacionales en distintos aspectos de sus vidas, consideramos de particular interés analizar su efecto diferenciado en dos indicadores básicos de las desigualdades económicas y sociales de la población: la situación de pobreza e ingreso de los individuos y hogares.

Objetivos e hipótesis de partida

El objetivo de este artículo es analizar la evolución de las condiciones socioeconómicas de la población extranjera en Chile y de tres colectivos con mayor presencia en el país: venezolanos, peruanos y haitianos, tanto en comparación entre ellos como con el resto de la población inmigrante y con la población chilena, para así contextualizar los resultados obtenidos. Para ello se utilizan datos de la encuesta CASEN1 -cuya muestra permite obtener información sobre inmigrantes- para los años 2015, 2017, 2020 y 2022. Las dos primeras permiten fijar la situación prepandémica en un contexto de rápido crecimiento de la inmigración, mientras que la encuesta CASEN 2020, aplicada desde el 31 de octubre del 2020 al 4 de febrero de 2021, permite observar los primeros efectos de la pandemia, considerando que, en el caso de Chile, las cuarentenas comenzaron en el mes de marzo del 2020 y que el cierre de establecimientos educacionales y comerciales no esenciales en todo el país fue a partir del 20 de marzo de ese año. Y, por último, la encuesta 2022 permite observar los efectos post pandémicos.

El interés de analizar comparativamente los colectivos de inmigrantes seleccionados y el resto de la población inmigrante, y éstos con la población autóctona, es ver qué grupo o grupos han sido más afectados por un incremento de la pobreza y la desigualdad como consecuencia de la pandemia, considerando a nivel descriptivo las características sociales y económicas de estos. La hipótesis de partida es que la población inmigrante habría sido más afectada que la población chilena a nivel socioeconómico, medido este en sus niveles de pobreza y de ingresos, a consecuencia de la COVID-19, tal como muestran los precedentes teóricos y las investigaciones realizadas en otros contextos geográficos, que se explican en el siguiente apartado.

Antecedentes

La literatura publicada en diversos países muestra que la aparición de la COVID-19 y las medidas implementadas para combatir la enfermedad actuaron como elementos de acentuación de las desigualdades demográficas, sociales y espaciales que ya existían previamente (Marí-Dell’Olmo et al., 2020). A su vez, estas inequidades anteriores al COVID afectaron a la desigual incidencia de esta enfermedad en función de dichas características. Los roles de género, por ejemplo, jugaron un papel significativo, pues las mujeres en edades laborales han estado más expuestas a dicha enfermedad, debido a la feminización de las profesiones relacionados con los cuidados y con la asistencia sanitaria (Conti, Younes, 2020).

Respecto a las diferencias sociales y espaciales -siendo que estos dos últimos aspectos están íntimamente ligados debido a las pautas de segregación sociorresidencial existentes previamente (Borsdorf, Hidalgo, 2009), y que posiblemente se han intensificado durante la pandemia (Di Virgilio, Perelman, 2022)-, la evidencia científica internacional muestra que, en general, las zonas de menores rentas padecieron una mayor incidencia de la COVID-19 (Canales, 2021; Checa et al., 2020). Además, son los habitantes de las zonas más pobres quienes más utilizan el transporte público (Harris, 2020), cuyo uso pudo haber contribuido a favorecer la transmisión de la enfermedad y su afectación en los barrios más populares. Esta mayor incidencia en los grupos más desfavorecidos se acentuó por las medidas adoptadas durante el confinamiento, que agravaron las desigualdades previamente existentes: por ejemplo, las viviendas pequeñas y/o sobreocupadas, más frecuentes en los barrios más pobres, dificultaron mantener las distancias de seguridad durante el confinamiento y facilitaron la transmisión de la enfermedad (Orozco et al., 2022). Asimismo, el aislamiento social causado por el confinamiento afectó a la salud mental de las personas y agravó enfermedades crónicas (cardiovasculares, hipertensión, diabetes, etc.) que no tuvieron un correcto seguimiento durante la pandemia (Diez-Roux et al., 2021) y que suelen afectar más a los grupos desfavorecidos (Dalstra et al., 2005).

Igualmente, las deterioradas condiciones de trabajo durante la pandemia, particularmente en las personas trabajadoras de clases sociales más desfavorecidas que se vieron obligadas a seguir trabajando (especialmente aquellas que lo hacen en la economía informal) y que, debido a las características de sus puestos de trabajo, no pudieron teletrabajar, también explicarían este mayor impacto de la COVID-19 en los grupos sociales más desfavorecidos (Reeves, Rothwell, 2020).

Pero no solamente los impactos sobre la salud sino las consecuencias económicas de la enfermedad, como la pérdida del trabajo -muchos comercios y actividades no esenciales debieron cerrar a causa de las medidas de restricción de la movilidad- y, por lo tanto, la pérdida de ingresos, también habrían afectado mayoritariamente a las personas de clases sociales más desfavorecidas a nivel mundial (Lee et al., 2020; Soares, Berg, 2022), en Latinoamérica (Maurizio, Bertranou, 2020; Beccaria et al., 2022) y en Chile (Gil et al., 2021; Canales, 2021).

