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Una banda sonora para el respeto: drill, estigma y trayectorias sociales de los hijos de inmigrantes

A soundtrack for respect: drill, stigma and the social trajectories of migrant children

Resumen

Este artículo analiza la relación entre el drill como género musical y el protagonismo que tienen en él las franjas más desafiliadas de los jóvenes de origen inmigrante. Nos servimos de las herramientas teóricas de Abdelmalek Sayad para pensar: de un lado, el estrechamiento de las posibilidades vitales de los hijos e hijas de la migración; y de otro, entender el drill como una estrategia subversiva contra los procesos de estigmatización que experimentan los jóvenes de origen migrante que residen en barrios segregados. Para ello analizamos la propuesta musical de Key 21, uno de los mayores exponentes del drill, residente en una zona de trabajadores jornaleros de la agricultura intensiva en el sur de España. El análisis de las canciones de Key 21 muestra las estrategias de los jóvenes hijos de la migración para transformar el estigma en emblema de la propia identidad y de la identidad de sus barrios.

Keywords:
drill; estrategias de subversion; hijos e hijas de migrantes; hipersuburbio desafiliado

Abstract

This article analyses the relationship between drill as a musical genre and the leading role played in it by the most alienated groups of young people of immigrant origin. We use Abdelmalek Sayad's theoretical tools to consider, on the one hand, the narrowing of the life possibilities of the sons and daughters of migration and, on the other hand, to understand drill as a subversive strategy against the processes of stigmatisation experienced by young people of migrant origin living in segregated neighbourhoods. To this end, we analyse the musical proposal of Key 21, one of the main exponents of drill, who lives in an area of day labourers in intensive agriculture in the south of Spain. The analysis of Key 21's songs shows the strategies of young migrant children to transform stigma into an emblem of their own identity and the identity of their neighbourhood.

Keywords:
Drill; strategies of subversion; the sons and daughters of migrants; the alienated hypersuburbia

1. Introducción

La cultura hip hop ha venido experimentando desde sus orígenes un proceso de diferenciación de estilos que ha dado lugar al rap, trap y más recientemente al drill. Este artículo tiene como objeto la recepción del drill en España, un estilo que tiene su origen en 2010 en Chicago y un posterior desarrollo en Brighton (Inglaterra)1 1 El drill se origina en Chicago y se globaliza de la mano del cantante Chief Keef. La versión británica de este género, el UK drill, aunque con letras de contenido similar (violencia, drogas, la calle, armas…) se diferencia del estadounidense en los sonidos y ritmos de sus bases. . En España, el drill tiene como especificidad que la mayoría de sus practicantes y seguidores son hijos de las familias de la inmigración que proceden de países externos a la Unión Europea y que han venido a establecerse en España en las últimas décadas. Aunque dentro de la música rap ya había músicos de origen inmigrante (Frank T, uno de los impulsores del rap en España, que nació en Zaire o Putochinomaricón, hijo de migrantes asiáticos), es seguramente el drill el primer fenómeno musical español integrado fundamentalmente por jóvenes inmigrantes extracomunitarios.

En España, el drill está en pleno auge, como muestra que el hashtag#spanishdrillen YouTube contiene más de 28 mil vídeos y está presente en 9000 canales. Pero no es el drill en sí mismo lo que orienta la pregunta de investigación que se plantea abordar este artículo, sino las razones por las que este estilo de música se ha convertido en medio de expresión e identificación entre los hijos de la inmigración extracomunitaria en España. Si el drill nació entre los jóvenes de los barrios más desafiliados de las ciudades norteamericanas (Stuart, 2020STUART, Forrest. Ballad of the Bullet. Gangs, drill music and the power of online infamy. Princeton and Oxford: Princeton University Press, 2020.), en España su recepción se ha dado también entre las franjas más vulnerables y desafiliadas de los hijos de las familias inmigrantes extracomunitarias que han venido asentándose en las geografías periféricas de ciudades y pueblos.

En investigaciones anteriores hemos abordado las trayectorias sociales de los hijos de familias inmigrantes (Pedreño, 2013PEDREÑO, Andrés (coord.). Que no sean como nosotros. Trayectorias formativo-laborales de los hijos de familias inmigrantes en el campo murciano. Murcia: EDITUM, 2013.; Cutillas, 2021CUTILLAS, Isabel María. Hijos e hijas de la migración. Universidad de Murcia. Murcia, 2021.) atendiendo a las estrategias de adquisición de recursos sociales (fundamentalmente a través de la escuela), a partir de las cuales planteábamos si se daba una reproducción o no de la condición inmigrante (estatuto estigmático experimentado por los padres en cuanto inmigrantes extranjeros extracomunitarios). En esas investigaciones mostrábamos que las cuestiones de reconocimiento o respeto eran centrales para entender los esfuerzos que los hijos e hijas de familias inmigrantes ponen en marcha para tratar de conquistar una posición diferenciada respecto a la precariedad laboral y vital característica de los padres en cuanto inmigrantes extranjeros recién llegados.

En este sentido, proponemos entender la relación entre el drill como género musical y el protagonismo en el mismo de las franjas más desafiliadas de los jóvenes de origen inmigrante como una estrategia de adquisición de bienes sociales - reconocimiento, respeto - para la construcción de una trayectoria social de ruptura con la condición inmigrante (Pedreño, 2005______. Sociedades etnofragmentadas. In: PEDREÑO, Andrés; HERNÁNDEZ, Manuel (coords.). La Condición Inmigrante. Murcia: EDITUM, 2005, p. 75-106., 2013PEDREÑO, Andrés (coord.). Que no sean como nosotros. Trayectorias formativo-laborales de los hijos de familias inmigrantes en el campo murciano. Murcia: EDITUM, 2013.).

