RESUMEN
El ensayo académico es uno de los géneros clave en la formación de estudiantes en Ciencias Sociales y Humanidades en la educación superior. Su estudio en español ha sido relativamente limitado, centrándose generalmente en su estructura retórica y dejando de lado tanto descripciones discursivas detalladas como diferencias disciplinares en la escritura del ensayo. Este artículo ofrece una exploración inicial al ‘ensayo académico’ en el marco de las Ciencias Sociales, a partir del análisis de textos escritos por estudiantes de Sociología. Esta descripción tipológica se sustenta en la Lingüística sistémico funcional (LSF) y su propuesta de análisis de género (Martin y Rose 2008; Hood 2010).
Palabras clave: ensayo académico; Lingüística sistémico funcional; Sociología; tipología de género en español
RESUMO
O ensaio acadêmico é um dos gêneros-chave na formação de estudantes em Ciências Sociais e Humanidades na educação superior. O seu estudo em espanhol tem sido relativamente limitado, focado geralmente na sua estrutura retórica e deixando de lado tanto descrições discursivas detalhadas quanto diferenças disciplinares na escrita do ensaio. Este artigo oferece uma exploração inicial do ‘ensaio acadêmico’ no âmbito das Ciências Sociais, a partir da análise de textos escritos por estudantes de Sociologia. Esta descrição tipológica é baseada na Linguística sistêmico-funcional (LSF) e a sua proposta de análise de gênero (Martin e Rose 2008; Hood 2010).
Palavras-chave: ensaio acadêmico; Linguística sistêmico-funcional; Sociologia; tipologia de gênero em espanhol
ABSTRACT
Academic essay is a key genre that students in the Social Sciences and Humanities are required to write in tertiary education. Research on this object in Spanish has been scarce, focusing generally on the rhetorical structure of this genre, without considering possible disciplinary variation in the way essays are written. This paper explores the academic essay genre within Social Sciences, through the analysis of texts written by Sociology tertiary students. The typological description is founded on Systemic functional linguistics (SFL) and its genre analysis (Martin & Rose 2008; Hood 2010).
Keywords: academic essay; Systemic functional linguistics; Sociology; genre typology in Spanish
Introducción
El ensayo académico suele ser considerado como uno de los textos más comunes e influyentes en la formación de los estudiantes universitarios (Castro, Hernández y Sánchez 2010; Errazuriz Cruz 2014; Rodríguez Ávila 2007; Zunino y Muraca 2012). Tanto en el ámbito de la alfabetización académica en español como en la enseñanza de cursos disciplinares en contextos universitarios, se plantea de forma relativamente consistente que parte de las tareas de escritura que los estudiantes deben realizar durante su formación corresponden a ensayos académicos. En términos generales, el ensayo es definido, en estos contextos, como un texto cuyo propósito es que un estudiante demuestre a su evaluador (docente) su grado de conocimiento sobre un tema, “gracias a la revisión crítica de planteamientos, ideas, juicios, teorías, reflexiones, explicaciones, opiniones, etcétera, de uno o varios autores, lo que presupone un marco de amplia proporción” (Castro et al. 2010: 58).
La relevancia del ensayo académico pareciera ser particularmente más notoria en las disciplinas de las Ciencias Sociales y Humanidades, en donde suele plantearse que este género es fundamental para la formación del pensamiento crítico de los estudiantes, de sus habilidades de escritura académica y de su capacidad de generar conocimiento ‘nuevo’ (Castro et al. 2010). La importancia que se asigna al ensayo en el ámbito académico es tal que diversas instituciones de educación superior en Chile han comenzado a diseñar y aplicar pruebas de escritura de ensayos a sus estudiantes, como una forma de medir de manera estandarizada sus habilidades de comunicación académica (por ejemplo, el test de Habilidades Comunicativas (VRA100) de la Pontificia Universidad Católica de Chile).
La centralidad percibida del ensayo en el ámbito académico puede relacionarse con una concepción bastante extendida sobre la escritura especializada como dirigida, al menos de manera subyacente, a la persuasión (cf. Errázuriz Cruz 2014; López Ferrero 2002; Parodi 2009). En este sentido, el ensayo suele entenderse como un género de orientación argumentativa, que busca persuadir al lector sobre las ideas y perspectivas originales y creativas que el escritor propone sobre una materia (Olaizola 2011). Sin embargo, en el ámbito académico, esta orientación argumentativa se complementa con la exposición de aparatos teóricos y conceptuales que permiten sostener el punto de vista planteado por el autor. De esta forma, existe consenso en la literatura sobre la constante interrelación de secuencias argumentativas y expositivas para la construcción de ensayos académicos (Castro et al. 2010; Errázuriz Cruz 2014; Olaizola 2011), así como sobre su estructura, que suele ser descrita en términos de la estructura retórica típica de introducción, desarrollo y conclusión (por ejemplo, Castro et al. 2010; Zunino y Muraca 2012).