Un grupo en el que se adicionan muchas de las variables que conducirían a una mayor incidencia de la COVID-19 son las personas de origen migrante, particularmente las procedentes de países del Sur Global. En mercados de trabajo duales (Piore, 1980), éstos ocupan frecuentemente los trabajos más duros, peor pagados, más precarios (esto es, con contrato temporal -y, por tanto, con el riesgo permanente de perderlo- o en la economía informal) y que implican tareas intensivas en mano de obra y, por tanto, poco susceptibles de poderse realizar online (Soto-Alvarado et al., 2019). Además, los miembros de este colectivo viven, a menudo, en habitaciones pequeñas y/o compartidas (a veces compartiendo la misma cama en diferentes horarios) en viviendas frecuentemente deterioradas, con mantenimiento deficiente y con condiciones sanitarias precarias que pueden favorecer el contagio de la COVID-19 (Orozco et al., 2022). Su desplazamiento se realiza mayoritariamente en transporte público, con el mayor riesgo de infección que ello implica. Por lo tanto, los migrantes extranjeros se encuentran a priori entre los grupos más afectados negativamente por la pandemia, pues acumulan factores de género, laborales, habitacionales y de transporte que han favorecido el riesgo a contraer el virus y de padecer las consecuencias sobre su salud y también sobre su participación en el mercado de trabajo, lo que se traduciría -como propone la hipótesis de partida-en un aumento mayor de sus niveles de pobreza y en una reducción superior de sus ingresos comparado con la población autóctona.

Este impacto socioeconómico, que es el que nos interesa en la presente investigación, se sostendría conceptualmente a partir de dos teorías aparentemente opuestas que existen respecto a la relación entre ciclo económico y migraciones internacionales. La primera es la denominada “buffer theory” (Böhnin, 1972), que plantea que, en una situación de recesión económica -y la crisis de la COVID-19 lo fue-, el desempleo de los migrantes extranjeros actúa como un amortiguador del de los nacionales. Es decir, son expulsados del mercado laboral en mayor número que los trabajadores nativos durante las crisis al trabajar mayormente en sectores laborales más sensibles al ciclo económico (Martin, 2009) y, en el caso de la crisis que nos afecta, menos susceptibles de realizarse a distancia. Por su parte, el “nuevo modelo migratorio” desarrollado por King et al. (1997), Fielding (2010) y otros autores sostiene que, en los países con mercados de trabajo duales -como Chile-, los trabajadores extranjeros suelen cubrir puestos de trabajo informales y/o mal remunerados que los nacionales evitan realizar, incluso durante los periodos de recesión. Además, están menos protegidos que los trabajadores nacionales por los sistemas de protección social -como los subsidios y compensaciones concedidos a los trabajadores chilenos cuyos sectores económicos fueron afectados por el confinamiento-, por lo que estarían más dispuestos a cambiar de rama de actividad o de tipo de empleo y a tomar trabajos más precarios en caso de crisis, como han demostrado Gil-Alonso y Vidal-Coso (2015) para España. Ello se traduciría, en el caso que nos ocupa, en una disminución de los ingresos derivados del trabajo. En consecuencia, sea por un aumento del desempleo -explicado por la “buffer theory”- o una disminución de los ingresos de quienes trabajan -como expone el “nuevo modelo migratorio”-, los migrantes internacionales habrían experimentado un mayor impacto socioeconómico que los nativos chilenos debido a la COVID-19.

Fuente y metodología

Para el análisis se utilizan los microdatos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) 2015, 2017, 2020 y 2022. La encuesta CASEN 2020 fue realizada durante la pandemia por COVID-19 por lo que se realizó, casi en su totalidad, en forma telefónica, lo que implicó ajustar el cuestionario y dejar fuera preguntas de CASEN anteriores.

El muestreo de la encuesta CASEN no considera a los migrantes en su definición, por tanto, puede producirse un sesgo estadístico en el que esta población puede quedar subrepresentada. Pese a esa limitación, la magnitud de la muestra permite mostrar tendencias y describir la situación actual de la población extranjera en el país, particularmente de los grupos más numerosos, como los analizados, sobre todo si no se desagrega geográficamente. Las Tablas 1 y 2 describen el tamaño muestral de cada encuesta en los grupos de personas y hogares internacionales analizados. La población migrante se definió en base a la pregunta por el lugar donde vivía la madre cuando nació, considerándose migrantes a quienes responden “en otro país”.

Tabla 1
Número de personas inmigrantes internacionales encuestadas. Casen 2015, 2017, 2020 y 2022
Tabla 2
Número de hogares de inmigrantes internacionales encuestados. Casen 2015, 2017, 2020 y 2022

Para mitigar el posible sesgo estadístico que conduce a considerar como significativos (generalizables a la población) resultados que podrían no serlo, se han seguido las recomendaciones metodológicas propuestas por la encuesta CASEN en su Manual para la investigación (Ministerio de Desarrollo Social y Familia, 2022). Por ello se ha trabajado con análisis con muestras complejas, calculando el intervalo de confianza y el error estándar para cada operación, y con factor de expansión para reproducir la población de manera fidedigna.

Se trabajó con dos variables de ingreso: ingreso total del hogar, que considera los ingresos autónomos, más los subsidios monetarios y más una imputación por arriendo en el caso de los hogares que viven en una vivienda propia pagada; e ingreso per cápita total del hogar. En los dos casos, se utilizó la variable corregida por no respuesta, que se basa en la técnica de imputación por medias (Ministerio de Desarrollo Social, 2022).

Se analiza la variable de pobreza por ingreso, que se mide en base a la canasta básica de alimentos (CBA), que considera un conjunto de bienes alimentarios considerando un umbral de requerimientos de 2.000 calorías diarias promedio por persona.

Estudiando estas dos variables, se pretende afrontar la evolución económica de los migrantes desde el punto de vista del dinero disponible, usando los ingresos, y de la capacidad de gasto, medida por el indicador de pobreza por ingreso proporcionada por la CASEN.

Se realizó primero un análisis descriptivo de las principales variables que permiten construir un perfil de la población migrante y un análisis inferencial para las variables de ingreso y pobreza. Posteriormente, para evidenciar las diferencias por nacionalidad y la evolución de los indicadores económicos en el periodo 2015-2022, se usaron modelos explicativos de regresión.

