Resumen:
El artículo tiene como propósito realizar un recorrido por el desarrollo de las epistemologías feministas, cuyas contribuciones a las ciencias sociales han transitado desde la exposición del sesgo androcéntrico de sus investigaciones, el rechazo a las nociones de objetividad y neutralidad de los métodos empíricos tradicionales, hasta exponer los sistemas de poder que crean y recrean los conceptos utilizados por la ciencia en un sistema social y político particular. Si en un primer momento fueron las mujeres el principal objeto de estudio del feminismo, su interés se ha desplazado a otros marginados, indagando sobre las condiciones de posibilidad que mantienen sociedades profundamente desiguales. Se revisan tres corrientes de epistemologías feministas, con énfasis en el postestructuralismo feminista por sus contribuciones en la investigación postcualitativa postcartesiana.
Palabras claves:
epistemología feminista; feminismo postestructuralista; investigación postcualitativa
Abstract:
The purpose of this article is to take a journey through the development of feminist epistemology, whose contributions to the social sciences have traveled from the exposure of the androcentric bias of its research, the rejection of the notions of objectivity and neutrality of traditional empirical methods, to the display of the power-based systems that create and recreate the concepts used by science within a particular social and political system. Even though women were the main object of study of feminist epistemologies at first, its interest has shifted toward other subjects that have been left out, inquiring about the conditions of possibility that have maintained deeply unequal societies. Three feminist epistemological perspectives are reviewed here, with emphasis on feminist poststructuralism due to its contributions to post-Cartesian post-qualitative research.
Keywords:
Feminism epistemology; Poststructural feminism; Post qualitative research
Resumo:
O objetivo do artigo é fazer uma viagem pelo desenvolvimento de epistemologias feministas, cujas contribuições para as ciências sociais vão desde a exposição do viés androcêntrico de suas pesquisas, a rejeição das noções de objetividade e neutralidade dos métodos empíricos tradicionais, até a exposição dos sistemas de poder que criam e recriam os conceitos usados pela ciência em um determinado sistema social e político. Se a princípio as mulheres eram o principal objeto de estudo do feminismo, seu interesse se deslocou para outros marginalizados, indagando sobre as condições de possibilidade que mantêm sociedades profundamente desiguais. Três correntes da epistemologia feministas são revisitadas, com ênfase no pós-estruturalismo feminista por suas contribuições para a pesquisa pós-qualitativa pós-cartesiana.
Palavras-chave:
epistemologia feminista; feminismo pós-estruturalista; pesquisa pós-qualitativa
Introducción
La contienda feminista por la igualdad de derechos se remonta a los albores del Renacimiento, momento que señaló el germen del cuestionamiento sobre “los inmutables deberes, posición subordinada e, invisibilidad, asignados por la cultura y la sociedad a la mujer” (Nani AGUILAR BARRIGA, 2020AGUILAR BARRIGA, Nani. "Una aproximación teórica a las olas del feminismo: la cuarta ola". FEMERIS: Revista Multidisciplinar de Estudios de Género, v. 5, n. 2, p. 121-146, 2020., p. 123). La obra de Christiane de Pizán en 1405, La Ciudad de Las Damas, es identificada como una de sus primeras voces (AGUILAR BARRIGA, 2020), pero el hecho histórico que marcó la primera ola feminista fue la Revolución Francesa, con autores como Olympe de Gouges, Mary Wollstonecraf y François Poulain de la Barré, quienes disputaron la línea misógina y patriarcal que lideró Rousseau y la corriente jacobina de la época, siendo parte “de ese complejo ideológico que es la Ilustración” (Celia AMORÓS, 2000AMORÓS, Celia. Feminismo y filosofía. Madrid, España: Editorial Síntesis, S.A., 2000., p. 22).
El fracaso del incipiente feminismo de la Ilustración, materializado en la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789 que estableció la condición natural de la mujer para ser madre y esposa, fue la semilla para la segunda ola del feminismo. Este periodo transitó desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la primera mitad del siguiente, donde el feminismo y sus reivindicaciones converge tanto con los movimientos abolicionistas del s. XIX como con el movimiento de defensa de los derechos civiles del s. XX (AMORÓS, 2000AMORÓS, Celia. Feminismo y filosofía. Madrid, España: Editorial Síntesis, S.A., 2000.). Así, el movimiento feminista logra una articulación social y política sobre la base de reivindicaciones como el fin de la esclavitud, el derecho a sufragio y el acceso a las universidades, espacios político-sociales que las mujeres fueron paulatinamente conquistando.
Según Aguilar Barriga (2020), la tercera ola del feminismo se fundó en los años 50 con la consigna No se nace mujer: llega una a serlo, acuñada por Simone de Beauvoir en su libro El segundo sexo, publicado en 1949, que marcó un hito en la historia del feminismo, ya que cuestionó los fundamentos sobre los que se construye la condición de lo femenino, la biología y la capacidad de reproducción. Desde los movimientos políticos, la consigna lo personal es político alertó sobre los privilegios económicos, sexuales y psicológicos que los varones poseían sólo por su condición de hombre. En la arena académica, autoras como Kate Millett (1995MILLETT, Kate. Política Sexual. Madrid: Ediciones Cátedra, 1995.) y Shulamith Firestone (1976FIRESTONE, Shulamith. La dialéctica del sexo. Barcelona: Editorial Kairós, 1976.) explicaron términos como patriarcado y género, dando cuenta del sistema de dominación y la construcción social del sujeto femenino.
Las luchas políticas y sociales de los movimientos feministas han estado, desde sus inicios, articulados con los desarrollos teóricos de mujeres intelectuales quienes, a partir de la década de los ’70, comenzaron a distinguir distintas corrientes ideológicas feministas (Rebecca CAMPBELL; Sharon WASCO, 2000CAMPBELL, Rebecca; WASCO, Sharon M. "Feminist approaches to social science: Epistemological and methodological tenets". American Journal of Community Psychology, v. 28, n. 6, p. 773-791, dez. 2000.), aun cuando sus orígenes pueden ser rastreados desde mucho antes. De esta forma, podemos reconocer corrientes como el feminismo liberal, el feminismo socialista, el feminismo radical y el womanismo, las cuales se entrelazan con las tres principales corrientes epistemológicas que han sido reconocidas en la literatura anglosajona: Empirismo Feminista, Feminismo del Punto de Vista y Postestructuralismo Feminista (CAMPBELL; WASCO, 2000; Elizabet ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a; Britta WIGGINTON; Michelle LAFRANCE, 2019WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.).
Si bien es posible encontrar correspondencias teóricas entre las perspectivas ideológicas y las académicas, su correlato no es unívoco ni lineal. Sin embargo, tal como lo plantea Campbell y Wasco (2000CAMPBELL, Rebecca; WASCO, Sharon M. "Feminist approaches to social science: Epistemological and methodological tenets". American Journal of Community Psychology, v. 28, n. 6, p. 773-791, dez. 2000.), las ideologías entregaron fundamentos conceptuales para la creación de investigación con una aproximación feminista en las ciencias sociales, legitimando, en un nivel epistemológico, la experiencia de vida de las mujeres como fuente de conocimiento. Así, su importancia radica en que el desarrollo académico feminista ha transitado ligado a los movimientos sociales y, por tanto, ha recogido las experiencias y aprendizajes desde la cotidianeidad y la lucha política de las mujeres por sus derechos. Este permanente encuentro ha generado el surgimiento de posiciones críticas frente a las ciencias sociales y al conocimiento construido. En tal sentido, el feminismo ha evidenciado “cómo la política de la identidad impuesta por el ideario moderno posiciona un sujeto particular que se asume como representativo de la humanidad” (Javiera CUBILLOS ALMENDRA, 2015CUBILLOS ALMENDRA, Javiera. "La importancia de la interseccionalidad para la investigación feminista". OXÍMORA Revista Internacional de Ética y Política, n. 7, p. 119-137, 2015., p. 120), un sujeto universal masculino, occidental, burgués y heterosexual.
El feminismo, como el hijo no querido de la Ilustración, construyó su identidad al alero de su padre, el pensamiento ilustrado, radicalizando sus ideas en un primer momento, para luego proporcionar “una perspectiva privilegiada sobre la misma y un test de coherencia con sus propios presupuestos” (AMORÓS, 2000AMORÓS, Celia. Feminismo y filosofía. Madrid, España: Editorial Síntesis, S.A., 2000., p. 23). En un comienzo, al alero del pensamiento liberal y el positivismo lógico, fueron las mujeres el principal objeto de estudio de las epistemologías feministas, como principal grupo social marginado de la construcción del conocimiento. Sin embargo, el interés de las teóricas feministas se fue desplazando, de manera paulatina, hacia otros grupos que sufren de la marginación social, político y epistémica (CUBILLOS ALMENDRA, 2015CUBILLOS ALMENDRA, Javiera. "La importancia de la interseccionalidad para la investigación feminista". OXÍMORA Revista Internacional de Ética y Política, n. 7, p. 119-137, 2015.), para indagar, desde perspectivas postestructuralistas feministas, las condiciones de posibilidad que han permitido la construcción y mantención de sociedades profundamente fragmentadas y desiguales.