Parece una contradicción vincular el drill - y su exhibición apologeta de la violencia y el consumo o tráfico de drogas - con la búsqueda de reconocimiento, dignidad social y respeto. Sin embargo, la consolidada tradición de investigación sociológica y etnográfica sobre bandas callejeras de ciudades norteamericanas vinculadas al tráfico de drogas y la violencia (Wacquant, 2001______. Parias urbanos. Marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio. Buenos Aires: Manantial, 2001.; Bourgois, 2010BOURGOIS, Philippe. En busca de respeto: vendiendo crack en Harlem. Buenos Aires: Siglo XXI, 2010.; Stuart, 2020STUART, Forrest. Ballad of the Bullet. Gangs, drill music and the power of online infamy. Princeton and Oxford: Princeton University Press, 2020.) evidencia la importancia de los discursos sobre el respeto frente a la exclusión, el racismo, la violencia policial y la dejación institucional. La clásica investigación de Philippe Bourgois sobre las bandas de puertorriqueños traficantes de crack en el barrio de Harlem (Nueva York) revela que, aunque aparentemente son “irracionalmente violentas”, “bárbaras” o reflejan “patologías propias de la cultura de la pobreza”,

uno de los mensajes que los protagonistas de este libro me comunicaron con nitidez es que las exigencias económicas no son las únicas que los impulsan a vender crack. Para ellos, al igual que para la mayoría de los seres humanos, la búsqueda del sentido de dignidad y de realización personal es igual de importante que el sustento físico. En el contexto puertorriqueño, las definiciones culturales del respeto -construidas en torno al interés personal por la autonomía, la autoafirmación y la comunidad, que a su vez dependen de las cambiantes jerarquías de edad, sexo y parentesco- delimitan las ambiciones personales (Bourgois, 2010BOURGOIS, Philippe. En busca de respeto: vendiendo crack en Harlem. Buenos Aires: Siglo XXI, 2010., p. 339).

Afín a esta perspectiva está el trabajo de Forrest Stuart sobre las bandas del gueto de South Side en Chicago que han hecho del género drill una forma de expresión política y un “ticket” para salir de la pobreza (Stuart, 2020STUART, Forrest. Ballad of the Bullet. Gangs, drill music and the power of online infamy. Princeton and Oxford: Princeton University Press, 2020.). Desde las ciencias sociales se ha acuñado el concepto de “subcultura” a la hora de abordar los estilos juveniles musicales, siguiendo la teorización de Raymond Hall o Stuart Hall. Por ejemplo, la investigación de Dick Hebdige (2004HEBDIGE, Dick. Subcultura. El significado del estilo. Barcelona: Paidós Comunicación, 2004.) sobre el movimiento punk como subcultura que surgió de la música popular en el contexto de la clase trabajadora blanca de posguerra. Este enfoque pone en el centro del análisis “el estilo musical” y se pregunta por el significado de los signos (objetos, formas y rituales de esos grupos subordinados) que lo identifican como práctica de resistencia, “como simbólica violación del orden social” (Hebdige, 2004HEBDIGE, Dick. Subcultura. El significado del estilo. Barcelona: Paidós Comunicación, 2004., p. 35)2 2 Gracias al proyecto Traficantes de Sueños disponemos desde hace unos años en castellano de una de las obras de referencia de los estudios sobre las subculturas de la juventud británica, véase Hall y Jefferson (2014). Para una crítica a la teoría subcultural británica véase Enrique Martín Criado (1998, p. 31-34). .

Nuestra estrategia de investigación es otra, pues no nos interesa tanto el significado del estilo musical del drill (aunque indudablemente formará parte del análisis), como poner el foco analítico sobre las estrategias de vida de los hijos de familias migrantes que adoptan el drill como práctica social, esto es, desde un sentido práctico de adquisición de bienes sociales en un contexto de segregación urbana, étnica y económica.

Las aportaciones de Abdelmalek Sayad (2014SAYAD, Abdelmalek. L’immigration ou les paradoxes de l’alterité. La fabrication des identites culturelles. Paris: Raisons d’agir, 2014., 2010) sobre los hijos de las familias inmigrantes (en el contexto de la migración argelina hacia Francia) proporcionan un marco adecuado para abordar los procesos de construcción de la racionalidad práctica de los jóvenes practicantes de drill. Sayad enfatiza la cuestión determinante relativa a las diferencias entre las tomas de posición de los padres -el inmigrado recién llegado que aún podía ignorar el proceso de estigmatización al que era sometido por la sociedad receptora, al sentirse “fuera de juego” y tener que centrarse en las urgencias del día a día, fundamentalmente sobreexplotarse, sin ningún miramiento a las condiciones laborales ofertadas- y la de los hijos, los cuales “ocupan una posición todavía más dominada y más crítica que la de los padres” al no poder desentenderse de la lógica social del estigma. Como dice Sayad: “no pueden ni dejar la partida en la que están comprometidos ni si quiera hacer como si no estuvieran concernidos” (Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010., p. 358).

En este sentido, proponemos entender el drill desde la teorización de Abdelmalek Sayad, atendiendo a 1º) el contexto de la producción de la cultura drill, subrayando la condición inmigrante de sus padres, es decir, las condiciones de vida y de trabajo altamente precarizadas que han generado espacios de desafiliación social, en los que ha surgido una variedad restringida de respuestas y modos de acomodación colectivos (entre las cuales está el drill), y 2º) la racionalidad práctica de los jóvenes inmigrantes practicantes de drill para convertir el estigma en emblema, como una revuelta contra la estigmatización consistente en “afirmar públicamente el estigma que se constituye así en emblema de la propia identidad” (Sayad, 1994______. Le mode de générations des générations immigrées. L’Homme et la Société, v. 1-2, n. 111-112, p. 155-174, 1994., p. 12).

Esta perspectiva teórica de Abdelmalek Sayad se presenta más detalladamente en el apartado 2 de este artículo, para entender las trayectorias sociales de los hijos de las familias inmigrantes. A continuación, en el apartado 3 se aborda la producción de barrios vulnerables o desafiliados en los que se ha concentrado la población inmigrante extracomunitaria llegada a España en las últimas décadas, con especial atención a lo que denominamos como el hipersuburbio desafiliado. En el apartado 4 se analiza el caso de un cantante de drill, KEY 21, surgido en el barrio de Las 200 Viviendas, Roquetas de Mar (Almería). En este barrio viene asentándose desde los años 90 numerosa población inmigrante africana para trabajar en los invernaderos de la agricultura intensiva almeriense. En cuanto espacio social desafiliado y racializado, el barrio ofrece unas posibilidades limitadas para los hijos de las familias inmigrantes -muchos de ellos nacidos en territorio español o socializados desde pequeños- que se debaten entre la reproducción subalterna de la posición de los padres (en las tareas jornaleras del campo), el trabajo informal o la pequeña delincuencia vinculada al tráfico de drogas, que implica una estrategia de subversión contra la posición -subalterna y siempre provisional- que la sociedad de acogida espera que ocupen estos jóvenes hijos de familias migrantes y de la cual emerge el drill como una banda sonora de exigencia de reconocimiento, dignidad social y respeto, como se defenderá en el apartado final de conclusiones.