Como variables dependientes fueron consideradas los ingresos totales del hogar per cápita corregidos y el índice de pobreza económica expresado de forma binaria. Y como factores explicativos se incluyeron el periodo y el lugar de origen.

Considerando la naturaleza de cada una de las variables dependientes se optó por un modelo lineal múltiple con factores cualitativos, de análisis de la varianza (ANOVA) con efectos de una vía, para explicar los ingresos autónomos, pues es lo recomendado en el caso de variable dependiente cuantitativa y factores explicativos de tipo cualitativo (“periodo” en este caso). Por otro lado, para explicar la probabilidad de pobreza económica, se realizó un modelo de regresión logística (Cox,1958). Es el modelo recomendado en el caso de variable dependiente binaria.

La interpretación de estos parámetros no es tan directa como en los parámetros del modelo lineal, por lo que se mide el efecto de los factores en la variable dependiente mediante el Odds Ratio (OR) calculado como exp(beta), e interpretado como razón de riesgo en presencia o no del factor. Es decir, el cambio en el riesgo (entendido como cociente entre la probabilidad de tener la característica estudiada y la probabilidad de no tenerla) por la aparición del factor de influencia.

Caracterización de los colectivos estudiados.

La llegada de la pandemia causada por la COVID-19 modificó la dinámica de los flujos migratorios a nivel mundial, y Chile no fue la excepción. El aumento sostenido de población inmigrante internacional en el país que se había observado hasta el 2019 se detuvo y, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y de Extranjería, hasta habría habido una leve disminución de la población inmigrante2 (Tabla 3).

Previo a la llegada de la pandemia, entre los años 2017 y 2019 prácticamente se duplicó la población inmigrante en el país, llegando a ser un 7,8% de la población total, y concentrándose mayoritariamente en la región Metropolitana y algunas regiones del norte de Chile.

Tabla 3
Porcentaje de la población nacida en el extranjero por sobre la población total de Chile, 2017 a 2022

Los principales flujos migratorios que se produjeron entre los años 2017 y 2019 corresponden a población de origen venezolano y haitiano, transformándose en los colectivos más numerosos en el país junto con el colectivo peruano, el que ha tenido migración más regular e intensa desde la década del 2000 (Soffia et al., 2009) (Tabla 4). La suma de estos tres colectivos corresponde al 59% de la población inmigrante internacional residente en el país.

Tabla 4
Incremento de la población nacida en el extranjero y países con mayor representación. Chile, 2017 y 2020

Las características de la migración de estos tres colectivos son diversas, así como las causas que la originan. Por una parte, la inmigración peruana lleva más tiempo en el país, siendo, mayoritariamente, una inmigración fronteriza de carácter laboral (Martínez, 2005). En cuanto al perfil demográfico del colectivo peruano residente en Chile, entre los años 2015 y 2020 ha aumentado la población femenina y también ha crecido la proporción de población mayor de 18 años que tiene nivel educacional básico. En efecto, si bien la mayoría de los peruanos inmigrados tiene educación media (o secundaria), entre los años 2015 y 2020 se registra un aumento significativo de la proporción de población que tiene estudios básicos; no obstante, su escolaridad promedio sigue siendo más alta que la de la población chilena (Tabla 5).

Tabla 5
Perfil demográfico de chilenos, extranjeros y colectivos más numerosos. Chile, 2015, 2017 y 2020 (Distribución porcentual)

*Las estimaciones tienen un coeficiente de variación superior a 30% por lo que no son fiables.

La inmigración venezolana, caracterizada como una migración forzada (Cabrera et al., 2019; Soto-Alvarado et al., 2022), se intensifica a partir del 2017, transformándose en el colectivo con mayor representación. Con los años se ha modificado su perfil sociodemográfico: en una primera etapa, individuos preferentemente de nivel educacional alto llegaron al país con toda la documentación personal y títulos profesionales requeridos para regularizar su situación migratoria rápidamente e insertarse en trabajos acordes a su nivel de calificación (Silva, Stefoni, 2020). Posteriormente, cuando se agudiza el conflicto político, económico y social en Venezuela, comenzaron a migrar personas más jóvenes y con un nivel de instrucción más bajo, que sale de su país sin pasaporte y sin respaldo oficial de su formación educacional. Aun así, la escolaridad promedio de la población venezolana es más alta que la de chilenos y del total de la población inmigrante internacional.

Por último, la migración haitiana en Chile, al igual que la anterior, aumenta sus flujos a partir de la década del 2010, debido al aumento de las restricciones migratorias en los países de destino habitual y por el vínculo creado con Chile a partir de la ayuda humanitaria que entregó en el terremoto de Haití en el año 2010, produciéndose una reconfiguración del mapa migratorio en la región (Trabalón, 2018). La creación de cadenas migratorias probablemente ha contribuido a la aceleración de las llegadas de inmigrados haitianos en los últimos años, la que se ha frenado a partir de la implementación de la visa consular de turismo el año 2018, pero a su vez se ha incrementado el paso de población a través de pasos fronterizos no habilitados (Stang et al., 2020). En cuanto al perfil sociodemográfico, este grupo se caracteriza por ser una migración masculinizada, joven y en su mayoría con nivel educacional medio, con una escolaridad promedio más baja que la de los chilenos y la del total de inmigrantes en Chile, lo que los sitúa en una posición de mayor vulnerabilidad y desventaja para la obtención de empleo y logro del proyecto migratorio. En palabras de Orrego (2022), el perfil sociodemográfico, la carencia de permiso de residencia y el no manejo del idioma, permiten que se produzcan casos de “superexplotación” de la población haitiana.

