Acessibilidade / Reportar erro

Salud cardiovascular del varón brasileño: una mirada de la Sociedad Brasileña de Cardiología

EDITORIAL

Antonio Carlos Palandri Chagas; Emilio César Zilli; João Fernando Monteiro Ferreira; Miguel Antonio Moretti; Rui Fernando Ramos

Correspondencia

Palabras clave: Salud del varón, población, Brasil, Sociedad Brasileña de Cardiología.

La comprensión de los mecanismos de la enfermedad ha llevado la medicina a desarrollar intensamente nuevas estrategias terapéuticas en las últimas décadas, estrategias basadas principalmente en intervención. Sin embargo, estas indiscutibles conquistas en mortalidad y calidad de vida no llegan a promover la curación o remisión completa de los síntomas de la enfermedad, y se acompañan de significativo aumento de los costes de la salud, lo que convierte en universal el problema del financiamiento de la salud, que alcanza incluso a los países más ricos. Estas cuestiones mueven de forma intensa la medicina del siglo XXI hacia la búsqueda de una nueva estrategia de encarar el padecimiento del varón, y volver a tener como enfoque principal la prevención de las enfermedades, en lugar de aguardarlas y tratarlas tras su instalación. Este camino está volviéndose irreversible, como puede se ejemplifica por conferencia impartida por el profesor Eugene Braunwald, en el último congreso europeo de cardiología, en la ciudad de Barcelona. Dr. Braunwald participó en el simposio "Futuro de la cardiología como especialidad" y impartió la conferencia "Cardiología como profesión en 2020 y además", en la que enfocó su presentación en los aspectos de la prevención como el mejor camino para el abordaje de enfermedad cardiovascular, y actitud prioritaria de los cardiólogos en el próximo siglo.

El concepto de prevención no es nuevo, y su aplicación ya es corriente en nuestro país. El Ministerio y las Secretarías estaduales de salud ya desarrollaron innúmeros programas de promoción de la salud que actualmente alcanzan niños y adolescentes, mujeres y adultos mayores. Sin embargo, algunas preguntas surgen: ¿en cuáles enfermedades debemos priorizar la prevención y en cual población debemos actuar?

Brasil está pasando rápidamente por una transición demográfica, en la que el promedio de edad de la población está mayor. En el 2000, aproximadamente el 15% de la población (27 millones de personas) tenían 50 años o más. Este porcentual debe pasar para el 42% (96 millones de personas) en 2050.

La edad promedio del brasileño que en el 2000 era de 26 años, en el 2050 pasará a 44 años. A la medida que la población envejece, las enfermedades no transmisibles sobrecargarán el sistema de salud, y el coste de estas enfermedades ya representa mitad del coste de todos los ingresos hospitalarios en Brasil. Estas enfermedades ya son responsables de una gran y creciente cuota de la carga de enfermedades en Brasil, alcanzando algo alrededor del 66%, comparado al 24% de enfermedades contagiosas y el 10% de heridas. La alteración de este perfil, con mayor carga de enfermedades no transmisibles, se debe a la urbanización, mejoría en los cuidados con la salud, modificación de los estilos de vida, políticas específicas y la propia globalización, expandiendo y diseminando el conocimiento técnico-científico. Esta carga de enfermedades no transmisibles no es necesariamente resultado inevitable de una sociedad moderna, pero de un mal que se puede prevenir. Para la mayoría de estas enfermedades (enfermedades coronarias, derrames, diabetes y diversos tipos de cáncer), la causa principal no se encuentra en la genética, sino en factores de riesgo ambiental y comportamental que pueden alterarse.

Entre las enfermedades no transmisibles, el mayor destaque es para la enfermedad cardiovascular, tanto por su actual tasa de morbimortalidad, como por las perspectivas sombrías para los próximos años. La Organización Mundial de Salud en estudio que proyecta el crecimiento de la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular en todo el mundo, tomando como base de este análisis, el año de 2040, nos alza a la trágica condición de campeón, al estimarse que Brasil alcance la marca de incremento del 250% cuando comparado a China (200%) y a India (180%)1. Sobre este aspecto, merece atención la observación de Lotufo, de que una epidemia de enfermedades cardiovasculares esté a punto de instalarse en nuestro país, principalmente por la mayor incidencia de la obesidad y de la diabetes2.

La experiencia de los Estados Unidos de América del Norte (EUA) podrá servir de punto de partida para los cambios necesarios de la salud pública en nuestro país. Los EE.UU. redujeron en el período entre el 1980 y el 2000 la incidencia de las ECV en el 51% entre las mujeres y el 49% entre los varones. Y solamente con el combate al tabaquismo y el sedentarismo, las tasas retrocedieron el 12% y el 5% respectivamente3.