Esta aparente regularidad del ensayo en el ámbito académico es sin embargo relativizada por algunos autores, como Castro et al. (2010), quienes señalan que, si bien los docentes suelen solicitar a sus estudiantes la escritura de ensayos, muchas veces ellos mismos no tienen claridad sobre las características del texto que esperan. Por otro lado, el ensayo académico puede variar según los diferentes contextos disciplinares en los que se produce: es de esperar que un ensayo en Literatura tenga características que lo diferencian de, por ejemplo, un ensayo en Teología o de textos llamados ‘ensayos’ en cursos de Ingeniería Civil, por mencionar algunos casos observados. Se detecta de esta manera una doble complejidad: la falta de claridad de los docentes sobre el tipo de texto que solicitan a sus estudiantes y la proliferación del término ‘ensayo’ para hacer referencia a un número potencialmente alto de géneros de diferente naturaleza en el ámbito académico y disciplinar.
En el campo de la alfabetización académica en español, es posible encontrar materiales pedagógicos elaborados por centros y programas de escritura que buscan enseñar cómo escribir un ensayo académico adecuado en el marco de cursos universitarios (por ejemplo, López, Huerta, Ibarra y Almazán 2014; Murillo s.a). Sin embargo, tanto en el ámbito de la alfabetización académica como del discurso especializado en español, no se ha abordado aún de manera sistemática la descripción del ensayo académico, salvo algunas limitadas excepciones. Estas aproximaciones al ensayo académico suelen ser más bien teóricas, centradas en discusiones sobre su definición, características y orígenes (por ejemplo, Gómez Martínez 1992; Millán 1990; Rodríguez Ávila 2007), o bien, si son descripciones basadas en evidencia empírica, estas suelen estar fundamentadas en orientaciones retóricas generales, sin ofrecer necesariamente análisis lingüístico exhaustivo de los patrones de lenguaje predominantes en el género (por ejemplo, Castro et al. 2010; Zunino y Muraca 2012). Además de esto, no se observa en la literatura una descripción que considere de manera específica las características distintivas de los ensayos académicos en diferentes ámbitos disciplinares de la academia.
Este artículo tiene como objetivo ofrecer una descripción inicial del ensayo académico como un género relevante en el ámbito de las Ciencias sociales, a partir del estudio del caso de Sociología. El estudio analiza ensayos escritos por estudiantes de Sociología en una universidad tradicional de Santiago de Chile, en el marco de un curso mínimo de su currículum. Los textos analizados son descritos por los docentes como ‘ensayos académicos’, tanto en las instrucciones entregadas a los estudiantes en el curso en cuestión como en las entrevistas formales llevadas a cabo en el marco de la investigación. Este artículo ofrece una descripción de género para el ensayo académico en el ámbito de Sociología, que permite explorar desde una orientación tipológica sus patrones discursivos más relevantes, de modo de iniciar una exploración sobre las diferencias topológicas disciplinares respecto de lo que se entiende en ellas por ensayo académico.
Esta descripción se fundamenta en el marco conceptual de la Lingüística sistémico funcional (en adelante, LSF) (Halliday y Matthiessen 2004; Martin 1992; Martin y Rose 2007, 2008), que propone una comprensión socio-semiótica del concepto de género. De este modo, se aborda la descripción del género ensayo en Sociología desde una aproximación metafuncional y semántico-discursiva (cf. Hood 2010), en un afán de aportar una caracterización profunda, detallada y sistemática de la estructura de este género y de sus características discursivo-semánticas.
El artículo se organiza de la siguiente forma: en primer lugar, se presentan los fundamentos teóricos que sustentan esta aproximación a la descripción de género. Luego se detallan aspectos metodológicos de la investigación. En la sección Resultados se ofrece un análisis metafuncional detallado de instancias ejemplares de los textos analizados, y finalmente se discuten los principales resultados a la luz de descripciones previas sobre el género en cuestión y de aspectos teóricos y analíticos sobre el concepto de género en LSF.
1. Marco teórico
1.1. El género desde la perspectiva de la LSF
La noción de género de la LSF se inserta en una teoría socio-semiótica del lenguaje, que busca explicar su naturaleza a partir de su relación con la estructura social (Halliday & Hasan 1985), entendiendo lenguaje y contexto como dos sistemas semióticos intrínsecamente relacionados. En el modelo de contexto propuesto por Martin (1992), el género corresponde al estrato más abstracto de este sistema semiótico, y se entiende como configuraciones recurrentes de significado que llevan a cabo prácticas sociales culturalmente establecidas (Martin y Rose, 2008). En términos operativos, el género corresponde a un proceso social orientado a un propósito y organizado en etapas, a través del cual los hablantes interactúan en el marco de su cultura (Martin y Rose, 2008).
El género se realiza en primer lugar mediante las diferentes variables de registro, entendido como situaciones-tipo recurrentes en las que se observan patrones semióticos estables. Las variables que componen el estrato del registro son el campo (que corresponde a las actividades que se llevan a cabo en una práctica social dada), el tenor (vinculado a las relaciones sociales que se establecen entre los interactuantes de la práctica social) y el modo (vinculado a la distancia semiótica y el rol del lenguaje en un contexto dado) (Martin y Rose, 2007). El campo se vincula, en el lenguaje, a la metafunción ideacional, el tenor a la metafunción interpersonal y el modo a la metafunción textual. El registro actúa como una interfaz entre el análisis del contexto social y la organización metafuncionalmente diversificada de los recursos de lenguaje (Martin 1997).