2. Sayad: una sociología de las trayectorias sociales de los hijos de la inmigración

Se establece de este modo una separación arbitraria entre, por una parte, una inmigración de trabajo que no estaría constituida más que por trabajadores (aporte de mano de obra sin más) y que no plantearía más que problemas de trabajo, y, por otra parte, una inmigración de población cuya significación y consecuencias son de otro alcance, al ser sus implicaciones mucho más amplias y los problemas que suscita múltiples y de una extensión tal que afecta a todas las esferas de la sociedad y en particular a la esfera que podemos denominar cultural y política (Abdelmalek Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010., p. 22).

Señalaba Abdelmalek Sayad que los hijos e hijas de la migración nos sitúan ante las principales contradicciones y grietas presentes en la sociedad (Sayad, 2014SAYAD, Abdelmalek. L’immigration ou les paradoxes de l’alterité. La fabrication des identites culturelles. Paris: Raisons d’agir, 2014.), en la medida en que nos obligan a reconocer que las desigualdades étnicas estratifican y jerarquizan también a quienes han crecido y se han socializado en el contexto de acogida e, incluso, son jurídicamente nacionales.

El pensamiento de Estado produce y naturaliza, en base a la pertenencia nacional, la imagen del inmigrante como aquel que ocupa un espacio que no le pertenece (Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010.). El inmigrante es siempre un otro, externo y provisional, que encuentra en el espacio del trabajo -nunca en el espacio político- la justificación a su presencia ilegítima. La posición social del migrante se encuentra siempre en disputa bajo el pensamiento de Estado.

Es del trabajo y no de lo político, es de la fábrica y de la obra en construcción y no de la ciudad (de la economía estricta y no de la demografía) que el inmigrante (y también, en una medida apenas menor, el emigrante que él es, siempre) extrae no solamente su existencia sino la apariencia de legitimidad indispensable a toda presencia extranjera, no nacional (Sayad, 2008______. Estado, nación e inmigración. Apuntes de investigación, n. 13, p. 101-116, 2008., p. 104).

Desde esta provisionalidad duradera (Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010.) se construye también a los hijos e hijas de las familias migrantes. Niñas, niños y jóvenes que nacieron en la sociedad de acogida, o que se vieron arrastrados a edades tempranas por los proyectos migratorios de los adultos, son grupalmente construidos y señalados como inmigrantes. Identificados también como esos otros, distintos y provisionales, estos jóvenes son marcados como diferentes de sus coetáneos nativos y señalados con el estigma migrante. De este modo, es precisamente la provisionalidad duradera apuntada por Sayad, la que provoca “la activación de la condición (in)migrante como estigma hereditario” (Gil Araujo, 2019GIL-ARAUJO, Sandra. Narrativas sobre la nación en las políticas de integración de inmigrantes. El legado de Abdelmalek Sayad. In: AVALLONE, Gennaro; SANTAMARÍA, Enrique (coords.). Abdelmalek Sayad: una lectura crítica. Migraciones, saberes y luchas (sociales y culturales). Madrid: DADO, 2019, p. 111-132., p. 124) ante la incapacidad de la sociedad de acogida de prever (y aceptar) el paso de una inmigración de trabajo -construida por trabajadores- a una inmigración de población cuya presencia afecta, como señala Sayad en la cita inicial, a todas las esferas de la sociedad, incluidas la cultural y la política.

De este modo, la activación del estigma migrante no sólo separa a estos jóvenes de aquellos otros con quienes comparten edad, pero no origen extranjero, sino que también los señala como distintos a sus padres (inmigración de trabajo). Sus padres, en tanto que inmigrantes en un sentido jurídico y político, y, por tanto, siempre provisionales, no son pensados como un peligro para la identidad cultural y nacional, como sí lo serán sus hijos e hijas (inmigración de población). Los jóvenes de origen migrante, extranjeros en un sentido político, pero no siempre jurídico, son percibidos como portadores de un conflicto interno que amenaza y pone en riesgo el futuro de los valores propios de la sociedad de acogida (Sayad, 2014SAYAD, Abdelmalek. L’immigration ou les paradoxes de l’alterité. La fabrication des identites culturelles. Paris: Raisons d’agir, 2014., 1994______. Le mode de générations des générations immigrées. L’Homme et la Société, v. 1-2, n. 111-112, p. 155-174, 1994., 1979______. Les usages sociaux de la “culture des inmigrés”. Langage et société, n. 9, p. 31-36, 1979.).

De este modo, separados de sus padres (construidos en torno al trabajo y no a la cultura) y de sus coetáneos nativos (que no son seres culturalmente híbridos), estos jóvenes, señala Sayad “ocupan una posición todavía más dominada y más crítica que la posición de sus padres”. En la medida en que “al contario que el inmigrado tradicional que todavía podía hacerse la ilusión de estar ‘fuera de juego’ y de ignorar el proceso mismo de la estigmatización, no pueden ni dejar la partida en la que están comprometidos, ni si quiera hacer como si no estuvieran en absoluto concernidos” (Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010., p. 358). Para los hijos e hijas de la migración se hace imposible no reconocer el estigma migrante y las discriminaciones y expulsiones que provoca. Desde este reconocimiento, continúa Sayad, a los y las jóvenes de origen migrante no se les permite más que elegir entre dos opciones: o tratar de disimular y ocultar el estigma, acercándose -nunca consiguiéndolo del todo- a la imagen dominante; o aceptar -“(aceptación querida o resignada, sometida o sublevada)”- la definición que de ellos y de su identidad realiza la sociedad de acogida (Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010., p. 358).

