Open-access Democracia, desarrollo y cooperación internacional: el caso de Nicaragua

Resúmenes

Este artículo analiza las diferentes concepciones de democracia y desarrollo existentes entre diferentes actores que forman parte de un programa de ayuda al desarrollo, a partir del análisis de un programa de cooperación internacional llevado a cabo en Nicaragua, del que forman parte varios países europeos, ONG´s internacionales y organizaciones de sociedad civil locales. Considerando que estos actores tienen diferentes referencias, discursos y acciones en relación a lo que entienden por desarrollo y democracia, busco percibir cómo la relación entre ellos opera en la disputa por esos significados. Más allá de una vía sencilla de imposición de prácticas por parte de la cooperación, consideramos que hay una serie de mecanismos complejos a través de los cuales se asimilan lógicas de actuación. La discusión propuesta en este artículo se inserta en el debate sobre los mecanismos de actuación de las agencias de cooperación internacional y la ayuda para el desarrollo, y especialmente sobre el rol de estos en la conformación de un "orden global" basadas esencialmente en valores de democracia y desarrollo fuertemente marcados por un cuño liberal e institucional

cooperación internacional; democracia; desarrollo; Nicaragua


Este artigo analisa as diferentes concepções de democracia e desenvolvimento existentes entre diferentes atores que são parte de um programa de ajuda para o desenvolvimento, a partir de um programa de cooperação internacional executado na Nicaragua por vários países europeus, ONGs internacionais e organizações de sociedade civil locais. Considerando que estes atores têm diferentes referências, discursos e ações sobre o que entendem por desenvolvimento e democracia, neste artigo buscamos entender como a relação entre eles opera na disputa sobre estes significados. Mais do que uma simples via de imposição de práticas por parte da cooperação, consideramos que existe uma série de complexos mecanismos através dos quais se assimilam lógicas de atuação. A discussão aqui proposta se insere no debate sobre os mecanismos das agências de cooperação internacional e ajuda para o desenvolvimento, e especialmente sobre seu papel em construir uma "ordem glogal" ancorada nos valores de democracia e desenvolvimento fortemente marcados por valores liberais e institucionais.

cooperação internacional; democracia; desenvolvimento; Nicarágua


This paper analyzes the different conceptions of democracy and development held by distinct actors who participate in an international development program in Nicaragua, involving several European countries, international NGOs and local civil society organizations. The article seeks to understand how the relationship between these actors is crucial to an understanding of the dispute over these meanings. Rather than a simple imposition of practices by international aid agencies, we believe that there are a number of complex mechanisms through which specific logics of action are assimilated. The proposed discussion is part of the debate about the mechanisms of international aid agencies and development aid, and especially about their role in shaping a "global order" essentially anchored in values of democracy and development strongly marked by liberal and institutional values.

international aid; development; democracy; Nicaragua


DOSSIER "ANTHROPOLOGY, COOPERATION AND DEVELOPMENT"

Democracia, desarrollo y cooperación internacional: el caso de Nicaragua1

Ana Marcela Sarria; Marcelo Kunrath Silva

Universidade Federal do Rio Grande do Sul - UFRGS

ABSTRACT

This paper analyzes the different conceptions of democracy and development held by distinct actors who participate in an international development program in Nicaragua, involving several European countries, international NGOs and local civil society organizations. The article seeks to understand how the relationship between these actors is crucial to an understanding of the dispute over these meanings. Rather than a simple imposition of practices by international aid agencies, we believe that there are a number of complex mechanisms through which specific logics of action are assimilated. The proposed discussion is part of the debate about the mechanisms of international aid agencies and development aid, and especially about their role in shaping a "global order" essentially anchored in values of democracy and development strongly marked by liberal and institutional values.

Keywords: international aid, development, democracy, Nicaragua

RESUMEN

Este artículo analiza las diferentes concepciones de democracia y desarrollo existentes entre diferentes actores que forman parte de un programa de ayuda al desarrollo, a partir del análisis de un programa de cooperación internacional llevado a cabo en Nicaragua, del que forman parte varios países europeos, ONG´s internacionales y organizaciones de sociedad civil locales. Considerando que estos actores tienen diferentes referencias, discursos y acciones en relación a lo que entienden por desarrollo y democracia, busco percibir cómo la relación entre ellos opera en la disputa por esos significados. Más allá de una vía sencilla de imposición de prácticas por parte de la cooperación, consideramos que hay una serie de mecanismos complejos a través de los cuales se asimilan lógicas de actuación. La discusión propuesta en este artículo se inserta en el debate sobre los mecanismos de actuación de las agencias de cooperación internacional y la ayuda para el desarrollo, y especialmente sobre el rol de estos en la conformación de un "orden global" basadas esencialmente en valores de democracia y desarrollo fuertemente marcados por un cuño liberal e institucional

Palabras clave: cooperación internacional, democracia, desarrollo, Nicaragua

RESUMO

Este artigo analisa as diferentes concepções de democracia e desenvolvimento existentes entre diferentes atores que são parte de um programa de ajuda para o desenvolvimento, a partir de um programa de cooperação internacional executado na Nicaragua por vários países europeus, ONGs internacionais e organizações de sociedade civil locais. Considerando que estes atores têm diferentes referências, discursos e ações sobre o que entendem por desenvolvimento e democracia, neste artigo buscamos entender como a relação entre eles opera na disputa sobre estes significados. Mais do que uma simples via de imposição de práticas por parte da cooperação, consideramos que existe uma série de complexos mecanismos através dos quais se assimilam lógicas de atuação. A discussão aqui proposta se insere no debate sobre os mecanismos das agências de cooperação internacional e ajuda para o desenvolvimento, e especialmente sobre seu papel em construir uma "ordem glogal" ancorada nos valores de democracia e desenvolvimento fortemente marcados por valores liberais e institucionais.

Palavras-chave: cooperação internacional, democracia, desenvolvimento, Nicarágua

Para un lector asiduo de periódicos en Nicaragua, es muy común leer semanalmente noticias sobre eventos y declaraciones de agencias de cooperación internacional que actúan en el país. Al viajar por la carretera, uno puede ver en diversos lugares rótulos con diferentes banderas europeas, japonesas, estadounidenses, anunciando proyectos de infraestructura donados por agencias bilaterales y ONGs internacionales. En la mayoría de las comunidades rurales de los muchos municipios pobres del país, líderes comunitarios le pueden mencionar fácilmente, a un visitante, más de un proyecto reciente donado por "la cooperación".

Aunque la práctica de cooperación internacional para ejecución de proyectos de desarrollo sea un fenómeno existente en todos los países latinoamericanos, y aunque se presenta de diferentes maneras dependiendo del país, Nicaragua ha sido un país emblemático en este tema. Por diversas razones que analizaremos más adelante, este país ha sido, en el continente, uno de los que ha recibido mayores volúmenes de recursos2, de una gran variedad de fuentes, en el formato de lo que se suele llamar cooperación internacional o, más recientemente, ayuda para el desarrollo.

En el caso específico de Nicaragua, la abundancia de financiamiento proveniente de la cooperación internacional en las últimas dos décadas ha llevado a que este país sea considerado como "mimado" por los propios donantes (O´Neill 2004). Los principales enfoques de estas inversiones han sido programas para el desarrollo económico y social del país, al igual que el fortalecimiento institucional del gobierno con el objetivo de consolidar una democracia representativa estable. A pesar de eso, los índices de pobreza siguen siendo muy elevados, la economía sigue siendo muy inestable y dependiente de otros países, y recientes confrontaciones políticas evidencian la fragilidad de la institucionalidad política nicaragüense.