En consecuencia, el presente ensayo realiza un recorrido por las tres principales corrientes epistemológicas, el Empirismo Feminista, el Feminismo del Punto de Vista y el Postestructuralismo Feminista, sus contenidos teóricos y los supuestos que les subyacen, dando énfasis a la última de ellas, por entregar las bases para una era postcartesiana, como posibilidad para el surgimiento de una investigación postcualitativa que supere la investigación cualitativa convencional. Como conclusión, se expone su progresivo distanciamiento con el pensamiento moderno y las metodologías de investigación tradicionales, en la medida que esta acción de distanciamiento es el resultado del conocimiento construido y la articulación de un pensamiento crítico cuyo objetivo es enunciar, a partir del giro ontológico, formas de hacer investigación postcualitativa en clave feminista, para propender a la transformación social, ‘nunca más sin nosotras’.
Empirismo Feminista
Desde sus inicios, las epistemologías feministas establecieron ciertos cuestionamientos a la ciencia convencional que sentaron las bases para la posterior discusión y desarrollo de las subsecuentes corrientes académicas feministas. En un orden temporal lineal, la primera de ellas fue el Empirismo Feminista (EF), reconocida como una corriente situada en el postpositivismo realista, perspectiva epistemológica que estipula la existencia de una realidad objetiva, separada de quien conoce, pero que, a diferencia del positivismo, considera la improbabilidad que dicha realidad sea descubierta sin sesgos y de manera inalterada y pura (CAMPBELL; WASCO, 2000CAMPBELL, Rebecca; WASCO, Sharon M. "Feminist approaches to social science: Epistemological and methodological tenets". American Journal of Community Psychology, v. 28, n. 6, p. 773-791, dez. 2000.). Asimismo, Campbell y Wasco (2000CAMPBELL, Rebecca; WASCO, Sharon M. "Feminist approaches to social science: Epistemological and methodological tenets". American Journal of Community Psychology, v. 28, n. 6, p. 773-791, dez. 2000.) consideran al EF cercano al feminismo liberal, línea ideológica que aboga por la igualdad de derechos entre hombre y mujeres, manteniendo sin cambios la estructura social actual, basada en un sistema capitalista y en el fundamento biológico de la división de los sexos, la familia y la maternidad.
Sandra Harding (2004HARDING, Sandra. "A Socially Relevant Philosophy of Science? Resources from Standpoint Theory’s Controversiality". Hypatia: A Journal of Feminist Philosophy, v. 19, n. 1, p. 25-47, 2004.) señaló que, para el EF, la ‘buena ciencia’ se aseguraba por la aplicación de principios metodológicos empiristas correctos, por tanto, al establecer la objetividad como una premisa aceptada por la ciencia, se debería asegurar una rigurosa observación para el estudio de la realidad, identificando y removiendo posibles sesgos. Sin embargo, las científicas feministas y filósofas de la ciencia apuntaron como ‘mala ciencia’ el sesgo androcéntrico, invisible hasta ese momento, subrayando los efectos negativos que tenía para la buena ciencia excluir a las mujeres, en tanto investigadoras y sujetos de investigación, ya que dejaba fuera preguntas y estudios que permitirían conocer la experiencia de las mujeres en temas como la violación, la maternidad, los conflictos surgidos en la relación trabajo y familia o la violencia doméstica (WIGGINTON; LAFRANCE, 2019WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.). Se limitaba, así, el espectro de conocimiento en importantes áreas de la vida humana en que las mujeres son protagonistas.
En un inicio, pensar sobre el sesgo sexista y androcéntrico de la ciencia convencional sin poner en duda supuestos como la objetividad y neutralidad llevó a las investigadoras a descubrir sólo uno de los problemas de la ‘mala ciencia’ (HARDING, 1992HARDING, Sandra. Rethinking Standpoint Epistemology: What is 'Strong Objectivity'?" The Centennial Review, v. 36, n. 3, p. 437-470, 1992b.b). Así, el EF conjugó una poderosa retórica ‘conservadora’ entre los académicos con una incipiente crítica a la ciencia, permitiéndole a las investigadoras trabajar al interior del sistema de la ciencia convencional, evitando acusaciones de deslealtad con los parámetros de la ‘buena ciencia’ (WIGGINTON; LAFRANCE, 2019WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.), proponiendo nuevos tópicos y problemas de investigación. A poco andar, el cuestionamiento sobre la ciencia se desplazó hacia repensar las bases conceptuales y los marcos teóricos/metodológicos de referencia en distintos campos de la ciencia (Sharon CRASNOW, 2013CRASNOW, Sharon. "Feminist philosophy of science: Values and objectivity". Philosophy Compass, v. 8, n. 4, p. 413-423, abr. 2013.), lo que puso en tensión otros elementos asumidos a priori por la ciencia convencional.
Entre las discusiones más interesantes propuestas por las feministas empiristas que complementan los planteamientos de Harding, está la cuestión sobre el buen sentido de la ciencia y la posibilidad cierta de ser concebida como libre de valores. Según Crasnow (2013CRASNOW, Sharon. "Feminist philosophy of science: Values and objectivity". Philosophy Compass, v. 8, n. 4, p. 413-423, abr. 2013.), la ciencia dispuso valores legítimos en la producción del conocimiento, a los que llamó ‘cognitivos’, como la verdad, el poder explicativo, la predictibilidad de los hechos, la generalización de los resultados, entre otros. Como contraparte, dichos valores deberían ser distinguidos de los ‘no cognitivos’, que incluyen los aspectos sociales, culturales y políticos, los cuales pondrían en riesgo la objetividad de la ciencia. Entonces, no es una cuestión de estar libre de valores, sino del tipo de valores que la ciencia define según criterios propios.
Sin embargo, siguiendo la misma línea argumental de Crasnow (2013CRASNOW, Sharon. "Feminist philosophy of science: Values and objectivity". Philosophy Compass, v. 8, n. 4, p. 413-423, abr. 2013.), la ciencia, para estar libre de valores, debería poder ser autónoma, neutral e imparcial, es decir, no estar adscrita o depender de ninguna institución que la cobije (centros de pensamiento, universidades, centros de investigación), como tampoco recibir financiamiento que pretenda algún tipo de control sobre ella. Así también, el conocimiento que emerja de la ciencia no deberá poseer implicancia valórica alguna y el juicio que se haga de aquel conocimiento, sólo podrá estar basado en los valores cognitivos señalados anteriormente.
Entonces, ¿es posible resolver el conflicto sobre la neutralidad y la imparcialidad de la ciencia? Para la filosofía feminista, en la ciencia subyacen implicaciones y asunciones valóricas, presupuestos sociales y políticos contra los cuales es contrastada la teoría, por ende, no puede ser neutral. No obstante, puede ser imparcial, en la medida que las investigaciones den cuenta de las necesidades de la comunidad en la que el conocimiento científico se construye y ella misma sea quien entregue validez a los valores que se encuentran en la base de dicho conocimiento. Si bien el desarrollo epistemológico del EF no aclara por completo el conflicto entre neutralidad e imparcialidad, desde la perspectiva de la naturaleza social de la ciencia se ofrece la posibilidad de cuestionar los sesgos que subyacen al proceso de construcción del conocimiento científico, tal como lo han hecho otros desarrollos teóricos, como la teoría del actor-red o el construccionismo social, pero ahora desde el género, relevando lo nocivo sobre su exclusión para la ‘buena ciencia’.
Tal como lo comprende el EF, las premisas señaladas como condición a priori de la ciencia no son posibles, ya que cualquier obra humana está acotada y contenida por un contexto sociopolítico que refleja los valores culturales, siendo parte constituyente y constitutiva de todo quehacer científico (HARDING, 1992HARDING, Sandra. "After the Neutrality Ideal: Science, Politics, and “Strong Objectivity”. Social Research, v. 59, n. 3, p. 567-587, 1992a.a,b). Un ejemplo claro es cómo la ciencia ha sido parte del sesgo androcéntrico de la sociedad, que ha permitido y normalizado la mantención en una posición de subalternidad a más de la mitad de la población. Dicho sesgo se ha materializado, principalmente, en el limitado acceso de las mujeres a las áreas de investigación clásicas, como laboratorios, universidades y centros de estudio, lo que ha condicionado los temas, las perspectivas y la pertinencia de los estudios con respectos a las propias mujeres.
Entonces, el aporte del EF fue la inclusión de nuevos temas a la ciencia, manteniendo el valor del empirismo y la objetividad de la investigación, permitiéndoles mantenerse al interior del sistema formal de laboratorios, centros de estudios y la academia, evitando la discriminación directa de los campos de producción del conocimiento, a pesar de los cuestionamientos que plantearon al interior de estos espacios de poder. Por consiguiente, al sostener y reproducir el sistema de producción de conocimiento ya aceptado, fue posible levantar investigaciones experimentales y cuantitativas relevantes para la feministas, que permitieron mostrar, por ejemplo, la relación entre la angustia de la mujeres y su relación con sus condiciones materiales de existencia (Deborah BELLE; Joanne DOUCET, 2003BELLE, Deborah; DOUCET, Joanne. "Poverty, inequality, and discrimination as sources of depression among U.S. women". Psychology of Women Quarterly, v. 27, n. 2, p. 101-113, 2003.). De esta forma, el EF fue un primer paso para echar por tierra el sesgo androcéntrico de la investigación, apelando a la ‘buena ciencia’. Sus críticas continuarán siendo discutidas por corrientes feministas posteriores, profundizando el camino iniciado por el EF.
