INVESTIGACIÓN BASADA EN EL ARTE PARA MITIGAR EL RACISMO/COLORISMO Y MEJORAR LA SALUD

En mi carácter de investigador especializado en trabajo social multidisciplinario, he producido y publicado trabajos académicos en asociación con colegas en las áreas de Enfermería, Medicina y Salud Pública, entre otras. Texto e Contexto Enfermagem ofrece una excelente plataforma para establecer la posición histórica del arte en la práctica de Enfermería basada en evidencia y la investigación más allá del concepto profundamente establecido de la Enfermería como una combinación de ciencia y arte: conocimiento y habilidad1^,2. Ya a principios de la década de 1990, la investigación en Enfermería había incorporado técnicas y actividades basadas en el arte (fotografías, dibujos/pósteres o collages y técnicas de confección de mapas) dirigidas a mejorar la salud y el bienestar. Más recientemente, la Enfermería ha perfeccionado el campo del “arte en investigación” al demostrar, por ejemplo, de qué manera la competencia narrativa puede utilizarse como estrategia para comprender los hechos y las narrativas asociados con la existencia humana (“paciente”)3. La medicina narrativa y basada en cuentos también surgió como una estrategia en prácticas de Enfermería, Medicina y Trabajo Social4. En su carácter de profesión solidaria cuyos valores incluyen la dignidad del ser humano y en sociedad con profesiones afines, la Enfermería puede impulsar el progreso de la investigación sobre el racismo, quizás la amenaza más grave para la humanidad y la salud humana.

La Enfermería se ha levantado contra el racismo. La reciente oleada de asesinatos de personas negras no armadas a manos de policías y las disparidades raciales puestas en relieve por la pandemia de COVID-19 han generado una ola de “investigación anti-racismo” tanto en los Estados Unidos de América (USA) como en el resto del mundo, dando origen a la siguiente pregunta: ¿Qué sabemos sobre las causas raíz del racismo y qué podemos hacer al respecto? Profesionales de la salud de todo el planeta han asumido el compromiso de mitigar el racismo y mejorar la salud. Por ejemplo: en 2021, organizaciones de Enfermería líderes en USA crearon la Comisión Nacional para Combatir el Racismo a fin de examinar y enfrentar el racismo individual y sistémico enfocándose en su efecto sobre enfermeros, pacientes, comunidades y sistemas de salud5. La comunidad científica ha aportado conocimientos conceptuales y epidemiológicos sobre el impacto negativo de la violencia hacia Personas Negras, Indígenas y de Color (NIPDC) y de las desigualdades en términos de prevención y tratamiento de enfermedades entre individuos del colectivo NIPDC6. La literatura sociológica demuestra disparidades raciales y sus efectos sobre inestabilidad de vivienda, vecindarios inseguros, movilidad económica7, segregación residencial y desigualdades en materia de salud8. Esta clase de literatura tiene serias limitaciones, tal como se indica a continuación.

A principios del Siglo XVIII, Carl Linnaeus introdujo una clasificación compuesta por cuatro subespecies humanas (Americanus [americanos], Europaeus [europeos], Asiaticus [asiáticos] y Afer [africanos]), en parte caracterizadas por sus colores/tonos de piel. Esta clasificación es reduccionista e incompleta. Por ejemplo: como tengo piel clara en invierno y parda en verano, mi aspecto físico nunca coincidió con los colores que estableció Linnaeus dos siglos antes de que naciera. Soy parte de miles de millones de personas en todo el mundo con una amplia gama de tonos de piel. Al haber crecido en Brasil, aunque nuestro pueblo posee diversos tonos de piel que incluso pueden cambiar según la estación del año, los que tenemos piel más clara nos vimos alentados a identificarnos como “blancos”. Hasta aquí he presentado el "colorismo": los privilegios percibidos y reales que tuve cuando estuve entre personas con pieles más oscuras que la mía, y los que no tuve cuando estuve entre individuos con pieles más claras que la mía.

Los enfoques reduccionistas que describen al racismo como una actitud personal no hacen otra cosa que enturbiar las normas y políticas sociales racistas que afectan la vida de las personas NIPDC. A fin de refinar los discursos actuales, debemos organizar el “racismo” en al menos cuatro tipos diferentes. El Racismo internalizado incluye creencias propias sobre la superioridad o inferioridad de una raza sobre otra. El Racismo interpersonal hace referencia a interacciones sociales en las que personas con piel más clara atacan a individuos NIPDC en forma verbal, física y/o social. El Racismo institucional se refiere a prácticas/normas discriminatorias en instituciones privadas y públicas y entidades gubernamentales que derivan en consecuencias injustas, privilegiando a personas con piel más clara (por ejemplo: mejores salarios). El Racismo estructural se refiere a políticas/leyes que priorizan la salud, los privilegios socioeconómicos y la seguridad y bienestar físico generales de las personas con piel más clara.

Espero que este editorial sirva como llamamiento a trabajos de investigación y autoetnográficos que impliquen prácticas artísticas como herramientas para corregir el racismo/colorismo y mejorar la salud. En mi carácter de inmigrante a USA proveniente de Brasil (“Sur Global”) e investigador multidisciplinario, me siento obligado a instar a la comunidad científica de Enfermería y de otras disciplinas a explorar aspectos de la supremacía blanca global y el sometimiento del colectivo NIPDC. Debemos utilizar diversas herramientas (especialmente el arte) para analizar las normas sociales que constituyen la supremacía blanca y permiten la continuidad de políticas racistas que perjudican a las personas del colectivo NIPCD. De hecho, la Organización Mundial de la Salud examinó más de 3000 estudios y concluyó que la exposición a expresiones artísticas puede promover tanto la salud como el bienestar9. Otro ejemplo que puede mencionarse es una revisión de la literatura en la que se demuestra que las personas encarceladas (la mayoría perteneciente al colectivo NIPDC) pueden mejorar su bienestar si se las expone a ciertas prácticas musicales10.

