La imagen popular de la enfermera que cuida a sus pacientes incluye la jeringuilla y el termómetro. A estos dos instrumentos se le han unido recientemente otros instrumentos electrónicos y recursos digitales. Para muchas personas, estos son ejemplos de tecnologías sanitarias (TS). Pero en realidad, este término tiene un significado mucho más amplio. Abarca no sólo a los dispositivos médicos, sino que también a los medicamentos, los procedimientos médicos y quirúrgicos, los de prevención, diagnóstico y tratamiento de problemas de salud, así como las fórmulas de organización y gestión sanitaria.
Por otro lado, cuando hablamos de evaluación de tecnologías sanitarias (ETS) nos referimos a un proceso de investigación multidisciplinar, para sintetizar la información científica disponible. Esta información se refiere a las consecuencias médicas, sociales, económicas y éticas del uso de una tecnología sanitaria. La síntesis se debe realizar de una manera sistemática, transparente, no sesgada y robusta ( 1 ) .
Como disciplina, la ETS es relativamente joven. Los primeros trabajos se publicaron alrededor de 1970 ( 2 ) . Estos artículos identificaron que una gran parte de los procedimientos usados en los sistemas sanitarios no habían demostrado previamente su eficacia. Paulatinamente, muchos sistemas sanitarios han creado organismos para hacer estudios de ETS, para ayudarles a decidir sobre la incorporación de nuevos procedimientos asistenciales. Estos organismos se han integrado en redes, como la latinoamericana (RedETSA) ( 3 ) o la europea (EunetHTA) ( 4 ) . Trabajando en estas redes, los participantes pueden armonizar los informes y mejorar los procedimientos de ETS. Además, recientemente los pacientes han empezado a participar en estas evaluaciones, proporcionando un importante valor añadido a sus conclusiones.
La digitalización de los cuidados enfermeros necesita de estas evaluaciones, pero no es la única ( 5 ) . La prevención y tratamiento de heridas, el manejo de accesos y reservorios subcutáneos, la canalización de vías, el cuidado de las úlceras, del pie diabético, la prevención de lesiones por presión o los cuidados paliativos, son algunos ejemplos donde la enfermería deberían participar en la evaluación de tecnologías. Para ello, es necesario que estos profesionales tomen conciencia de su papel y se incorporen a los equipos que llevan a cabo este tipo de investigación.
¿Cómo se investiga en ETS? Los datos usados se obtienen de estudios previos. Por ese motivo, las bases de datos son fundamentales para la búsqueda documental. En el campo de la Enfermería disponemos de fuentes bibliográficas específicas (CINAHL, Cuiden, Enfispo, Cuidatge, JBI o EBO Database de la Joanna Briggs Collaboration), unidades de investigación en servicios de salud y cuidados de enfermería, y códigos de diagnósticos enfermeros NANDA/NOC/NIC. Sin duda, estos recursos han contribuido para que los profesionales de la enfermería investiguen en distintos ámbitos: atención primaria, asistencia hospitalaria, instituciones docentes y en las diferentes áreas de gestión sanitaria.
Pero esto no ha ocurrido con la investigación en ETS. Los estudios de ETS sobre cuidados de enfermería son escasos en número. ¿Cuáles pueden ser las razones que expliquen esta situación? Creemos que uno de los motivos es que muchos profesionales entienden equivocadamente que las tecnologías sanitarias son únicamente equipamientos, y de uso hospitalario. Como hemos indicado antes, hay ámbitos de los cuidados y de la organización que también se pueden evaluar. Pueden existir otras razones, como el número reducido de ensayos clínicos que evalúan estas tecnologías en enfermería. Por ello, hay un déficit de evidencias científicamente robustas.
Ello hace que la práctica de la enfermería no esté suficientemente conectada con la toma de decisiones basadas en la evidencia que afectan a los profesionales de la Enfermería. Necesitamos más investigación para evaluar el impacto de las tecnologías sanitarias en los cuidados enfermeros. La ETS es un campo de trabajo multidisciplinar, al que se han ido incorporando profesionales con distintos perfiles, y caben los profesionales enfermeros. Si lo hacen, aportarán visiones muy valiosas para la incorporación de nuevas tecnologías y procedimientos que mejoren los cuidados enfermeros y los resultados de los pacientes.
Referencias bibliográficas
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1. Goodman CS. HTA 101: introduction to health technology assessment [Internet]. Bethesda, MD: National Library of Medicine; 2014 [cited 2024 Mar 04]. Available from: https://www.nlm.nih.gov/nichsr/hta101/HTA_101_FINAL_7-23-14.pdf
» https://www.nlm.nih.gov/nichsr/hta101/HTA_101_FINAL_7-23-14.pdf -
2. Wong J. The History of Technology Assessment and Comparative Effectiveness Research for Drugs and Medical Devices and the Role of the Federal Government. Biotechnol Law Rep. 2014;33(6):221-48. https://doi.org/10.1089/blr.2014.9967
» https://doi.org/10.1089/blr.2014.9967 -
3. Red de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de las Américas [Homepage]. c2023 [cited 2024 Mar 04]. Available from: https://redetsa.bvsalud.org/
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4. European Network for Health Technology Assessment [Homepage]. c2021 [cited 2024 Mar 04]. Available from: https://www.eunethta.eu/
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5. Chen WC, Lee TT. Exploring Nurse’ Use of Digital Nursing Technology. Stud Health Technol Inform. 2024;310:1392-3. https://doi.org/10.3233/SHTI231210
» https://doi.org/10.3233/SHTI231210
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Cómo citar este artículo
Lacalle-Remigio JR, Benot-López S. Nursing participation in health technology assessment. Rev. Latino-Am. Enfermagem. 2024;32:e4245 [cited año mes día]. Available from: URL . https://doi.org/10.1590/1518-8345.0000.4245
Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
04 Nov 2024 -
Fecha del número
2024