Ingreso de los hogares de los tres principales colectivos migrantes, resto de países y chilenos entre los años 2015 y 2022

La media de los ingresos del hogar percibidos por los grupos analizados varía entre ellos, lo que da cuenta de la inserción social y laboral diferenciada de los colectivos migratorios (Tabla 6). Comparando los ingresos exclusivamente entre los grupos de inmigrantes, se puede decir que los venezolanos tienen, en promedio, ingresos más altos que los peruanos, haitianos y resto de inmigrantes. Sus ingresos eran muy altos en 2015 -incluso superior al de los chilenos- y para el 2022, aunque siguen siendo altos en comparación con peruanos y haitianos, han disminuido, quedando más equiparados con el resto de migrantes. Por su parte, el colectivo haitiano tiene los ingresos más bajos de los tres colectivos analizados, lo que se mantiene en los cuatro periodos analizados. Mientras que, el colectivo peruano se sitúa por debajo de la media de ingresos de venezolanos y resto de países, pero por encima del colectivo haitiano.

El ingreso total para cada integrante del hogar (per cápita) muestra una jerarquía de ingresos similar entre los grupos analizados, aunque con algunas variaciones dadas por el cambio de tamaño de los hogares.

El efecto de la pandemia en los ingresos de los hogares se aprecia en peruanos y venezolanos; sin embargo, la disminución del ingreso total y per cápita para estos dos grupos ya se percibe en el 2017 en comparación con el 2015, agudizándose el 2020, por lo que, si bien habría un efecto de la pandemia que se observa en la disminución de los ingresos en 2020, las condiciones desiguales de acceso al trabajo y de remuneraciones ya se venían acrecentando previo a la llegada de la COVID-19. Mientras que en haitianos la disminución de ingresos per cápita en 2020 es muy leve.

Atendiendo a 2022, todos los grupos han obtenido niveles de ingreso total, tanto por hogar como per cápita, superiores al año 2017, evidenciando la recuperación a cifras previas al COVID-19. Sin embargo, en referencia al periodo inicial de esta serie (2015) el grupo venezolano ha perdido ingresos, tanto considerado por hogar como per cápita. El colectivo peruano también tiene en 2022 ingresos per cápita inferiores a 2015, no así los ingresos totales por hogar. Esto puede sugerir una estructura de hogares con más miembros en esta nacionalidad, en contraste con los haitianos cuyos ingresos per cápita en 2022 son superiores a 2015, pero los ingresos totales por hogar son inferiores, lo que indicaría una reducción del tamaño medio del hogar.

Tabla 6
Media de ingresos3 mensuales total del hogar (corregido) y per cápita total del hogar (corregido) por país de nacimiento. Años 2015, 2017, 2020 y 2022

Respecto a los chilenos en el periodo analizado, son los únicos que no han disminuido ingresos y que, por el contrario, los aumentaron aun en el periodo de pandemia. Esto, en parte se debe a transferencias monetarias directas entregadas por el Estado para mitigar los efectos económicos de la pandemia, los que se materializaron a través de bonos, préstamos, subsidios y otros instrumentos legales que permitieron el retiro de fondos previsionales individuales que se tradujeron en ingresos directos a los hogares. Para los grupos de inmigrantes analizados, el acceso a los beneficios del Estado quedó supeditado a la situación migratoria y a haber contado con empleos formales, lo que afectaría más fuertemente a la migración reciente, no así a la migración de larga data.

Con el objetivo de confirmar estos resultados y probar la evolución de los ingresos para cada origen, se construyeron modelos lineales de cada país de origen para explicar el ingreso total del hogar per cápita en función del año de estudio (Tabla 7). Se toma como año de referencia el año inicial de la serie estudiada, 2015, como representación de la situación previa al incremento migratorio del fin de la década, y además presenta los ingresos promedios más altos para los colectivos seleccionados. La tabla resume los 5 modelos creados para estimar la variación de los ingresos en el periodo 2015-2022 en los 5 grupos de población por su país de origen (Haití, Perú, Venezuela, Resto de países y Chile)4.

Los análisis confirman la pérdida de ingresos continuada del colectivo venezolano en los tres años respecto al periodo de referencia (2015), en este caso habría una pérdida de ingresos debido al aumento de la población inmigrada y al cambio del perfil migratorio, por lo que el efecto de la pandemia en este grupo, en cuanto a ingresos, no se aprecia tan claramente.

Por su parte, el colectivo peruano, si bien tiene pérdidas de ingresos en los tres periodos, éstas son significativas sólo en 2020, reconociéndose claramente el efecto COVID-19 en esta población. Esta mayor afectación se relaciona con la concentración de este grupo en empleos de baja calificación, informal y/o pequeños emprendimientos. Los hombres se concentran en el sector de la construcción, servicios de mantenimiento y aseo; mientras que las mujeres en servicio doméstico e industria del cuidado (Canales, 2019), empleos que fueron los más afectados durante la pandemia.

Tabla 7
Modelos lineales del Ingreso total per cápita del hogar corregido de venezolanos, peruanos, haitianos, resto países y Chile, 2015, 2017, 2020 y 2022

Se confirma que para el colectivo haitiano no hubo una modificación de los ingresos percibidos que sea significativa en el año 2020, y que tuvieron una recuperación económica en el año 2022 en relación con el año de referencia.

La población chilena ha tenido un aumento significativo de ingresos en todos los periodos analizados, por tanto, no hubo un impacto de la pandemia en materia de ingresos. Y, por último, para los inmigrantes del resto de países, si bien hubo una disminución de ingresos en el año 2020, esta no fue significativa, mientras que la recuperación del 2022 sí es significativa en comparación con el 2015.