La mirada estratificada sobre el contexto y el lenguaje permite establecer relaciones de realización sistemáticas entre los propósitos sociales culturalmente establecidos (género), los aspectos del contexto inmediato (registro) y los patrones semántico-discursivos en el texto y léxico-gramaticales en la cláusula. Este modelamiento estratificado del contexto y el lenguaje propuesto por Martin (1992) se grafica en la Figura 1.
Debido a que el género, entendido como el estrato más abstracto del contexto, requiere del lenguaje para ser realizado, su análisis desde el marco de la LSF se lleva a cabo considerando patrones de significado de diversa naturaleza. La configuración de estos patrones en los textos permite identificar etapas del género, que corresponden a los componentes de su estructura esquemática, lo que a su vez permite, en parte, hacer distinciones tipológicas entre géneros. Por otro lado, los patrones de lenguaje permiten también distinguir fases dentro de las etapas de un género, que pueden ser menos estables y estar determinadas por constricciones del registro. La fase como componente menor de la etapa permite dar cuenta de las variaciones potenciales entre instancias de un mismo género, aportando así una mirada topológica para su descripción (Martin y Rose 2008).
El análisis de géneros presentado en este artículo considera algunos de los sistemas de significado del estrato semántico-discursivo, que en su conjunto permiten distinguir la estructura esquemática e identificar el género que se instancia en los textos analizados.
1.2. Sistemas de opciones de significado como herramientas de análisis
Para la descripción de género propuesta aquí se considerarán los sistemas de ideación, periodicidad, conexión y valoración. El sistema de ideación comprende los recursos semántico-discursivos que conciernen a la construcción de la experiencia en el lenguaje, vinculados por tanto con la metafunción ideacional. Estos recursos dicen relación con configuraciones de participantes, actividades y secuencias de actividades que se realizan en el lenguaje. El sistema de ideación se compone de tres sub-sistemas de opciones de significado: relaciones taxonómicas, relaciones nucleares y secuencias de actividades (Martin 1992). Para efectos del análisis de género aquí ofrecido, solo se considerarán, siguiendo a Hood (2010) las relaciones taxonómicas, que corresponden a las relaciones léxicas entre elementos de una cláusula a otra a lo largo de un texto (Martin 1992; Martin y Rose 2007). El análisis de textos a partir del sistema de ideación y en particular de las relaciones taxonómicas permite identificar el tipo de entidades que se despliegan en el texto y las relaciones establecidas entre ellos, así como también el grado de mantención o cambio de estas entidades a lo largo del texto, lo que permite suponer, de manera inicial, cambios en el campo asociados a la estructura esquemática del género.
El sistema de periodicidad reúne las opciones de significado textual para la organización de la información en los textos en ondas o fases de significado (Martin y Rose 2007). La información se organiza en los textos en una jerarquía de periodicidad, en la que se distinguen como las ondas mayores de predicción y acumulación de información el hiperTema y el hiperNuevo, respectivamente. Estas ‘grandes ondas’ de información permiten determinar bloques informativos en los textos y de este modo distinguir fases y etapas en la estructura del género. Las opciones de significado en periodicidad interactúan con las opciones de ideación para ir desplegando el campo de manera progresiva en los textos y señalar qué entidades resultan relevantes para distinguir etapas en el género.
El sistema de conexión también organiza opciones de significado ideacional, vinculadas particularmente a las relaciones lógicas entre actividades en el texto (Martin y Rose 2007). El sistema de conexión interactúa, por un lado, con el sistema de ideación, a partir del establecimiento de relaciones lógicas entre las actividades que construyen un campo; y, por otro lado, con el sistema de periodicidad, estableciendo relaciones entre bloques informativos en un texto y organizando de este modo el discurso en ondas de información lógicamente organizadas. Debido a esto, se distingue en el sistema de conexión entre conexión externa (vinculando actividades en un campo) y conexión interna (organizando la información en el discurso). El análisis de textos a partir del sistema de conexión permite establecer, por ejemplo, si estos se orientan a la explicación de fenómenos, a la narración de actividades o a la argumentación de una postura, entre otros.
Finalmente, el sistema de valoración es otra de las herramientas de análisis fundamentales para la descripción de géneros en el modelo de la LSF. Este sistema organiza las opciones de significado interpersonal, que se orientan al establecimiento de relaciones sociales entre los hablantes y al posicionamiento de los escritores en relación con el significado ideacional construido en sus textos (Martin y White 2005; Martin y Rose 2007; Hood 2010). El sistema de valoración comprende tres subsistemas diferentes, actitud, compromiso y gradación, cada uno de los cuales organiza recursos interpersonales particulares (para más detalles, ver Martin y White 2005; Martin y Rose 2007). Los recursos de valoración se despliegan en los textos de manera prosódica, creando patrones específicos de evaluación que permiten distinguir, junto con otros recursos de significado, diferentes etapas en los géneros.