Feminismo del Punto de Vista
Posterior al desarrollo del EF, surge el Feminismo del Punto de Vista (FPV), situado en la teoría crítica postpositivista, perspectiva que argumenta que la realidad es interpretada a partir de valores políticos, culturales, económicos, éticos y de género, por tanto, no existe una sola realidad objetiva, un hecho que pueda ser transparentado de manera unívoca durante el proceso de investigación. En cuanto a la tradición ideológica, el FPV es cercano al feminismo socialista, feminismo radical y al womanismo, que enfatizan las condiciones estructurales de la sociedad capitalista como principal responsable de las desigualdades y múltiples formas de opresión, radicadas en el clasismo, el racismo y el sexismo, donde se intersectan formas sistemáticas de marginación (CAMPBELL; WASCO, 2000CAMPBELL, Rebecca; WASCO, Sharon M. "Feminist approaches to social science: Epistemological and methodological tenets". American Journal of Community Psychology, v. 28, n. 6, p. 773-791, dez. 2000.), afectando principalmente a mujeres, pero también a otros grupos minorizados que sufren diversas formas de marginación.
Asimismo, desde la perspectiva ontológica, el FPV afirma que las personas configuran su comprensión de la realidad a partir de sus experiencias de marginación, pero también lo hacen quienes ostentan posiciones de poder y privilegio epistémico. Donna Haraway (1988HARAWAY, Donna. "Situated knowledges: The science question in feminism and the privilege of partial perspective". Feminist Studies, v. 14, n. 3, p. 575-599, 1988.) señaló como ‘el truco de Dios’ a su crítica sobre la ciencia hecha por hombres, cuya característica principal ha sido la pretensión que el conocimiento generado está en todas partes y en ninguna a la vez, estableciendo su universalidad.
Haraway (1988HARAWAY, Donna. "Situated knowledges: The science question in feminism and the privilege of partial perspective". Feminist Studies, v. 14, n. 3, p. 575-599, 1988.) modifica la pregunta epistemológica sobre qué y cómo es posible conocer, a quién puede conocer, o más precisamente, quién es el conocedor, interrogándose cómo el género y otras categorías sociales ‘sitúan’ dicho conocimiento. Desde un lugar de poder, la ciencia convencional no reconoce ni explicita la influencia del contexto y la perspectiva teórica de quien conoce, responsable de generar preguntas, conducir la investigación e interpretar los datos, definiendo, en última instancia, qué cuenta como conocimiento y verdad, alcanzados a través de procedimientos técnico-empíricos tradicionales (WIGGINTON; LAFRANCE, 2019WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.), supuestamente únicos.
Según estas consideraciones, las experiencias de las mujeres no han sido representadas de manera veraz por investigaciones realizadas desde la ciencia tradicional, cuyas teorías y categorías han sido levantadas desde el discurso dominante masculino, por tanto, las experiencias cotidianas de las mujeres han sido interpretadas, desde la ciencia, por hombres. Con el objeto de subsanar el sesgo androcéntrico, las teóricas del FPV han desarrollado investigaciones que, además de mujeres, puedan poner en primer plano las experiencias de otros grupos marginados, a partir de ellos mismos, para así levantar discursos contra hegemónicos que surjan como posibilidad para comenzar a articular sus historias, necesidades y deseos, en lugar de seguir siendo reconocidos sólo a partir de los marcos de referencia desarrollados desde otros lugares (HARDING, 1992HARDING, Sandra. Rethinking Standpoint Epistemology: What is 'Strong Objectivity'?" The Centennial Review, v. 36, n. 3, p. 437-470, 1992b.b), donde se construyen esquemas de sentido que normalizan y permiten ubicar diversos grupos en posiciones subalternas.
A pesar de los aportes del FPV, surgieron críticas sobre su comprensión esencialista del género, circunscrita a las voces de mujeres occidentales de clase media. Un aporte crítico a esta perspectiva epistemológica la realizó Kimberle Crenshaw (1991CRENSHAW, Kimberle. "Mapping the Margins: Intersectionality, Identity Politics, and Violence against Women of Color". Stanford Law Review, v. 43, n. 6, p. 1241, 1991.), quien acuñó el concepto de Interseccionalidad para explicar que las experiencias de las personas estaban atravesadas no tan sólo por cuestiones de género, sino también de clase, raza, orientación sexual, discapacidad y edad. Su trabajo colaboró de manera significativa en el desarrollo y profundidad de los análisis alcanzados por la teoría del FPV, estableciendo una aproximación que rechazó el sexismo, colonialismo, racismo y heterosexismo producido desde las perspectivas asentadas en el privilegio. Por tanto, la investigación científica no puede sino propender al cambio social (WIGGINTON; LAFRANCE, 2019WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.), dando un giro significativo a los objetivos de la ciencia.
En tal sentido, al realizar investigaciones desde los márgenes para relevar otras voces, Harding (1992HARDING, Sandra. "After the Neutrality Ideal: Science, Politics, and “Strong Objectivity”. Social Research, v. 59, n. 3, p. 567-587, 1992a.a) plantea la imposibilidad que los estudios estén libre de valores, los que subyacen a todo proceso investigativo. Así, el FPV propone el concepto de ‘objetividad fuerte’ como un camino para interrogarse acerca de la subjetividad de quienes investigan, sujetos situados históricamente, con deseos y necesidades. Tal como lo plantea Haraway (1988HARAWAY, Donna. "Situated knowledges: The science question in feminism and the privilege of partial perspective". Feminist Studies, v. 14, n. 3, p. 575-599, 1988.), la objetividad fuerte significa generar conocimiento situado, asumiendo la responsabilidad sobre qué vemos y cómo vemos una realidad particular, cuestionando el objetivo que debe tener la construcción de conocimiento, el para qué de la ciencia, dejando atrás la pretensión de neutralidad.
Postestructuralismo Feminista
El Postestructuralismo Feminista (PEF) se sustenta en la teorización académica posterior al estructuralismo, cuyos análisis “incluyen diversas y contradictorias críticas que resisten, subvierten y rechazan cualquier formación estructural” (ST. PIERRE, 2011ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post Qualitative Research. The Critique and the Comming After". In: DENZIN, Norman K.; LINCOLN, Yvonna S. (Eds.). The SAGE Handbook of Qualitative Research. 4th Ed. ed. Los Ángeles: SAGE Publications, 2011. p. 611-626., p. 615). Integra un abanico diverso de posiciones teóricas influenciadas por los lingüistas post-saussureanos, el marxismo, sobre todo la teoría de la ideología de Louis Althusser, la corriente lacaniana del psicoanálisis, el nuevo feminismo francés, con autoras como Julia Kristeva, Hélène Cixous y Luce Irigaray, y los trabajos de Jacques Derrida, Roland Barthes y Michel Foucault (Nicola GAVEY, 1989GAVEY, Nicola. "Feminist postestructuralism and dircourse analysis: Contributions to Feminist Psychology". Psychology of Women Quarterly, v. 13, n. 4, p. 459-475, 25 dez. 1989.), que se unen posteriormente a autores como Giles Deluze y Félix Guattari, Gayatri Spivak, Judith Butler y Joan Scott (ST. PIERRE, 2001ST. PIERRE, Elizabeth A. "Coming to Theory: Finding Foucault and Deleuze. In: WEILER, Katheleen. (Ed.). Feminist Engagements. Reading, Resisting and Revisioning Male Theorist en Education and Cultural Studies. New York: Routledge, 2001. p. 141-164.). Estas perspectivas teóricas anuncian un quiebre radical con las suposiciones sobre el pensamiento y las prácticas surgidas de la Ilustración Occidental, incluyendo el humanismo, modernismo, imperialismo, representacionalismo, objetivismo, racionalismo, con sus premisas epistemológicas, ontológicas y metodológicas (Serge HEIN, 2017HEIN, Serge F. "Deleuze’s New Image of Thought: Challenging the Dogmatic Image of Thought in Qualitative Inquiry". Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 656-665, 22 nov. 2017.; Alecia JACKSON, 2017JACKSON, Alecia Y. "Thinking Without Method".Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 666-674, 28 nov. 2017.; ST. PIERRE, 2011).
Es posible rastrear en la literatura la aparición del PEF en Chris Weedon (1987WEEDON, Chris. Feminist practice and poststructuralist theory. Cambridge, MA: Basil Blackwell, 1987.), quien vincula el feminismo como práctica social, el postestructuralismo como teoría y el discurso como posibilidad para la comprensión del lenguaje, la subjetividad y el poder. En cuanto a las corrientes ideológicas, el PEF se alejó definitivamente del feminismo liberal, permaneciendo cercano al feminismo radical, socialista y al womanismo, compartiendo la crítica a las categorías levantadas desde las ciencias sociales convencionales (CAMPBELL; WASCO, 2000CAMPBELL, Rebecca; WASCO, Sharon M. "Feminist approaches to social science: Epistemological and methodological tenets". American Journal of Community Psychology, v. 28, n. 6, p. 773-791, dez. 2000.; WIGGINTON; LAFRANCE, 2019WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.).