Pobreza y condiciones de vida

Si bien los ingresos se mantuvieron o aumentaron para algunos grupos en el periodo analizado, la pobreza aumentó para todos los grupos el año 2020 producto del aumento en los niveles de inflación, que durante el periodo de pandemia y posterior a ella han sido los de mayor magnitud en las últimas dos décadas (Zapata et al., 2022). Además de este efecto, se aprecia que en los tres colectivos estudiados (haitianos, venezolanos y peruanos) el porcentaje de personas en situación de pobreza aumentó el 2017 con relación al 2015.

Para el año 2022 en todos los grupos hubo una disminución porcentual de la pobreza por ingreso respecto a 2020; sin embargo, en el caso de venezolanos, peruanos y haitianos sigue siendo más alta que en el año 2015, no así los inmigrantes de otros países ni entre los chilenos (Tabla 8).

Tabla 8
Pobreza por ingreso de chilenos, extranjeros y principales colectivos. Años 2015, 2017, 2020 y 2022

Para confirmar lo observado en el análisis descriptivo, en la Tabla 9 se pueden observar los resultados de la regresión logística realizada, usando como variable dependiente la pobreza económica y como factores los periodos y los grupos estudiados (Chile, Haití, Perú, Venezuela, resto de países).

Este modelo estima el efecto del año y del grupo de población en el riesgo de pobreza de una persona. Se estudian cada uno de los factores (3 años y 4 orígenes) con respecto al año y origen de referencia (Chile en 2015). Además de los factores por separado se incluyen en el modelo los efectos combinados (interacción) de año y origen5.

Tabla 9
Resultados Regresión Logística, pobreza por ingresos, periodo y grupo de nacionalidad

En la tabla se aprecia un descenso significativo de la pobreza en 2017, 2020, 2022 respecto al periodo de referencia 2015, porque todos los Odds Ratio son significativos y menores que 1, por lo que el riesgo de pobreza es menor que en 2015. En este resultado pesa el volumen de la población chilena respecto al resto de grupos de población. Los nacionales chilenos no han vuelto a la tasa de pobreza observada en 2015, ni siquiera en el periodo 2020, donde las restricciones de movilidad supusieron un deterioro económico general, que sin embargo en este grupo de población pudo ser mitigado por las ayudas públicas.

Ser venezolano supone un factor de protección respecto al grupo de referencia (chilenos - 2015); sin embargo, la interacción de los periodos 2017, 2020 y 2022 con la nacionalidad venezolana suponen un aumento del riesgo altamente significativo, llegando a que para un venezolano en el año 2022 se incremente el riesgo de pobreza 14 veces.

La población peruana por sí sola no supone un aumento de riesgo de pobreza, pero la interacción, fundamentalmente con el periodo 2020 (aunque también en menor medida 2017 y 2022), aumenta el riesgo de pobreza evidenciando la menor protección de este grupo. En el caso de Haití, ni el grupo, ni su interacción con los periodos estudiados indica un efecto significativo sobre la pobreza. Se puede atribuir esa baja significación al pequeño tamaño de la muestra de este grupo respecto al resto; sin embargo, a pesar de ser no significativo todos los odds ratios son superiores a 1.5, indicando el aumento de riesgo de pobreza en ese grupo respecto al grupo de referencia.

Discusión y conclusiones

Pese a las limitaciones que puede presentar un análisis realizado a partir de una encuesta no diseñada inicialmente -ni en su propósito general ni en la estructura de la muestra-para analizar las características de los inmigrantes, el tamaño de la muestra general y los procedimientos estadísticos utilizados permiten llegar a resultados estadísticamente significativos que confirman lo avanzado por los antecedentes teóricos y por los hallazgos de otros autores. Los resultados confirman la hipótesis inicial: el efecto de la pandemia en cuanto a ingreso y pobreza ha sido más fuerte en la población extranjera que en la población autóctona. Tanto el ingreso por hogar como el ingreso per cápita es inferior y la pobreza por ingreso superior en 2020 en los tres grupos analizados que en la población chilena. Ello se explica por la mayor vulnerabilidad e inestabilidad de sus empleos y su sobrerrepresentación en sectores económicos que fueron más afectados por la crisis generada por la pandemia (como propone la “buffer theory”), así como por haber tenido menor acceso a las medidas económicas de emergencia implementadas por el gobierno. Sus menores niveles de ingreso por hogar y per cápita en 2020 también demuestran un retroceso en sus posiciones en el mercado de trabajo, en línea con el “nuevo modelo migratorio” que preconiza que los inmigrantes son resilientes y se adaptan a la crisis ocupando los puestos de trabajo más precarios y peor pagados.

Peruanos, venezolanos y haitianos tienen en 2022 mayores niveles de ingreso y menor porcentaje en situación de pobreza que en 2020, demostrando haberse sobrepuesto a los efectos de la COVID-19. Sin embargo, los resultados muestran que para los tres colectivos analizados el deterioro económico se aprecia ya desde el 2017 -aunque no significativamente para peruanos ni haitianos-, incrementándose en pandemia. De hecho, los tres grupos tienen en 2022 mayores niveles de pobreza que en 2015 -al contrario de lo que ocurre con la población chilena y del resto de países- y menores niveles de ingresos por hogar y per cápita.