Esta pulsión entre las estrategias de reconocimiento o de subversión (Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010.) se produce, además, en contextos como los estudiados, pueblos y ciudades de la agricultura intensiva y jornalera, en los que las características del mercado productivo y del mercado de trabajo (segmentación étnica, división sexual del trabajo, temporalidad o eventualidad) condicionan la estructura de oportunidad de las personas migrantes, y la de sus hijos e hijas, que se han incorporado a estos espacios en las posiciones más vulnerables. En sociedades etno-fragmentadas (Pedreño, 2005______. Sociedades etnofragmentadas. In: PEDREÑO, Andrés; HERNÁNDEZ, Manuel (coords.). La Condición Inmigrante. Murcia: EDITUM, 2005, p. 75-106.) el origen étnico condiciona la estructura de acceso a oportunidades, recursos y capitales. El campo, la precariedad y la inexistencia política constituyen el espacio que la sociedad les tiene reservado a una buena parte de sus jóvenes, en tanto que son hijos e hijas de inmigrantes.

Para Sayad, condenados a una situación contradictoria (reconocimiento o subversión), que no puede resolverse y de la que difícilmente se puede huir, muchos de estos jóvenes de origen migrante, conocedores de su posición subalterna, fundamentarán en el estigma su identidad cultural. “La estigmatización que es, en apariencia, el producto del territorio estigmatizado acaba siempre, en realidad, por producir un territorio propio, un territorio reivindicado como territorio estigmatizado y territorio de estigmatizados” (Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010., p. 361).

Un territorio propio que en el caso de los jóvenes de origen inmigrante funciona como un espacio físico y simbólico. Como se ha explicado, la estigmatización del discurso público y cotidiano sobre estos jóvenes no se debe únicamente a su origen étnico sino también al hecho de vivir en barrios degradados y degradantes (Wacquant, 2007WACQUANT, Loïc. Los condenados de la ciudad: Gueto, periferias y Estado. Buenos Aires: Siglo XXI, 2007.). Una doble exclusión, étnica y urbana, que en el discurso musical y visual del drill se incorpora con el objetivo de dignificar el barrio, la vida de barrio y a sus vecinos. Así, entendemos el drill no sólo como una estrategia de adquisición de bienes sociales individuales, al igual que hacen la escuela o el trabajo, sino también colectivos, comunitarios.

3. Breve nota metodológica

La estrategia metodológica implementada es de carácter cualitativo. La utilización de esta metodología viene marcada porque nos permite, en primer lugar, realizar una descripción de los contextos en los que surge el drill en España, entendidos éstos como configuraciones socio-históricas concretas (Martín Criado, 2014MARTIN CRIADO, Enrique. Describir, explicar, participar en el debate público. La necesidad de la investigación cualitativa. Arxius, n. 31, p. 85-96, 2014.). En este sentido, nos interesa entender cuáles son las características estructurales de la barriada de Las 200 Viviendas en Roquetas de Mar que la convierten en un espacio de posibilidad para que emerja una práctica sociomusical como la del drill.

En segundo lugar, la metodología cualitativa nos ayuda a acercarnos a este género musical, específicamente a sus letras, como un discurso que es al mismo tiempo reflejo de la posición ocupada en la estructura social y una toma de posición dentro del espacio social. Así, entendemos las letras como textos discursivos a los cuales aplicamos, no un análisis de contenido, sino una perspectiva sociohermenéutica (Alonso, 2013ALONSO, Luis Enrique. La sociohermenéutica como programa de investigación sociológica. ARBOR. Ciencia, Pensamiento y Cultura, n. 761, p. 1-15, 2013.), a través de la cual reconstruir y contextualizar -social y simbólicamente-, el sentido y la motivación que los actores sociales le dan a las estrategias y acciones desarrolladas.

Siguiendo este enfoque, además de una aproximación al entramado socioeconómico de Las 200, se han examinado las letras y los vídeos de las 15 canciones que el cantante Key 21 tiene publicadas en su página de YouTube3 3 https://www.youtube.com/@Key21official-/videos (fecha última de consulta: 05/06/2024). , siendo la primera de ellas de septiembre de 2019 y la última de agosto de 2023.

4. La geografía del drill: la producción de espacios sociales etnificados, vulnerables y desafiliados

La problemática de los barrios vulnerables forma parte de la agenda de las preocupaciones públicas. Evidencia de esta preocupación es el Catálogo de Barrios Vulnerables que viene realizando el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA)4 4 Catálogo elaborado en ediciones anteriores por el Ministerio de Fomento. y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). En este Catálogo se utiliza el concepto de vulnerabilidad5 5 Utilizamos aquí la conceptualización hecha por Instituto Juan de Herrera DUYOT (IJH) para el Ministerio de Fomento en 2016, en el documento “Análisis urbanístico de Barrios Vulnerables en España. Síntesis Metodológica general del Catálogo de Barrios Vulnerables e Indicadores Básicos de Vulnerabilidad Urbana”. , según la definición dada por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, como:

un estado de alta exposición a ciertos riesgos e incertidumbres, en combinación con una habilidad reducida para protegerse a uno mismo contra aquellos riesgos e incertidumbres y hacer frente a sus consecuencias negativas. Existe a todos los niveles y dimensiones de la sociedad y forma parte integral de la condición humana, afectando tanto al individuo como a la sociedad como un todo. (IJH, 2016INSTITUTO JUAN HERRERA DUYOT (IJH). Análisis urbanístico de barrios vulnerables. Síntesis metodológica general del catálogo de barrios vulnerables e indicadores básicos de vulnerabilidad urbana. Madrid: Ministerio de Fomento, 2016.)