Por qué, a pesar de los millones de dólares invertido en las últimas décadas con el objetivo de disminuir la pobreza, no hay cambios sustanciales en los índices de desarrollo que se pretende alcanzar? Ésta no es la preocupación central de este artículo, pero sirve de trasfondo por ser una de las principales cuestiones que han llevado a un aumento de los análisis sobre el campo de la ayuda para el desarrollo. En la medida en que crecen, además del volumen de recursos manejados en esta modalidad, las estructuras internacionales que regulan este fenómeno y los impactos locales que genera, es cada vez más pertinente discutir de qué cooperación estamos hablando. Asimismo, no se trata apenas de transferencia de recursos económicos, sino, y principalmente, de la consolidación de concepciones y prácticas sobre aspectos centrales de la vida de personas y países enteros, como son, por ejemplo, los modelos de producción, las políticas de educación y salud, las prioridades de inversión en infraestructura, y la construcción del "desarrollo" y "la democracia".

La discusión propuesta en este artículo se inserta en el debate sobre los mecanismos de actuación de las agencias de cooperación internacional y la ayuda para el desarrollo, y especialmente sobre el rol de estos en la conformación de un "orden global" basadas esencialmente en valores de democracia y desarrollo fuertemente marcados por un cuño liberal e institucional (Cornwall 2007, Mosse 2005, Bebbington & Riddel 1995, entre otros). Esta literatura apunta constantemente para la asimetría existente en las relaciones de poder entre las organizaciones donantes de los países más ricos (en general europeos y norteamericanos) y las organizaciones receptoras y ejecutoras de recursos en los países más pobres.

Como el espectro de posibilidades analíticas en este tema es inmenso, este artículo se propone a analizar un programa específico de cooperación internacional en Nicaragua. La elección por ese programa especialmente se da, además de las oportunidades personales que me llevaron a tener acceso a él, porque considero que éste expresa de manera muy clara la complejidad de las estructuras internacionales que conforman el campo de la cooperación internacional. El esfuerzo de este artículo es entender las concepciones y prácticas de desarrollo y democracia presentes en este programa, cómo se definen, y cómo interactúan con las concepciones y prácticas presentes en las organizaciones civiles nicaragüenses que son sus contrapartes. Considerando que estos actores tienen diferentes referencias, discursos y acciones en relación a lo que entienden por desarrollo y democracia, busco percibir cómo la relación entre esas concepciones se influencian mutuamente y cómo se resuelve la disputa por esos significados.

El programa de cooperación internacional en cuestión es el Fondo Común de Apoyo a la Sociedad Civil para la Gobernabilidad Democrática de Nicaragua, que recibe donaciones de ocho agencias de cooperación bilateral y es administrado por cuatro ONGs internacionales3 en ese país centroamericano. El programa consiste en financiar y dar soporte técnico a proyectos de organizaciones sociales4 nicaragüenses que trabajen para fortalecer la sociedad civil, promover espacios de participación ciudadana, demandar derechos y mecanismos de control social de políticas en los niveles municipal, regional y nacional.

La investigación que embasa este artículo se fue diseñando en la medida en que me llamaba la atención la enorme presencia de organismos de cooperación internacional, y su fuerte influencia económica y política en Nicaragua, durante una experiencia como voluntaria en la ONG Oxfam Gran-Bretaña en ese país, en el segundo semestre de 2007. Los datos que alimentan este trabajo resultan principalmente de observaciones y apuntes mientras trabajé como voluntaria en el Fondo Común, y posteriormente de un estudio de campo con mayor rigor metodológico y ya con el enfoque de esta investigación, realizado en los meses de febrero y marzo de 2010.

La principal preocupación aquí no es solamente percibir cuánto las organizaciones internacionales donantes tienen la capacidad de definir lo(s) sentido(s) en que, y la(s) manera(s) como serán trabajados estos temas; o, en contraposición, cuánto las organizaciones locales nicaragüenses tienen autonomía para operar de acuerdo con concepciones propias de democracia y desarrollo. Evitando asumir una postura dicotómica que considera que hay una vía de una sola dirección, de imposición de valores y acciones por parte de la cooperación internacional sobre la sociedad civil local, prefiero abordar las relaciones y los detalles en los que se perciben disputas e influencias mutuas, que llevan a una convergencia - o no - de valores y concepciones entre esas organizaciones (Mosse 2005).

Cooperación y desarrollo

La cooperación para el desarrollo surgió en la primera mitad del siglo XX, a partir de organizaciones de ayuda mutua en algunos países, y luego se fueron extendiendo para otros países más necesitados. Después de la segunda guerra mundial, la cooperación entre países se fortaleció, inicialmente para la reconstrucción de la infraestructura destruida por la guerra en Europa, manteniéndose y expandiéndose posteriormente, especialmente debido a las transformaciones en la geopolítica, a partir de la creación de las Naciones Unidas y del crecimiento del sistema multilateral y supranacional de cooperación.

Desde ese entonces hasta los días actuales, la cooperación internacional pasó por diferentes momentos, y fue ejercida a través de diferentes modalidades. A lo largo de la década de 1990 y el inicio de los años 2000, la variedad de organismos en este sector aumentó gradualmente, al igual de el volumen de recursos movidos por ellos, pudiendo ser consideradas como tal las instituciones del sistema Bretton Woods, organismos del sistema Naciones Unidas, agencias de países cooperando bilateralmente con otros, gobiernos regionales y municipales cooperando con regiones y municipios de otros países, al igual que organizaciones religiosas, fundaciones, movimientos sociales y ONGs internacionales de fondos privados.

La actuación de estas agencias y organizaciones donantes varía de acuerdo a la posición que cada una ocupa, si son gubernamentales o no gubernamentales, el país de donde son y si tienen una filiación política. A pesar de eso, lo que la mayoría de estas instituciones comparte son dos características importantes: son originarias de países ricos, en su mayoría europeas, norteamericanas y de potencias económicas asiáticas; y amparan sus discursos y prácticas centralmente en el concepto de desarrollo, asumiendo en la promoción del mismo una postura occidental normativa, globalizante y homogeneizadora.

A pesar de haberse fortalecido en las últimas dos o tres décadas, la idea de desarrollo pasa a ser denominada de esa manera a partir de la Segunda Guerra Mundial5. Este fue, incluso, uno de los únicos tópicos en los que los discursos de los dos bloques de la guerra fría coincidían explícitamente: la necesidad de llevar desarrollo al "tercer mundo" (Rist 2007: 486). Al surgir sin muchas definiciones profundizadas, el concepto generalmente tuvo su significado imbricado en la idea de progreso, que supuestamente sería capaz de llevar mejores condiciones de vida a los países más pobres - aunque, en su momento, cada bloque de la guerra fría propusiera diferentes sistemas socio-económicos para alcanzarlas.

La concepción hegemónica de desarrollo establece una serie de metas que deben ser alcanzadas por los países "en desarrollo" en el caso de que quieran, en algún momento, convertirse en "desarrollados". En esa lógica, están presentes ideales económicos y políticos, en los que "modernización económica y modernización política son [...] asociadas, la primera identificándose al progreso del mercado, la segunda al progreso de la democracia parlamentar" (Peemans 2004:2996). Por lo tanto, no es coincidencia que el desarrollo promovido principalmente por las agencias multilaterales, y también por agencias bilaterales, esté en consonancia con los discursos de diversos gobiernos de países del norte, y contiene la necesidad de reformas políticas basadas en modelos (neo)liberales de democracia y gobernabilidad.

Propongo, aquí, entender el discurso de desarrollo como "una serie de creencias y suposiciones sobre la naturaleza del progreso social, más que cualquier cosa más precisa" (Rist 2007: 4857). La idea de que se trata de una creencia "moderna generalizada y fuertemente arraigada" (idem:4878) también es propuesta por Ribeiro, que considera que la noción de desarrollo "parte de un amplio sistema de creencias marcado por matrices culturales de Occidente" (Ribeiro 2008: 1199).