Comparando entre sí los tres grupos extranjeros analizados, se observa claras diferencias entre ellos independientemente de las variables analizadas. En el caso de la población haitiana, los indicadores de pobreza e ingresos muestran que son quienes se encuentran en peor situación en todos los periodos analizados y que la pandemia no tuvo repercusiones significativas en la desmejora de sus condiciones económicas. Por otro lado, se puede decir que la población peruana ocupa un nivel intermedio de los tres grupos analizados en cuanto a ingresos y pobreza, y que fue el único colectivo analizado en el que se observa claramente el efecto negativo de la pandemia, expresado en la disminución significativa de sus ingresos el año 2020.

Por último, el grupo venezolano aparece con un nivel de pobreza inferior y con ingresos medios por hogar superiores, tanto antes como durante la pandemia. No obstante, el rasgo que más sobresale en este último grupo es, a pesar de su mayor riqueza relativa, el significativo empeoramiento que experimenta en cada encuesta analizada. Ello significa que, en la interpretación de los resultados, se deben considerar factores que afectan las cifras mostradas y que no necesariamente tienen que ver con la COVID-19, como el gran flujo de venezolanos hacia Chile, que se mantuvo después de la medición de la CASEN del año 2017, y que sería población con un nivel de escolaridad más bajo que los primeros venezolanos que llegaron al país, por lo que se incorporaron a empleos de menor calificación y con menor remuneración.

En este sentido, la incidencia de la COVID-19 en Chile habría agravado las desigualdades previamente existentes antes del estallido de la pandemia, confirmando lo mostrado por la literatura a partir de los análisis efectuados en otros países y la hipótesis de partida de la investigación. En efecto, el impacto de la pandemia sobre los grupos más desfavorecidos -más presentes entre los inmigrantes- se habría vehiculado a través de mayores niveles de desempleo y de empleo informal, reducciones de salarios, acceso más dificultoso a la vivienda y al transporte, empeoramiento de la salud física y mental, etc.

Finalmente, cabe señalar que, si bien los colectivos de migración reciente, como el haitiano, tienen condiciones socioeconómicas menos favorables, grupos con presencia más larga en el país como el peruano fue más vulnerable a los efectos de la pandemia. En este sentido, queda el desafío de investigar la situación de otras poblaciones de inmigrantes, a fin de contribuir al conocimiento desagregado de la población extranjera residente en Chile. En efecto, los datos utilizados en el presente estudio proceden de una encuesta no diseñada para este propósito y los resultados solo son fiables para los colectivos más numerosos y tras un riguroso análisis estadístico -y siempre tomando con precaución los hallazgos obtenidos debido a las limitaciones de la fuente-, pero no así para las otras nacionalidades conformadas por menos personas, cuya presencia en la muestra de la CASEN no es significativa. Por ello, y debido al espacio temporal existente entre un censo y el siguiente, desde las administraciones se deberían implementar y/o desarrollar otros aparatos administrativos y estadísticos ad hoc que permitan medir el volumen de la inmigración extranjera y sus características sociodemográficas de manera más continua, detallada e informada. Se podrá facilitar así la generación de políticas públicas destinadas a la disminución de las desigualdades, la reducción de la pobreza y la inclusión de la población migrante en la sociedad receptora.