Dentro de esta categoría de los barrios vulnerables, aparecen espacios urbanos caracterizados por la pobreza cronificada y la desafiliación social. Nos interesan estas áreas de marginalidad urbana porque a menudo componen la geografía del drill. En sus orígenes, estos barrios eran suburbios obreros, con trabajadores que oscilaban entre la integración en mercados laborales estables y la vulnerabilidad del desempleo. Aunque en ellos se concentraba un estrato de población marginada, esta convivía con población trabajadora más o menos integrada, e inclusive, esa población más marginada podía terminar vinculándose a alguna forma de trabajo formal. El desarrollo de las infraestructuras del estado social, a menudo azuzada por el activismo de los militantes vecinales, también contribuyó a mejorar, siempre en términos relativos, la vida social de estos barrios. En esta primera fase de suburbios vulnerables, aún pervivía cierta vida comunitaria. Sobre esta base comunitaria, era posible el desarrollo de entramados organizativos de reivindicación que dotaban de mayores posibilidades de integración y cohesión social a estos barrios.

Los años 80 agudizaron la crisis del empleo hacia una mayor precariedad. También las instituciones del estado social experimentaron un progresivo retroceso. Todas estas tendencias desestabilizaron los frágiles pilares de los suburbios vulnerables, agudizando y ampliando algunas tendencias que estaban presentes en los mismos: la marginalidad, el trabajo informal, la economía delictiva, el subempleo, la segregación o la estigmatización. A este devenir, que proponemos llamar hipersuburbio desafiliado6 6 Con este término estamos haciendo un guiño a los estudios clásicos Loïc Wacquant (2001) sobre la evolución histórica del gueto negro en los Estados Unidos. , lo podemos caracterizar según un encadenamiento de problemáticas vinculadas entre sí:

  1. Una pérdida de los empleos en el sector formal y reorientación de las estrategias laborales de los trabajadores pobres hacia el subempleo informal, precario y de salarios muy bajos (jornalerismo agrícola, peonaje en la construcción, limpieza de casas, etc.).

  2. Un crecimiento de la actividad delictiva, especialmente la distribución de droga y las plantaciones de marihuana. La opción laboral por las diferentes fórmulas de economía delictiva se ha ido abriendo paso, muy especialmente, el subempleo ligado a la economía de la droga.

  3. Una cuestión residencial de degradación generalizada del espacio habitacional y barrial, por la proliferación de infraviviendas de autoconstrucción, el envejecimiento del parque inmobiliario y la desatención de los servicios municipales en lo relativo al mantenimiento de aceras, parques, iluminación, etc.

  4. Una homogeneización social relativa del espacio barrial que ha ampliado la marginalidad y expulsado progresivamente a las clases trabajadoras. Se ha producido una cierta “fuga” de las familias que, habiendo experimentado algún tipo de proceso de integración social, sin embargo, no encuentra deseable habitar en un espacio urbano que sienten en proceso de degradación. Esta marginalización progresiva de la población de los barrios ha terminado desmantelando los entramados colectivos, desde los comercios a la vida asociativa. El resultado final de este proceso de homogeneización es el acentuamiento de la segregación urbana del barrio, sus habitantes e incluso sus servicios (colegio, instituto, consultorio, médico, etc.).

  5. Esta homogeneidad social de los habitantes del hipersuburbio desafiliado ha ido acompañada de una mayor presencia multicultural, pues junto al tradicional vecindario de familias payas y gitanas, ha crecido el asentamiento de familias de origen inmigrante extranjero. Esto es solo una aparente paradoja, pues si bien el barrio se ha hecho más diverso culturalmente, las familias inmigrantes extranjeras están igualmente en una situación de pobreza y subempleo y han encontrado en el hipersuburbio desafiliado la posibilidad de acceso a una vivienda barata o directamente a una infravivienda aprovechando las lógicas existentes de subarriendo entre los propios vecinos, por lo que esta mayor diversidad cultural no ha alterado la homogeneidad de su composición social. Esta homogeneidad socialmente multicultural acentúa los riesgos de conflictos derivados de la competencia interétnica por recursos siempre escasos.

  6. Una desregulación del espacio urbano respecto a las normas del Estado posibilitada por su ausencia, o por su presencia selectiva, lo que ha dado lugar a un sinfín de situaciones paradójicas como la expansión continua de infraviviendas de autoconstrucción, estrategias de picaresca para proveerse de luz y agua con la permisividad relativa de las empresas responsables.

Uno de estos hipersuburbios desafiliados es la barriada de Las 200 Viviendas en Roquetas del Mar (Almería). El municipio almeriense de Roquetas de Mar ha experimentado un importante crecimiento poblacional en las últimas décadas. Si en 1998, unas 40.000 personas residían en este municipio, en el año 2022 lo hacían cerca de 103.0007 7 Padrón municipal de habitantes. Cifras oficiales de población municipal. . Una parte significativa de ese crecimiento responde a la llegada de población extranjera, principalmente desde la última década de los 90. En 2022, el 28,6% de los residentes en Roquetas de Mar tenían nacionalidad extranjera. Entre estos, la población proveniente de Rumanía era la más numerosa.

Ahora bien, como señalan Juan Carlos Checa y Ángeles Arjona (2006CHECA, Juan Carlos; ARJONA, Ángeles. Inmigrados al límite: los barrios del Puche y las Doscientas Viviendas (Almería). Almería: Consejería de Gobernación, Junta de Andalucía, 2008.), la distribución de la población migrante en este territorio ha estado marcada por la segregación residencial y su concentración en determinadas zonas y barrios del municipio. En este proceso de guetificación, la barriada de Las 200, próxima a las zonas de explotación agrícola, ha acogido a un número creciente de población proveniente del continente africano, fundamentalmente, de Marruecos, Senegal, Ghana, Nigeria, Mali, Mauritania y Guinea Ecuatorial. En torno al 50% de la población del barrio es de origen inmigrante (Ayuntamiento de Roquetas de Mar, 2018AYUNTAMIENTO DE ROQUETAS DE MAR. Plan de intervención en zonas desfavorecidas del Ayuntamiento de Roquetas de Mar. Roquetas de Mar, 2018.). Aunque se ha producido un cierto cambio en las características de la población a través de procesos de reagrupación familiar y de la feminización de las migraciones, esta barriada sigue presentando una población más masculinizada y joven que la del conjunto del municipio.