1.3. La familia de géneros de evaluación
Teniendo en cuenta el propósito social global de los textos, la LSF distingue tres grandes familias de géneros: géneros que establecen vínculos (engaging) (historias o narrativas); géneros que informan (informes, explicaciones, procedimientos, entre otros); y géneros que evalúan situaciones/problemas u objetos semiótico-culturales (Rose y Martin, 2012). Dentro de la familia de géneros de evaluación, se distinguen dos sub-familias, según si el propósito de los géneros es persuadir a favor de un punto de vista sobre un problema u ofrecer una crítica sobre objetos semiótico-culturales. En el primer caso, se trata de la familia de géneros de argumentación y en el segundo de la llamada familia de géneros ‘respuesta a textos’ (Rothery 1994). Las distinciones tipológicas señaladas se grafican en la Figura 2, con foco en la familia de géneros evaluativos.
Teniendo en cuenta los propósitos generales de los textos que los estudiantes escriben bajo la etiqueta de ensayo académico en Sociología, es posible sostener que estos textos se enmarcan de manera general en la familia de los géneros de evaluación. Ahora bien, si se asume que estos ensayos tienen el propósito de persuadir a su lector sobre un punto de vista sobre un problema, es posible suponer que el ensayo correspondería, desde el punto de vista de la LSF, al género justificación (exposition) (cf. Giudice y Moyano 2011), en el que se defiende un punto de vista. Sin embargo, un aspecto relevante de los textos escritos por los estudiantes de Sociología es que las instrucciones de los docentes implican la consideración de un objeto - en este caso, textual- para la escritura del ensayo. De esta manera, es necesario considerar como una opción algunos de los géneros de respuesta a textos, en particular el género interpretación.
1.5. Género justificación y género interpretación: etapas y características
El género justificación - que corresponde a lo que tradicionalmente se conoce como género argumentativo- se compone de tres etapas obligatorias: Planteamiento de la tesis ^ Argumentos ^ Reiteración de la tesis (Rose y Martin 2012). Algunos de los patrones de significado relevantes de este género dicen relación, desde el punto de vista de la metafunción ideacional, con el establecimiento de relaciones de conexión interna, particularmente de causalidad, para el planteamiento de evidencia que soporta la tesis (Martin y Rose 2008). Desde el punto de vista de la metafunción textual, se observa en la etapa inicial el establecimiento del tema y de la tesis y una predicción de los argumentos que se desplegarán, y en la etapa final una consolidación de los puntos principales establecidos en el texto. Finalmente, desde una mirada interpersonal, se observa generalmente un despliegue de recursos de valoración que se condensan en la etapa de argumentos.
Por su parte, el género interpretación se compone también de tres etapas: Evaluación ^ Sinopsis (del texto) ^ Reafirmación (Rothery 1994). En la primera etapa, se presenta el mensaje del texto verbal, visual o musical, de modo de señalar de qué manera el mensaje del texto se realiza a través de eventos o personajes en la narrativa verbal o aspectos visuales/auditivos en obras de esa naturaleza. Luego, la etapa Sinopsis realiza un recuento de fragmentos seleccionados del texto o de elementos de la obra visual/musical, para mostrar a través de ellos la realización del mensaje de la obra. Finalmente, en la etapa Reafirmación se retorna al mensaje de la obra en términos generales y se ofrece una interpretación general más abstracta. Rothery (1994) ofrece algunas características de este género, pero considerando patrones en el estrato léxico-gramatical, lo que se aleja del foco de este artículo.
La distinción de propósitos, etapas y características generales de estos dos géneros de la familia de géneros de evaluación resulta fundamental para poder identificar de manera apropiada a qué género corresponden los textos escritos por los estudiantes denominados ‘ensayos académicos’.
2. Marco metodológico
Esta investigación corresponde a un estudio de caso de corte cualitativo, llevado a cabo en el marco de un programa para el apoyo a docentes para el desarrollo de escritura disciplinar de sus estudiantes.
2.1. Corpus del estudio
Los datos para la investigación fueron recolectados en la carrera de licenciatura en Sociología en una universidad tradicional de Santiago de Chile. La recolección se llevó a cabo durante el primer semestre de 2017. El proceso de selección de los datos se inició a partir de una negociación con los docentes de la disciplina, mediante la que se determinó qué cursos a lo largo del currículum eran clave para el desarrollo de la escritura disciplinar en el área. Luego, en cada uno de estos cursos se recopilaron tareas de escritura realizadas por los estudiantes, además de documentos como programas, instrucciones para la elaboración de trabajos y rúbricas o pautas de evaluación. A partir de estos documentos, fue posible identificar un curso (Formación y desarrollo de la cultura latinoamericana, de cuarto semestre) en el que la tarea de escritura central se describía como un ensayo individual. Para la selección de textos, se consideró como criterio la nota obtenida por los estudiantes luego de la evaluación del docente. Se escogieron de esta manera los diez textos con mejores evaluaciones de la cohorte, para asegurar que los textos analizados cumplían con las exigencias académicas del curso.