De esa manera, estos autores sugieren que, a pesar de surgir a mediados del siglo XX, la idea de desarrollo puede ser pensada como continuidad de ideales iluministas, basándose en la idea de progreso y reforzando una ideología universalista. Ribeiro insiste en el hecho que "su importancia para la organización de relaciones sociales, políticas y económicas hizo que antropólogos lo consideraran cono 'una de las ideas básicas de la cultura europea occidental moderna', 'algo como una religión secular', incuestionada, una vez que 'oponerse a ella es una herejía casi siempre severamente punida'" (Ribeiro 2008: 11710).

Especialmente por el esfuerzo constante de darle un sentido positivo a la palabra desarrollo, "que deriva tanto de su existencia supuestamente 'natural', como de su inclusión en un grupo de creencias incuestionables" (Rist 2001: 48811), su diseminación fue amplia en la segunda mitad del siglo XX. De esa manera, el concepto fue aplicado a diversos proyectos llevados a cabo tanto por gobiernos, como por agencias internacionales, ONGs, universidades y los más diversos actores. Las críticas al modelo de desarrollo a lo largo de estas décadas se expresaron principalmente en el sentido de agregarle otros adjetivos, tratando de calificarlo, como desarrollo alternativo, sostenible, local, participativo, etnodesarrollo, etc., pero difícilmente apareciendo la posibilidad de romper con el ideal mismo de desarrollo como progreso.

En ese sentido, los conceptos de desarrollo y democracia, en el contexto de la actuación de las organizaciones de cooperación internacional, pueden ser consideradas lo que en la literatura de lengua inglesa se ha llamado buzzword (Cornwall 2007). Eade sugiere que esas palabras tienen una "multitud de significados y sentidos, dependiendo de quién las está usando y en qué contexto [...] [y generalmente] parecen expresar una cosa, pero son usadas en la práctica para decir algo bastante distinto, o de hecho no tienen un sentido real" (Eade 2007: 168). La autora apunta también para la capacidad del vocabulario sobre desarrollo de ser "al mismo tiempo descriptivo y normativo" (ibídem12). Otro elemento importante levantado por esta interpretación es la capacidad de colonización del discurso: la autora hace énfasis en cómo los "conceptos y el lenguaje del desarrollo internacional están embebidos en la cultura de los donantes de Europa del norte y de América del Norte y de las agencias multilaterales que ellos controlan ampliamente" (Eade 2007:46713), lo que Escobar apunta también como una colonización de la realidad por un discurso históricamente construido (Escobar 1996: 23).

El hecho de que este discurso sea hegemónico no puede, sin embargo, llevarnos a pensar que es también homogéneo. Como mencionamos anteriormente, diverso actores están involucrados en el proceso de diseminación del concepto, desde estados nacionales, pasando por agencias multilaterales, llegando a ONGs y organizaciones de países del sur que se proponen a "generar desarrollo". A lo largo de ese proceso, las relaciones y diferente concepciones que las personas e instituciones tienen de este concepto entran en disputa, y se traducen en acciones muy variadas y mismo contradictorias. Mosse llama la atención para una "manutención de una disyuntura característica (y necesaria) entre racionalizar la política y el mundo en la práctica", ya que "el potencial hegemónico de la ayuda internacional está siempre limitado por esta autonomía de la práctica política (y de la política en la práctica)" (Mosse 2005:2314).

Pasados 60 años de su surgimiento, y especialmente dos o tres décadas de su aplicación masiva a través de proyectos que involucraron enormes sumas de dinero, el fracaso del desarrollo, en el sentido de promover mejoras en las vidas de las personas y relaciones más igualitarias y justas, es notable. Las desigualdades sociales aumentaron en todo el mundo, el acceso a servicios y derechos permanece difícil en muchos países y aún el modelo de crecimiento económico se mostró insostenible con la crisis económica de 2008.

Sin embargo, una de las características del discurso del desarrollo es la "capacidad de producir disculpas por los errores cometidos, de reciclar formulaciones y de crear nuevas panaceas" (Ribeiro 2008: 114). De esa manera, a pesar de las evidencias de que el modelo de desarrollo propuesto no está operando de la manera como fue concebido, el hecho de que sea parte, como decíamos anteriormente, de un conjunto de creencias que fundamenta la lógica occidental, romper con esta idea no se presenta como una salida fácil. A pesar del crecimiento de los análisis críticos en la literatura, especialmente en las áreas de sociología y antropología (Escobar 1996, Perrot 2008, Rist 2002, Ribeiro 2008), la tendencia en las instituciones financiadoras de cooperación internacional ha sido reformular las condiciones y modalidades de recursos, ignorando las posibilidades de cuestionamiento del modelo de desarrollo propuesto e insistiendo en que el problema es la manera como esos proyectos son promovidos y financiados.

En la media en que el gran volumen de recursos invertidos en la "promoción del desarrollo" se mostró ineficiente, o por lo menos insuficiente, para la disminución de la pobreza y de las desigualdades mundiales, una serie de consideraciones y cuestionamientos generaron fuertes transformaciones en los mecanismos de cooperación. A partir de mediados de los años 2000, se empezó a diseñar una "nueva arquitectura de la ayuda"15 (Mosse 2005), en la que los principales países donantes establecieron una serie de metas y nuevos mecanismos de actuación. Un conjunto de acuerdos internacionales fueron establecidos16, pautando una agenda internacional en la que las principales metas están en consonancia con los Objetivos de Desarrollo del Milenio estipulados por la ONU en el año 2000.

Los principales cambios en la forma de actuación se dan en dos sentidos principales: alineamiento y armonización de los recursos por parte de los donantes, es decir, identificar las temáticas comunes y regiones de actuación de las agencias y crear consorcios y fondos-canasta en los que varias agencias reúnan los recursos y se disminuyan la repetición los inversiones y los costos de administración; y una política de apropiación y corresponsabilidad en la relación con los países receptores, que supuestamente concede un mayor protagonismo para las organizaciones contraparte locales, realizando un "cambio de 'regalo' para 'contrato'" (Mosse 2005:2). Estas nuevas medidas son parte de la búsqueda por alcanzar mejores resultados (Mosse 2005, Eyben 2007).

El mayor direccionamiento de fondos a organizaciones no gubernamentales y gobiernos locales en detrimento de gobiernos nacionales también es parte de estos cambios en el escenario de la cooperación. Este movimiento se basa en la idea de que parte de la falta de "resultados" de los recursos invertidos hasta ahora en los países "en desarrollo" se debe a los altos índices de corrupción existentes en las esferas gubernamentales, especialmente en los gobiernos nacionales. Por lo tanto, una manera de aumentar los "resultados" sería invertir en el fortalecimiento de organizaciones de sociedad civil, especialmente ONGs, consideradas más recomendadas debido a la "[...] virtud de su enfoque participativo y democrático" (Mercer 2002:617). Por lo tanto, fortalecidos, estos actores podrían realizar un control de las acciones gubernamentales, a través de su participación en instancias decisivas y presupuestarias, impulsando así una "buena gobernabilidad" (Bebbington & Riddel 1995, Mercer 2002). Los gobiernos municipales también son un referente creciente de inversión, siguiendo la lógica de que la descentralización facilitaría el acompañamiento y control de los recursos donados, y por lo tanto, la visibilidad de los resultados.

Esta "nueva arquitectura", pensada de manera global para ser aplicada en diversos países del mundo, tiene diferentes efectos en cada uno de los contextos locales donde es aplicada. El principal blanco de estas políticas son "[...] estados que son débiles, 'quebrados', pobremente integrados en el, o excluidos del mercado global, donde la pobreza es considerada una peligrosa amenaza a la seguridad, lo que puede ser remediado a través de la promoción vigorosa de las prescripciones neoliberales" (Mosse 2005:918). En ese espectro están incluidos decenas de países, entre ellos, seguramente podríamos incluir a Nicaragua.

Es en ese sentido que el Fondo Común, programa analizado en esta investigación, es emblemático de la lógica internacional de la actuación de la cooperación, una vez que, por un lado se trata de la armonización de varios donantes en búsqueda de una optimización de recursos; y por otro lado, enfoca su actuación exclusivamente en organizaciones no gubernamentales, con el objetivo de fortalecerlas como mecanismo de control y "buena gobernabilidad". Y está siendo ejecutado en Nicaragua, país que, como veremos adelante, tiene una serie de características que justifican la presencia masiva de la cooperación.