La barriada de Las 200 Viviendas se desarrolla en la década de los 60 para dar respuesta, a precios asequibles, a la incipiente demanda de mano de obra en la agricultura intensiva y a la escasez de vivienda disponible en la zona (Checa, Arjona, 2006CHECA, Juan Carlos; ARJONA, Ángeles. Inmigrados al límite: los barrios del Puche y las Doscientas Viviendas (Almería). Almería: Consejería de Gobernación, Junta de Andalucía, 2008.). Con el desarrollo de la agricultura y el llamado mar de plástico almeriense, se produce un aumento relevante de la población del barrio y del carácter multicultural y plurinacional de la misma. El mercado de trabajo agrícola en estos enclaves de agricultura intensiva se ha constituido como un espacio étnicamente estratificado (Wallerstein, 2020WALLERSTEIN, Immanuel. The essential Wallerstein. New York: The New Press, 2000.) en el que la población migrante se encuentra sobrerrepresentada. Además, para la población proveniente de África, el trabajo agrícola en las condiciones más subalternas se configura como el lugar, laboral y simbólico, en el que parecen estar destinados a permanecer. Si las tareas agrícolas en los campos almerienses son un trabajo para inmigrantes, lo son especialmente para estos jornaleros.

En el Plan local de intervención en zonas desfavorecidas del Ayuntamiento de Roquetas de Mar de 2018 se señalaba que “en esta zona geográfica se produce una concentración de personas en exclusión social y en riesgo de exclusión”. Entre otras problemáticas, en este informe se señalaba que la barriada de Las 200 Viviendas presentaba problemas de acceso a la vivienda e infravivienda, de salubridad, de economía sumergida, de desempleo, trabajo informal y precario, así como, problemas de seguridad, convivencia y conflictividad en el barrio (Ayuntamiento de Roquetas de MarAYUNTAMIENTO DE ROQUETAS DE MAR. Plan de intervención en zonas desfavorecidas del Ayuntamiento de Roquetas de Mar. Roquetas de Mar, 2018., 2018, p. 3).

En esta área de marginalidad y desafiliación, que resume el estrechamiento de las posibilidades y horizontes vitales para los hijos e hijas de la migración en el contexto de la reestructuración neoliberal (precarización del trabajo, encarecimiento de la vivienda y reducción de los servicios públicos), ha surgido un exitoso intérprete de drill, Key 21, cuya trayectoria analizaremos en el siguiente apartado.

5. Un cantante de drill en Las 200

En su autopresentación en el canal de YouTube, donde distribuye sus composiciones musicales y videos, Key 21 -nombre artístico- se autodefine así:

Desde los suburbios de Almería siguen produciendo jóvenes promesas en el circuito de la música urbana, Joven 4X4 En todos los géneros muchos se cierran en un solo género o dos mucho es. El no, key21 es como el agua se adapta perfectamente a cualquier lugar o forma, Artista independiente con la Fé en Dios Inchallah pronto nos sobrará lo que algún día nos faltó. (Key 21, YouTube)

Su padre trabajaba en el campo cuando llegó a los “suburbios de Almería”, donde reside, concretamente, en el barrio de Las 200 en Roquetas de Mar. Como otros muchos inmigrantes llegados a lo largo de la década de los 90 desde África -fundamentalmente marroquíes, pero también muchos africanos subsaharianos-, su padre trabajó en los invernaderos de la floreciente horticultura bajo plástico almeriense. Key 21 nació en Las 200 y es hijo de padre mauritano y madre senegalesa. A la hora de plantearse sus opciones laborales, el estatuto social de sus padres funciona como un referente negativo del que escapar, tal y como señala en la entrevista realizada para un periódico el cantante Key 21: “el trabajo en el campo es durísimo. Del campo no sales. Los chavales ven eso en sus padres y no lo quieren” (El País, 2023Generación Drill: rimas salvajes para una juventud sin horizonte. El País, Madrid, 03.11.2023. Disponible en: Disponible en: https://elpais.com/eps/2023-11-03/generacion-drill-rimas-salvajes-para-una-juventud-sin-horizonte.html . Consultado en: 15.02.2024.
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). Para cumplir con la expectativa anunciada por Key 21 en su canal de YouTube -"pronto nos sobrará lo que algún día nos faltó"-, los hijos de las familias inmigrantes ponen en cuestión el destino laboral definido socialmente como propio de los trabajadores migrantes: el trabajo jornalero en el campo, en tanto que posibilidad no ajustada a sus expectativas dada la precariedad de su salario y condiciones laborales.

En investigaciones anteriores hemos constatado que el empleo como jornaleros en los campos de la agricultura intensiva funciona como el destino social que los padres no desean para sus hijos e hijas (Pedreño, 2013PEDREÑO, Andrés (coord.). Que no sean como nosotros. Trayectorias formativo-laborales de los hijos de familias inmigrantes en el campo murciano. Murcia: EDITUM, 2013.). Las familias inmigrantes jornaleras, con limitados recursos sociales y económicos, concentran un considerable esfuerzo para que los hijos e hijas puedan desarrollar una carrera social diferente a la de los padres, la cual pasa por la confianza e inversión en las oportunidades ofrecidas por la escuela. Si se consigue “escapar” del destino social del campo y de la precariedad laboral es a través de trayectorias de éxito escolar (Cutillas, 2021CUTILLAS, Isabel María. Hijos e hijas de la migración. Universidad de Murcia. Murcia, 2021.).

No obstante, en un hipersuburbio desafiliado como Las 200, las oportunidades sociales son muy restringidas. Algunos jóvenes encuentran en el trapicheo de la venta de drogas una oportunidad con la que emprender una trayectoria diferenciada respecto a la de sus padres. El drill emerge de este submundo vinculado a la pequeña delincuencia y el menudeo de droga y sus letras relatan la experiencia de ese universo social.

Un análisis de los contenidos de los 15 videos de canciones de Key 21 en su canal de YouTube muestra la construcción de una identidad barrial. Se muestran calles, escalinatas o plazas del barrio de Las 200 -al que se refieren con la denominación de “R200”- e incluso panorámicas del conjunto de los bloques de viviendas realizadas mediante dron. En los videos, Key 21 nunca aparece en solitario, siempre está acompañado de una banda de jóvenes varones racializados -mayormente africanos subsaharianos, a veces también marroquíes- que o bien bailan o bien adoptan gestos arrogantes, desafiantes o incluso agresivos. También en otros videos, la banda de drill es acompañada por niños y niñas de origen migrante que juegan a su alrededor o bailan. El vestuario drill prototípico está compuesto por vestimentas en el que predomina el color negro y es frecuente el uso de pasamontañas, gorras, etc. (a veces aparecen armas -navajas, AK47-).

