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Raúl Prebisch (1901-1986)

Raúl Prebisch (1901-1986)

RESUMO

obituário de Raúl Prebisch.

PALAVRAS-CHAVE:
Obituário; Prebisch

ABSTRACT

Obituary to Raúl Prebisch.

KEYWORDS:
Obituary; Prebisch

Sobre una cosa podría apostarse con seguridad: que la muerte del Maestro Prebisch no significará el olvido o desvanecimiento de sus ideas. Ellas, ciertamente, no permanecerán incólumes o siempre actuales frente al paso del tiempo, pero, sin duda, constituirán testimonios decisivos de la evolución de América Latina en el último medio siglo. Ningún reconstructor de la historia regional podrá prescindir del constante flujo de hipótesis y proposiciones que brotó de su empeño por descifrar el curso de los hechos e imaginar respuestas para nuestros problemas económicos y sociales. Porque perteneció, sin duda, a quienes se propusieron, a la vez, interpretar y transformar el mundo em que vivió, su legado irradió y echó raíces en ámbitos muy amplios, más allá de los espacios académicos o institucionales. Naturalmente, la perduración de sus ideas no implicará una absolución por parte de quienes las criticaron desde la diestra o la siniestra. Posiblemente sucederá lo contrario: que se activará su escrutinio censor. Pero ello, en verdad, será otro testimonio de su importancia; de que es y será muy difícil analizar este tiempo sin tener en consideración sus análisis principales.

La trascendencia de sus ideas, de su gestión intelectual, va de la mano con una circunstancia paradójica: la relativa impersonalidad de las mismas. A la inversa de lo que sucede muchas veces, su contribución nunca se personalizó. Si se recuerdan sus trabajos, especialmente sus intervenciones en conferencias o seminarios, jamás se encontrará una referencia al “yo pienso así o asá”. Fue siempre un institucionalista; un hombre empeñado en trascender su dimensión individual para situarse en una esfera de testigo social - de un “intelectual orgánico” - como podría aventurar un nostálgico de Gramsci. Es por ello que quienes lo conocieron bien a menudo le hacían ver, medio en serio medio en broma, que correspondía al arquetipo del misionero, a pesar de su tranquilo agnosticismo. Claro está que en esa colocación influía decisivamente esa virtud tan escasa: la de su modestia, profundamente arraigada y espontánea, que se asociaba con su gran personalidad y su imponente nimbo de autoridad, que nunca eclipsó su natural bonhomía y sentido del humor.

Desde otro ángulo, el hecho de que sus incesantes aportes hayan quedado institucionalizados como “cepalinos”, haciendo justicia también al organismo que creó y a la contribución de otros economistas y sociólogos afines, implica una gran responsabilidad para quienes continuarán sus pasos, que cargarán con el deber de mantener y renovar su herencia, única manera de continuar abriendo camino propio en el futuro.

El doctor Prebisch fue un hombre de muchos mundos. Por de pronto, porque sus ideas y propuestas traspasaron las fronteras de su país y de la región. No sólo fue una de las grandes figuras intelectuales de América Latina en este siglo. También fue considerado como uno de los suyos en los cónclaves de la periferia y concitó el respeto y la atención en los centros, fueran capitalistas o socialistas, aunque se difiriera de sus planteamientos.

Al examinar en retrospectiva su larga y fructuosa existencia es dable identificar una sucesión de tiempos o ciclos, configurados por la entrada y radicación en distintos escenarios y la renovación ampliada de su bagaje de ideas, que en cada vuelta logró integrar nuevas dimensiones, sin extraviar jamás sus hilos conductores. Al cerrar su tarea, casi como una predestinación o un anhelo siempre presente, volvió a su tierra de origen, sin perder por ello sus otros vínculos e identidades.

Primero se decanta su tiempo argentino, crisol decisivo para su evolución posterior. Después de graduarse (1923) y ser nombrado profesor de Economía Política de ja Universidad de Buenos Aires (1925-1948), entró al conservador mundo de la banca y las finanzas, culminando esta fase como primer Director del influyente Banco Central de su país (1935-1943). Desde esa atalaya encara el paso desde anos de un período de extraordinario auge hasta las vicisitudes de la gran depresión que, si bien no fueron tan aflictivas como las de otros países del área, remecieron el edificio social y político y también la ideología ortodoxa predominante en lo económico.

Esos años de prueba fueron sin duda el divisor de aguas entre quienes siguieron apegados al principio de que la mejor política era no tener política y aguardar la mudanza espontánea de los vientos y quienes llegaron a la conclusión - por la presión de los hechos y de la reflexión consiguiente - de que algo se debía y podía hacer para contrapesar sus efectos. En las palabras del propio Maestro, “en la elaboración de ideas en esos tiempos iniciales tuvo una gran influencia la depresión mundial. Apremiado entonces por la necesidad de enfrentar las muy adversas repercusiones de aquel fenómeno, tuve que ir arrojando por la borda teorías neoclásicas de las cuales me había nutrido en mi juventud universitaria” (Prebisch, 1981Prebisch, Raúl (1981). Capitalismo Periférico: Crisis y Transformacián, México D. F., Fondo de Cultura Económica. ).