Nicaragua

Prácticamente todos los materiales referentes a la cooperación en Nicaragua , producidos por embajadas y ONGs internacionales, empiezan con la siguiente frase (o pequeñas variedades de ella): "Nicaragua es uno de los países más pobres de América Latina". Esta es la principal razón objetiva por la cual se justifica una presencia tan masiva de organizaciones internacionales de las más diversas en el país19. Sin embargo, su historia reciente también ayuda a entender ese fenómeno.

El proceso de revolución sandinista, de carácter socialista, que derribó una larga dictadura al final de los años 1970, y que se mantuvo en el gobierno a lo largo de la década de 80, generó una efervescencia social en el país y una fuerte solidaridad internacional. En ese periodo empiezan las primeras donaciones20 recibidas de ONGs internacionales y países europeos, teniendo como receptor principalmente el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el gobierno, que se confundían bastante entre sí, al igual que con organizaciones sociales de diferentes sectores de políticas. Las donaciones recibidas en ese período no incluían solamente países del bloque socialista, sino también algunos países europeos, principalmente Alemania y los países escandinavos (O'Neill 2004, Pérez-Baltodano 2006).

La década de 80 fue también el momento en el que surgieron casi la totalidad de movimientos sociales, asociaciones locales y grupos que posteriormente se constituyeron como ONGs. La mayoría de ellos tenían una relación muy cercana con el gobierno-partido del FSLN. Este elemento es de gran relevancia, pues las cercanías personales y el nivel de comprometimiento e involucramiento en un proyecto político compartido marca las relaciones en el campo de los proyectos sociales hasta el día de hoy.

En 1989 el FSLN perdió las elecciones presidenciales, y a partir de 1990 asumió la presidencia Violeta Barrios de Chamorro, que tuvo la difícil tarea de promover la reconciliación en un país fuertemente afectado por años de guerra, extremadamente polarizado políticamente, asolado por grandes niveles de pobreza y con una economía extremadamente frágil. Su gobierno dio inicio a un período de introducción del país en una economía neoliberal, pasando de una economía fuertemente estatizada a la privatización generalizada de los servicios, y siguiendo las condicionalidades de las instituciones financieras internacionales para recibir sus préstamos, reduciendo drásticamente el tamaño y las funciones del Estado.

En la década de 1990 hubo un fuerte crecimiento del número de ONGs, redes de organizaciones, movimientos, que en gran medida eran resultantes de estructuras y personas antes vinculadas al FSLN, pero también de otros sectores de la sociedad que no tuvieron voz y organización a lo largo de los 80 (Serra-Vázquez 2007). Este proceso de desmantelamiento del proyecto revolucionario, y la evidencia de los errores y arbitrariedades cometidos en el proceso de los años 80, son también una de las razones por la cual una gran parte de las personas involucradas con el FSLN en el período revolucionario hayan optado por dar continuidad a sus proyectos colectivos y políticos a través de la actuación en ONGs y movimientos fuera del partido y del Estado.

En este período también, además de organismos multilaterales como FMI y BID, que empezaron a donar y hacer préstamos al país, también fue creciente el número de países que empezaron un proceso de cooperación con Nicaragua, incluyendo países que no lo hacían anteriormente, como Japón y Estados Unidos.

A lo largo de la segunda mitad de la década de 90 y la primera de los años 2000, los dos gobiernos subsecuentes mantuvieron las políticas neoliberales y la presencia de las agencias de cooperación se mantuvo muy fuerte. En este período,

se hizo más evidente la dependencia de las organizaciones de sociedad civil en relación a la cooperación internacional. Acabado, o al menos drásticamente disminuido, el financiamiento antes posible gracias al Estado-partido, las fuentes de recursos se concentraron en la ayuda externa.

En los últimos cinco años, el volumen de recursos destinados al país disminuyó, principalmente debido a un desplazamiento de las prioridades de los países donantes, que pasaron a concentrar sus recursos principalmente en África y Asia, en la medida en que América Latina fue siendo considerado como un continente con mejores niveles de desarrollo y democracias consolidadas. Aún así, Nicaragua fue el país latinoamericano que sufrió menor disminución en las inversiones, y siguió siendo un país preferencial de muchos donantes.

En el año 2006, el retorno del FSLN al gobierno, a través de elecciones, de Daniel Ortega, significó un momento de muchos cambios en el país, especialmente en la actitud de su gobierno en relación a muchas de las organizaciones no gubernamentales, y también en su discurso y prácticas en lo que se refiere a la democracia. La postura centralizadora de decisiones, disminuyendo la autonomía de las alcaldías, ha perjudicado la vía de acción de la cooperación directamente en esas instancias.

La persecución a oponentes políticos que actúan en organizaciones de la sociedad civil se ha dado a través de campañas de difamación en medios de comunicación y a través de impedimentos jurídicos y burocráticos arbitrarios por parte del ministerio responsable de trámites legales. Tal persecución no se da tanto a miembros de partidos opositores, sino, y principalmente, a ex aliados de la época de la revolución, que a lo largo de estos veinte años han venido cuestionando una serie de posiciones del partido. Por ejemplo, uno de los grupos considerado principal opositor del gobierno son grupos feministas que abogan por los derechos de las mujeres, especialmente después de la prohibición del aborto terapéutico en 2006, que fue ampliamente apoyada por la bancada del FSLN en la Asamblea Nacional.

En los últimos tres años, un volumen significativo de recursos provenientes de los principales donantes se ha venido retirando, debido principalmente a irregularidades en el proceso electoral municipal en el 2008, y, en menor grado, a violaciones de de derechos humanos, especialmente en relación a mujeres. La principal retirada de fondos fue precisamente la de los recursos direccionados directamente al presupuesto nacional, o de acciones en conjunto con el gobierno central21. Todavía se han mantenido proyectos con organizaciones no gubernamentales y algunas alcaldías, sin embargo países como Dinamarca, Suecia e Inglaterra ya están en proceso de retirada progresiva de todos los fondos bilaterales invertidos en el país.

Por tanto, Nicaragua se presenta como un ejemplo emblemático para analizar cómo es posible que, a pesar de la enorme cantidad de recursos invertidos a lo largo de tantos años. El sentido en el que se mueve la constitución real en el país de la "democracia" y el "desarrollo" sea tan opuesto a aquel que fue trabajado en tantos proyectos y programas financiados. A pesar de la insistencia en la institucionalidad y la legalidad por parte de los proyectos financiados por la cooperación, la política en el país sigue demostrando una baja institucionalidad y operando a través situaciones de irregularidad jurídica22. Por otro lado, a pesar de todas las inversiones en proyectos de desarrollo, Nicaragua sigue teniendo niveles de pobreza extremadamente altos y siendo una economía dependiente de donaciones externas, como es el caso actualmente con las donaciones recibidas de Venezuela23.

Una razón posible para que esto ocurra, y la idea sobre la cual se desarrolla este trabajo, es que a pesar de la inmensa cantidad de recursos invertida, las concepciones por las cuales se entiende ese "desarrollo" y esa construcción de una "democracia" siguen siendo muy diferentes entre aquellos que financian y planifican de lejos, y aquellos que efectivamente los viven y construyen. A pesar de haber, claramente, un diálogo posible, no significa que se logre llegar a un resultado a partir de esas lógicas no necesariamente compartidas.

Compartiendo discursos

La principal hipótesis adoptada fue la que existen diferentes posibilidades de relaciones entre las organizaciones nicaragüenses y la cooperación internacional, especialmente en lo que dice respecto a la dependencia/autonomía de las primeras en relación a la segunda para la definición de los temas y de los mecanismos de intervención en la realidad local. A partir de mi experiencia con una gran multiplicidad de organizaciones que son contraparte del Fondo Común, este planteamiento se diseñó en el sentido de tratar de identificar ciertos elementos que explicaran las diferentes posturas adoptadas por las organizaciones respecto al donante.