Weedon (1987WEEDON, Chris. Feminist practice and poststructuralist theory. Cambridge, MA: Basil Blackwell, 1987.) describió el PEF como “un modo de producción del conocimiento, el cual utiliza las teorías postestructuralistas del lenguaje, la subjetividad y los procesos sociales e institucionales para comprender las relaciones de poder existentes y así identificar áreas y estrategias para el cambio” (1987, p. 40-41). Desde este punto de partida, se han desarrollado extensos y diversos trabajos que, desde un posicionamiento onto-epistemológico postcartesiano, coloca en tensión la pretensión de verdad de la ciencia clásica, sus fundamentos epistemológicos y, en última instancia, al sujeto que se construye producto del pensamiento ilustrado y el humanismo (ST. PIERRE, 2011ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post Qualitative Research. The Critique and the Comming After". In: DENZIN, Norman K.; LINCOLN, Yvonna S. (Eds.). The SAGE Handbook of Qualitative Research. 4th Ed. ed. Los Ángeles: SAGE Publications, 2011. p. 611-626., 2012), junto con los sistemas de poder que crean y recrean conceptos y términos utilizados al interior de un sistema sociopolítico particular (WIGGINTON; LAFRANCE, 2019WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.).
Como práctica social, el PEF entiende que las experiencias se encuentran en un contexto particular, siendo múltiples y cambiantes. Además, sostiene y profundiza la crítica sobre el rechazo a la noción de objetividad establecido por la ciencia y desconfía de las ‘grandes teorías’ que universalizan la experiencia humana (WIGGINTON; LAFRANCE, 2019WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.), asumiendo la comprensión del conocimiento y sus significados como una construcción a partir del lenguaje compartido y se aleja definitivamente de la idea del lenguaje como vehículo pasivo que expresa pensamientos, emociones y experiencias. Desde la explicación foucaultiana (FOUCAULT, 1979FOUCAULT, Michel. Microfísica del poder. Madrid: Las Ediciones de La Piqueta, 1979.), el PEF asume el discurso como entidad que no tiene existencia previa a su propio proceso de emergencia, sino sólo como posibilidad de ser, dando la bienvenida a lo emergente, según las condiciones que permiten a los enunciados existir y formular sus límites.
A partir del giro lingüístico y el giro ontológico que subyacen a las teorías postestructuralistas del discurso, el PEF encuentra una posibilidad para problematizar al sujeto que emerge desde humanismo ilustrado. El giro lingüístico quiebra el supuesto sobre la función asertiva lenguaje, que asegura su cualidad para dar cuenta de un mundo exterior conocido por medio de los sentidos (Daniela OLIVARES et al., 2015OLIVARES, Daniela; MORRISON, Rodolfo; YÁÑEZ, Randy; CARRASCO, Jimena. "¿Por qué puede ser difícil comprender qué es la Terapia Ocupacional? Una propuesta teórica desde cuatro perspectivas". Revista Chilena de Terapia Ocupacional, v. 15, n. 1, p. 123-134, ago. 2015.); propone, en cambio, la cualidad performativa, que “permite la crítica radical a la idea que el lenguaje tiene en sí mismo la capacidad de representar hechos sociales; en el mismo sentido, establece la crítica a que la mente humana represente y refleje el mundo externo” (OLIVARES-AISING; María del Valle BARRERA, 2019OLIVARES-AISING, Daniela; BARRERA, María del Valle. "Salud Mental Comunitaria: Equipos psicosociales y políticas públicas en la intervención de personas con adicciones". Psicoperspectivas, v. 18, n. 2, 2019., p. 56). El giro ontológico se aleja de los marcos de referencia representacionalistas, se opone a las aproximaciones interpretacionistas y cognitivistas del conocimiento y rechaza el dualismo/binarismo ontológico cartesiano (Martin PALEČEK; Mark RISJORD, 2013PALEČEK, Martin; RISJORD, Mark. "Relativism and the Ontological Turn within Anthropology". Philosophy of the Social Sciences, v. 43, n. 1, p. 3-23, 17 mar. 2013.), que sólo permite categorías de realidad levantadas desde procesos cognitivos, por medio de la razón, rechazando otras formas de conocimiento, en coherencia con la dualidad pensamiento/emoción o mente/cuerpo.
Por tanto, es posible cuestionar al sujeto moderno, o cogito, como un ser “soberano, lúcido, transparente, con agencia, autosuficiente, racional, conocedor, dador de significado, consciente, estable, coherente, único, idéntico a sí mismo, reflexivo, autónomo, intencional y ahistórico” (ST. PIERRE, 2011ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post Qualitative Research. The Critique and the Comming After". In: DENZIN, Norman K.; LINCOLN, Yvonna S. (Eds.). The SAGE Handbook of Qualitative Research. 4th Ed. ed. Los Ángeles: SAGE Publications, 2011. p. 611-626., p. 618), descrito/inventado por Descartes, cuya existencia sería anterior al conocimiento y la cultura (ST. PIERRE, 2012), portador del privilegio de la razón. La existencia del cogito cartesiano dependería del conocimiento/pensamiento, único capaz de alcanzar la verdad, de esta forma, el ser se convirtió en lo mismo que el saber, un sujeto que ha sido el centro de la ciencia moderna (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "The empirical and the new empiricisms". Cultural Studies - Critical Methodologies, v. 16, n. 2, p. 111-124, 2016a.a). Sin embargo, para Jean-François Lyotard (1987LYOTARD, Jean-Francois. La condición postmoderna. Informe sobre el saber. Madrid: Ediciones Cátedra, 1987.), este sujeto cognoscente de la modernidad, como invención onto-epistemológica, está ahora en juego en un nuevo empirismo.
Según las autoras del PEF, el mayor problema que expone la oposición binaria o dual es la situación de privilegio que establece un término en oposición a otro, otorgando una relación jerárquica y de poder en la cual el término inferior requiere del superior para que señale su significado (sí mismo/otro, identidad/diferencia, occidente/oriente, masculino/femenino, civilizado/bárbaro, hecho/valor, teoría/práctica) (ST. PIERRE, 2011ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post Qualitative Research. The Critique and the Comming After". In: DENZIN, Norman K.; LINCOLN, Yvonna S. (Eds.). The SAGE Handbook of Qualitative Research. 4th Ed. ed. Los Ángeles: SAGE Publications, 2011. p. 611-626.). Así, el sujeto que queda en el lado ‘incorrecto’ de la oposición binaria tendrá como referente al sujeto que está al lado ‘correcto’ de la dualidad (BUTLER, 2007BUTLER, Judith. El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad. Barcelona, España: Ediciones Paidós Ibérica, 2007.), limitando sus posibilidades de ser como tal, dejándolo en una posición de subalternidad.
El cogito cartesiano y su red de inteligibilidad, albergado por el pensamiento ilustrado (FOUCAULT, 1978FOUCAULT, Michel. The History of Sexuality Volume I: An Introduction. New York: Pantheon Books, 1978. v. I), llegó a normalizar conceptos tales como conocedor, conocimiento, razón, lenguaje, verdad, entre otros, tanto así que se ha olvidado que son una invención onto-epistemológica que creemos como real (ST. PIERRE, 2012ST. PIERRE, Elizabeth A. "Another postmodern report on knowledge: Positivism and its others". International Journal of Leadership in Education, v. 15, n. 4, p. 483-503, 2012.), incluyendo al mismo cogito y el procedimiento para acceder a lo verdadero. Foucault (1984FOUCAULT, Michel. On the genealogy of ethics: an overview of work in progress. In: RAVINOW, Paul. (Ed.). The Foucault Reader. New York: Pantheon Books, 1984. p. 340-372.) explicó, además, que en la antigua Grecia la ética y la verdad debían estar unidas, es decir, el sujeto debía ser ético para conocer la verdad, tradición que Descartes rompió, ya que para él fue suficiente que el sujeto pudiese observar un fenómeno de forma clara y evidente, por tanto, “antes de Descartes, uno no podía ser impuro, inmoral, y conocer la verdad” (FOUCAULT, 1984, p. 371-372). Como consecuencia de esta nueva manera de concebir el acceso a la verdad, St. Pierre planteó que “el sujeto moderno, el cogito que puede producir conocimiento verdadero por medio de la razón fuera de los valores humanos y la ética, fue situado para producir mucho daño y, de hecho, muchos creen que lo ha hecho y lo continúa haciendo” (ST. PIERRE, 2012, p. 487). En una nueva ontología, ésta no podría ser separada de la ética y la epistemología.
El giro ontológico releva la importancia de los aspectos materiales tanto en la producción del conocimiento como de los sujetos, no siendo ya posible establecer la vieja dualidad que separa el mundo material de las palabras que dicen representar (Maggie MACLURE, 2013MACLURE, Maggi. "Researching without representation? Language and materiality in post-qualitative methodology". International Journal of Qualitative Studies in Education, v. 26, n. 6, p. 658-667, 2013.), o, del mismo modo, separar al sujeto del conocimiento que genera. Es más, desde algunas corrientes postestructuralistas surge la crítica al giro lingüístico, por mantener el ‘representacionalismo’ que ha hecho “inaccesible las realidades materiales detrás de los sistemas lingüísticos o discursivos que supuestamente construyen o ‘representan’, incluso cuando la intensión expresa ha sido deconstruir ese binario material-discursivo” (MACLURE, 2013, p. 659).