La Argentina no parece haber estado entre las economías que viraron más radicalmente hacia expedientes y objetivos heterodoxos - como ocurrió en Brasil y Chile, por ejemplo. Sin embargo, particularmente en el plano bancario y financiero, su política se afilió con los que procuraron reanimar el mercado interno para contrapesar las restricciones de la coyuntura exterior (Díaz Alejandro, 1983Díaz Alejandro, Carlos (1983). Latin America in the 1930’s. Yale Economic Growth Center. ). Como se ha dicho al respecto, ellos también fueron keynesianos antes que Keynes. Aunque no conocemos una documentación satisfactoria respecto a la influencia del gran economista inglés sobre Prebisch, poca duda cabe de que él pasó a ser una de las fuentes de su revisión heterodoxa, tanto así que escribió uno de los primeros trabajos al respecto en América Latina (Prebisch, 1947Prebisch, Raúl (1947). Introducciôn a Keynes. México D. F. y Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica. ).

Sea como fuere, esa vertiente parece secundaria en el cuerpo teórico que iría construyendo al calor del análisis y las políticas sobre la gran crisis, tanto en el Banco Central como después en su actividad académica y como consultor. En este curso fue abriéndose paso hacia su tiempo latinoamericano. Entró en él con larga proyección porque no se detuvo en los expedientes reactivadores a los que se hizo referencia, sino que continuó preguntándose acerca de los papeles respectivos que habían tenido esos profundos vaivenes en las economías del centro y de la periferia en que las primeras eran los agentes dinámicos y las segundas sus víctimas por reflexión. Y desde allí, progresivamente, fue desentrañando los elementos históricos y estructurales que establecían esa realidad y que tenían su raíz cardinal en lo que llamó “esquema pretérito” de división internacional del trabajo, implantado por la Pax Britannica bajo el palio teórico e ideológico de los economistas clásicos, particularmente Ricardo.

Al asumir el cargo de Secretario Ejecutivo de la CEPAL (1949-1963), pudo continuar y dedicarse plenamente a proseguir ese examen, reuniendo a su alrededor a un grupo de jóvenes economistas que apoyaron su labor y, más tarde, hicieron sus propias contribuciones a· la constitución del pensamiento cepalino.

El escrutinio de aquel molde histórico antes identificado y de sus saldos negativos para la periferia - deterioro de los términos del intercambio, concentración de los frutos del progreso técnico en los centros, cuadros diversos de dependencia para la periferia, etc. - hoy día tan patentes, condujo lógicamente a sus postulaciones positivas. Ellas se resumieron en la tesis de la industrialización comprensiva - más allá del enfoque puramente sectorial - concebida como un instrumento de diversificación estructural encaminado a promover el incremento de la productividad del trabajo, la ampliación de las oportunidades de empleo y el establecimiento de nuevas modalidades de inserción internacional capaces de sobrepasar la mera especialización primario-exportadora.

No es posible abundar aquí estos sobre temas. Importa sí recordar que esos análisis encontraron oídos atentos en otras áreas de la periferia, amén de renovar profundamente el repertorio ideológico tradicional sobre la morfología de la dependencia. No es de extrañar, entonces, que por ese camino se abriera un tercer ciclo del Maestro, que lo sitúa en la UNCT AD, transformado en el portavoz más elocuente y escuchado del Tercer Mundo.

Así y todo, nunca cortó sus lazos con América Latina. Continuó ligado a ella a través del ILPES, instrumento primordial en el desarrollo de las ideas y técnicas sobre planificación y en la formación de personal calificado para llevarlas a cabo. Y ya con 75 años a cuestas se reincorpora plenamente a su casa matriz para emprender otra de sus obras, la Revista de la CEPAL, donde inicia una audaz exploración intelectual: la de desentrañar la naturaleza del que bautizó como “capitalismo periférico”.

Entró ahí sin reservas, pero con la ponderación de siempre, a asociar el análisis económico con las variables sociales y políticas, teniendo como norte la comunión de los objetivos materiales del desarrollo con los requisitos de la equidad y de la convivencia democrática. Su análisis comprensivo y afilado desnudó cuestiones matrices. Y si no escatimó reproches sobre la “sociedad privilegiada de consumo” y su impotencia para darle un empleo socialmente benéfico al excedente económico - real o potencial -, tampoco los ahorró para censurar las desviaciones populistas, el engaño y amenaza de la ilusión inflacionaria o la hinchazón estéril del aparato de Estado. Algunos objetaron el radicalismo de sus ponencias sobre la utilización social del excedente, otros no gustaron de su desconfianza respecto a la extensión desmedida de la propriedad pública y la consiguiente abolición de la privada. Si para unos aparecía como un revolucionario, para otros se veía como un reformista.

En verdad, no era ni una ni otra cosa y más bien podría clasificarse en la categoría de los grandes reformadores, en los que el cambio va de la mano con la continuidad, habiendo tramos distintos en que el acento se coloca sobre uno u otro término. Desde este ángulo, poca duda cabe que el Maestro veía este presente como un tiempo en que el acento debía estar por los cambios.

A la postre, cerró la larga órbita de su periplo por la vida regresando con sus ideas e inquietudes a su propio país, donde colaboró generosa y esforzadamente con la empresa democrática del Presidente Alfonsín.

Admirable y lograda historia. Y si estamos convencidos, como señalábamos al comienzo, de que sus ideas continuarán siendo indispensables para entender la historia latinoamericana de este siglo, tampoco nos cabe duda de que quienes lo conocieron no echarán al olvido su gran calidad humana.

REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  • Díaz Alejandro, Carlos (1983). Latin America in the 1930’s. Yale Economic Growth Center.
  • Prebisch, Raúl (1947). Introducciôn a Keynes. México D. F. y Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
  • Prebisch, Raúl (1981). Capitalismo Periférico: Crisis y Transformacián, México D. F., Fondo de Cultura Económica.
  • 1
    JEL Classification: B32.

Datas de Publicação

  • Publicação nesta coleção
    26 Fev 2024
  • Data do Fascículo
    Jan-Mar 1987
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