En las lecturas de los informes, y contraponiéndolos a las visitas de campo, se notaba claramente que ciertas organizaciones de la sociedad civil (OSC) nicaragüense contrapartes del FC realizan un trabajo más sólido, en el que se percibe un trabajo más amplio que aquél específico del proyecto en ejecución, teniendo su propio posicionamiento estratégico y político en su ámbito de actuación; mientras que otras organizaciones tienen claramente fuertes debilidades institucionales y un trabajo que responde puntualmente a proyectos construidos específicamente para tener acceso a recursos de la cooperación y cumplir con lo que se espera en ése ámbito.

Conforme mencionado anteriormente, una centena de proyectos se realizaban o habían sido ejecutados en el ámbito del FC en el momento en que se realizó esta investigación. La amplia gama de perfiles de esas organizaciones, trayectorias, temas de trabajo, cantidad de recursos manejados y posiciones políticas, entre otras diferencias, tiene que ser tomada en cuenta, sin embargo no posibilitan una investigación empírica que pueda alcanzar toda la heterogeneidad contenida en ese espectro. Sin embargo, a partir de la lectura de los proyectos e informes de la casi totalidad de proyectos, me inquietaba percibir que una gama tan amplia de organizaciones actuara de manera casi uniforme en la construcción de sus objetivos y en la ejecución de sus actividades.

Por esa razón, seleccioné cinco organizaciones contraparte del FC para realizar un acercamiento más sistemático, a través de observaciones de actividades y entrevistas. Los criterios considerados para buscar diferentes grados de autonomía en esa elección fueron: el nivel de estructura organizacional (tamaño, personal, tiempo de trayectoria, solidez de los proyectos) y nivel de comprometimiento (en determinado tema o posición política).

Según esa lógica hipotética, un mayor nivel de estructura tendría mayor capacidad de actuar de manera autónoma en su definición de qué actividades y con qué concepciones trabajaría en los proyectos propuestos. De igual manera, un mayor nivel de comprometimiento con una temática o una posición política generarían una posición diferenciada en relación a las concepciones propuestas por el programa.

El principal resultado de los análisis de las entrevistas y del material de campo fue percibir que, diferentemente de lo esperado, hay poca diferencia entre las posiciones de las OSC, independientemente de los criterios establecidos. La lógica del discurso del desarrollo, basado en "alcanzar" un nivel de progreso que consiste en la idea de que para reducir la pobreza es necesario promover la democracia y la gobernabilidad, está presente como presupuesto en la ejecución de los proyectos analizados y en la actuación de las organizaciones en campo.

La mayoría de las acciones se basa en la siguiente secuencia lógica: primeramente, el Estado debe garantizar todos los servicios y derechos que hacen que el país sea considerado desarrollado. Por tanto, la sociedad civil, que consiste en todo lo que no es Estado ni mercado24, es decir "la ciudadanía"25, una vez fortalecida - en el sentido de institucionalizada y debidamente capacitada, conocedora de sus derechos - debe reivindicar del Estado que cumpla sus deberes, respetando la institucionalidad del sistema representativo. En esta secuencia, tanto las fuerzas económicas, nacionales e internacionales, como las divergencias e intereses políticos, permanecen prácticamente ignorados. Se trata de construir gobernabilidad, en el sentido que vincula el orden social a la ausencia de conflictos, suponiendo posibilidad de negociación y acuerdos a favor de todos en una "administración conjunta" (Pérez-Baltodano 2006).

Considero que esta definición, de una de las entrevistadas, resume bien estos elementos:

La democracia y el desarrollo son dos cosas que son diferentes y están intimamente ligadas. [...] Para mi la democracia es el poder que desde yo ciudadana puedo tener con los tomadores de decisiones. [...] La gobernabilidad la hacen los gobernados y los gobernantes. Entonces la democracia es para mi ese espacio de comunicación, de decisión entre yo como ciudadana, pero este (el gobierno) como la otra parte. Entonces como hay una corresponsabilidad, yo no voy a desarrollar este país si yo no estoy siendo, correspondiendo esta ciudadanía con este gobierno, no puede haber desarrollo. (cf. Entrevista realizada en 25/02/2010)

Los criterios que establecí para clasificar las organizaciones, y que podrían, según mi hipótesis, llevar a diferentes posiciones respecto a ese discurso, no se mostraron significativos en ese sentido. A partir de ellos, fue posible notar diferencias en la modalidad de trabajo que las organizaciones ejecutan, principalmente en el criterio definido como "nivel de comprometimiento". Las organizaciones establecidas como "más comprometidas" presentan un mayor vínculo con las localidades en las que trabajan, teniendo una preocupación más a largo plazo con determinadas poblaciones, y no solamente proponiendo actividades puntuales de formación y capacitación, sino trabajando en procesos educativos a largo plazo. Es perceptible también, en este criterio, una mayor articulación con otras organizaciones que trabajan en temas relacionados, no solamente en el sentido de realizar actividades en conjunto, sino principalmente de ser parte de redes de debate y grupos que se posicionan públicamente en conjunto, en ciertos temas políticos26.

Por otro lado, el criterio de estructura organizativa se muestra más relevante en el sentido de posibilitar acceso a determinadas redes de financiamiento, más que otras organizaciones, aunque este acceso también está fuertemente marcado por las redes sociales en las que las organizaciones y su personal están insertadas27.

Sin embargo, todas las organizaciones, independientemente de mis criterios, presentaron en sus discursos y actividades una confluencia con el discurso del desarrollo y de la democracia, prácticamente repitiendo el discurso hegemónico propuesto por la cooperación internacional. Lo que aparece como variable a ese discurso, al igual que en el debate internacional, son las diversas caracterizaciones aplicadas al concepto, especialmente desarrollo local, rural y comunitario, buscando contextualizarlo a la realidad aplicada.

Es verdad que existe, entre las organizaciones, cierto debate e incluso disputa alrededor de las modalidades de acciones necesarias para la construcción de una democracia, principalmente en el sentido de temas relacionados a lo que constituye una "democracia hegemónica" o acciones que engloben más una "democracia participativa" en el sentido propuesto por Santos y Avritzer (2002). Sin embargo, estas disputas no llegan a conformar una ruptura respecto al discurso del desarrollo.

El hecho de que compartan ese concepto puede, por tanto, también ser interpretado como un compartir la creencia occidental en el desarrollo, principalmente si consideramos que

las creencias se ubican más allá de toda contestación, ellas no pueden ser confundidas con la ideología: una ideología se discute [...], mientras que las creencias sociales - como los derechos humanos y el desarrollo - constituyen un tipo de certeza colectiva de la cual las modalidades no son discutibles, y de la cual podemos dudar privadamente, pero de la cual es inconveniente dudar públicamente. (Rist 1996: 4128)

Considero dos explicaciones posibles para la prevalencia del discurso hegemónico de desarrollo en este contexto: primero, América Latina es, históricamente, fuertemente marcada por la mentalidad occidental euro céntrica traída e impuesta por la colonización, y asimilada a lo largo de estos siglos como propia. La producción de los discursos hegemónicos sobre temáticas sociales, al igual que en todos los países de la región, se dan en un determinado campo discursivo marcado por desigualdades y una producción de conocimientos altamente euro referenciada. Este discurso se mantiene incluso, y sobretodo, en los escasos espacios universitarios, fuertemente marcados por una lógica extremadamente occidental, que ignora y menosprecia los conocimientos y formas de vidas ancestrales y/o étnicamente diferenciados existentes en el continente. Este proceso no es diferente en Nicaragua, donde las desigualdades sociales tienen obviamente implicaciones directas en el acceso a la educación. La mayor parte de los profesionales que trabajan en el campo del desarrollo pasa por un proceso de formación académica y profesional (cuando pasa) en la que impera la lógica hegemónica. Conforme Pérez-Baltodano:

