El artículo presenta una reflexión sobre las actuales políticas de migración y el status quo del refugiado, circunscribiendo algunas especificidades de su configuración subjetiva. Elementos traumáticos y brechas expresivas en el ámbito de la capacidad representacional se revelan como contingencias, corolario de la exposición reiterada a la precariedad y a la violencia. A partir de algunas herramientas metapsicológicas y de la interlocución entre el psicoanálisis, la cultura y la literatura, se desarrollan los aspectos más relevantes e idiosincrásicos de una clínica del refugio. Para ello, se utiliza como recurso ilustrativo una narrativa de carácter fuertemente autobiográfico: ¿Por qué se cuece el niño en la polenta?, de la escritora rumana Aglaja Veteranyi.
Palabras clave:
Clínica; refugiado; violencia; literatura