Esta tarea de escritura es modelada para los estudiantes mediante un dossier con instrucciones detalladas, que incluye ejemplos del tipo de texto esperado. En este documento se señala que el ensayo debe plantear como punto de partida una pregunta relacionada con algún concepto discutido en el curso y proponer una respuesta a partir del análisis de una novela latinoamericana. Además de esto, se indica la importancia de plantear una hipótesis explícita y clara y de ofrecer argumentos consistentes para responder a la pregunta inicial. Finalmente, las instrucciones señalan que el ensayo debe tener como máximo 3000 palabras.
2.2. Procedimientos
Los textos fueron recopilados luego de la evaluación del docente, escaneados y transformados mediante software en documentos editables. El análisis se llevó a cabo de manera manual, utilizando para ello un procesador de textos para etiquetar las diferentes opciones de significado ideacional, textual e intepersonal observados en los datos. Se generó para ello un protocolo de análisis de modo de hacer consistente el proceso. El análisis comenzó por los textos con la mejor evaluación de cada grupo, y los patrones de significado encontrados llegaron a un punto de saturación alrededor del análisis del quinto texto de la muestra.
El análisis de los textos comenzó considerando patrones de periodicidad, para establecer bloques informativos en los textos, señalados por la predicción de información a través de hiperTemas y su despliegue posterior en el texto. La distinción de hiperTemas permite una primera aproximación a la estructura esquemática del género, la que es luego complementada con un análisis de relaciones taxonómicas, que permite confirmar bloques informativos en los textos. El análisis de relaciones taxonómicas se orienta además a describir inicialmente el campo construido en el texto (en términos del continuum especializado - de sentido común). El siguiente paso fue realizar un análisis de relaciones lógico-semánticas mediante recursos de conexión y finalmente, el análisis de recursos de valoración. Luego de finalizado el análisis de cada texto, este fue discutido en el equipo de investigación para identificar en conjunto patrones de significado consistentes.
3. Resultados
Los resultados del análisis de los textos de Sociología serán ejemplificados con extractos de las instancias de género analizadas. Los ejemplos escogidos resultan característicos de los patrones de significado encontrados en los datos.
A partir del análisis metafuncionalmente diferenciado llevado a cabo, es posible identificar tres etapas claramente distinguibles en los textos. Estas etapas se identifican, inicialmente, a partir de patrones de periodicidad e ideación, observando, por una parte, la presencia de hiperTemas a lo largo de los textos y la presencia de macroNuevos que consolidan información hacia el final de ellos, y por otra, el despliegue de diferentes entidades en los bloques informativos determinados por los hiperTemas. Se presentan en la Tabla 1 a continuación el despliegue de estos hiperTemas y de macroNuevo en dos instancias de textos, y se marcan las diferentes entidades que aparecen en cada onda informativa. Esta combinación de patrones textual e ideacional permite identificar inicialmente los límites de posibles etapas en los géneros.
La interacción entre los hiperTemas que predicen información al inicio de cada onda informativa y las entidades desplegadas en estas ondas y sus relaciones taxonómicas permiten determinar, de manera inicial, límites para las posibles etapas del género. En lo que se ha etiquetado como Etapa 1, se observan tres pulsos informativos diferentes, señalados por cada hiperTema. En el texto A, estos hiperTemas predicen información relativa a tres entidades relevantes: Latinoamérica, sus problemáticas y la novela analizada. Estas entidades, que aparecen en los diferentes hiperTemas, establecen entre sí relaciones taxonómicas que permiten entender este bloque informativo como una unidad, es decir, como una etapa determinada. Estas relaciones taxonómicas entre entidades en hiperTemas se presentan a continuación.
Luego, en la Etapa 2, el tipo de entidades que construyen el campo cambia, volviéndose más específicas. En este punto, la entidad novela presentada en la Etapa 1 es construida de manera más detallada a través de sus personajes y las acciones que llevan a cabo (el Consejero, el ejército, el general Alvarado, el dictador). Asimismo, las problemáticas, y en particular, la entidad órdenes alternativos se va especificando progresivamente, mediante el grupo nominal forma alternativa de poder, primero, y luego por la distinción entre las nociones de poder y dominación.
En el texto B se sigue este mismo despliegue e interacción entre opciones de periodicidad e ideación, aunque realizado de forma menos exitosa por el estudiante. Finalmente, en la Etapa 3, se observa de manera consistente la consolidación de cierta información en un macroNuevo, manifestado en el texto por recursos de conexión interna que señalan el rol de acumulación de este bloque informativo (en suma, por todo lo observado anteriormente), así como por la presencia de entidades que, por un parte, se retoman de onda informativas previas en el texto (como en el texto A) y que por otra pueden consolidar información más general y abstracta a partir de todo lo desplegado en el texto (como en el texto B: lo divino, poderes, simbología).
Una mirada más amplia a las etapas inicialmente identificadas permite confirmar la determinación de estos bloques informativos como etapas diferentes. Patrones más específicos de periodicidad e ideación se ejemplifican en el fragmento a continuación, correspondiente a la Etapa 1 del texto A del ejemplo anterior. En este ejemplo, se subrayan los hiperTemas, y se utiliza negrita para señalar entidades técnicas generales y cursiva para entidades técnicas específicas del campo.