Referencias bibliográficas

  • AVENDAÑO, Octavio. Estallido social en chile: los dilemas políticos desde octubre del 2019. Política. Revista de Ciencia Política, v. 57, n. 2, p. 105-119, 2019.
  • BECCARIA, Luis; BERTRANOU, Fabio; MAURIZIO, Roxana. COVID‐19 in Latin America: The effects of an unprecedented crisis on employment and income. International Labour Review, v. 161, n. 1, p. 83-105, 2022.
  • BÖHNING, Wolf Rüdiger. The Migration of Workers in the United Kingdom and the European Community London: Oxford University, 1972.
  • BORSDORF, Axel; HIDALGO, Rodrigo. The Fragmented City. Changing patterns in Latin American cities. Urban Reinventors Online Journal, v. 3, p. 1-18, 2009.
  • BRAVO, Guillermo. La migración regional, la pandemia del COVID-19 y el control de fronteras en Chile (2020-2021). In: ASDRÚBAL, Hernán (ed.). Migraciones, crisis y pandemias en el siglo XXI. Argentina, Chile y Uruguay Santiago de Chile: Ariadna Ediciones, 2021.
  • CABIESES, Báltica; DARRIGRANDI, Florencia; BLUKACZ, Alice; OBACH, Alexandra; SILVA, Claudia. Migrantes venezolanos frente a la pandemia de COVID-19 en Chile: factores asociados a la percepción de sentirse preparado para enfrentarla.Notas de Población, n. 111, p. 43-62, 2021.
  • CABRERA, Donna; CANO, Gabriela; CASTRO, Alexandra. Procesos recientes de movilidad humana entre Venezuela y Colombia: 2016-2018. In: GANDINI, Luciana; ASCENCIO, Fernando Lozano; PRIETO, Victoria (coords.). Crisis y migración de población venezolana: entre la desprotección y la seguridad jurídica en Latinoamérica Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2019, p. 59-94.
  • CANALES, Alejandro. La inmigración contemporánea en Chile. Entre la diferenciación étnico-nacional y la desigualdad de clases. Papeles de población, v. 25, n. 100, p. 53-85, 2019.
  • ______. La desigualdad social frente al COVID-19 en el Área Metropolitana de Santiago (Chile). Notas de población, n. 111, p. 13-41, 2021.
  • CHECA, Joan; MARTÍN, Jordi; LÓPEZ, Joan; NEL-LO, Oriol. Those who cannot stay at home: Urban mobility and social vulnerability in Barcelona during the COVID-19 pandemic. Boletin de la Asociacion de Geografos Espanoles , n. 87, p. 1-35, 2020.
  • CONTI, Pio; YOUNES, A. Coronavirus COV-19/SARS-CoV-2 affects women less than men: clinical response to viral infection. J Biol Regul Homeost Agents, v. 34, n. 2, p. 339-343, 2020.
  • COX, David. The regression analysis of binary sequences (with discussion). J Roy Stat Soc B., v. 20, n. 2, p. 215-242, 1958.
  • DALSTRA, Jetty; KUNST, A. E; BORRELL, C; BREEZE, E; CAMBOIS, E; COSTA, G; MACKENBACH, J. P. Socioeconomic differences in the prevalence of common chronic diseases: an overview of eight European countries. International Journal of Epidemiology, v. 34, n. 2, p. 316-326, 2005.
  • DIEZ ROUX, Ana; BARRIENTOS-GUTIERREZ, Tonatiuh; CAIAFFA, Waleska T; MIRANDA, Jaime J; RODRIGUEZ, Daniel; SARMIENTO, Olga L; SLESINSKI, S. Claire; VERGARA, Alejandra V. Urban health and health equity in Latin American cities: what COVID-19 is teaching us. Cities & health, 5(sup1), S140-S144, 2021.
  • DI VIRGILIO, María Mercedes; PERELMAN, Mariano. Las nuevas territorialidades de y en la pandemia: Desigualdades y conflictos en tiempos de aislamiento en Buenos Aires. Século XXI: Revista de Ciências Sociais, v. 11, n. 2, p. 197-230, 2022.
  • FIELDING, Tony. Migration in a Time of Crisis: A simple conceptual framework applied to East Asian migrations WP 63. Sussex Centre for Migration Research, 2010.
  • GIL, Diego; DOMÍNGUEZ, Patricio; UNDURRAGA, Eduardo; VALENZUELA, Eduardo. The Socioeconomic Impact of COVID-19 in Urban Informal Settlements. MedRxiv, 2021-01, 2021.
  • GIL-ALONSO, Fernando; VIDAL-COSO, Elena. Inmigrantes extranjeros en el mercado de trabajo español: ¿Más resilientes o más vulnerables al impacto de la crisis? Migraciones, v. 37, p. 97-123, 2015.
  • HARRIS, Jeffrey. The subways seeded the massive coronavirus epidemic in New York City (No. w27021). National Bureau of Economic Researc, 2020.
  • HERRERA, Gioconda. Migraciones en pandemia: nuevas y viejas formas de desigualdad. Nueva sociedad, n. 293, p. 106-116, 2021.
  • INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE); SERVICIO NACIONAL DE MIGRACIONES. Informe de Resultados de la Estimación de Personas Extranjeras Residentes en Chile Chile, 2023.
  • JARA-LABARTHÉ, Vanessa; CISNEROS, César. Migrants in Chile: Social crisis and the pandemic (or sailing over troubled water…). Qualitative Social Work, v. 20, n. 1-2, p. 284-288, 2021.
  • KING, Russell; BLACK, Richard. The international migration turnaround in Southern Europe. In: KING, Russell; BLACK, Richard (eds.). Southern Europe and the New Immigrations Brighton: Sussex Academic Press, 1997, p. 1-25.
  • LEE, Sangheon; SCHMIDT-KLAU, Dorothea; VERICK, Sher. The labour market impacts of the COVID-19: A global perspective. The Indian Journal of Labour Economics, v. 63, p. 11-15, 2020.
  • LIBERONA CONCHA, Nanette; QUEZADA, Mileska Romero; SALINAS, Sius-geng; INDEPENDIENTE, Karen Veloso. Tráfico de migrantes en las fronteras del norte de Chile: irregularización migratoria y sus resistencias.Derecho PUCP, n. 89, p. 9-36, 2022.
  • MALLIMACI, Ana; LARA, Antonia; LEDO, Paola; BLOUIN, Cécile; PAVEZ, Iskra; DE PECSI E FUSARO, Karina; CAVALCANTI, Leonardo; DE OLIVEIRA, Marcio. Dinámicas migratorias de la población venezolana en América del Sur. In: GALAZ, Caterine; PEDONE, Claudia; OLIVEIRA, Marcio de (coords.). Movimientos migratorios Sur-Sur Fronteras, trayectorias y desigualdades. Buenos Aires: CLACSO, 2021, p. 8-14.
  • MARÍ-DELL’OLMO, Marc; GOTSENS, Mercé; PASARÍN, Mª Isabel; GARCÍA DE OLALLA, Patricia; RIUS, Cristina; RODRÍGUEZ-SANZ, Maica; ARTAZCOZ, Lucía; BORRELL, Carme. Desigualtats socials i COVID-19 a Barcelona. Barcelona Societat, v. 26, p. 46-52, 2020.
