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Simulación clínica: una estrategia que articula prácticas de enseñanza e investigación en Enfermería

La simulación clínica es un proceso dinámico que involucra la creación de una situación hipotética que incorpora una representación auténtica de la realidad, facilitando la participación activa del alumno e integrando las complejidades del aprendizaje práctico y teórico con oportunidades para la repetición, retroalimentación, evaluación y reflexión,11. Bland AJ, Topping A, Wood B. A concept analysis of simulation as a learning strategy in the education of undergraduate nursung students. Nurse Educ Today. 2011 [acesso 2014 Ago 15]; 31(7): 664-7. Disponível em: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0260691710001966
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sin el riesgo de causar daño al paciente. Dentro de las potencialidades, se evidencia que las tecnologías de simulación clínica son estrategias capaces de articular prácticas de enseñanza e investigación, necesarias en la calificación de los profesionales de la salud, en los diversos niveles de atención a la salud de la población.

Al revisar la historia de la enseñanza de la enfermería podemos encontrar demonstración que nos señala como desde sus inicios las estudiantes aprendían en "salas de arte" sitio destinado para realizar algunas prácticas entre las mismas estudiantes, también utilizaron algunos equipos para desarrollar habilidades técnicas antes de atender a las personas. Entre los procedimientos que realizaban se destacan por ejemplo los cambios de posición a una persona encamada, la higiene y confort, y control los signos vitales. Con esta experiencia previa lograban desarrollar habilidades técnicas y adquirir conocimientos del funcionamiento de los equipos propios de la disciplina.

Aunque estas prácticas no pude compararse con lo que hoy se conoce como simulación clínica sin duda alguna conforman un antecedente muy valioso para analizar, así como la preocupación por seguridad del paciente, principio que ha estado presente desde los inicios de la carrera de Enfermería.

Otro aspecto relevante a destacar se refiere utilización de del primer maniquí conocido como "Mrs. Chase" en las prácticas clínicas de enfermería. Creada desde los inicios del siglo XX por solicitud expresa de una enfermera que trabajaba en la Escuela de Formación de Enfermeras del Hospital Hartford ubicado en Connecticut. El maniquí tenía el tamaño de un adulto y contaba con algunas características que daban gran realismo, pero además tenía la particularidad de que fue construido con materiales de gran durabilidad muy diferente a los anteriores que eran construidos en paja. Esta característica favoreció para que fuera usado en las demostraciones y prácticas de habilidades básicas de enfermería.

La Compañía de Chase construyó también "Baby Chase" estos eran niños y niñas, desde lactantes hasta cuatro años y estaban basado en los estándares establecidos por la Asociación Médica Americana. Estos se usaron para enseñar a las madres situaciones esenciales del cuidado de los niños y las niñas. También fueron utilizados en escuelas de enfermería para la enseñanza y práctica de la pediatría como una forma de desarrollar habilidades clínicas. Los "Baby Chase" tenían la masa corporal y peso real, además de fosas nasales y aberturas auditivas, lo que permitió mejorar la calidad de la enseñanza en el área de pediatría.

Estos antecedentes marcan un hito en la historia ya que manifiestan que las demostraciones con el uso de maniquíes han estado presentes desde hace mucho tiempo y que no solo se uso en Estados Unidos. Gracias al éxito logrado fueron llevados posteriormente América Latina con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud con el objetivo de mejorar la calidad de la enseñanza de la enfermería y la seguridad de las personas.

Este desarrollo permitió que algunas escuelas de enfermería trasforman su "Salas de Arte" para dar origen a los laboratorios de habilidades donde se incorporaron nuevos modelos anatómicos completos y por partes conocidos hoy día como de baja fidelidad, pero construidos a escala real para darle oportunidad al estudiante y docente de desarrollar una práctica previa al escenario real.

Durante las últimas décadas hemos visto una importante evolución tecnológica que ha logrado impactar en forma positiva en la creación de nuevos modelos anatómicos cada vez más sofisticados y con tecnologías que logran reproducir funciones vitales del ser humano y desarrollar escenarios clínicos complejos. Este avance tecnológico ha permitido a las escuelas de enfermería crear nuevos escenarios clínicos muy similares a los de la práctica real en un medio controlado donde pueden repetir los procedimientos y escenarios las veces que sean necesarias hasta que el o la estudiante logre hacerlo en forma correcta, así como también aprender del error sin ocasionar daño, cosa que no podría ocurrir en la práctica real.

En este sentido es importante aclarar que la clave del éxito en el centro o laboratorio de simulación clínica no consiste solo en tener equipos y modelos de alta tecnología, sino más bien lograr que los y las docentes se capaciten en aspectos relacionados con la estrategia pedagógica que permitan poner en práctica un modelo de desarrollo de competencias y juicio clínico en Enfermería. Es necesario crear una cultura del significado de la simulación clínica así como también será necesario planificar y organizar la estrategia metodológica que guíe las actividades requeridas del plan de estudios de acuerdo con el nivel de complejidad en que se encuentra el estudiante, como una forma de maximizar las experiencias y lograr un aprendizaje significativo.

Otro aspecto importante de destacar se refiere a la importancia de que toda simulación cuente con guías clínicas y checklist como una forma de asegurar la uniformidad de criterios entre docentes y estudiantes. Esta estrategia metodología permitirá desarrollar una simulación clínica basada en la evidencia y no como ocurre en algunas ocasiones cuando el estudiante pregunta como quiere el docente que realice el procedimiento. El lograr trabajar con guías clínicas y checklist permite al estudiante y docente trabajar con un lenguaje común que favorece a calidad de la formación.

Finalmente en la investigación en Enfermería, la simulación clínica emerge como una estrategia beneficiosa. En este sentido, esta es una perspectiva capaz de incrementar las tecnologías de enseñanza-aprendizaje, así como ayudar en las investigaciones en el área de educación. Además, la simulación clínica puede viabilizar la realización de importantes estudios clínicos en el ámbito de las prácticas seguras, en la realización de procedimientos diagnósticos, terapéuticos invasivos y complejos de enfermería y en la producción de actitudes éticas y de responsabilidad profesional e interdisciplinar en la atención al paciente, a la familia y a la comunidad.

REFERENCES

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    Bland AJ, Topping A, Wood B. A concept analysis of simulation as a learning strategy in the education of undergraduate nursung students. Nurse Educ Today. 2011 [acesso 2014 Ago 15]; 31(7): 664-7. Disponível em: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0260691710001966
    » http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0260691710001966

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    Dic 2014
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