Hasta hoy en día, Latinoamérica ha sido testigo de un déficit institucional, lo que ha implicado la incapacidad del Estado para pacificar el ámbito. Esto se desenvuelve en un contexto en el cual América Latina ha sido parte de una revuelta política en diferentes países y espacios que han llegado a definir el territorio, tanto de forma física como social. Dictaduras, revoluciones y grupos paramilitares son algunas de las manifestaciones de este síntoma que se ha desarrollado en el continente a lo largo de las décadas.
[…]
A modo de ejemplo de estas problemáticas, se utilizará la obra de Mario Vargas Llosa, titulada “La guerra del fin del mundo”. Esta se desenvuelve a finales del siglo XIX, en el norte de Brasil, en la región de Bahía, un lugar donde las condiciones de vida son deplorables. Constantemente hay sequías, epidemias y ataques por parte de los cangaceiros (bandoleros que robaban en la zona).
[…]
Basado en esta novela, el presente trabajo buscará explicar y determinar las diferentes problemáticas que han ocurrido en América Latina en cuanto a la crisis institucional por el surgimiento de este tipo de órdenes alternativos, y cómo el Estado ha logrado salir adelante como el único que posee el monopolio de la fuerza legítimo, es decir, el que imparte la dominación de los pueblos. […]
Tal como se observa en este fragmento, cada hiperTema (subrayado) permite predecir información relevante, que es desplegada en el párrafo. De esta manera, por ejemplo, la entidad déficit institucional establece una cadena léxica con revuelta política, dictaduras, revoluciones, grupos paramilitares, que especifica el sentido de déficit institucional , al mismo tiempo que contribuye a construir el campo de manera progresiva en el texto. El análisis integrado de periodicidad y relaciones taxonómicas, tal como ha sido presentado, resulta productivo entonces para determinar posibles etapas en un género. Este análisis debe ser profundizado, sin embargo, con la exploración de otros patrones de significado.
Desde un punto de vista interpersonal, cada una de las Etapas establecidas evalúa diferentes entidades, mediante recursos de apreciación, juicio y gradación, al mismo tiempo que establece diferentes posiciones dialogísticas, mediante recursos de compromiso. Para ejemplificar estas diferencias, se presenta a continuación fragmentos de cada una de las etapas señaladas. En el ejemplo, las entidades evaluadas son subrayadas, la evaluación (ya sea de apreciación o juicio) evocada marcada en cursivas, la evaluación inscrita y recursos de gradación en negrita, mientras que la inserción de voces se presenta subrayada y en negrita o en cursiva y negrita, dependiendo de la voz de que se trate.
En la Etapa 1, se observan principalmente recursos de evaluación evocada, mediante elementos léxicos que cumplen una función ideacional en el campo (déficit, revuelta, incapacidad). En este punto resulta complejo identificar marcas de valoración inscrita, ya que el texto utiliza conceptos técnicos del campo de la Sociología que pueden por sí mismos tener una carga axiológica. Las marcas de valoración inscritas aparecen evaluando aspectos de la novela que se analizará, como el contexto y los participantes que describe y presenta. En términos de compromiso, esta etapa se posiciona monoglósicamente, es decir, desplegando aserciones simples (bare assertions), que no permiten reconocer ninguna otra voz.
En la Etapa 2 se observa un cambio respecto del posicionamiento dialogístico del texto, ya que se reconocen al menos tres voces diferentes: primero, una voz autorial en el campo de la Sociología (según Max Weber (1987)), a partir de quien se ofrecen definiciones de términos especializados; en segundo lugar, las voces de los participantes de la novela (por ejemplo, el Consejero le dice a sus seguidores que deben combatir contra el Anticristo); y finalmente, la voz del autor del texto, introducida de manera impersonal (Aquí se observa que el Consejero no tiene solo poder...) y orientada a señalar un cambio en la orientación de la Etapa, desde la descripción de la novela a su interpretación. En esta etapa se evalúa también algunas entidades de la novela, pero esta evaluación parece proceder desde la voz del narrador en la novela y no desde la voz del autor del ensayo (Dentro de la novela, el Estado, al ver que la instalación en Canudos es seria…).
Finalmente, en la Etapa 3, se observan nuevamente otros patrones de valoración. Por una parte, recursos de juicio evocado mediante elementos léxicos que pueden tener una función ideacional, tal como en la Etapa 1 (Este personaje tiene legitimidad para las personas pobres de Bahía, utiliza formas populistas), y por otra, recursos de compromiso que vuelven a dar relieve a la voz del autor del ensayo.