En todo esto se aprecia una voluntad expresa de representar una situación interaccional especifica y significativa, esto es, de configurar un “nosotros”. Pero, ¿quién es ese “nosotros”? Las letras del drill no dejan, en principio, lugar a dudas de que sus practicantes se consideran parte de un modo de vida desviado y trasgresor (“chicos de barrio” en el “trapicheo que no para”) que se exhibe crudamente, pero para el cual se reclama una justificación moral. Ese “nosotros” se constituye, por tanto, en una situación de interacción -con la realidad del barrio y su criminalidad cotidiana que les rodea- y de valoración -como grupo musical cuya especificidad es la elaboración de un producto cultural para su comercialización-. Podríamos aplicar al drill la misma definición sociológica que Wacquant aplica al gimnasio en su estudio sobre los boxeadores del gueto en Chicago: “se define verdaderamente en su doble relación de simbiosis y de oposición al barrio y su cruda realidad” (2004______. Entre las cuerdas. Cuadernos de un aprendiz de boxeador. Madrid: Alianza Editorial, 2004, p. 32). Desde esta posición de ambivalencia, el drill exhibe la violencia ligada al tráfico de drogas y desarrolla un discurso de reconocimiento y protesta en base a las carencias sufridas tanto personales (étnicas, económicas) como colectivas (urbanas, sociales). Así, el drill se proyecta y funciona como un espacio moral:

“por la zona de Almería, de noche, también de día, putas, drogas y policía. Era lo que había, te aseguro que no era lo que yo quería” “la poli hace su trabajo, me parece bien, luego que no se quejen si yo hago el mío también” “perdóname mami este lenguaje tan hostil, es una forma de expresar toda la mierda que viví” “fue difícil, pero lo logramos // estamos con los kilos y empezamos con los gramos // ahora mira mami cómo vacilamos, tu salario del mes que en una noche gastamos // en el barrio saben quiénes controlamos” “lo quiero todo porque no he tenido nada // que viva la hierbabuena // si ve que falta para la niña pequeña, la sangre del ser humano se le envenena”. (Key 21, YouTube)

Los practicantes de drill suelen asegurar que no es solamente un estilo musical, sino “un modo de vida”. Efectivamente, en un contexto tan anómico como es la vida en el hipersuburbio desafiliado, el drill conforma una sociabilidad organizada, una especie de escudo protector frente a la inseguridad y la violencia cotidiana del barrio. En este sentido, el drill es, siguiendo a Randall Collins, un ritual de interacción, la recreación de una sociabilidad del “nosotros” en torno a la rima y el baile que actúa a modo de transformador emocional (Collins, 2009COLLINS, Randall. Cadenas de rituales de interacción. Barecelona: Anthropos, 2009., p. 149-150).

La anomia y el estigma del barrio conforman la vida emocional de los jóvenes hijos de la inmigración. En esta “sima de la depresión”, los sentimientos de ira y resentimiento son transformados en el ritual del drill en una energía emocional de respeto y orgullo. Si se analiza el historial de Key 21 desde sus inicios (los primeros videos datan de 2020) observaremos este recorrido emocional y moral desde la ira negativa hasta la alegría de la superación y la solidaridad grupal junto a niños y niñas del barrio. En estos vídeos, por tanto, apreciamos el desarrollo de una carrera moral goffmaniana (1998GOFFMAN, Erving. Estigma. La identidad deteriorada. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1998.) en la que el estigma es hipervisibilizado -todo en el drill es una hipérbole de las señas de identificación con las que se asocia a las clases peligrosas: las vestimentas negras, los pasamontañas, las navajas, los gestos arrogantes, las letras de las canciones, etc.- para desde ahí proponer una apropiación y resignificación del mismo.

En esta carrera moral, algunos músicos, como es el caso de Key 21, terminan conformando una trayectoria exitosa económicamente. Este éxito se muestra en el consumo. Efectivamente, los practicantes de drill se rodearán, de nuevo hiperbólicamente, de consumos ostentosos y distintivos: “El chaval que empezó a subir canciones a YouTube sobre la vida en el barrio y ahora lleva un reloj que brilla al sol, unas bermudas con estampado Burberry y una enorme cadena de plata” (El País, 2023Generación Drill: rimas salvajes para una juventud sin horizonte. El País, Madrid, 03.11.2023. Disponible en: Disponible en: https://elpais.com/eps/2023-11-03/generacion-drill-rimas-salvajes-para-una-juventud-sin-horizonte.html . Consultado en: 15.02.2024.
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).

Los últimos videos de Key 21, realizados en 2023, muestran esta evolución. En el tema “Yelli Yelli”, los integrantes de la banda aparecen desprovistos de las habituales vestimentas oscuras del drill, y a plena luz del sol, aparecen disfrutando de un baño en una piscina de un hotel de lujo en Marbella (también se muestran otros objetos de consumo ostentoso: tienda Gucci, coches y barcos de lujo): “chicos de barrio venidos desde el gueto // antes no había ni para gastar // ahora no sé cuánto he gastado // unos tiran para Marsella //desde el barrio hasta Marbella”.

Otro video que se realiza fuera del barrio, “Bendecido”, también un video reciente del 2023, Key 21 rima y baila con gestos cordiales, y con evidentes connotaciones religiosas, en la cima de una montaña almeriense, también a plena luz del día. Las escenas de este paisaje se intercalan con escenas del barrio de Las 200, en las que Key 21 aparece junto con un grupo de niños que le acompañan en el baile y la demostración de alegría: “bien bendecido, bendecido, estamos yo y todos los míos // todo lo que has sufrido, la pena ha valido // y nunca me di por vencido” “yo en la miseria he crecido, bendecido, y gracias a dios, he salido”.