El vocabulario conceptual que utiliza, los enfoques y los medios de lucha a los que se han acostumbrado sus organizaciones, están diseñados para funcionar dentro del marco de limitaciones que impone el sistema imperante. Hasta cuando protestan contra el sistema, lo hacen utilizando la verdad que impone el poder; es decir, utilizando el vocabulario conceptual y las visiones del mundo legitimadas y aceptadas por la cooperación internacional y los países donantes. (Pérez-Baltodano 2006: 10)

La segunda explicación considera principalmente las condiciones que crean el ambiente propicio para que este discurso tenga tanta fuerza. La principal expectativa que yo tenía en relación al cuestionamiento del discurso hegemónico de democracia y desarrollo era respecto a la herencia de debate y actuación muy marcada por referencias socialistas y marxistas en la época de la revolución sandinista. Sin embargo, pasados más de veinte años del final de este proceso, es relevante tomar en cuenta que la situación política actual del país. El ambiente político nacional es extremadamente marcado por una polarización partidaria, relaciones personalistas y clientelistas de autoridades públicas con sus bases y por la concentración de poder en determinadas personalidades públicas. A raíz de eso, son constantes los casos de corrupción e irregularidades en relación a los procedimientos mínimos que constituyen una democracia hegemónica, lo que permite que se cree un ambiente que propone que la construcción de "por lo menos" estos procedimientos básicos ayudaría mucho para solucionar ciertos problemas del país, especialmente el acceso a ciertos derechos básicos.

En más de una ocasión, en pláticas informales con personas que trabajan en el campo de la cooperación y en organizaciones nacionales, sobre los proyectos ejecutados por las mismas o sobre mis planteamientos de investigación, traté de cuestionar la lógica del desarrollo y su promesa de eficacia. En más de una ocasión, algunas de esas personas estuvieron de acuerdo conmigo, y expusieron ejemplos y reflexiones cuestionando los preceptos de ese discurso. Esto no impedía, sin embargo, que algunas horas después, estando con esa misma persona, la escuchara profiriendo en sus trabajos discursos completamente coincidentes con el ideal de desarrollo. Considero que son, como apunta Rist (1996), las limitadas posibilidades de dudar de la creencia solamente en el ámbito privado.

Aunque aparentemente las convergencias sobre el discurso del desarrollo en las organizaciones locales pueda parecer "natural", son perceptibles empíricamente una serie de mecanismos a través los cuales hay cierta imposición de valores y prácticas que claramente son disonantes a la realidad local. Estos consisten mucho más en "prácticas burocráticas mundanas", que son herramientas de construcción de ciertas lógicas (Anders 2005). En este caso, muchas demandas supuestamente sencillas de la parte administrativa contable demuestran cómo se supone cierto funcionamiento de la sociedad y relaciones, que encuentran constantemente barreras en el momento de la ejecución de proyectos, y son consideradas "dificultades" para "aplicar" el desarrollo29. Podríamos decir que esto se da en el sentido de que "aún si la política global no produce las órdenes que ella describe [...], sus efectos, traídos a través de flujos directos de recursos, son reales, especialmente para aquellos compelidos a asimilarlos, o entre los que de él están excluidos" (Mosse 2005:2430).

Las exigencias contenidas en formatos de lenguaje y procedimientos, aunque puedan parecer algo de menor importancia y tenga en su mayoría la intención de "buenas prácticas" en la administración de los recursos, evitando desvíos y usos indebidos, expresan la suposición de existencia de una serie de características en las realidades en las que están insertadas. La burocracia presupone la existencia de relaciones modernas, en la que el contrato se establece como principal condición en las relaciones, legitimando su racionalidad. Presupone también una lógica pautada en la necesidad de resultados concretos, dando por tanto una sobrevalorización al hecho de alcanzar o no los objetivos inicialmente propuestos (u otros mejores) al inicio de los proyectos, como demostración de eficacia. Se trata de la planificación y del obedecer las reglas como premisas básicas y centrales.

Sin embargo, esa relación y esa lógica no existen necesariamente, y su no cumplimiento es tratado en la evaluación de los proyectos como extremadamente negativas, aunque estos hayan tenido impactos sociales relevantes.

Buscando otras explicaciones

A partir del análisis realizado, la hipótesis inicial de la investigación fue parcialmente rechazada, pero los resultados apuntan para la posibilidad de pensar otros elementos de la relación entre los proyectos de cooperación internacional y los proyectos nicaragüenses de promoción de desarrollo. El compartir del discurso internacional sobre desarrollo y democracia por parte de las organizaciones locales no se da de manera uniforme, aunque sea generalizado. Sin embargo, su existencia apunta efectivamente para los límites de ese discurso y de esas prácticas, pues aún con el financiamiento masivo de treinta años para supuestamente erradicarlas, siguen existiendo en Nicaragua las desigualdades sociales y las violaciones al frágil sistema democrático.

Propongo aquí una posibilidad explicativa sobre la cual sería necesario elaborar mayores investigaciones. Considerando que, en el nivel de las organizaciones que trabajan promoviendo el desarrollo haya efectivamente una confluencia en la lógica de actuación con el discurso internacional sobre desarrollo, donde está, entonces, el descompaso que impide que esta lógica se exprese en forma de "desarrollo efectivo" entre las personas? Porque, como dice Cabrera (2002) "en este país [Nicaragua] no hay una comunidad que no haya recibido un taller de algo. Todo mundo ha sido "tallereado": talleres de género, de medio ambiente, de participación ciudadana... Todas las realidades, y también todas las "modas" que la cooperación sugiere -o que a veces impone- han sido temas de talleres por todo el país."

Sugiero entonces que el principal descompaso entre los supuestos de los proyectos de desarrollo y la realidad nicaragüense se encuentra en la relación directa con las personas, pudiendo darse tanto por el método de abordaje de las organizaciones, como por cuestiones culturales de las comunidades. Cabrera apunta para dos factores explicativos muy relevantes, con los cuales estos proyectos tienen dificultad de interactuar: uno es cómo el machismo está arraigado en las relaciones de la población. Lejos de ser un "asunto menor", esta cuestión cultural interfiere profundamente en el cuestionamiento de la distribución de poder que, a la larga, se supone que es uno de los ejes del desarrollo. El otro factor sería la dificultad de estos proyectos de lidiar con aspectos personales y emocionales, considerando que "ignorar la historia personal evidencia un modelo de capacitación del cual la izquierda no se ha liberado y que se basa en negar a la persona, negar lo individual, negar lo subjetivo, que concibe a la persona como un eslabón en una cadena de transmisión que trabaja por un proyecto colectivo, siempre mayor." (Cabrera 2002).

Otro factor relevante, en ese sentido, es la falta de correspondencia existente entre aquello que se enseña en los talleres y capacitaciones de los proyectos de desarrollo, y lo que efectivamente las personas enfrentan en sus cotidianos, especialmente en relación a las instituciones del Estado. Por ejemplo, aunque las capacitaciones de género trabajen en el sentido de incentivar las denuncias a la violencia doméstica, existe un alto nivel de impunidad en los casos denunciados31. Por tanto, el Estado y las instituciones de las que supuestamente se debe exigir los servicios y derechos no existen, o no funcionan de la manera como están previstos, lo que, en si, casi inviabiliza el resultado de los proyectos. El propio caso anteriormente mencionado de la nunca juzgada acusación de violación al presidente Daniel Ortega ilustra esa situación. Por lo tanto, las maneras que las personas encuentran para seguir sus vidas, conseguir sus cosas, acceder a algunos derechos, relacionarse, pasan por otras necesidades y otros códigos que van más allá de las posturas normativas y legalistas adoptadas en estos proyectos.

