El presente artículo aborda la condición contemporánea de persona a partir del examen de noticias acerca de demandas de autorización legal de eutanasia. Se debate el caso de Christian Rossiter, tetraplégico a raíz de un accidente automovilístico, quien en su pedido -concedido por la Suprema Corte de Australia Occidental en agosto de 2009- declaró no poder "realizar sus funciones humanas más básicas, como secarse las lágrimas del rostro". Este reclamo se diferencia de otros cuyos argumentos se centran en el dolor y en el sufrimiento físico. El caso examinado explicita una formulación de la condición de persona en la cual la esfera de las emociones -y su control- es central. El artículo discute el estatuto de las lágrimas en la sociedad occidental contemporánea, enfocando diferencias de género y situaciones radicales de vida/muerte, en las se hace preciso definir límites de la existencia de la persona.
eutanasia; emociones; género; sufrimiento; persona