Un último tipo de significado que se considera en el análisis de estos textos como instancias de un género es el de conexión, que realiza significados lógicos de orden ideacional. En los textos analizados se observa, en términos generales, una orientación al establecimiento de relaciones de adición, la que se realiza principalmente a través de la yuxtaposición de actividades y en muy pocos casos mediante conectores explícitos. Sin embargo, esta orientación a la adición de actividades cambia cuando el texto elabora la interpretación que se hace de la novela, tal como se observa en el siguiente fragmento de la Etapa 2, separado en las diferentes actividades (realizadas en cláusulas) que se despliegan:
Aquí se observa que el Consejero no tiene solo poder, ya que no coacciona a estas personas a ir a combatir, nunca los obliga a nada. Sin embargo , estas siguen lo que él les dice, por lo que se vislumbra que hay dominación hacia el pueblo, debido a que existe una voluntad de obedecerlo.En este fragmento, se ponen de relieve relaciones lógico-semánticas de causalidad interna, es decir, el establecimiento de vínculos de actividades dentro del texto. Estas relaciones, junto con otros patrones de ideación y valoración ya descritos, permiten elaborar la interpretación de la novela analizada, aspecto central del género en cuestión. Finalmente, en la Etapa 3, se observa nuevamente una predominancia de relaciones implícitas de adición entre las actividades, y, junto a esto, otros recursos de conexión interna que interactúan con el sistema de identificación para hacer referencia a información en el texto (Por lo anterior, por todo lo esbozado anteriormente) y consolidar en este punto los aspectos clave desplegados en él (en suma).
Este análisis multifuncional, que considera la recurrencia de patrones ideacionales, textuales e interpersonales en los textos analizados y los síndromes que constituyen, permite entonces distinguir tres etapas recurrentes, cada una con características particulares. De esta forma, se propone que los ensayos en Sociología corresponden al género interpretación (Rothery 1994; Rose & Martin 2012) y no al género justificación, que correspondería a la concepción más tradicional del ensayo. Al mismo tiempo, se distinguen en estos textos ciertas fases recurrentes, que permiten señalar que estas instancias del género interpretación se distinguen de aquellas descritas originalmente en el contexto de la escuela secundaria en Australia (por ejemplo, Rothery 1994; Humphrey 2016). Este género, como se señaló arriba, se compone de las etapas Evaluación ^ Sinopsis (del texto) ^ Reafirmación. En la Tabla 3 a continuación, se presenta el mismo ejemplo analizado hasta este punto, con algo más de extensión, identificando además sus etapas (en mayúscula inicial y negrita) y fases (en cursiva).
En la primera etapa del género (Evaluación) se observa una descripción del mensaje de la novela, tal como describe Rothery (1994). Sin embargo, aparecen dos fases no identificadas por la autora, problemática y foco , que se suman a la fase mensaje. En la primera, se establece el problema de corte sociológico que guía la interpretación de la novela, mientras que en la segunda se establece el objetivo específico del análisis. Estas fases podrían considerarse como específicas del género interpretación en el campo disciplinar de la Sociología. Se observa en la fase problemática el despliegue de recursos de evaluación evocada, tal como se señaló arriba (déficit, incapacidad, revuelta, etc.). Estos recursos de valoración permiten posicionar el tema como controversial y relevante de ser analizado en el marco de la novela. Luego, en la fase mensaje, se describe en términos generales la novela, haciendo referencia a sus principales participantes (o personajes, en negrita en el ejemplo). Finalmente, en la fase foco se señala el objetivo particular de la interpretación y la temática que se explorará (subrayado).
La segunda etapa del género corresponde a la Sinopsis. Esta etapa incluye la fase concepto analítico, que presenta el concepto especializado o perspectiva conceptual que se utilizará para interpretar diferentes pasajes de la novela. Esta perspectiva conceptual emerge de los textos especializados en el ámbito de la Sociología, lo que queda de manifiesto interpersonalmente de manera explícita a partir de los recursos de compromiso que integran la voz de autores con autoridad en el campo seleccionado (Según Max Weber (1987)). En términos ideacionales, esta fase despliega recursos como la definición de conceptos técnicos (poder, dominación) y la proliferación de nominalizaciones (coerción, resistencia, mandato, obediencia) que emergen de la referencia a la voz autorial legitimada en el campo de la Sociología. Esta fase supone de esta manera un cambio notorio en términos del tipo de significados y de combinaciones de patrones de significados que se despliegan en el texto: es en este momento en que el escritor/estudiante posiciona su conocimiento especializado del campo sociológico.
La siguiente fase, pasaje 1, describe en primer lugar un fragmento de la novela y luego ofrece una interpretación de este a partir de los conceptos descritos en la fase anterior. Este cambio de orientación en la fase - desde la descripción a la interpretación - se manifiesta en un cambio en las actividades que se construyen en ella: primero se construyen eventos o acciones llevadas a cabo por los participantes de la novela, pero luego aparece una actividad llevada a cabo por el escritor (Aquí se observa que…), que pone de manifiesto el punto en el que la interpretación específica del episodio se lleva a cabo. Esta fase puede repetirse según el número de eventos de la novela que el escritor escoja para construir su interpretación. En general, los textos analizados presentan al menos dos fases pasaje diferentes.
Finalmente, en la etapa Reafirmación, se realiza una consolidación de la información desplegada a lo largo del texto. Desde un punto de vista textual, esta consolidación se señala con el conector interno en suma al inicio del párrafo. Luego, se señalan características del personaje de la novela analizado, pero esta vez en términos de los conceptos teóricos que han permitido interpretar esta obra en términos sociológicos (en el ejemplo, en cursiva). En este punto de consolidación, los términos de naturaleza especializada son aquellos planteados al inicio del texto, en la fase problemática, y permiten cerrar de manera consistente la interpretación ofrecida en el texto.