Otro aspecto relevante es la existencia de características de salud que se distinguieron en los sexos, conforme datos indicadores de la salud poblacional. En Brasil, el año de 2001, las mujeres presentaban una expectativa de sobrevida 8 años mayor con relación a los varones (73 x 65 años respectivamente), ante el sudeste, donde esta diferencia era de 12 años4-5. En el Brasil, la mortalidad masculina es mayor en prácticamente todos los grupos de edad, aunque la presencia de quejas sobre la salud y la presencia en ambulatorios ya es prevalente entre las mujeres6. Este dato en lugar de demostrar una mayor morbilidad entre mujeres, tal vez se deba a la mayor preocupación del sexo femenino con la atención a la salud y sea el resultado de la existencia de políticas específicas que atiendan exclusivamente a la salud de la mujer.

Otro dato interesante es referente a la edad, teniendo en cuenta que esta es directamente relacionada a la morbimortalidad cardiovascular. En el Brasil, sin embargo, se estima que el 40% de todas las muertes por ECV estén ubicadas en el grupo de edad inferior a 65 años, y también que la enfermedad acomete a individuos en edad menores, siendo que un 26,8% de las muertes de causa cardiovascular ocurren entre 25 y 59 años de edad.

Política nacional de atención integral a la salud del varón

Todas estas informaciones acerca de la enfermedad cardiovascular, que revela un alcance mayor entre varones que entre mujeres, la actual prevalencia y proyecciones de aumento en un futuro próximo, inclusive con aspectos de epidemia, sumadas a las características incapacitantes en edad productiva, además de la característica del sexo masculino no priorizar los cuidados con la propia salud, justificaron la creación de un programa de salud específico para el sexo masculino, a ejemplo de los programas de salud del niño y adolescente, mujeres y adultos mayores.

Para esta finalidad, la SBC ya desarrollaba entre sus actividades, programas de educación continuada en medidas preventivas, terapéuticas y de rehabilitación, que se pueden compartir y multiplicar en ámbito nacional conjuntamente con otras especialidades médicas en la búsqueda de impactación sobre las variables que actúan sobre salud del varón.

Invitada por el Ministerio de la Salud, la SBC participó en reuniones de trabajo sobre la implementación de una política de salud del varón, proponiendo de forma concreta y objetiva las bases para la implementación de esta política en lo que toca el aspecto cardiovascular, al proponer como enfoque de acción cuatro capítulos de la etiopatogenia cardiovascular que deberían abordarse en una primera estrategia: factores de riesgo; coronariopatías; hipertensión arterial; fiebre reumática y miocardiopatía.

Como resultado de este trabajo, el Ministerio de Salud, por medio de la Secretaría de Atención a la Salud y Departamento de Acciones Programáticas Estratégicas, con apoyo de diferentes sociedades médicas, incluida la Sociedad Brasileña de Cardiología, implementó en agosto de 2008 la Política Nacional de Atención Integral a la Salud del Varón. Esta política tiene por objeto promover salud y reducir la muerte prematura del varón por enfermedades cardiovasculares, urológicas, oncológicas y psiquiátricas7.

La SBC está segura de que el desarrollo de este programa, por medio de los esfuerzos conjuntos de diferentes sociedades médicas con el poder público y la sociedad, alcanzará una mayor inserción social en salud e influenciando positivamente la calidad de vida del varón brasileño.

Referencias

  • 1
    The challenge of cardiovascular diseases in developing economies. [Acessed in 2008 Feb 10]. Available from: http://www.earth.columbia.edu/news/2004
  • 2. Lotufo PA. Increasing obesity in Brazil: predicting a new peak of cardiovascular mortality. São Paulo Medical J. 2000; 118 (6): 161-2.
  • 3. Ford ES, Ajani UA, Croft J, Critchley JA, Labarthe DR, Kottke TE, et al. Explaining the decrease in U.S.: deaths from coronary disease, 1980-2000. N Engl J Med. 2007; 356: 2388-98.
  • 4
    OPS. Situacion de la saúde em lãs Américas Indicadores e dados básicos. (OPS/AIS/03.01).
  • 5. Laurenti R, Jorge MHPM, Gotlieb SLD. Perfil epidemiológico da morbi-mortalidade masculina. Ciênc. saúde coletiva. 2005; 10 (1): 35-46.
  • 6. César CLG, Figueiredo GM, Westphal MF, Cardoso MR, Costa MZA, Gattás VL. Morbidade referida a utilização de serviços de saúde em localidades urbanas brasileiras: metodologia. Rev Saúde Pública. 1996; 30 (2): 153-60.
  • 7
    Ministério da Saúde. Secretaria de Atenção a Saúde. Política nacional de atenção integral à saúde do homem. Brasília; 2008.
  • Salud cardiovascular del varón brasileño

    -
    una mirada de la Sociedad Brasileña de Cardiología
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      05 Mayo 2010
    • Fecha del número
      Dic 2009
    Sociedade Brasileira de Cardiologia - SBC Avenida Marechal Câmara, 160, sala: 330, Centro, CEP: 20020-907, (21) 3478-2700 - Rio de Janeiro - RJ - Brazil, Fax: +55 21 3478-2770 - São Paulo - SP - Brazil
    E-mail: revista@cardiol.br