  • MARTIN, Philip. Recession and Migration: A new era for labour migration. International Migration Review, v. 43, n. 3, p. 671-691, 2009.
  • MARTÍNEZ, Jorge. Magnitud y dinámica de la inmigración en Chile, según el censo de 2002. Papeles de población, v. 11, n. 44, p. 109-147, 2005.
  • MAURIZIO, Roxana; BERTRANOU, Fabio. The labor market in Latin America at the time of the COVID-19 pandemic: impacts, responses and perspectives. Gaceta Médica de Caracas, n. 128, p. 156-172, 2020.
  • MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL Y FAMILIA. Manual de Investigador; Guia práctica para el uso y análisis de información. Santiago, Chile: Gobierno de Chile, Ministerio de Desarrollo Social y Familia, 2022.
  • OROZCO-MARTÍNEZ, Carolina; BAYONA-I-CARRASCO, Jordi; GIL-ALONSO, Fernando. Inmigración y vivienda durante el confinamiento domiciliario: El caso de las habitaciones subarrendadas. Migraciones, v. 54, p. 1-21, 2022.
  • ORREGO, Cristian. Migración haitiana en Chile: un caso de superexplotación y violación del valor de la fuerza de trabajo. Notas de Población, n. 114, p. 175-195, 2022.
  • PIORE, Michael. Birds of passage Cambridge: Cambridge Books, 1980.
  • PRADO, Alberto; SCHROEDER, Stella; CORTÉS Claudio. Impactos del corredor migratorio en ciudades de Perú y Chile. Transformaciones urbanas durante la pandemia. Urbano (Concepción), v. 25, n. 45, p. 8-19, 2022.
  • REEVES, Richard; ROTHWELL, Jonathan. Class and COVID: How the less affluent face double risks Washington, DC: Brookins Institution, 2022.
  • SILVA, Claudia; STEFONI, Carolina. El valor de los títulos profesionales cuando hablamos de migración: experiencia de migrantes calificados venezolanos en Chile. In: GALAZ, Caterine; GISSI, Nicolás; FACUSE, Marisol (eds.). Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento. Santiago: Social-Ediciones, 2020, p. 109-137.
  • SOARES, Sergei; BERG, Janine. The labour market fallout of COVID‐19: Who endures, who doesn't and what are the implications for inequality. International Labour Review, v. 161, n. 1, p. 5-28, 2022.
  • SOFFIA, Magdalena; CANO, María Verónica; MARTÍNEZ, Jorge. Conocer para legislar y hacer política: los desafíos de Chile ante un nuevo escenario migratorio Santiago: CEPAL, 2009.
  • SOTO-ALVARADO, Sylvia; GIL-ALONSO, Fernando; PUJADAS, Isabel. Heterogeneidad de la inmigración internacional reciente en Chile. Una aproximación a tres grupos nacionales a partir de datos de encuesta. Migraciones, n. 46, p. 91-119, 2019.
  • SOTO-ALVARADO, Sylvia; GARRIDO-CASTILLO, Jaime; GIL-ALONSO, Fernando. Discursos sobre los motivos para migrar a Chile. De la expulsión a la realización profesional. Migraciones internacionales, n. 13, artículo 6, p. 1-24, 2022.
  • STANG, Fernanda; LARA, Antonia; ANDRADE, Marcos. Retórica humanitaria y expulsabilidad: migrantes haitianos y gobernabilidad migratoria en Chile. Si somos americanos, v. 20, n. 1, p. 176-201, 2020.
  • STEFONI, Carolina; JARAMILLO, Matías; BRAVO, Aline; MACAYA-AGUIRRE, Gustavo. Colchane. La construcción de una crisis humanitaria en la zona fronteriza del norte de Chile. Estudios fronterizos, n. 24, 2023.
  • THAYER CORREA, Luis Eduardo. Puertas cerradas y huellas abiertas: migración irregular, trayectorias precarias y políticas restrictivas en Chile. Migraciones internacionales, v. 12, 2021.
  • TRABALÓN, Carina. Política de visado y regulación de las fronteras. Un análisis desde la movilidad de haitianos en Sudamérica. Polis. Revista Latinoamericana, n. 51, p. 1-20, 2018.
  • ZAPATA, Ignacio; PÉREZ, Daniel; MUÑOZ, Karlla; CORTÉS, Valentina. Relatos de inflación: percepción y expectativas de los hogares chilenos durante la pandemia de COVID-19 Santiago: Banco Central de Chile, 2022.
  • 1
    La encuesta CASEN – Encuesta de Caracterización Socioeconómica – es realizada en Chile cada dos años y tiene por objetivo principal medir pobreza de la población, junto a otras variables socioeconómicas.
  • 2
    Si bien la estimación INE- DEM indican una leve disminución de la población nacida fuera de Chile, es importante mencionar que esta estimación no considera a las personas que se encuentran en situación irregular por distintos motivos y/o que han ingresado al país por pasos no habilitados; por lo tanto, la cifra real puede variar.
  • 3
    Los ingresos están expresados en pesos chilenos, 1 dólar son 809 pesos chilenos al 10 de julio de 2023.
  • 4
    En cada uno de los modelos se estima el ingreso en 2015 (con el coeficiente “intersección”) y se calcula la diferencia de ese valor con los otros 3 periodos (2017, 2020, 2022) en la columna “Estimación”, verificando si es estadísticamente significativa (Sig menor que 0,05), es decir, si esa diferencia es generalizable más allá de la muestra.
  • 5
    En la tabla los p-valores por debajo 0.05 (marcados con *) indican que la presencia de ese factor modifica la probabilidad de ser pobre respecto a una persona chilena en 2015, y el coeficiente medido por el Odds Ratio (cociente de riesgo) indica cuánto afecta ese factor. Así, por ejemplo, como Haití 2020 tiene un Odds Ratio de 2,46 se diría que para ese colectivo en 2020 es 2,46 veces más probable ser pobre que para un chileno de 2015. En otras palabras, aumenta el riesgo de pobreza 2,46 veces.
  • Editores de sección
    Roberto Marinucci, Barbara Marciano Marques

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    17 Jun 2024
  • Fecha del número
    2024

Histórico

  • Recibido
    23 Nov 2023
  • Acepto
    16 Abr 2024
location_on
Centro Scalabriniano de Estudos Migratórios SRTV/N Edificio Brasília Radio Center , Conj. P - Qd. 702 - Sobrelojas 01/02, CEP 70719-900 Brasília-DF Brasil, Tel./ Fax(55 61) 3327-0669 - Brasília - DF - Brazil
E-mail: remhu@csem.org.br
rss_feed Acompanhe os números deste periódico no seu leitor de RSS
Acessibilidade / Reportar erro