Con la implementación el año pasado de su Política de Acceso Abierto al Conocimiento, de carácter obligatorio, la Fiocruz superó la discusión sobre la validez del movimiento por el acceso abierto a la información científica certificada por pares y contribuyó eficazmente con su avance. La política contempla las dos estrategias principales de este movimiento: la vía dorada, que estimula la creación de una nueva generación de revistas científicas comprometidas con el acceso abierto y la conversión de las ya existentes para acceso abierto; y la vía verde, que promueve la adopción de repositorios institucionales digitales para el archivado, por los propios autores, de los artículos científicos ya publicados o aprobados para su publicación, con autorización de los editores.
El movimiento por el acceso abierto al conocimiento científico es un esfuerzo de los profesionales vinculados a la comunicación científica para hacer realidad el acceso on line sin restricciones a la literatura publicada en revistas científicas. Este movimiento surgió a finales de la década de 80 debido a dos factores: una reacción a “la crisis de los periódicos” causada por editoras comerciales que aplicaban aumentos sucesivos en el precio de las suscripciones de revistas científicas, lo que llevaba a las bibliotecas de instituciones académicas y de investigación a realizar recortes drásticos en la adquisición; y la insatisfacción de los investigadores con la escasa visibilidad de los resultados de sus investigaciones, debida a un modelo restrictivo y anacrónico de publicación de artículos científicos en revistas cerradas. Además de estos dos factores, el movimiento se vio favorecido por la etapa de desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y de la Internet, que propiciaron la creación de alternativas de publicación de bajo costo y amplia circulación.
Consideradas marcos del movimiento por el acceso abierto al conocimiento científico, tres reuniones –celebradas en Budapest (2001), Bethesda (2002) y Berlín (2003)– definieron las estrategias que estructuraron la implantación de un nuevo modelo de comunicación científica. Un modelo en el que el acceso a la literatura científica es digital, on line, gratuito y libre de obstáculos, tales como los derechos de autor y los financieros. El movimiento preconizaba la participación de la comunidad científica y de los gobiernos, lo que ya ocurrió en casi todas partes del mundo. Hoy, el movimiento tiene que avanzar y definir una solución de modelo sostenible que haga factible el costo de la publicación científica en acceso abierto, que a lo largo de los años de desarrollo ha venido adoptando preferiblemente el modelo financiado por el autor. Una idea que no ha prosperado como debería es la transferencia de ese costo a las instituciones y agencias de fomento a la investigación. Desde 2014, la Comisión Europea ha reembolsado los costos iniciales de los editores que autorizan el acceso abierto.
Con el reciente lanzamiento del Portal de Periódicos <http://periodicos.fiocruz.br/pt-br>, la Fiocruz cumple de alguna manera las directrices de la vía dorada, porque potencializa el accesoon line gratuito y sin barreras a una parte importante de información científica en el área de la salud, producida en Brasil y en el exterior. Las siete revistas publicadas por la Fundación, entre ellasTrabalho, Educação e Saúde, están ahora reunidas en un único espacio y se convierten en partícipes de lo que Pierre Levy clasificó como uno de esos raros momentos en que una civilización se inventa a sí misma, por lo que pronto habremos pasado de una humanidad a otra, refiriéndose a los cambios drásticos causados por una cibercultura que vino para quedarse.
En cuanto a la vía verde, la Política de Acceso Abierto de la Fiocruz fortaleció el repositorio institucional Arca, capilarizándolo para todas sus unidades. Más allá de la obvia visibilidad que los autores y los artículos ganarán, la institución hizo constatar en la política la concesión de financiamiento de tasas de procesamiento de artículos con el fin de estimular a sus investigadores a que opten por la publicación de resultados de investigación en revistas científicas de acceso abierto, lo que facilitará el archivado en el repositorio Arca. Después de un año de la implantación de la política y de la expansión del Arca, ¿no habrá llegado la hora de establecer los criterios para ese financiamiento institucional en un reglamento? Esto podría llegar a desarrollar y consolidar la política, porque sería un incentivo para que nuestros investigadores llevaran a cabo el autoarchivo en el repositorio. Se entiende que, si la investigación se financia con dinero público, los resultados en forma de artículos científicos deben estar abiertos al acceso de la sociedad.
En América del Sur, algunos países ya promulgaron leyes para hacer obligatorio el depósito de artículos científicos que divulguen los resultados de investigaciones financiadas con recursos públicos en los repositorios digitales de acceso gratuito. Los países europeos han ido más lejos. Quieren todos los artículos con financiamiento público en acceso abierto para el año 2020. Además, la Agenda Digital para Europa ha establecido una política de acceso abierto a datos de investigación y reutilización y realiza investigaciones sobre la preservación digital. Mientras tanto, en Brasil, el proyecto de ley n. 387 del Senado, que hace obligatorio el depósito de artículos científicos que divulguen resultados de investigaciones financiadas con recursos públicos, se tramita desde hace años en el Congreso Nacional sin una definición, una situación que debería convertirse en una gran bandera de lucha para ser empuñada por los actores del quehacer científico.
Con estos dos logros: el repositorio renovado y el portal, y la naciente plataforma de Recursos Educativos en Acceso Abierto (REA), impulsados por una política de acceso abierto actual, la Fiocruz se habilita para tener una voz más fuerte y organizada en una arena poco acostumbrada a los debates, en la cual titulares de poder lanzan propuestas excluyentes de internacionalización de la ciencia brasileña, sin una amplia discusión con la mayoría de los responsables de la publicación científica en Brasil. En el mismo escenario, imponen una verdadera política de información científica sobre la base, simplemente, de frías cifras obtenidas en estadísticas producidas por herramientas modernas de software e índices métricos de citaciones creadas hace 50 años para orientar el mercado de compra de suscripciones de revistas científicas. Se desprecia, por ejemplo, una definición de políticas científicas para el país, como la intensificación de programas que ya existen de posgrado, stricto sensu, en el exterior, con el objetivo de llevar a cabo investigaciones en colaboración con investigadores extranjeros.
Por haber forjado una dimensión tecnológica, tanto en la producción y publicación de revistas científicas como en la construcción de repositorios, ambos colocados en la Internet, el modelo de acceso abierto exige un nuevo tipo de formación profesional. No obstante, no existen propuestas concretas de calificación para los que trabajan en el proceso de comunicación científica. Tampoco hay financiamiento suficiente para hacer frente a los criterios de publicación científica cada vez más exigentes y costosos, como la obligación de traducción de artículos científicos al inglés y la elaboración de un plan de marketing y divulgación, lo que refuerza el modelo de acceso abierto, en el cual, el autor paga la publicación de su artículo. En países centrales, estos costos son absorbidos fácilmente. En cambio, en países periféricos, hay grandes dificultades para sufragarlos.
La solución, según Jean-Claude Guédon, investigador de la Universidad de Montreal, es hacer ciencia para nuestras propias necesidades y demanda social, buscando en una alianza con socios naturales consolidar la cooperación Sur-Sur. El movimiento por el libre acceso a la información científica puede desempeñar un papel importante para apalancar la ciencia en países de la región, que experimentan las mismas inequidades y que presentan determinaciones sociales similares para procesos tales como la salud y la educación.
Paulo Cezar Vieira Guanaes
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May-Aug 2015