De este modo, ya que las palabras conectan con la materialidad de las cosas en el mismo nivel ontológico, el lenguaje no puede alcanzar la exterioridad necesaria para la representación (MACLURE, 2013MACLURE, Maggi. "Researching without representation? Language and materiality in post-qualitative methodology". International Journal of Qualitative Studies in Education, v. 26, n. 6, p. 658-667, 2013.). Así, el dualismo ontológico entre materia y significado no sería posible, puesto que ambos son materiales y conceptuales a la vez (JACKSON, 2017JACKSON, Alecia Y. "Thinking Without Method".Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 666-674, 28 nov. 2017.; Hillevi LENZ TAGUCHI; ST. PIERRE, 2017LENZ TAGUCHI, Hillevi; ST. PIERRE, Elizabeth A. "Using Concept as Method in Educational and Social Science Inquiry". Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 643-648, 5 nov. 2017.; ST. PIERRE, 2011). Entonces, la importancia de esta perspectiva radica en que las palabras, los enunciados o los textos son un emergente material/simbólico que construye realidad, donde se incluye la existencia de las mismas palabras, enunciados o textos, en un constante devenir recursivo (Humberto MATURANA; Francisco VARELA, 2003MATURANA, Humberto; VARELA, Francisco. El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento humano. Buenos Aires, Argentina: Lumen, 2003.), cuya existencia tiene implicancias y consecuencias materiales y simbólicas.
A propósito del conocimiento generado por el sujeto, MacLure (2013) planteó la “doble relación de la materialidad de los cuerpos y la incorporeidad del pensamiento… en una suerte de ‘cinta de Moebio’ entre el lenguaje y el mundo” (2013, p. 658), en el que materia y discurso están mutuamente implicados en la emergencia del mundo. En este mismo sentido, la autora afirmó que el pensamiento representacional es ‘sedentario’, categórico y enjuiciador, estableciendo similitudes y diferencias a las categorías construidas en términos de identidad u oposición, dejando de lado la diferencia en sí misma.
El sujeto detrás de esta ‘imagen dogmática del pensamiento’ se ampara en el buen sentido; sin embargo, dichas categorías y juicios sobre el mundo están levantados por un individuo comprendido como autónomo, racional y bien intencionado, siguiendo principios de ensayo y error (MACLURE, 2013MACLURE, Maggi. "Researching without representation? Language and materiality in post-qualitative methodology". International Journal of Qualitative Studies in Education, v. 26, n. 6, p. 658-667, 2013.), es decir, el sujeto moderno ilustrado. No obstante, este ser supuestamente autónomo es ahora descentrado radicalmente, entendiendo que los enunciados no provienen desde el ‘interior’ de un sujeto ya constituido. Por el contrario, sus enunciados son ensamblados de manera colectiva, en un lenguaje colectivo, social e impersonal que le preexiste, por tanto, su voz proviene desde otro lado (MACLURE, 2013) y, asimismo, es una multiplicidad de voces.
En consecuencia, lo que el PEF pone en juego es el cogito cartesiano. En efecto, el ser lúcido y cognoscente que Descartes colocó en el centro de la filosofía moderna y que llegó a ser equivalente a conocimiento y pensamiento, es posible comprenderlo ahora como una construcción onto-epistemológica que es cuestionada desde el nuevo empirismo (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a). Como tal, el nuevo empirismo disputa la idea binaria entre teoría y práctica, debido a que “es peligrosa porque perpetúa la separación moderna de filosofía y ciencia, aun cuando las ciencias naturales fueron alguna vez un asunto filosófico” (ST. PIERRE 2016a, p. 112), lo que deja, tal como ya se ha planteado, a sujetos y experiencias humanas del lado incorrecto de cualquier escisión binaria determinada previamente.
St. Pierre (2016a, 2017ST. PIERRE, Elizabeth A. "Haecceity: Laying Out a Plane for Post Qualitative Inquiry".Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 686-698, 4 nov. 2017., 2019) siguiendo a autores como Althusser, Foucault y Deleuze, planteó que las ideas no son inmateriales, sino que existen en las acciones de los sujetos, por tanto, el pensamiento puede se comprendido como una forma de acción, la práctica como un conjunto de teorías que se dinamizan unas con otras y, a su vez, las teorías se vuelven corpóreas y, por tanto, materiales en la práctica. Entonces, para el nuevo empirismo, es crucial pensar la teoría y práctica desde una perspectiva no binaria y material, lo que implica la necesaria posibilidad de pensar el mundo desde otra perspectiva, de comprender al sujeto no como un ser con esencia, sino que constituido a partir de múltiples posibilidades de existencia. En síntesis, surge la necesidad de no tan solo pensar en un nuevo empirismo, sino en una nueva ontología que permita reorientar el pensamiento y la construcción del conocimiento.
Así entonces, para dar cuenta de un nuevo empirismo y una nueva ontología, se debe necesariamente recurrir a la explicación dada por la tradición de la filosofía moderna, tomándola como línea de base para comprender tanto la naturaleza, la fuente y los límites del conocimiento, como lo que es considerado real y no real, junto con sus categorías de existencia, siendo posible desde allí establecer qué es lo nuevo, lo distinto, que permite al PEF situarse en un mundo postcartesiano. Coherente con el dualismo filosófico, el empirismo y el racionalismo como posibles métodos para la búsqueda de la verdad, se establecen como opuestos en relación con cuán dependiente es el conocimiento de la experiencia sensible (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a), aun cuando tienen en común la existencia de un mundo externo cognoscible y la convicción que la ontología puede separarse de la epistemología.
Tal como lo explicó St. Pierre (2016a), el empirismo convencional sostiene que la conciencia, los contenidos de la mente y la fuente del conocimiento como tal, con su existencia independiente del pensamiento, derivan desde y se justifican por medio de las observaciones de la experiencia basadas en los sentidos. Por su parte, el racionalismo convencional sostiene que el contenido de la mente, la conciencia y la fuente del conocimiento de lo real derivan desde el pensamiento racional, independiente de la experiencia sensorial. Según St. Pierre (2016a), en la filosofía trascendental kantiana se realizó una síntesis entre ambas corrientes, empirista y racionalista, según la cual solo es posible conocer el mundo por medio de la percepción de los sentidos, manteniendo el argumento sobre la existencia de ideas a priori transcendentales y universales, provenientes de estructuras de la mente o intuición, que condicionarían la experiencia del sentido.
Sin embargo, los seres humanos no pueden acceder a ideas o categorías universales que, en última instancia, existirían independientes a la propia experiencia humana (LENZ TAGUCHI, 2017LENZ TAGUCHI, Hillevi. “‘This Is Not a Photograph of a Fetus’: A Feminist Reconfiguration of the Concept of Posthumanism as the Ultrasound fetus image. Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 699-710, 24 nov. 2017.). Por el contrario, siguiendo la lógica deleuziana, Lenz Taguchi explicó que los
conceptos, ideas y categorías emergen por medio de la experiencia de los cuerpos en sus encuentros intensos y a veces violentos con el mundo y otros cuerpos … el sentido y el significado emergen (ex post facto) de las fuerzas inhumanas y prepersonales de la vida en sí misma, mientras lidiamos con varios problemas o asuntos que nos preocupan, para vivir, crear e inventar en un juego experimental de diferenciación continua (LENZ TAGUCHI, 2017LENZ TAGUCHI, Hillevi. “‘This Is Not a Photograph of a Fetus’: A Feminist Reconfiguration of the Concept of Posthumanism as the Ultrasound fetus image. Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 699-710, 24 nov. 2017., p. 702).
Así, en un constante devenir, se crea y recrea el mundo que construimos y existe.
Según el nuevo orden ontológico que estableció Descartes en el siglo XVII, la ontología fue separada y dominada por la epistemología. En palabras de St. Pierre,
para preservar ese orden, la separación de epistemología de la ontología debe mantenerse para prevenir una amenaza epistemológica, el miedo a que un objeto pueda retirarse del análisis científico (una vez que es conocido), deslizándose a través de la frontera que separa las palabras y las cosas, lo humano y no lo no-humano (ST. PIERRE 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a, p. 114).
En consecuencia, para sostener la mirada científica propia de la ciencia empírica convencional, se requiere que los objetos sean estables e inertes para así mantener la pretensión de objetividad, incluyendo al propio sujeto que investiga, cuyas características estarían dadas a priori.