Conclusiones
El análisis de los patrones semántico-discursivo en los textos analizados de Sociología permite establecer, mediante un análisis profundo de los textos, a qué género corresponde el ensayo académico, tal como se ha entendido en el marco de la formación en Sociología. Tal como evidencia el análisis, los ensayos escritos por estudiantes de Sociología no se corresponden necesariamente con una estructura argumentativa prototípica, tal como sugiere su denominación de ensayo. Más bien, desde el punto de vista propuesto por la LSF, estos textos resultan ser instancias de otro género de la familia de géneros de evaluación, la interpretación. Este género, como se indicó más arriba, tiene como propósito ofrecer una “lectura” al mensaje de un texto, que se sostenga en el significado del texto interpretado (Rothery 1994; Martin y Rose 2008).
En el caso de estas instancias de interpretación, sin embargo, el propósito no es interpretar el mensaje de un objeto semiótico desde un punto de vista estético o cultural, tal como se ha descrito para las interpretaciones en el contexto de educación secundaria australiano (Rothery 1994). Por el contrario, en las instancias de interpretación analizadas, el objeto semiótico abordado - la novela - es solo una herramienta para aproximarse una “problemática social” de manera relativamente acotada y accesible; en otras palabras, la novela interesa no por su valor estético sino por la evidencia que ofrece para reflexionar sobre problemas propios del campo de la Sociología. Es por esto que, en estas instancias del género interpretación, una fase clave es la de concepto analítico. Es esta fase la que establece la perspectiva y las herramientas analíticas para la interpretación, que determinan en última medida cómo se “lee” la obra. Desde un punto de vista pedagógico, esta fase permite evaluar la comprensión de conceptos especializados del campo de la Sociología y, posteriormente, en la fase pasaje, su correcta aplicación para la interpretación de eventos/personajes en la novela.
La importancia que parecen tener estas dos fases en las instancias de género analizadas permite reflexionar sobre el concepto de género propuesto por la LSF y particularmente sobre cómo se determinan tipológicamente sus constituyentes estructurales, la etapa y la fase. Martin y Rose (2008: 82) señalan que una fase “consiste en uno o más mensajes y una o más fases constituyen una etapa en el género” (traducción propia). El mensaje es una unidad de discurso realizada por una cláusula independiente, o una cláusula proyectiva y la(s) cláusula(s) que proyecta. La diferencia clave entre fase y etapa, según Martin y Rose (2008) es su grado de estabilidad: las etapas son configuraciones más estables que las fases; de hecho, es posible que en una etapa no siempre aparezcan las mismas fases, pero un género se definirá siempre por las etapas que lo constituyen, las que deben ser constantes a lo largo de diferentes instancias de textos.
Si bien esta distinción resulta consistente con la concepción de género como síndromes de significados recurrentes y estables, es sin embargo limitada respecto de los criterios que ofrece para decidir cuándo un conjunto de mensajes constituye una fase y cuándo puede constituir una etapa. Teniendo en cuenta el criterio de estabilidad, se podría argumentar que la fase concepto analítico podría constituir una etapa diferente de la etapa Sinopsis, dentro de la que ha sido analizada, ya que aparece de manera estable en todos los textos analizados. Sin embargo, esta fase puede ser también recursiva en algunos textos. Identificarla entonces como una etapa implicaría considerar que las etapas pueden ser recursivas, aun cuando la descripción de géneros desde la LSF pareciera no haberlas entendido de esta manera. Por otra parte, en la descripción de géneros de la familia narrativa, Martin y Rose (2008) señalan la presencia constante de ciertas fases, particularmente en relación con narraciones, lo que indicaría que es posible determinar ciertas fases más ‘obligatorias’ en la constitución de etapas de un género.
La pregunta sobre los criterios para determinar un mensaje como una etapa o una fase en la descripción de géneros apunta a otra pregunta más general sobre los principios para distinguir géneros tipológica y topológicamente. Respecto del género interpretación, por ejemplo, cabe preguntarse si la construcción de un campo especializado como el que se observa en los textos analizados constituye un criterio suficiente para proponer un nuevo tipo de interpretación, propia del ámbito académico y diferente del género interpretación que ha sido descrito a partir de su realización en la escuela secundaria. Más aún, si se asume la concepción de género de la LSF, que señala que un género actualiza prácticas sociales propias de una cultura, cabe entonces la pregunta sobre las diferencias culturales implicadas en un género como la interpretación, descrita desde la escuela secundaria en Australia, y un género como la interpretación descrita desde la educación superior, en el campo de las Ciencias Sociales, en Chile. Todas estas preguntas apuntan a aspectos relevantes que pueden ser explorados teóricamente para ampliar y profundizar en la comprensión del género desde el marco de la LSF, a la luz de los nuevos desarrollos en la teoría.
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Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
06 Nov 2020 -
Fecha del número
2020
Histórico
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Recibido
09 Feb 2020 -
Acepto
19 Jun 2020