La persistencia de la supremacía blanca perjudica a las personas NIPDC y contribuye al surgimiento de disparidades socioeconómicas y de salud11. La literatura en salud, incluidos estudios epidemiológicos y sociológicos, sobre el tema de la identidad racial es limitada y muchas veces carece de una perspectiva global sobre los innumerables tipos de racismo y colorismo y sus nefastas consecuencias para la salud de las personas y las comunidades. Este tipo de literatura se ha esforzado poco por mitigar actitudes, normas sociales y conductas racistas. No obstante, las publicaciones emergentes e innovadoras demuestran cómo los métodos etnográficos y de investigación basada en el arte pueden ayudar a mitigar el racismo12^-14. Por ejemplo: en mi montaje, Realm of the Dead (El Reino de los Muertos)15, tanto el contenido visual como la narrativa escénica generaron debates sobre cómo se adaptan los inmigrantes a identidades raciales reduccionistas y aprenden a elaborar un sentido de identidad/pertenencia en USA. Al igual que cómo diversos investigadores del Sur Global perciben, interpretan y luchan contra el racismo y el colorismo y pueden contribuir a generar una base de conocimiento global e inclusivo con perspectivas históricas, sociológicas y culturales. El Sur Global tiene mucho que ofrecer en términos de soluciones para ayudar a que Norte Global dirija su participación directa en el racismo y su continuidad en sus innumerables formas en todo el planeta.

Tal vez podríamos enfocarnos en la Conciencia crítica como una herramienta para mitigar los efectos del racismo. El educador brasileño Paulo Freire afirmó que los seres humanos tienen la facultad de iniciar acciones personales y colectivas contra la opresión16. Un trabajo de investigación ha demostrado que la Conciencia crítica puede lograr movilización hacia acciones anti-racistas y mejorar la salud (por ejemplo: reducir el consumo de drogas)17. Desde la década de 1970, los científicos sociales han utilizado el “diálogo comunitario” en torno a obras de arte para mejorar la Conciencia crítica entre grupos específicos de oprimidos y tipos de opresión (por ejemplo: racismo). El diálogo comunitario que valora una obra de arte aprovecha la curiosidad innata del ser humano para evaluar las fuerzas socio-políticas que perpetúan los privilegios y la opresión. Las formas de arte que confrontan al racismo generan autoempatía y hacia los demás en los espectadores, a la vez que los motivan a iniciar acciones para derribar las normas racistas en las instituciones y la sociedad.

La Figure 1 nos ayuda a ver de qué manera las prácticas artísticas pueden servir como intervención que alienta e inspira a diversos públicos a participar en la Valoración del contenido y en las Reflexiones personales sobre sus identidades raciales y el racismo internalizado. Los Diálogos comunitarios pueden involucrar al público en debates auténticos para identificar posibles fuentes de racismo interpersonal. Las formas de arte interactivas pueden generar conversaciones sobre el racismo institucional y su relación con el colectivo NIPDC. Estar frente a obras de arte puede inspirar a las personas a involucrarse activamente (por ejemplo: campañas para redactar cartas, voluntarismo) con potencial para ayudar a desmantelar el racismo estructural.

Figura 1-
Conciencia crítica para mitigar el racismo y mejorar la salud.

Hasta el momento, la literatura no ha explorado los matices del racismo en grupos de personas con tonos de piel extremadamente variables. El marco conceptual que acabo de ofrecer podría servir como base para trabajos de investigación con el objetivo de desvelar formas innovadoras de emplear prácticas artísticas para mejorar la Conciencia crítica, mitigar el racismo y promover la salud física y mental. Recomiendo que la investigación histórica, autoetnográfica y descriptiva contextualice el efecto del racismo en general y del colorismo en particular sobre la salud, especialmente en países latinoamericanos, donde el mestizaje es omnipresente y produce amplias variaciones de tonos de piel. También recomiendo trabajos de investigación predictiva, que podrían dilucidar el grado en el cual el racismo en general, como así también en la forma de colorismo, afecta innumerables resultados en materia de salud (por ejemplo: mortalidad infantil, salud materna y acceso a atención médica, entre muchos otros). Sin embargo, la investigación predictiva sobre disparidades raciales no aborda plenamente la supremacía blanca como un problema de gran magnitud ni las normas sociales que perpetúan el racismo. Aunque el racismo y colorismo anti-negro son un fenómeno racial, gran parte de la investigación actual se concentra en los Estados Unidos y en países europeos. La diseminación de esta clase de investigación se limita a medios de divulgación científica inaccesibles para la mayoría de las personas en todo el mundo, particularmente en el Sur Global. En consecuencia, es deber de las revistas científicas en América Latina fomentar la investigación anti-racismo con vistas a promover la salud y prevenir enfermedades. Este tipo de investigación podría beneficiarse de dos ramas de la investigación basada en el arte, a saber: Investigación Comprometida y de Diseño, centrada en averiguaciones referentes a públicos y colaboradores; e Investigación dirigida por la Práctica, guiada por trabajos inspirados en el desempeño18. Ambas clases fomentan combinar métodos visuales y escénicos para ayudar a que el público desarrolle Conciencia crítica y mejore su salud.

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Fechas de Publicación

• Publicación en esta colección
  21 Jun 2024
• Fecha del número
  2024

Histórico

• Recibido
  07 Nov 2023
• Acepto
  12 Dic 2023