En contraposición, el giro ontológico al cual hace referencia el PEF, invita a un sistema de pensamiento donde se descentra al sujeto cognoscente, quien, al igual que la realidad que conoce/construye, es tan solo una posibilidad entre múltiples posibilidades, siendo además una multiplicidad de voces en sí mismo, muy distante a la comprensión de un sujeto ilustrado estable y único. En una nueva ontología, este sujeto múltiple, cuyas subjetivaciones se producen y aparecen en las multiplicidades, está dado por las relaciones y los acontecimientos en un permanente devenir en espacios/tiempos continuos (Giles DELEUZE, 2008DELEUZE, Giles. Dos regímenes de locos. Valencia: Pre-Textos, 2008.). Por tanto, en este sistema de pensamiento que plantea una realidad sin el sujeto cartesiano, al momento de la investigación como posibilidad para construir conocimientos ya no son pensables conceptos como diseño de investigación, entrevista o análisis de datos, como tampoco es posible establecer con precisión el inicio y término de un proceso de investigación (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a). Surge, así, un nuevo empirismo y nuevas formas de investigación.
Investigación postcualitativa
Pensar en una investigación postcartesiana es replantear la forma en cómo hemos construido el conocimiento moderno, desde el uso de plural mayestático o los pronombres impersonales en los escritos, hasta los sistemas teóricos y conceptuales que subyacen a la investigación. Así, la escritura comúnmente utilizada en las comunicaciones científicas materializa la idea de la hibrys del punto 0 que acuñó Santiago Castro-Gómez (2005CASTRO-GÓMEZ, Santiago. La poscolonialidad explicada a los niños. Popayán: Editorial Universidad del Cauca, 2005.), concepto que devela el núcleo del pensamiento moderno, es decir, hablar desde un no lugar, negando el lugar de enunciación y la subjetividad del enunciador, pretendiendo un conocimiento universal. En cuanto a las teorías que subyacen a la investigación, St. Pierre (2016a) afirmó que no prestamos suficiente atención a las formaciones onto-epistemológicas en que el empirismo convencional se despliega, ya que la presión por la investigación y la aplicación de métodos tradicionales en las ciencias sociales impide detenernos a pensar sobre los cimientos desde los cuales el conocimiento científico es construido.
Comprender un nuevo empirismo requiere, en primer lugar, atender a los empirismos existentes utilizados en investigación. Como ya hemos planteado, la modernidad se funda sobre la convicción de un mundo exterior cognoscible, misma premisa que se mantiene en el empirismo convencional, puesto que ‘lo dado’ es la fuente de conocimiento, requiriendo un procedimiento minucioso y sistemático para observar el mundo por medio de los sentidos, los cuales funcionarían como dispositivos de grabación que replicarían el mundo exterior, sin que el lenguaje o la cultura influyan (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a). Así, el empirismo convencional es tanto una teoría del conocimiento como una metodología de investigación que disputa territorio con el racionalismo para ejercer el dominio de lo que es verdadero, sin embargo, ambas corrientes mantienen la dualidad materialismo/idealismo para determinar la naturaleza de ‘lo real’.
St. Pierre (2016a) plantea que el empirismo moderno ha sido parte tanto de la fenomenología como del positivismo lógico. La fenomenología, como un complejo movimiento filosófico, es el estudio de las cosas en sí mismas, el fenómeno, de su esencia y cómo ellas aparecen en nuestra conciencia, que, sin embargo, ha sido reducida a un enfoque empírico para producir conocimientos, convirtiéndola en un método, a pesar que sus principales exponentes, Edmund Husserl y Martin Heidegger, pusieron el acento en la epistemología y ontología (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a). Sin embargo, debemos considerar que la fenomenología como movimiento filosófico, es un intento por romper el dualismo mente/cuerpo cartesiano, uniendo la conciencia humana con los objetos materiales que permiten construir nuestra experiencia.
Con todo, la fenomenología no logra superar la matriz de pensamiento cartesiana. En efecto, conceptos como intencionalidad y epojé permiten comprender la propuesta fenomenológica que plantea la existencia de una conciencia individual hacia el mundo, que debe suspender el juicio y toda suposición previa para eliminar influencias como el lenguaje y la cultura, “y en su lugar ver lo que se le muestra, lo que es dado o evidente en sí mismo en la experiencia” (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a, p. 115), para acceder a la esencia de las cosas, a lo verdadero, universal y válido. Por tanto, si lo evidente en sí mismo es lo que valida el conocimiento, las cosas que aparecen en nuestra conciencia tienen un estado a priori que se presenta a sí misma a una conciencia individual, capaz de poner entre paréntesis todo lo demás que también posee una esencia a priori.
Además, para St. Pierre (2016a), siguiendo a autores como Sellars, Deleuze, Foucault y Guattari, el postestructuralismo ha sostenido amplios cuestionamientos sobre lo que la fenomenología presenta como el buen sentido y el sentido común, suponiendo que la ‘experiencia vivida’ pudiera dar cuenta del significado original de cada acto de conocimiento, otorgándole a ‘lo dado’ en el proceso perceptivo, la justificación del conocimiento empírico tradicional. Por su parte, Giles Deleuze y Félix Guattari (1997DELEUZE, Giles; GUATTARI, Félix. ¿Qué es la filosofía? Barcelona: Anagrama, 1997.) profundizaron la discusión sobre la fenomenología, objetando la existencia de una vida primordial supuestamente anterior al lenguaje, la cultura y la interpretación.
Jacques Derrida (1998DERRIDA, Jacques. Los espectros de Marx. El estado de la deuda, el trabajo del duelo y la nueva internacional. Madrid: Editorial Trotta, 1998.) hizo lo propio, dando cuenta de sus dudas sobre el buen sentido fenomenológico de las cosas en sí mismas, de lo que son en sí, de lo inmediatamente visible a primera vista, para poder establecer la verdad. Pero quien proveyó una crítica poderosa sobre el conocimiento basado en la experiencia, es la académica feminista Joan Scott (1991SCOTT, Joan. "The Evidence of Experience". Critical Inquiry, v. 17, n. 4, p. 773-797, 1991.), quien expuso que más que conocer a través de la experiencia, es esta, la experiencia, lo dado y el sentido común, lo que debe ser explicado, es decir, cómo las cosas llegaron a ser lo que son.
Por tanto, según la crítica que plantea el postestructuralismo, el objetivo final del empirismo fenomenológico, esto es, la descripción de la experiencia de un otro de manera textual según lo que le dona a la conciencia del sujeto que investiga, con un sujeto y un objeto integrado, no sería posible, ya que el objeto “debe y puede ser separado de todo lo demás para que pueda presentarse en su esencia única a la conciencia del sujeto individual que crea significado y que también ha puesto entre paréntesis el a priori” (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a, p. 115). De este modo, el empirismo fenomenológico mantiene la dicotomía sujeto/objeto y la idea de un sujeto único y estable capaz de dar cuenta de sí mismo, situación que no logra superar la perspectiva cartesiana.
Por su parte, el positivismo/empirismo lógico, instaurado por el Círculo de Viena a comienzos del siglo XX, propuso una teoría unificada de la ciencia, afirmando que todas las disciplinas que se consideren como una ciencia verdadera deberían sostenerse en los mismos principios filosóficos e iguales métodos de investigación. Su objetivo, desligarse de todos los elementos metafísicos para someter a la ciencia, sus conceptos y afirmaciones, a análisis rigurosos y lógicos, rechazando cualquier elemento especulativo, por tanto, estableció el principio de verificación como un atributo de la ‘buena ciencia’, el que indica que “nada que no pueda ser visto o medido es consignado en el campo de la especulación (…) la medición es el dato bruto, la evidencia final, la prueba irrefutable” (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a, p. 116).
Al igual que la fenomenología, el positivismo/empirismo sostiene la matriz dicotómica moderna, pero a diferencia de aquella, confía en la “objetividad del cogito cartesiano, los procedimientos racionales, las prácticas de investigación, la clarificación de todo lo que aparece confuso y (…) la suposición que el ser humano está separado y es superior a lo no humano” (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a, p. 117). De este modo, la medición, explicación, predicción y, en consecuencia, el control, son elementos esenciales en la construcción de verdad.
Según St. Pierre (2016a), Habermas sugirió que el positivismo estableció el quiebre con la epistemología como teoría del conocimiento, cayendo en el principio del cientificismo, el que indica que el propio conocimiento es definido por lo que hace la ciencia y puede explicarse por medio del análisis metodológico de los procedimientos científicos. Entonces, la propia ciencia se convierte en el árbitro del conocimiento que descubre/inventa/construye/establece verdades, alejándose de la autorreflexión epistemológica. Entonces, si la filosofía es separada de la ciencia, la investigación es reducida a metodologías y los métodos a la técnica, sucede que “cuando uno ha determinado cómo proceder antes de comenzar, no es sorprendente que los resultados sean a menudo intrascendentes, de bajo nivel” (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a, p. 188) con hallazgos que poseen poco poder explicativo.
En respuesta al empirismo convencional, surgió el empirismo trascendental de la mano de Deleuze (2005DELEUZE, Giles. Lógica del sentido. Barcelona: Paidós, 2005.), quien rompió con la principal dicotomía instituida por la ciencia convencional que marca el pensamiento moderno, la existencia de un mundo objetivo cognoscible por medio de la experiencia directa de los sentidos. Deleuze se alejó de la filosofía trascendental de Platón y Kant y del pensamiento abstracto del empirismo clásico, que otorgó fundamento al proceso de conocer en base a la lógica de la representación, vínculo mimético entre el mundo que existe y el que podemos asir a través de los sentidos, en una síntesis racional del sujeto que asigna categorías a priori o conceptos (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a) para aprehender ese mundo externo que en un comienzo le es ajeno.
