Este artículo pretende reflexionar sobre el aislamiento personal y la no comunicación como formas estratégicas de subjetivación, teniendo como referencia las contribuciones de Ogden y de Winnicott que señalan que el aislamiento es una condición necesaria para el proceso de constitución psíquica. Algunos extractos de un caso de un niño que ha vivido una situación traumática muestran aún más la importancia del aislamiento y de la posición autista-contigua en el marco analítico.
Palabras clave:
Aislamiento; no comunicación; posición autista-contigua; situación analítica