Conclusiones

El objetivo de este artículo era analizar la relación entre el drill como género musical y el protagonismo que tienen en el mismo las franjas más desafiliadas de los jóvenes de origen inmigrante. La hipótesis de la que partíamos era entender la apuesta por el drill de estos jóvenes como una estrategia para la adquisición de bienes sociales (reconocimiento, respecto, dignidad social) que permiten el desarrollo de trayectorias sociales con las que se intenta romper con la condición inmigrante heredada. Para dar respuesta a este objetivo nos servimos de la conceptualización teórica de Abdelmalek Sayad que permite entender el drill como práctica social atendiendo a dos factores fundamentales. En primer lugar, el estrechamiento de las posibilidades y horizontes vitales para los hijos e hijas de la migración en el contexto de la reestructuración neoliberal, marcada por la precarización del mercado de trabajo, el encarecimiento de la vivienda y la reducción de los servicios públicos. Y, en segundo lugar, pensar la racionalidad práctica del drill como una reacción subversiva a los procesos de estigmatización y racialización que experimentan los jóvenes de origen migrante que residen en barrios segregados. Para ello analizamos la propuesta musical de Key 21, uno de los mayores exponentes del drill en España.

Como señala Sayad (2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010.) el pensamiento de Estado produce y naturaliza, de acuerdo a la pertenencia nacional, la imagen del inmigrante como aquel que ocupa un espacio que no le pertenece. El inmigrante es el otro, externo y provisional. Desde esta provisionalidad duradera (Sayad, 2010______. La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado. Barcelona: Anthropos, 2010.) se construye también a los hijos e hijas de las familias migrantes. Los cuales, además, experimentan un mayor conflicto de posición, dado que, al ser ya una inmigración de población y no, como sus padres, inmigración de trabajo, son percibidos como una amenaza para la sociedad, la cultura y la política nacionales de la sociedad de acogida. Esta centralidad social les impide quedarse fuera de juego e ignorar el proceso de estigmatización, forzados a participar en todos los espacios sociales y no sólo en el trabajo subalterno e invisibilizado. Este conflicto deja para los jóvenes, como explica Sayad, dos posibilidades: movilizar estrategias de reconocimiento, como la escuela, o de subversión. Desde este enfoque, entendemos el drill como una estrategia de subversión a través de la cual los hijos de la migración buscan respeto, dignidad y un reconocimiento social que, no obstante, no es percibido como legítimo por parte del discurso público y la sociedad mayoritaria.

La geografía del drill, como en el caso del hip hop, está poblada de viviendas públicas, desafiliación social y privaciones de clase. Hipersuburbios desafiliados, como el barrio de Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar (Almería), que es el escenario de Key21. El análisis de las letras y los videoclips de este músico de origen mauritano-senegalés muestra cómo el drill funciona como una estrategia de subversión socio(lógica) contra la experiencia de la precariedad, el racismo y la estigmatización que experimentan los jóvenes hijos de la migración que residen en barrios segregados. Un espacio de sociabilidad ambivalente donde la violencia en el barrio ligada al tráfico de drogas, la prostitución y la pobreza convive con un discurso de solidaridad e identidad colectiva dentro de un barrio que protege. Y también con un discurso de moralidad, donde el drill y los músicos de drill se convierten en referentes morales para el resto de la comunidad mostrando una huida posible -aunque siempre condicionada, nunca del todo legítima- a través de la música subversiva.

Con este trabajo, en definitiva, hemos tratado de reivindicar la utilidad de las herramientas teórico-conceptuales de Sayad para entender la agencia y las prácticas de los hijos e hijas de la migración. Así como, en un contexto de reacción autoritaria y xenófoba en toda Europa, poder visibilizar las diversas estrategias a través de las cuales, como decía Sayad (1994______. Le mode de générations des générations immigrées. L’Homme et la Société, v. 1-2, n. 111-112, p. 155-174, 1994.), los jóvenes de origen migrante tratan de transformar el estigma en emblema de la propia identidad y de la identidad de sus barrios.

Referencias bibliográficas

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  • ______. Parias urbanos. Marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio Buenos Aires: Manantial, 2001.
  • WALLERSTEIN, Immanuel. The essential Wallerstein New York: The New Press, 2000.
  • 1
    El drill se origina en Chicago y se globaliza de la mano del cantante Chief Keef. La versión británica de este género, el UK drill, aunque con letras de contenido similar (violencia, drogas, la calle, armas…) se diferencia del estadounidense en los sonidos y ritmos de sus bases.
  • 2
    Gracias al proyecto Traficantes de Sueños disponemos desde hace unos años en castellano de una de las obras de referencia de los estudios sobre las subculturas de la juventud británica, véase Hall y Jefferson (2014HALL, Stuart; JEFFERSON, Tony. Rituales de resistencia. Subculturas juveniles en la Gran Bretaña de Posguerra. Madrid: Traficantes de Sueños, 2014.). Para una crítica a la teoría subcultural británica véase Enrique Martín Criado (1998______. Producir la Juventud. Crítica de la sociología de la juventud. Madrid: Itsmo, 1998., p. 31-34).
  • 3
    https://www.youtube.com/@Key21official-/videos (fecha última de consulta: 05/06/2024).
  • 4
    Catálogo elaborado en ediciones anteriores por el Ministerio de Fomento.
  • 5
    Utilizamos aquí la conceptualización hecha por Instituto Juan de Herrera DUYOT (IJH) para el Ministerio de Fomento en 2016, en el documento “Análisis urbanístico de Barrios Vulnerables en España. Síntesis Metodológica general del Catálogo de Barrios Vulnerables e Indicadores Básicos de Vulnerabilidad Urbana”.
  • 6
    Con este término estamos haciendo un guiño a los estudios clásicos Loïc Wacquant (2001______. Parias urbanos. Marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio. Buenos Aires: Manantial, 2001.) sobre la evolución histórica del gueto negro en los Estados Unidos.
  • 7
    Padrón municipal de habitantes. Cifras oficiales de población municipal.

Editores del dossier

Gustavo Dias, Gennaro Avallone

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    06 Set 2024
  • Fecha del número
    2024

Histórico

  • Recibido
    04 Mar 2024
  • Acepto
    30 Jul 2024
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