El tiempo y las circunstancias en las que se dio esta investigación no me posibilitaron investigar más a fondo estos últimos dos elementos, sin embargo los comparto como posibilidades explicativas ricas para ser investigadas más adelante. De igual manera, sería interesante la posibilidad de establecer estudios comparativos con otras realidades latinoamericanas que permitan analizar el impacto de la presencia de la cooperación internacional, para averiguar también los niveles de convergencia y penetración del ideario del desarrollo a través de proyectos financiados por la ayuda internacional.

Bibliografía

BEBBINGTON, Anthony, RIDDELL, Roger. 1995. "The direct funding of souther NGOs by donors: new agendas and old problems". Journal of International Development. 7 (6): 879-893.

CABRERA, Martha. 2002. "Vivimos y sobrevivimos en un país multiduelos.". Revista Envio, 249, Dezembro. Available on http://www.envio.org.ni/articulo/1190

ESCOBAR, Arturo. 1996. La Invención Del Tercer Mundo: construcción y deconstrucción Del desarrollo. Bogotá: Norma.

EYBEN, Rosalind. 2007 "Harmonisation: how is the orchestra conducted?". Development in Practice, 17(4): 640-646.

MERCER, Claire. 2002. "NGOs, civil society and democratization: a critical review of the literature.". Progress in Development Studies. 2 (5): 4-22

MOSSE, David. 2005 "Global Governance And the Ethnografy of International AID." The AID Effect: giving and governing in international development. London: Pluto Press.

O'NEILL, Sally. 2004 "En el mundo hay dos países mimados por la cooperación y uno es Nicaragua" Revista Envío, 268. Julio. Available on http://www.envio.org.ni/articulo/2171

PEEMANS, Jean-Philippe 2004. Le développement des peoples face à la modernization du monde: Les theories du développement face aux histories du développement 'réel' dans la seconde moitié du XXème siècle. L´Harmattan

PÉREZ-BALTODANO, Andrés. 2006. "Cooperación internacional y sociedad civil: el alto precio de una relación." Revista Envío, 291, junho. Available on http://www.envio.org.ni/articulo/3297

RIBEIRO, Gustavo L. 2008. "Poder, redes e ideologia no campo do desenvolvimento." Novos Estudos. CEBRAP, 80: 109-125.

RIST, Gilbert. 1996. Le Développement: Histoire d'une croyance occidentale. Paris: Presses de Sciences Po.

RIST, Gilbert, 2007. "Development as a buzzword". Development in practice 17(4): 485-491.

SANTOS, Boaventura de Souza, AVRITZER, Leonardo. 2002. "Introdução: para ampliar o cânone democrático". In: SANTOS, Boaventura de Souza (org.), Democratizar a democracia: os caminhos da democracia participativa. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira.

SERRA VÁZQUEZ, Luis Héctor. 2007. La sociedad civil nicaraguense: sus organizaciones y sus relaciones con el Estado. Managua: Espirales.

Received October 2, 2011

Approved April 1st, 2012

About the authors

Ana Marcela Sarria es nicaragüense y brasileña. Completó sus estudios universitarios en Ciencias Sociales en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (Brasil) en 2010, y durante la carrera trabajó en investigación en el área de sociología política, en temas de participación y políticas públicas. Entre 2010 y 2011 trabajó en Nicaragua como asesora en proyectos de desarrollo en temas relacionados con participación ciudadana en presupuestos municipales, y actualmente da continuidad a ese trabajo en Guatemala, con la ONG internacional ActionAid.

Marcelo Kunrath Silva: Doctor en Sociología de la UFRGS (2001) y Postdoctoral en el Watson Institute for International Studies de Brown University/USA (2008-2009), es profesor del Departamento de Sociología y del Programa de Posgrado en Sociología en la Universidade Federal do Rio Grande Sul. Desarrolla investigación en el campo de la sociología política y coordina el Grupo de Investigación Associativismo, Contestação e Engajamento (http://gpace.webnode.com.br/).