Deleuze (2005DELEUZE, Giles. Lógica del sentido. Barcelona: Paidós, 2005.) postuló que las cosas existen por sí mismas en un mismo plano, por tanto, no son el reflejo imperfecto de un mundo trascendente que el sujeto cognoscente puede vincular, permanentemente, a través de un “modelo representacional de pensamiento, en el cual lo real existe porque el sujeto humano lo reconoce a partir de una versión trascendente de lo real” (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.a, p. 118) asiéndolo por medio de las sensaciones como fuente primaria de verdad. En cambio, estableció las condiciones generativas o genéticas de las cosas, que no son un reflejo a partir de entidades trascendentales que habitan un plano distinto, ni están dadas por la capacidad de conocer del sujeto, sino que existen en sí mismas y en constante cambio, dependiendo de las condiciones de posibilidad que originan su existencia en un momento dado.
A diferencia del empirismo clásico, que entregó un modelo que mantiene la doble condición de lo trascendente y de lo real, de la esencia y de la apariencia, de forma estática y estable, en el empirismo deleuziano la trascendencia es comprendida como un evento en constante movimiento, cuya génesis se encuentra dada por velocidades, encuentros e intensidades que no vuelven a existir (DELEUZE, 2005DELEUZE, Giles. Lógica del sentido. Barcelona: Paidós, 2005.). De este modo, si el empirismo clásico estableció un modelo de identidad, el empirismo trascendental dio lugar a la diferencia, pero no comprendida en términos de oposición o comparación a algo, sino de ‘pura diferencia’ (DELEUZE, 2005) en sí misma, dando origen a lo nuevo y singular (ST. PIERRE, 2016ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.b; ST. PIERRE, 2019ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post qualitative inquiry, the refusal of method, and the risk of the new". International Congress of Qualitative Inquiry, 2019.).
Entonces, lo que está en juego en la investigación postcualitativa es el sujeto, cualquiera sea el rol que asuma en el proceso de construcción de conocimiento. Si tomamos a un individuo en estudio, desde las ciencias sociales convencionales deberemos asumirlo como trascendentalmente dado, por lo tanto, es asumir por adelantado lo que debería ser explicado o, como sujeto que investiga, significa dar por hecho las propias teorías, conceptos y categorías ya aprendidas y establecidas, sin permitir que lo nuevo aparezca, una realidad distinta a la ya existente. En ambos casos, los sujetos podemos surgir de muchas formas posibles como efectos múltiples desde las condiciones genéticas dadas por movimientos, velocidades e intensidades (DELEUZE, 2008DELEUZE, Giles. Dos regímenes de locos. Valencia: Pre-Textos, 2008.), en momentos particulares y distintos.
Es así como, del mismo modo en que Scott (1991SCOTT, Joan. "The Evidence of Experience". Critical Inquiry, v. 17, n. 4, p. 773-797, 1991.) planteó que es la experiencia lo que debe ser explicado, con Deleuze (2005DELEUZE, Giles. Lógica del sentido. Barcelona: Paidós, 2005.) y su ontología de la inmanencia, el foco cambia desde conocer lo supuestamente dado hacia pensar sobre las condiciones genéticas que determinan las posibilidades que ese algo sea dado, incluso al sujeto mismo. En palabras de St. Pierre (2018ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post Qualitative Inquiry in an Ontology of Immanence".Qualitative Inquiry, v. 25, n. 1, p. 3-16, 2018a.a), el giro ontológico problematiza lo que tomamos por cierto o garantizado desde la ontología clásica, aquella que, desde dos planos de existencia disímiles, uno refiere a un plano originario en que las entidades son “pura esencia no contaminadas aún por los deseos, fragilidad, contingencia y finitud humana” (ST. PIERRE, 2018ST. PIERRE, Elizabeth A. "Writing Post Qualitative Inquiry". Qualitative Inquiry, v. 24, n. 9, p. 603-608, 2018b.a, p. 4), en cambio, “en una ontología de un solo mundo, la inmanencia, que significa permanecer dentro, no puede ser inmanente a algo exterior a ella porque la inmanencia siempre ya está dentro de sí” (ST. PIERRE, 2018a, p. 5). De esta forma, quien investiga llega a interesarse más por lo que podría ser y está por surgir, que de lo que ya es (ST. PIERRE, 2018a).
Entonces, ¿qué es la investigación postcualitativa y cómo podemos comprenderla? Primero, como una manera descentrada de acceder a aquello que llamamos realidad, descentrado del sujeto ilustrado, de las metodologías preexistentes y de los métodos previamente establecidos, que operan en un sistema de pensamiento que exige medir, explicar, predecir y así, controlar lo que se determina como existente. La investigación postcualitativa, entendida desde una ontología de la inmanencia y un empirismo trascendente, apela a la construcción de lo nuevo, a lo que aún no emerge, a lo que todavía no es, empujando los límites y atravesando lo que ya se ha normalizado, posibilitando la diferencia pura (Aaron KUNTZ; ST. PIERRE, 2020KUNTZ, Aaron M.; ST. PIERRE, Elizabeth A. "Proclaiming the New: An Introduction".Qualitative Inquiry, v. 27, n. 5, p. 1-5, 2020.; ST. PIERRE, 2016bST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b., 2018a, 2018bST. PIERRE, Elizabeth A. "Writing Post Qualitative Inquiry". Qualitative Inquiry, v. 24, n. 9, p. 603-608, 2018b., 2019), para ponderar, comprender, construir colectivamente y transformar.
Un cierre inacabado
Realizar un compendio y síntesis sobre el recorrido de los feminismos, o al menos uno de los posibles caminos a seguir, sin duda es una tarea inacabada que, además, deja fuera a tantas otras corrientes adscritas a las luchas, reivindicaciones y conocimientos desarrollados por y a partir de mujeres que han disputado, hasta hoy en día, el discurso hegemónico instalado a partir de Descartes, profundizado por el pensamiento ilustrado y materializado e instrumentalizado por el Círculo de Viena. Este pensamiento, que arriba como el que hará posible el progreso y bienestar de la humanidad, a la postre ha provocado las condiciones de posibilidad que han permitido la construcción y mantención de sociedades profundamente fragmentadas y desiguales.
El recorrido elegido para exponer uno de tantos trayectos posibles es, paradojalmente, el que proviene de los países centrales, otro concepto binario que deja al sur del mundo en el lado incorrecto, en la periferia. Sin embargo, es necesario destacar que también desde aquel lugar surgen las voces desde la calle o la academia que, en parte, empapan de convicciones y conocimientos a otras, a las mujeres privilegiadas de nuestro hemisferio, que hacen suyas las demandas por la igualdad, primero, y el derecho a la diferencia, después. Sin duda alguna, una senda similar a la señalada en este texto, referida a los feminismos latinoamericanos, es una tarea pendiente.
Otra paradoja posible de establecer, en coherencia con la anterior, es que la matriz de pensamiento eurocentrada comienza a fracturarse donde fue instituida. A partir de las primeras mujeres señaladas en la literatura como Christiane de Pizán y Olympe de Gouges, de manera progresiva los movimientos de mujeres surgen, se diseminan y articulan en diversos momentos y lugares, hasta llegar a la mitad del siglo XX, donde Simone de Beauvoir cuestiona la condición biológica de lo femenino.
Desde ese punto de inflexión hasta cuestionar, en definitiva, toda la matriz de pensamiento sobre la que nuestras sociedades han sido construidas, incluyendo el valor de verdad de la ciencia y su supuesta neutralidad, tuvo que pasar años de desarrollo teórico, el que nunca abandonó la perspectiva política. Es más, una de las características de las epistemologías feministas es haber vinculado lo político y la construcción de conocimiento, ambos comprendidos como prácticas sociales. Así, el Empirismo Feminista y el Feminismo del Punto de Vista, son sin duda precursores de un feminismo que, desde el postestructuralismo, intenta la emergencia de una matriz de pensamiento distinta, una que construya a un sujeto diverso y cambiante.
Construir conocimiento a partir de aproximaciones filosóficas y teóricas distintas a las establecidas desde las ciencias sociales convencionales, es un desafío múltiple. Si los postulados de Deleuze y Guattari son considerados, no es posible ya que comprendamos el proceso de investigación con un inicio dado y único, con un sujeto u objeto de conocimiento estable y, menos aún, con un sujeto conocedor comprendido desde el humanismo, poseedor de ciertas condiciones determinadas a priori que le permiten establecer lo verdadero, ligado a conceptos y categorías previamente establecidas que rápidamente son instaladas en los nuevos elementos que emergen.
Además, si de manera permanente estamos considerando lo aún no dado, lo que todavía no es, no es posible ya aferrarse a metodologías hegemónicas que tantas veces constriñen el proceso de investigación más que posibilitar el pensar sobre el pensamiento, empujados, además, por la prisa de aplicar un método dado más que tomar el tiempo necesario para descubrir y develar los supuestos que subyacen a los principios de investigación utilizados.
