Este artículo se centra en dos cuestiones fundamentales: el papel de la historia como un testigo clave de los acontecimientos, los momentos o los cambios en la historia; y el papel de la historia en el actual desarrollo de la identidad - la identidad de los individuos, grupos, naciones y generaciones. Concluyo con algunas observaciones sobre la forma en que el estudio y la enseñanza de la historia puede ser abordada. Mi argumento tiene varias vertientes: en primer lugar, la historia es útil en las especificidades - a veces hay historias que no debemos olvidar. Tenemos esa deuda con los testigos. Cada cultura posee esos momentos de recuerdo. Algunos, como el de Hiroshima o el Holocausto, pertenecen a toda la humanidad. En segundo lugar, existen historias que es sabio no olvidar - nosotros deberíamos aprender con los errores de los que vinieron antes de nosotros y nos mostraron algo de su sabiduría. Por último, demuestro que la amnesia histórica es peligrosa. La memoria es necesaria - necesitamos saber quiénes somos si queremos tener alguna esperanza de saber hacia dónde vamos.
Historia de la enfermería; Memoria; Identidad