Referencias bibliográficas

  • BEBBINGTON, Anthony, RIDDELL, Roger. 1995. "The direct funding of souther NGOs by donors: new agendas and old problems". Journal of International Development. 7 (6): 879-893.
  • CABRERA, Martha. 2002. "Vivimos y sobrevivimos en un país multiduelos.". Revista Envio, 249, Dezembro. Available on http://www.envio.org.ni/articulo/1190
  • ESCOBAR, Arturo. 1996. La Invención Del Tercer Mundo: construcción y deconstrucción Del desarrollo. Bogotá: Norma.
  • EYBEN, Rosalind. 2007 "Harmonisation: how is the orchestra conducted?". Development in Practice, 17(4): 640-646.
  • MERCER, Claire. 2002. "NGOs, civil society and democratization: a critical review of the literature.". Progress in Development Studies 2 (5): 4-22
  • MOSSE, David. 2005 "Global Governance And the Ethnografy of International AID." The AID Effect: giving and governing in international development. London: Pluto Press.
  • O'NEILL, Sally. 2004 "En el mundo hay dos países mimados por la cooperación y uno es Nicaragua" Revista Envío, 268. Julio. Available on http://www.envio.org.ni/articulo/2171
  • PEEMANS, Jean-Philippe 2004. Le développement des peoples face à la modernization du monde: Les theories du développement face aux histories du développement 'réel' dans la seconde moitié du XXème siècle. L´Harmattan
  • PÉREZ-BALTODANO, Andrés. 2006. "Cooperación internacional y sociedad civil: el alto precio de una relación." Revista Envío, 291, junho. Available on http://www.envio.org.ni/articulo/3297
  • RIBEIRO, Gustavo L. 2008. "Poder, redes e ideologia no campo do desenvolvimento." Novos Estudos CEBRAP, 80: 109-125.
  • RIST, Gilbert. 1996. Le Développement: Histoire d'une croyance occidentale. Paris: Presses de Sciences Po.
  • RIST, Gilbert, 2007. "Development as a buzzword". Development in practice 17(4): 485-491.
  • SANTOS, Boaventura de Souza, AVRITZER, Leonardo. 2002. "Introdução: para ampliar o cânone democrático". In: SANTOS, Boaventura de Souza (org.), Democratizar a democracia: os caminhos da democracia participativa Rio de Janeiro: Civilização Brasileira.
  • SERRA VÁZQUEZ, Luis Héctor. 2007. La sociedad civil nicaraguense: sus organizaciones y sus relaciones con el Estado. Managua: Espirales.
  • 1
    Este estudio se basa en el trabajo de conclusión de la carrera de Ciencias Sociales en la Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS) de Ana Marcela Valenzuela Sarria. Agradecemos a Rafael Henríquez por su lectura y comentarios.
  • 2
    Juntamente con Bolivia y Haiti.
  • 3
    Cuando se realizó esta investigación, el programa Fondo Común era administrado por un consorcio formado por cuatro ONGs europeas: Oxfam Gran Bretaña, Oxfam Novib, Trocaire y SNV. Sin embargo, al inicio del año 2011 se realizó un cambio en la administración, en el que la secretaría técnica que ejecuta el programa quedó a cargo de la ONG danesa IBIS. Este cambio y esta nueva fase no está contemplado en este artículo.
  • 4
    ONGs, asociaciones, institutos, redes, etc. En el momento de la realización de esta investigación, en el año 2010, el programa contaba con 108 proyectos, ejecutados por 83 contrapartes (considerando de algunas organizaciones tenían más de un proyecto financiado por el FC).
  • 5
    La fecha señalada por algunos autores como el surgimiento internacional de la palabra "desarrollo", para referirse al progreso económico que debía ser alcanzados por los países subdesarrollados, es en enero de 1949, en un discurso del presidente estadounidense Harry Truman. En esta ocasión, y en los años subsecuentes, la palabra "desarrollo" pasó a significar la necesidad de adopción de ciertos patrones de vida y valores modernos por todos los países del mundo, dando énfasis a la importancia de la producción, para supuestamente construir la paz y la prosperidad mundial (Escobar 1996, Rist 2002).
  • 6
    Traducción mía. En el original: "Modernisation économique et modernisation politique sont désormais associées, la première s'identifiant au progrès du marché, le second progrès de la démocratie parlementaire.".
  • 7
    Traducción mía. En el original: "a set of beliefs and assumptions about the nature of social progress rather than to anything more precise"
  • 8
    Traducción mía. En el original: "generalised and firmly rooted modern belief"
  • 9
    Traducción mía. En el original: "parte de um amplo sistema de crenças marcado por matrizes culturais do Ocidente".
  • 10
    Traducción mía. En el original: "sua importância para a organização de relações sociais, políticas e econômicas fez com que antropólogos o considerassem como 'uma das idéias básicas da cultura européia ocidental moderna' , 'algo como uma religião secular', inquestionada, já que 'se opor a ela é uma heresia quase sempre severamente punida'".
  • 11
    Traducción mía. En el original: "which derives both from its supposedly 'natural' existence and from its inclusion in a cluster of unquestionable shared beliefs"
  • 12
    Traducción mía. En el original: "
    a multitude of meanings and nuances, depending on who is using it and in what context [...]. Or these words appear to convey one thing, but are in practice used to mean something quite different, or indeed have no real meaning at all." e "
    it is simultaneously descriptive and normative".
  • 13
    Traducción mía. En el original: "
    how deeply the concepts and language of international development are embedded in Northern European and North American donor cultures and the multilateral agencies that they largely control".
  • 14
    Traducción mía. En el original: "maintenance of a characteristic (and necessary) disjuncture between rationalizing policy and the world of practice". E: The hegemonic potential of international aid is always limited by this autonomy of practice from policy (and policy from practice)"
  • 15
    Traducción mia. En el original "new architecture of aid".
  • 16
    Declaración de Monterrey 2002, Paris 2005, Accra 2008. Más informaciones en:
  • 17
    Traducción mía. En el original: "NGOs are significant bolsterers of civil society by virtue of their participatory and democratic approach".
  • 18
    Traducción mía. En el original: ""[...] states that are weak, 'failing', poorly integrated into, or excluded from, global markets, where poverty is constructed as a dangerous threat to security, remedied trough the assertive promotion of neoliberal prescriptions."
  • 19
    Conforme estudo realizado pelo Serviço Alemão de Cooperação Social-Técnica (ded) e pelo Serviço Holandês de Cooperação ao Desenvolvimento (SNV) em 2004, nesse ano haviam aproximadamente 88 organismos aos quais as organizações locais poderiam aplicar projetos para serem financiados. Destes, a maioria (62) eram instituições de fundos privados, como ONG's internacionais, grupos religiosos e associações internacionais, seguidos pelos organismos oficiais de governos estrangeiros (23). Os países com maior número de organismos, tanto privados quanto governamentais, eram Suécia, Suíça, Holanda, Alemanha, Bélgica, Noruega, Finlândia e Espanha.
  • 20
    Anteriormente, en la década de 1970, había una incipiente presencia de cooperación en el país, especialmente organizaciones de origen cristiana (como Cáritas y Alfalit), que concentraban su actuación en la ayuda humanitaria. Un caso emblemático de la actuación de la ayuda internacional en el país se dio en 1972, en respuesta al terremoto que destruyó gran parte del centro urbano de Managua. (Serra-Vázquez 2007: 37).
  • 21
    Si esto no ha afectado significativamente la economía del país, es porque ha habido una substitución de los fondos de países europeos por las donaciones del gobierno venezolano en forma de petróleo. Sin embargo, la principal crítica, principalmente de la sociedad civil y de la oposición política, en relación a las donaciones de Venezuela es que estas son manejadas a través de una empresa público-privada (Albanisa) de manera no transparente, y no hay mecanismos de control y
    accountability de esos recursos.
  • 22
    Actualmente el presidente Daniel Ortega es candidato a reelección en las próximas disputas en noviembre, a pesar de que su candidatura está prohibida por dos artículos la Constitución Nacional, por ser prohibida la reelección, y también ser prohibido que una misma persona sea presidente en más de dos ocasiones, aunque no sean consecutivas.
  • 23
    Según el informe del Banco Central de Nicaragua de 2008, el total de recursos recibidos ese año de Venezuela sumaba US$ 147,2 millones, descritos como "proyectos varios". Se estipula que este valor ha venido creciendo, pero no hay informaciones oficiales disponibles al respecto.
  • 24
    En la manera como se usa el concepto de sociedad civil en el sentido común entre las organizaciones que actúan en este campo. En el trabajo de conclusión, profundizo la discusión sobre las disputas presentes en la utilización de este concepto, conectándolo con el debate sociológico, sin embargo este no es el enfoque de este artículo.
  • 25
    Término usado comúnmente entre los y las entrevistadas como sinónimo de sociedad civil.
  • 26
    Nuevamente llama la atención, en este punto, la actividad de los grupos feministas y de defensa de los derechos de las mujeres. Este tema se ha ganado mayor relevancia en el debate político del país especialmente por dos razones: la criminalización del aborto terapéutico, anteriormente mencionado, y la acusación de abuso sexual hecho por Zoilamérica Narvaez, hijastra del presidente Daniel Ortega. Este último caso consiste en una acusación que se mantuvo a lo largo de diez años (1997 a 2007) en la justicia, llegando incluso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y fue retirada por la acusante después de negociaciones entre las partes. Aunque actualmente existe una amplia gama de organizaciones feministas y de defensa de derechos de las mujeres, con diferentes posiciones políticas, generalmente se percibe un alto índice de comprometimiento entre las personas que trabajan y/o militan en estas organizaciones.
  • 27
    No necesariamente por un carácter discrecional, sino principalmente por posibilitar los "votos de confianza" en el caso de lagunas institucionales. Las redes también son importantes en el sentido de darse cuenta de procesos selectivos que no siempre se hacen por convocatorias públicas, como es el caso del FC, sino principalmente por afinidades temáticas, especialmente en el caso de las ONG internacionales.
  • 28
    Traducción mía. En el original: "les croyances se situent au-delà de toute contestation, elles ne doivent pas être confondues non plus avec l'idéologie: une idéologie se discute [...] alors que les croyances sociales - comme les droits de l'homme et le développement - constituent une sorte de certitude collective dont les modalités sont discutables ou dont on peut douter en prive, mais Il est inconvenant de discuter publiquement le bien-fondé."
  • 29
    Por ejemplo, la demanda de factures membretadas y documentos formales para rendición de cuentas, lo que no se aplica a la realidad de la mayor parte de las localidades rurales donde se ejecutan proyectos. Otro ejemplo podría ser el considerar inapropiado realizar actividades de proyectos en negocios con familiares de funcionarios de organizaciones, aún cuando sea la mejor opción y más barata, desconociendo las redes de sociabilidad e intercambios, especialmente en comunidades pequeñas.
  • 30
    Traducción mía. En el original: "But even though global policy does not produce the orders it describes [...], its effects, brought through directing resource flows, are real, especially for those compelled to buy into them, or who are excluded from them."
  • 31
    Según noticia de 04 de junio de 2010, de los 827 casos denunciados en diez municipios que tienen fiscalías de La mujer, en 70% no hubo juicio debido a la no captura del acusado. De los casos juzgados, 45% de los acusados fueron declarados no culpables. (Publicado en "El Nuevo Diario" de 04/06/2010:
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      29 Ago 2012
    • Fecha del número
      Jun 2012

    Histórico

    • Recibido
      02 Oct 2011
    • Acepto
      01 Abr 2012
    location_on
    Associação Brasileira de Antropologia (ABA) Caixa Postal 04491, 70904-970 Brasília - DF / Brasil, Tel./ Fax 55 61 3307-3754 - Brasília - DF - Brazil
    E-mail: vibrant.aba@gmail.com
    rss_feed Acompanhe os números deste periódico no seu leitor de RSS
    Acessibilidade / Reportar erro