Por tanto, si la investigación postcualitativa es siempre inmanente y experimental, no puede ser pensada como un cuerpo de investigación consolidado en que diversos tipos de estudios puedan ser asociados y vinculados a ella, o una metodología más de las ciencias sociales convencionales (ST. PIERRE, 2018ST. PIERRE, Elizabeth A. "Writing Post Qualitative Inquiry". Qualitative Inquiry, v. 24, n. 9, p. 603-608, 2018b.b, 2018a) por tanto, está más ligada a la filosofía que a los métodos de investigación. Tanto es así que comienza por cuestionarse al sujeto y al pensamiento que le subyace.
Referencias
- AGUILAR BARRIGA, Nani. "Una aproximación teórica a las olas del feminismo: la cuarta ola". FEMERIS: Revista Multidisciplinar de Estudios de Género, v. 5, n. 2, p. 121-146, 2020.
- AMORÓS, Celia. Feminismo y filosofía Madrid, España: Editorial Síntesis, S.A., 2000.
- BELLE, Deborah; DOUCET, Joanne. "Poverty, inequality, and discrimination as sources of depression among U.S. women". Psychology of Women Quarterly, v. 27, n. 2, p. 101-113, 2003.
- BUTLER, Judith. El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad Barcelona, España: Ediciones Paidós Ibérica, 2007.
- CAMPBELL, Rebecca; WASCO, Sharon M. "Feminist approaches to social science: Epistemological and methodological tenets". American Journal of Community Psychology, v. 28, n. 6, p. 773-791, dez. 2000.
- CASTRO-GÓMEZ, Santiago. La poscolonialidad explicada a los niños Popayán: Editorial Universidad del Cauca, 2005.
- CRASNOW, Sharon. "Feminist philosophy of science: Values and objectivity". Philosophy Compass, v. 8, n. 4, p. 413-423, abr. 2013.
- CRENSHAW, Kimberle. "Mapping the Margins: Intersectionality, Identity Politics, and Violence against Women of Color". Stanford Law Review, v. 43, n. 6, p. 1241, 1991.
- CUBILLOS ALMENDRA, Javiera. "La importancia de la interseccionalidad para la investigación feminista". OXÍMORA Revista Internacional de Ética y Política, n. 7, p. 119-137, 2015.
- DELEUZE, Giles. Lógica del sentido Barcelona: Paidós, 2005.
- DELEUZE, Giles. Dos regímenes de locos Valencia: Pre-Textos, 2008.
- DELEUZE, Giles; GUATTARI, Félix. ¿Qué es la filosofía? Barcelona: Anagrama, 1997.
- DERRIDA, Jacques. Los espectros de Marx. El estado de la deuda, el trabajo del duelo y la nueva internacional Madrid: Editorial Trotta, 1998.
- FIRESTONE, Shulamith. La dialéctica del sexo Barcelona: Editorial Kairós, 1976.
- FOUCAULT, Michel. The History of Sexuality Volume I: An Introduction New York: Pantheon Books, 1978. v. I
- FOUCAULT, Michel. Microfísica del poder Madrid: Las Ediciones de La Piqueta, 1979.
- FOUCAULT, Michel. On the genealogy of ethics: an overview of work in progress. In: RAVINOW, Paul. (Ed.). The Foucault Reader New York: Pantheon Books, 1984. p. 340-372.
- GAVEY, Nicola. "Feminist postestructuralism and dircourse analysis: Contributions to Feminist Psychology". Psychology of Women Quarterly, v. 13, n. 4, p. 459-475, 25 dez. 1989.
- HARAWAY, Donna. "Situated knowledges: The science question in feminism and the privilege of partial perspective". Feminist Studies, v. 14, n. 3, p. 575-599, 1988.
- HARDING, Sandra. "After the Neutrality Ideal: Science, Politics, and “Strong Objectivity”. Social Research, v. 59, n. 3, p. 567-587, 1992a.
- HARDING, Sandra. Rethinking Standpoint Epistemology: What is 'Strong Objectivity'?" The Centennial Review, v. 36, n. 3, p. 437-470, 1992b.
- HARDING, Sandra. "A Socially Relevant Philosophy of Science? Resources from Standpoint Theory’s Controversiality". Hypatia: A Journal of Feminist Philosophy, v. 19, n. 1, p. 25-47, 2004.
- HEIN, Serge F. "Deleuze’s New Image of Thought: Challenging the Dogmatic Image of Thought in Qualitative Inquiry". Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 656-665, 22 nov. 2017.
- JACKSON, Alecia Y. "Thinking Without Method".Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 666-674, 28 nov. 2017.
- KUNTZ, Aaron M.; ST. PIERRE, Elizabeth A. "Proclaiming the New: An Introduction".Qualitative Inquiry, v. 27, n. 5, p. 1-5, 2020.
- LENZ TAGUCHI, Hillevi. “‘This Is Not a Photograph of a Fetus’: A Feminist Reconfiguration of the Concept of Posthumanism as the Ultrasound fetus image. Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 699-710, 24 nov. 2017.
- LENZ TAGUCHI, Hillevi; ST. PIERRE, Elizabeth A. "Using Concept as Method in Educational and Social Science Inquiry". Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 643-648, 5 nov. 2017.
- LYOTARD, Jean-Francois. La condición postmoderna. Informe sobre el saber Madrid: Ediciones Cátedra, 1987.
- MACLURE, Maggi. "Researching without representation? Language and materiality in post-qualitative methodology". International Journal of Qualitative Studies in Education, v. 26, n. 6, p. 658-667, 2013.
- MATURANA, Humberto; VARELA, Francisco. El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento humano Buenos Aires, Argentina: Lumen, 2003.
- MILLETT, Kate. Política Sexual Madrid: Ediciones Cátedra, 1995.
- OLIVARES-AISING, Daniela; BARRERA, María del Valle. "Salud Mental Comunitaria: Equipos psicosociales y políticas públicas en la intervención de personas con adicciones". Psicoperspectivas, v. 18, n. 2, 2019.
- OLIVARES, Daniela; MORRISON, Rodolfo; YÁÑEZ, Randy; CARRASCO, Jimena. "¿Por qué puede ser difícil comprender qué es la Terapia Ocupacional? Una propuesta teórica desde cuatro perspectivas". Revista Chilena de Terapia Ocupacional, v. 15, n. 1, p. 123-134, ago. 2015.
- PALEČEK, Martin; RISJORD, Mark. "Relativism and the Ontological Turn within Anthropology". Philosophy of the Social Sciences, v. 43, n. 1, p. 3-23, 17 mar. 2013.
- SCOTT, Joan. "The Evidence of Experience". Critical Inquiry, v. 17, n. 4, p. 773-797, 1991.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "Coming to Theory: Finding Foucault and Deleuze. In: WEILER, Katheleen. (Ed.). Feminist Engagements. Reading, Resisting and Revisioning Male Theorist en Education and Cultural Studies New York: Routledge, 2001. p. 141-164.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post Qualitative Research. The Critique and the Comming After". In: DENZIN, Norman K.; LINCOLN, Yvonna S. (Eds.). The SAGE Handbook of Qualitative Research 4th Ed. ed. Los Ángeles: SAGE Publications, 2011. p. 611-626.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "Another postmodern report on knowledge: Positivism and its others". International Journal of Leadership in Education, v. 15, n. 4, p. 483-503, 2012.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "The empirical and the new empiricisms". Cultural Studies - Critical Methodologies, v. 16, n. 2, p. 111-124, 2016a.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "Deleuze and Guattari’s language for new empirical inquiry". Educational Philosophy and Theory, v. 49, n. 11, p. 1080-1089, 19 set. 2016b.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "Haecceity: Laying Out a Plane for Post Qualitative Inquiry".Qualitative Inquiry, v. 23, n. 9, p. 686-698, 4 nov. 2017.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post Qualitative Inquiry in an Ontology of Immanence".Qualitative Inquiry, v. 25, n. 1, p. 3-16, 2018a.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "Writing Post Qualitative Inquiry". Qualitative Inquiry, v. 24, n. 9, p. 603-608, 2018b.
- ST. PIERRE, Elizabeth A. "Post qualitative inquiry, the refusal of method, and the risk of the new". International Congress of Qualitative Inquiry, 2019.
- WEEDON, Chris. Feminist practice and poststructuralist theory Cambridge, MA: Basil Blackwell, 1987.
- WIGGINTON, Britta; LAFRANCE, Michelle N. "Learning critical feminist research: A brief introduction to feminist epistemologies and methodologies". Feminism and Psychology, p. 1-17, 3 set. 2019.
-
Como citar este artículo de acuerdo con las normas de la revista:
OLIVARES-AISING, Daniela; MAYORGA ROJEL, Alberto Javier. “Investigación postcualitativa: aportes críticos desde el postestructuralismo feminista”. Revista Estudos Feministas, Florianópolis, v. 31, n. 1, e84032, 2023. -
Financiación:
No se aplica. -
Consentimiento de uso de imagen:
No se aplica. -
Aprobación de un comité de ética en investigación:
No se aplica.
Fechas de Publicación
-
Publicación en esta colección
03 Abr 2023 -
Fecha del número
2023
Histórico
-
Recibido
22 Set 2021 -
Revisado
12 Jun 2022 -
Acepto
22 Ago 2022